Al mismo tiempo, el ex presidente José Mujica introdujo un elemento más para la polémica: la supuesta existencia de presiones sobre la Justicia, denuncia que en si misma podría considerarse una presión. Mujica refirió a la cobertura de los medios y los periodistas, que sin duda han tenido en esta ocasión un papel fundamental; como lo tuvieron en el pasado con otros casos y otros gobiernos. 

 

 

La lista de violaciones cometidas por Sendic, según el detallado y cuidadoso dictamen de la JUTEP, es amplia, incluyendo las normas vigentes sobre materia de administración de fondos públicos, en lo referente a la probidad, rectitud, legalidad, implicancias, buena administración financiera, rendición de cuentas y prohibición de uso indebido de fondos. El ex vicepresidente, según el informe, ni siquiera respetó las normas de control que él mismo había buscado implementar en ANCAP, lo que si habrían hecho los demás directores del ente. Y todo esto teniendo en cuenta que la JUTEP sólo pudo evaluar una de las tarjetas utilizadas por el líder de la 711 y no otros gastos o tarjetas, lo que también demostró los límites y escasos recursos de este organismo creado para la lucha contra la corrupción.

 

 

Este nuevo dictamen, que se suma al del Tribunal de Conducta Política del Frente Amplio, se cruzó con un llamativo periplo iniciado por Sendic luego de su renuncia, en el que su discurso contuvo amargas críticas hacia el Frente Amplio. Así llegó a decir que su caso había constituido una cortina de humo para ocultar los verdaderos problemas del país. O que "la mezquindad está ganando camino, no sólo en la izquierda uruguaya sino en todo América Latina";. 

En realidad Sendic fue coherente con su discurso ante el Plenario del Frente Amplio en el que anunció su dimisión, pero no expresó arrepentimiento alguno ni pidió disculpas -ni siquiera por haber embarcado al oficialismo detrás de su inexistente título- sino que por el contrario descalificó el fallo considerándolo desproporcionado, infundado y sin pruebas. Y recriminó un "conjunto de maniobras y deslealtades"; y el hecho de que hubiera habido dirigentes del Frente que le dijeron por la prensa que debía renunciar. También llegó a pedir las bancas de quienes se alejaron de la 711.

Es decir que Sendic había resuelto tomar la iniciativa y pasar a la ofensiva. Su postura había generado preocupación en algunos dirigentes y sectores de la izquierda.

 

El nuevo dictamen demostraría que, una vez más, el ex presidente de ANCAP se apuró y erró la estrategia. 

Ahora, tanto el dictamen del Tribunal del Frente como el de la JUTEP, engrosarán la actuación de la Justicia en el marco de las investigaciones sobre ANCAP. 

 

 

Mujica, en tanto, no sólo habló de política, sino que defendió los presuntos estudios de Sendic en Cuba y dijo que en ese país, a diferencia de Uruguay, no había licenciaturas de seis meses. Algo, esto último, absolutamente incierto, por decir lo menos.

 

Lucía Topolansky, también volvió sobre el mismo tema y llegó a decir que Sendic es una de las personas que más sabe de genética humana en Uruguay, en otra afirmación sin ningún sustento y que seguro no cayó nada bien en ámbitos científicos.

 

En Uruguay, aún con los límites que impone la realidad, existen sí científicos de primer nivel que han estudiado años y siguen trabajando todos los días en investigaciones que incluso comparten con otros especialistas del exterior. 

 

 

El debate sobre Sendic tuvo un rebote en cierto modo esperable, con denuncias sobre dos dirigentes blancos, que en realidad son muy diferentes a las del conjunto de sucesos que envuelven al ex vicepresidente.

 

Una de ellas tiene que ver con el hecho de que el diputado por Tacuarembó, Wilson Ezquerra, atropelló alcoholizado a una mujer, a la que le provocó la fractura de cadera. No hubo denuncias y Ezquerra -un tanto demorado- pidió disculpas la semana pasada.

 

El legislador dijo que ha estado cerca de la víctima y su familia. También aseguró que no se amparará en sus fueros.

 

El otro caso refiere al intendente de Soriano, Agustín Bascou, con deudas por varios millones de dólares y embargado por el libramiento de cheques sin fondos.

 

Hasta aquí se trata de un caso relativo a sus actividades particulares como empresario agropecuario, aunque el tema adquiere una sensibilidad especial y una dimensión política importante dado su cargo.

 

Pero el problema mayor se planteó a partir de la denuncia de ediles frentistas de aquel departamento que plantearon que Bascou se habría favorecido al vender combustible en una estación de su propiedad a la Intendencia de Soriano. Los ediles piden juicio político, lo que se resolverá en la semana.

 

Estos planteos, según algunos dirigentes blancos de Alianza Nacional a los que pertenecen los dos, procuran revolver las aguas y constituyen un intento de diluir responsabilidades y una suerte de revancha por lo ocurrido con Sendic.

 

No todos, sin embargo, interpretan el asunto del mismo modo y la senadora Verónica Alonso -que claramente busca posicionarse en la interna nacionalista- reclamó que el intendente deje su cargo mientras arregla su situación. 

 

Mientras tanto, los dos pidieron pasar a la Comisión de Etica del Partido Blanco.