Sabella, que es especialista en prevención de lavado de activos, había advertido los problemas del modelo de venta de marihuana en farmacias a principios de 2014 en distintas entrevistas.

En una de ellas, en radio Uruguay, planteó el problema que está ocurriendo hoy: los bancos se niegan a aceptar las cuentas de los negocios vinculados a la venta de marihuana porque la legislación estadounidense todavía la considera una sustancia prohibida. Aquellas instituciones que acepten el dinero se arriesgan a perder la posibilidad de operar con ese país e incluso podrían ser perseguidas por lavado de activos.

"¿Cómo justificar ese ingreso de capital en la casa matriz de cada institución bancaria"; preguntaba Sabella en aquella entrevista. "Se va a complicar todo"; advirtió.

Entrevistado en Suena Tremendo, el especialista explicó que si bien estas complicaciones no se manejaron políticamente, los expertos ya estaban al tanto.

"A mí nadie me consulto absolutamente nada ni tampoco soy quien para que se me consulte, pero de alguna forma sí es algo que se manejaba dentro del ámbito"; aseguró. "Se sabía dentro del ambiente que iba a traer muchas complicaciones, sobre todo al no conocer bien cómo se iba a implementar. (Las instituciones financieras) tenían un poco de recelo porque nadie quería verse involucrado en algún problema con sus corresponsales. Tener un problema con una cuenta de corresponsalía es prácticamente quedar afuera del negocio internacional, de poder cursar transacciones internacionales. Todo tipo de instituciones, no solamente bancos, instituciones más pequeñas como empresas de servicios financieros"; añadió.

Las propuestas

Estados Unidos enfrentó problemas similares al uruguayo. Con la creciente regularización de la marihuana, ya sea por uso recreacional o medicinal, los distintos estados se encontraron con obstáculos de su propio gobierno federal. Una alternativa es el uso exclusivo del efectivo, pero con la inclusión financiera, las farmacias se verían obligadas a tener una cuenta bancaria para sus operaciones y por otro lado manejar todo lo vinculado a la venta de marihuana en efectivo.

"Para mí eso no camina porque necesariamente, previo a instaurar cualquier tipo de solución por una vía bancaria, así sea inclusive de custodia del dinero en efectivo, tiene que haber un consenso con el banco corresponsal. Si no hay un consenso ese dinero no se puede tomar"; dijo Sabella.

Otra alternativa que se ensaya en Estados Unidos es el uso de dinero electrónico o de monedas virtuales como el bitcoin. Para Sabella, esto tiene complicaciones propias.

"El dinero electrónico tiene alguna relación con el sistema financiero porque es este el que anota los débitos y los créditos en las cuentas o quien administra de alguna manera este circuito, ya sea el emisor o el administrador de los pagos"; explicó.

"La moneda virtual no podría considerarse hoy como dinero electrónico dado que tiene una cotización independiente y tiene algunos riesgos vinculados a la aceptación y la forma de custodia. Es un medio que está absolutamente descentralizado, no hay quien lo administre, lo administran todas las partes que forman la red y puede ser anónimo";.

"Creo que puede traer mayores complicaciones porque primero hay que adquirir los bitcoins, las personas involucradas en la producción (de marihuana) o las farmacias van a tener que admitirlos, y ellos después van a tener que buscar a alguien que se los acepte como pagos. Yo no creo que la DGI, por ejemplo, les acepte bitcoins para pagar los impuestos";.

¿La solución?

Consultado sobre cuál podría ser la solución para la venta de marihuana en farmacias, Sabella propuso una alternativa.

"La solución parte de generar un ecosistema de pago donde intervenga el Estado como administrador y donde todos los involucrados puedan cancelar sus obligaciones mediante algún medio que administre directamente el Estado y se pueda aislar del resto del sistema"; explicó. "Me lo imagino como una estructura de un sistema que puede ser prepago, que puede emitir algún tipo de cupón, bono, o medio para cancelar obligaciones";.

Para el especialista, las farmacias y los compradores podrían contar con un sistema propio, aislado del sistema financiero en su conjunto, hecho para poder realizar estas transacciones. De esta forma, las farmacias evitan que el dinero esté vinculado a sus cuentas bancarias. La dinámica podría ser a través del uso de tarjetas prepagas.

"La farmacia, en este caso, lo que hace es establecer una señal electrónica de débito sobre este prepago, ya sea por un medio analógico, una tarjeta, o hasta la huella digital que se usa para control. No implica recibir dinero para la farmacia"; dijo.