Sorpresa en el gobierno: Mujica y la ira por la marihuana
Inesperadamente y justo en momentos en los que el oficialismo atraviesa un período muy complejo, en especial por la situación del vicepresidente Raúl Sendic, el ex presidente José Mujica explotó por el lado menos pensado: la marihuana.
Las dificultades financieras impuestas por normas internacionales que impactan en los bancos locales y afectan a quienes participan de la cadena de producción y distribución legal de la marihuana, hicieron que Mujica saliera muy duramente a escena, amenazando con poner en jaque al propio gobierno.
Aunque luego trató de matizar relativamente sus dichos, Mujica advirtió que de no encontrarse una solución, trancaría el Parlamento y haría pesar su liderazgo en el MPP para que no salga "nada";. No sólo eso: sostuvo que de no haber solución, los responsables deberían renunciar.
Preguntado por una periodista acerca de a quienes se refería, Mujica le respondió de muy mal modo y le dijo que si no entendía, fuera a hacer un curso nocturno… Mujica, justamente, habló con la prensa cuando se producía una reunión de la comisión de Hacienda y Presupuesto del Senado, en la que el equipo económico encabezado por el ministro de Economía Danilo Astori presentaba la Rendición de Cuentas.
Cuando Astori ingresaba, según las crónicas, Mujica, a viva voz le reclamó: "Esto del cierre de cuentas a las farmacias lo arreglás sí o sí. ¡Hablá con (el presidente del BROU Jorge) Polgar o con quien sea, pero esto lo vas a resolver porque con este tema nosotros vamos a hacer patria!";.
En encendidas declaraciones a la prensa, el ex presidente dijo: ";No puedo creer que no exista una solución. Si no pueden encontrar una solución que se vayan y que venga gente capaz de encontrar una salida".
"Yo no quiero creer que el sistema financiero trabaja para el narcotráfico, para las bocas de venta", agregó.
"Yo -advirtió- no tengo ninguna fuerza afuera del Parlamento. Si esto queda trancado, queda trancado el Parlamento. No va a salir nada";.
Mujica, confundido, dijo que la solución podría ser la sustitución del dólar por el euro, cuando las limitaciones que ahora afectan a Uruguay no tienen relación con el tipo de moneda, sino con el hecho de que se negocie con drogas.
MALESTAR E INCREDULIDAD
Las declaraciones de Mujica, por su tono, su contenido y el momento elegido, cayeron como una bomba entre varios dirigentes y sectores del oficialismo y del propio gobierno. Más allá de conocer el carácter de Mujica, pocos podían creer lo que habían escuchado. Desde sectores gobierno y en especial los vinculados al equipo económico, pese al malestar, se evitó el debate.
El viernes, en declaraciones a Subrayado de canal 10, Mujica buscó relativizar el tono de amenaza, aunque no se bajó de sus reclamos. "Tal vez tiré la bronca, tal vez se me fue la mano";, dijo el ex presidente, quien sostuvo que de todos modos había medido sus palabras porque "trancar no es sabotear, trancar es demorar";. Asimismo, en lo que pareció una clara alusión al gobierno, señaló que se estaban metiendo "palos en la rueda"; a la venta de la marihuana y que se la podía "matar burocráticamente";. Al respecto añadió que prefería una actitud frontal y si "se discrepa que venga un mensaje, que se discuta en el Parlamento y si mi partido me manda yo voy a fundamentar en contra de la abolición, pero lo voy a votar por disciplina partidaria";.
"SIMPATÍA EN EL MUNDO";
El ex presidente, finalmente, explicó el fondo de su actitud: "a algunos les puede molestar, pero a mí me molesta más que dejen morir un experimento que tiene simpatía en el mundo";.
La legalización de la marihuana no fue, por supuesto, la ley más importante del gobierno de Mujica, pero a pesar de que no fue una iniciativa suya, constituyó seguramente la que más difusión dio a su figura en el exterior del país. Mujica se terminó transformando así en el principal abanderado de esta polémica norma.
Pero dado que la norma se aprobó en su gestión, llama la atención que el ex presidente mostrara tal nivel de sorpresa por lo ocurrido con el sistema financiero, sobre todo porque existieron advertencias de distintos organismos internacionales. Apenas la norma se aprobó en Diputados y antes de su tratamiento en el Senado, Naciones Unidas, por ejemplo, advirtió que Uruguay violaba normas internacionales y acuerdos de los que participaba nuestro país.
La Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE) emitió un comunicado en el que advirtió que la ley estaba en "completa contravención"; con los tratados internacionales de los que Uruguay era parte. La Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Crimen (ONUDC) apoyó las declaraciones de la JIFE y pidió a Uruguay cumplir sus compromisos.
En el ámbito local, en el propio oficialismo hubo dudas y en ámbitos del Ministerio del Interior y la Policía, nunca terminó de convencer.
Lo cierto es que Uruguay emprendió el "experimento"; que impulsó Mujica, con partidarios y opositores, tanto en el ámbito local como en lo internacional. El "experimento"; tenía y tiene riesgos de diverso tipo, incluidos los relativos al sistema financiero. No se trata de una sorpresa. En todo caso, cuando se estudio, discutió y aprobó la norma en el gobierno de Mujica, hubo imprevisión.
Lo que resulta más impactante de este episodio es que con una agenda tan complicada, en un año clave como este, Mujica -que tantas veces se ha quejado de los enfrentamientos públicos en el oficialismo- haya reaccionado de este modo.