Cosechando Amigos

El huracán Raúl

El huracán Raúl

En 1914 muchos creyeron que el asesinato del archiduque Francisco Fernando en Sarajevo fue lo que originó la Primera Guerra Mundial. Pero ese crimen fue la gota que desbordó el vaso.

Lo mismo que ahora la tarjeta corporativa de Raúl Fernando Sendic. La gota que desbordó un vaso que se venía llenando con una desastrosa gestión en Ancap; con un título falso y con sus erráticas declaraciones desde el año 2015.

Hoy lunes, tenemos un país exasperado. Todos contra todos, cruzando insultos, acusaciones sobre traiciones, adjudicando culpas a diestra y siniestra.
La política desprestigiada al máximo, para regocijo de los que añoran tiempos sin políticos como paradigma.

Si alguno cree que ganó algo con esta renuncia, se equivoca, perdieron todos.
Porque lo que hizo Sendic en Ancap tiene decenas de antecedentes; porque los estropicios con viáticos y tarjetas corporativas fueron cometidos por miembros de todos los partidos fundacionales.

La cabeza de Sendic fue servida al plato. Reconozcamos que se la cortó él mismo. Pero esto no soluciona los graves problemas éticos que su accionar reveló. Porque Sendic no fue ni es el único abusador.

Desde el punto de vista ético, todos los partidos perdieron la virginidad. Eso es lo grave.

Algunos quieren salvar sus culpas, revisando culpas ajenas. Y podremos hacer largas listas que a muchos gustaría empezara con una Eva y una manzana. Pero el problema seguirá allí.

¿Un short, un colchón que no fue y unas compritas personales  son nuestra medida de la corrupción? Ayer Mujica, demostrando el valor que le otorga a la ética dijo: "En Brasil descubren maletas con millones de dólares a un exministro y en Argentina se vio a un tipo tirando bolsos con plata por sobre el muro de un convento, pero acá hacemos un lío bárbaro por un short y uno pesos".

Y si, esa puede ser nuestra medida y no está mal. Porque en realidad lo que importa no es el monto sino la acción. O como se entiende el manejo y uso de los dineros públicos. Algo que a Mujica no parece preocupar en función de sus objetivos políticos.

Los ejemplos sobre su forma de entender la ética política sobran. Liquidó Pluna en circunstancias poco claras, fraguó un remate y terminó entregando la cabeza de dos funcionarios que cumplieron sus órdenes.

Le otorgó un negocio de exportación a Venezuela a un compañero porque "de algo tenía que vivir".

Incentivó a Sendic a desarrollar juntas todas las inversiones que necesitaba Ancap y también terminó entregando su cabeza.

Muchos pensarán que es propio de soñadores, pero sin un concepto claro y firme sobre la ética pública no hay un proyecto político válido. Además, la historia está llena de ejemplos de militantes asesinados por sus propios compañeros para, supuestamente, defender una propuesta política. Recomiendo  leer Arcángeles de Paco Ignacio Taibo II.

El problema más grave que tiene el accionar político en estas latitudes es que la  gente sigue creyendo en caudillos e iluminados, sin darse cuenta de su propio poder ciudadano.

Pero hay otro aspecto de esta situación que no parece menor y debería ser tema de preocupación de los frenteamplistas.

Sendic no fue el único abusador. Hay tal vez centenares de ejemplos de frentistas que creyeron llegado su momento cuando  accedieron al gobierno. Ayer mismo leía comentarios al respecto en una red de frenteamplistas. Pero también me acordé de un comentario del exintendente Oscar De Los Santos cuando en una entrevista le pregunté sobre su mayor decepción en el gobierno y contestó sin dudar: "La actitud de muchos compañeros que creyeron tener más derechos que otros ciudadanos".

Sé que muchos dirán y con razón... "bueno, esa es la historia del país". Cada uno que accede al gobierno se siente con el derecho de colocar en el Estado a sus amigos y correligionarios; a favorecer a quienes pusieron dinero para su campaña, y a abusar de su particular posición de privilegio.

Si la renuncia de Sendic sirve para bajar la medida con la que vamos a juzgar a todos los aprovechados y abusadores de los dineros públicos, a futuro tal vez la evaluaremos como positiva.

Hay otro asunto no menor y sobre el que se debe advertir, porque en honor a la verdad mucha gente lo piensa.

Anoche escuchamos al ex senador y dirigente del MPP, Ernesto Agazzi, señalar alborozado: "A los que no les gustaba un Sendic en la Vice, ahora van a tener a una Topolansky". Frase reveladora porque muestra descarnadamente que algunos viejos dirigentes empepistas y de gran peso en la interna, leen la realidad solo en clave sectorial.

Lo mismo me pasó escuchando a Mujica, jamás mencionó al Frente Amplio. Algo por otro lado habitual en él. Durante su gobierno ¿alguien lo escuchó hablar de la fuerza política que lo había llevado  a ese lugar? Siempre, siempre, habló en singular... "yo quise, yo hice, yo no pude"... es decir, para él no había un gobierno y una fuerza política, sino solo y únicamente su voluntad. Hay emepepistas más jóvenes, menos atados al pasado tupamaro, que tienen otra visión. Sin embargo hoy por hoy su opinión no pesa.

Y entonces nos encontramos con esta realidad, Lucia Topolansky esposa de Mujica, será la vicepresidenta. Una señora que no vaciló en mentir para intentar salvar a un  compañero... "Yo vi el título", pero olvidando su responsabilidad institucional.

Si algunos creyeron que con la renuncia de Sendic se resolvían todos los problemas del gobierno, se equivocaron. Ahora comienza otra etapa que muestra a un MPP muy fortalecido y a un presidente Tabaré Vázquez aislado.  
Por lo pronto, dirigentes de la 711 como el diputado Felipe Carballo anunciaron ayer que su sector "tendrá ahora otra actitud en el Parlamento, vamos a mirar los proyectos de ley de otra forma, porque ya hemos votado cosas con las que nos estábamos de acuerdo".

En el mismo sentido fueron las declaraciones de Mujica cuando señaló anoche: "En toda esta discusión, no se pensó que puede pasar con los eventuales votos que apoyan al Gobierno en el Parlamento. Y ese es un núcleo de compañeros que tiene sus cuatro o cinco votos. Esos votos (de la Lista 711) pueden terminar en que alguno se salga de la disciplina partidaria y que el Gobierno quede 'colgado', perdiendo la mayoría parlamentaria, algo grave en el corto plazo"
Se la ponen muy difícil al gobierno. Y mucho más ahora que el MPP tendrá otro senador. Desde ese lugar Mujica aparecerá como el articulador entre la 711 y el gobierno, proyectando nuevamente su imagen política por lo que a nadie debería extrañar que aparezca nuevamente como candidato a la presidencia en el 2019, a pesar de sus dichos en contrario.

Las resoluciones que la Justicia debe adoptar sobre Ancap, sobre el Fondes y eventualmente sobre ASSE y la Regasificadora, tendrán ahora un valor político superlativo en un sentido u otro.

Finalmente, hay que destacar el papel del periodismo en esta situación. Todo lo que su supo sobre Sendic, Ancap, titulo y tarjetas corporativas, se supo a través de los medios. Sin ellos nada habría pasado o en todo caso se hubiera arreglado entre gallos y mediasnoches.

Desde el poder político en forma antidemocrática y nada novedosa se intentaron todas formas de desprestigio. Pero no fueron los periodistas que despilfarraron 900 millones en Ancap; ni los que dijeron tener un título que no poseen, ni los que usaron displicentemente dineros públicos.

Hay que hacerse cargo muchachos. El huracán Raúl no fue obra del cambio climático sino de decisiones políticas equivocadas.