"Bascou también tiene un fallo de su partido político. Nadie puede hacer más nada ya, ahora depende de Bascou, son responsabilidades personales. La Jutep no tiene un juicio duro, sino que tiene un juicio adoptado a la ética. Si yo mañana hiciera algo que diera mérito a que fuera evaluado, yo creo que me voy. Se ve que él entiende que lo mejor es quedarse. Es un mal ejemplo en un país que está adoleciendo en emergencia moral", aseguró Franzini.

"La función pública, para quienes la ejercen, no implican ni honor ni responsabilidades, y eso genera un problema. En este caso puntual, el Partido Nacional reaccionó e hizo la declaración que tenía que hacer. (…) Una cosa que los partidos tiene, y es muy grave, que lo tiene el partido al que pertenezco, es el 'no digas nada, es por el partido', y eso es horrible", expresó el tertuliano.

Pomiés consideró que los partidos políticos "deben volver a revisar lo que es concepto de servicios públicos" porque "se ha perdido la idea de lo que significa un cargo electo por la población. Un cargo de servicio público no puede ir acompañado por beneficios personales. Implica una renuncia porque si uno elige estar ahí, renuncia a otras cosas. No puede estar de los dos lados".

"Los partidos tienen que ser los embanderados de esto. La gente lo percibe pero todavía no es parte de la cultura. Es bueno que desde los partidos se den señales y se trabaje sobre ese cambio de cultura, de 'esto está bien' y 'esto está mal'", añadió la tertuliana.

Vigil por su parte, estuvo de acuerdo con sus contertulianos y agregó que con Bascou "va a pasar lo mismo que con (Raúl) Sendic. Se terminan sometiendo al escarnio público". También consideró que Bascou "debió irse" al igual que muchos otros. "Tenemos que vaciar el saco y volverlo a llenar", enfatizó.