Pascale opinó que los TLC son consecuencia de los "gobiernos bicéfalos", ya que "tenemos una parte política que está dividida, y al protagonista de todo esto, que es el Pit-cnt. La historia demuestra que estas cosas terminan mal, porque el poder no se puede compartir. No puede haber una conducción política por un lado y después una especie de segundo poder. Ya la conocemos esta película", comentó.

"La gente espera el humo blanco, pero quizás ni llega porque es muy probable que con la victoria en puerta de (Sebastián) Piñera esos temores del TLC con Chile se agiganten y este proyecto quede sepultado debajo de mil expedientes en el Parlamento (…) Uruguay, en muchos campos, es ineficiente. Acá cuesta más caro un flete a Fray Bentos que a China. Esto deja al descubierto la debilidad del país. Si no se va a discutir en serio cuáles son las cosas que trancan su comercio y su inserción en el mundo, no vamos a discutir de nada. Uruguay, en buena medida, no está preparado para el comercio mundial, y en la medida en que no caigan esas ineficiencias, vamos a seguir al margen del camino, viendo como progresan los demás", añadió el tertuliano.

Pereira dijo que en el mundo hay una "corriente muy fuerte de fuerzas de derecha contrarias a los TLC. Me preocupa que en el Uruguay corren dos posiciones doctrinarias sobre este tipo de tratados sin que en ningún lugar se discutan seriamente. Es alarmante. La gente que sale a hablar sale a largar un slogan, como se hace política ahora en todo".

Por otra parte, Andreoli sostuvo que los legisladores "estudian poco. El tiempo en este país es como si se hubiera detenido. Todas las cosas ocurren con muchísimo tiempo. La vida de la gente pasa y las cosas no se resuelven nunca, y volvemos año tras año a cosas que ya se han discutido. Este tratado es del año pasado".

La tertuliana enfatizó que Uruguay es un "país trancado", donde "hay como una especie de consigna, que dice 'no a los TLC que vengan de donde vengan', parece que Chile está en Islandia, por eso no tenemos por qué tener relaciones con Chile ni poder ampliar nuestros vínculos, en un gobierno que además es fascista, porque parecería que (Michelle) Bachelet está en las antípodas del gobierno del Frente Amplio".