Los blancos y un debate entre lo ético y lo político
La decisión del Directorio blanco en relación al intendente de Soriano, Agustín Bascou, remarcó las diferencias que existen sobre el tema en el Partido Nacional y abrió las puertas a algunas críticas desde el Frente Amplio, aunque tal vez menos de las que podían esperarse.
La decisión estuvo basada en las recomendaciones de la Comisión de Ética partidaria que entendió necesario realizar un apercibimiento a Bascou, la menor de las sanciones previstas en el nacionalismo.
El Directorio, de todos modos, juzgó con dureza la actitud del jefe comunal, quien mantuvo a las estaciones de servicio de su propiedad, como proveedoras de la Intendencia que encabeza.
El Directorio consideró "injusto y rechazable que la falta de cuidado en el manejo de la cosa pública perjudique el buen nombre y las mejores tradiciones del Partido Nacional";.
En cuanto a la Comisión de Etica -teniendo en cuenta antecedentes de casos similares- partió de la base de que no existieron ilegalidades; pero consideró igualmente necesario seguir las actuaciones en el ámbito judicial, ";a partir de los cuales podrá volverse a estudiar la existencia de conductas que comprometan el prestigio de las instituciones, la dignidad del cargo o la credibilidad de quien lo desempeña";.
Juicios y costos
Es decir que, en buena medida, los juicios éticos de la Comisión quedaron supeditados a lo jurídico, un criterio que puede considerarse el punto de partida de las diferencias internas entre los blancos. Porque apenas conocido el fallo, Luis Lacalle Pou lo consideró poco contundente y muy jurídico. Larrañaga le contestó y se preguntó para que existen los órganos partidarios si luego se los sale a cuestionar. Este final, no hizo más que replicar la polémica sobre el tema que se planteó desde el inicio de este caso entre los dos líderes blancos. En todo caso cualquier decisión quedó en manos de Bascou, quien se limitó a pedir disculpas.
Desde el Frente Amplio, en tanto, hubo quienes intentaron hacerle pagar un costo político a los blancos, por la tibieza del fallo en comparación del desarrollo del caso Sendic. Y es cierto que el Tribunal de Conducta Política fue muy duro y colocó muy alta la vara con la que midió a Sendic. Pero también se recordó de inmediato que el Frente Amplio eludió toda sanción a Sendic y que tras su renuncia, hubo sectores que anunciaron internamente que no votarían la declaración que ya se había acordado. Y que Sendic - en un caso totalmente distinto- renunció realizando fuertes cuestionamientos a la interna de la izquierda, que hubo presiones sobre el Tribunal y que, antes, el Plenario lo había apoyado por el falso título universitario. Seguramente esos hechos explican en parte que los ataques desde el Frente a los blancos no hayan sido mayores.
En medio del debate también apareció sobre la mesa el caso del ex diputado Sanabria, expulsado del Partido Colorado a comienzos de año por sus responsabilidades en el cambio Nelson. Larrañaga, en declaraciones a La Mañana de El Espectador, aprovechó la ocasión para asegurar que Sanabria, a diferencia de los otros casos, no tuvo posibilidades de defenderse.
La competencia
En términos de la interna blanca, el episodio puede analizarse respecto a sus consecuencias inmediatas y respecto al futuro.
En el corto plazo, los dos principales dirigentes blancos aparecen enfrentados por un tema tan delicado, en momentos en los que existe particular sensibilidad con este asunto. Es decir, que aparece un partido que, en términos políticos, no terminó de procesar internamente el tema y que no pudo reaccionar de manera monolítica.
Pensando en un plazo más largo, sin embargo, el episodio permite otra lectura: reafirmó la existencia dos sectores fuertes, dispuestos a una competencia que, bien administrada, le puede resultar útil. Y en particular en lo que respecta a Larrañaga, después de las dudas de comienzos de año, con el tempranero anunció de su candidatura y episodios como este, afirmó su liderazgo, acotando en principio los espacios para quienes le pretenden competir internamente.
Finalmente la propia decisión de la Comisión de Etica nacionalista no cerró por completo el caso, sino que lo dejó atado a lo que pueda ocurrir en el terreno judicial. Y eso puede abrir nuevos flancos.