Lo que podría haber sido una inmejorable oportunidad para regular los aportes privados a los partidos, se ha convertido en un show donde a tientas los diputados buscan asuntos para desprestigiar adversarios. 

Las preguntas que se realizan a los invitados demuestran que no hubo un trabajo de investigación previa y solo se manejan con datos sueltos obtenidos vaya uno a saber de qué fuentes.

Por eso algunos mienten escandalosamente. Como lo hizo Enrique Antía, intendente de Maldonado, cuando el diputado Jorge Meroni (MPP) le preguntó "si tenía conocimiento de que uno de los dueños de la empresa Álvarez y Asociados, que construyó el edificio Delamar de Punta del Este que tuvo una excepción votada por la Junta Departamental es, precisamente, el arquitecto Javier Álvarez, edil del Partido Nacional entre 2000 y 2005, cuando se dio esta autorización y se realizó esta obra";. Y con total desparpajo Antía contestó "no";.

Imposible creerle cuanto todo el mundo sabe en Maldonado que Javier Alvarez fue uno de los constructores más favorecidos durante el primer gobierno de Antía (2000-2005). Tampoco le preguntaron lo que también todo Maldonado sabe: inmobiliarias propiedad de varios ediles, vendían los edificios que ellos mismos aprobaban con importantes excepciones otorgadas por la Junta Departamental.

La comisión parlamentaria ha trabajado mal. Según publicó hoy La Diaria "el diputado del Partido de la Gente Guillermo Facello dijo que la labor de esta comisión se está desvirtuando";: A su juicio "hasta el día de hoy no se ha demostrado ningún episodio contundente que pueda llevarnos a hacer alguna afirmación acerca de ilicitudes cometidas en las campañas";.

Y no se probó ninguna ilicitud porque trabajaron mal, no porque no existan.