"Un absurdo total", sentenció Vigil. "Estoy asombrada de la poca empatía que tiene la clase política, que no se da cuenta que está bajo sospecha en todo el mundo. Cada vez que ustedes se votan un privilegio, la ciudadanía piensa cada vez más en votar en blanco. Usen la empatía si no usan el sentido estricto general del derecho o el concepto de buen padre de familia. Se sabe que estas leyes tienen nombre y apellido", añadió.

Pomiés expresó que la preocupación de la opinión pública por el abuso de funciones es una realidad en Uruguay desde siempre. "Se han confundido los intereses particulares con los intereses públicos de todos los que tienen cargos, desde siempre. Es la historia del Uruguay. Es una situación muy difícil de cambiar. Lo primero que hay que mejorar son los controles del Estado".

"Arriba se confunden los dineros a millones, pero abajo por una canilla están seis meses. Hay que mejorar las reglamentaciones que hagan más dinámica la operativa diaria. La gente del interior mientras pide autorizaciones a organismos centrales se les va la vida", sentenció la tertuliana.

Franzini, por otro lado, dijo que "es muy difícil definir hasta dónde están las competencias y hasta donde no. Tenemos que salir de lo anecdótico. El abuso de funciones hay que tenerlo como pena, aunque hay que cambiarle la reglamentación, hacerlo más claro, hay que definirlo mejor y actualizarlo. Pero no hay que derogarlo porque sí".