Andreoli consideró que la ley merece ajustes. "Ha levantado resistencias porque la ley tiene sus problemas. Estoy segura que el camino no es el plebiscito, el camino debería ser un acuerdo", agregó.

"No comparto el concepto de que la inclusión financiera va a traer la igualdad de oportunidades de la gente", dijo la tertuliana, quien manifestó que hay una parte de la privacidad personal que se está invadiendo, porque dicha ley implementa un fenómeno de control económico.

"Lo que faltó en este proceso para aplicar una ley de inclusión financiera en serio fue una educación de la sociedad en torno a qué cosas valían la pena y porqué esto es mejor que nada, un proceso de educación también de los actores sociales de adaptación de la condiciones. Es como una ley que no previó las situaciones que se dieron", culminó.

Pereira por su parte, opinó que "en los últimos años hubo un avance en cuanto a la educación de la gente en materia de inclusión financiera, que en Uruguay siempre fue malísima. Es el otro gran déficit. (…) Además, la reforma tiene letra chica, porque meten cosas de rebote que no tienen nada que ver con la inclusión financiera".

Pascale planteó que existe una consecuencia "en dejar temas políticos importantes en manos de tecnócratas". "Hay todo un discurso construido en base a una pompa de jabón, porque bastó que dos o tres organizaciones de unos comerciantes del este y un abogado, para que se pinchara el globo", sentenció.