Roberto Jones dijo que Borges lo llevó a dejar la lucha armada
"Nunca trabajé, yo jugué, me divertí. Fui feliz. Nunca fue sacrificio", expresó a La Mañana de El Espectador, el actor y director teatral Roberto Jones, quien fue reconocido el fin de semana por su trayectoria en los Premios Morosoli.
Es el premio público número veinte de su cerrera, según contó.
El artista estudió en la Escuela Multidisciplinaria de Arte Dramático Margarita Xirgu (EMAD) entre 1962 y 1965. Trabajó en más de cuarenta y seis obras teatrales en Uruguay y Argentina, actuó en cine y televisión, y también trabajó para la BBC y la Televisión Española. A su vez fue un influyente actor político durante los años previos a la dictadura, cuando integró el Movimiento de Liberación Nacional- Tupamaros (MLN- T).
El entrevistado se refirió a su primer encuentro con el escritor argentino Jorge Luis Borges, con quien trabajó y a quien interpretó en la obra teatral "La memoria de Borges", de Hugo Burel. "Es una de esas personas que pasan al lado tuyo y te cambian la vida. Uno comienza a creer en la predeterminación", añadió. Además, confesó que cuando lo conoció tuvo ciertos prejuicios porque a pesar de que lo consideraba "un escritor maravilloso y un poeta trascendente y sublime" era "un enemigo político". Sin embargo, descubrió en él un ser que lo cautivó desde el principio.
Además reconoció que gracias a la relación con Borges, que le dio "una visión de la vida que no tenía", abandonó "convencidamente" la lucha armada.
El actor se refirió a cuando comenzó a militar en el Partido Nacional, a sus 16 años, en el Movimiento Popular Nacionalista, liderado por Daniel Fernández Crespo.
"Recibíamos una instrucción muy pesada, de gente que nos venía a dar charlas a los jóvenes, porque Fernández Crespo era un hombre increíble, un maestro, nacionalista, popular. Recibí toda esa información revisionista de la historia, ya no aceptábamos la versión oficial del Partido Colorado, aceptábamos otra. La rebelión nació de la cultura. Nos fuimos haciendo partícipes del Partido Americano que nació en 1781 con el levantamiento de Tupac Amaru contra el colonialismo", expresó Jones.
"Eso se fue trasladando, al punto que surge una masonería, que pretende llevar al gobierno una especie de monarquía, buscando a descendientes de Tupac Amaru, para hacer un Partido Americano, con una mezcla de criollos y aborígenes. Eso también se da en Uruguay, pero en el norte. Esos fueron los orígenes del MLN", añadió.
En febrero de 1972 detuvieron a Jones por integrar el MLN, y lo liberaron en noviembre. Sobre ese momento, el artista recordó que siempre negó su implicancia en el movimiento, aunque expresó que en la Policía le hicieron un interrogatorio "muy largo y muy bien hecho". "Jurídicamente yo no pertenecía al movimiento, pero en realidad sí pertenecía", añadió.
Rememoró la amnistía de noviembre de 1972, gracias a la cual fue liberado. En referencia a ella relató: "Nos dicen que la guerra entre orientales terminó, y que deberíamos unirnos de vuelta para trabajar por la patria. Nos dijeron que íbamos a ser como los globitos de ensayo, que nos iban a liberar y de acuerdo a nuestro comportamiento iban a seguir liberando compañeros. También dependía del comportamiento de la sociedad. Fue una experiencia muy fea. Realmente se nos cerraban las puertas".
"Llegamos a un acuerdo por el cual teníamos que presentarnos todas las semanas en la comisaría 11. Cuando me fui a mi casa, caminando por Burgues hacia abajo, había dos o tres vecinos y cerraban la puerta. Cuando llegué a casa, donde había un asado, donde estaba mi padre, mi hermano, mi cuñada, y una cantidad de gente de la familia, el único que me abrazó fue mi padre. Todos los demás se fueron sin decirme nada. Yo en ese momento me sentí como un judío en la época de los nazis. Así nos sentimos todos. Cuando fui al teatro sentí lo mismo", prosiguió Jones.
El entrevistado contó también que luego de salir de la cárcel, pidió para visitar a sus compañeros "porque afuera me sentía horrible", expresó. En ese momento les dijo que "afuera está imponente. Prepárense porque no solo no somos héroes, sino que somos villanos".
Por otro lado, aseguró que cuando estuvo bajo custodia de la Policía siempre lo trataron bien, pero cuando las Fuerzas Conjuntas tomaron la lucha antisubversiva, "fue salado, muy duro. Me la dieron. No fue como la Policía", enfatizó.
"Fui dos veces al Hospital Militar. Ahí me di cuenta de varias cosas. La primera vez que fui, todo era norteamericano. Las frazadas eran de la marina, los medicamentos eran en inglés. La segunda, ya no había más nada de eso. Las frazadas eran de los cuarteles, los medicamentos eran más o menos. La cosa se había venido brava", observó Jones.
El director teatral cerró la entrevista citando a Dante Alighieri, haciendo una alegoría con lo que vivió durante la militancia: "Para entrar al cielo tenés que bañarte en aguas donde olvides todo lo malo, y después, en esas aguas, recordar todo lo bueno".