Pérez: "en el altar de la disciplina sacrifiqué cosas que consideraba inconstitucionales"
"Yo soy frenteamplista. A mi manera y a mi forma he trabajado siempre por el Frente Amplio. Me cuesta mucho desalinearme. Hay momentos en los que uno decide tomar actitudes diferentes", declaró a La Mañana de El Espectador el diputado del Frente Amplio (FA) Darío Pérez, quien fue fuertemente cuestionado por negarse a votar el proyecto que pretendía crear el impuesto a los militares retirados.
Por este motivo, se postergará la votación de esta iniciativa propuesta para bajar el déficit de la Caja Militar, que actualmente está en 480 millones de dólares. De todas formas, el FA maneja la posibilidad de volver a presentar este proyecto en los primeros meses del próximo año.
"No lo voté porque quiero tratar de estar bien conmigo, en cuanto a la coherencia. No quiero hacer cosas que mi conciencia me dice que no debo hacer", explicó el legislador.
El diputado aseguró que es una decisión personal y no de su sector. En su opinión esta reforma es inconstitucional si se tiene en cuenta el artículo 67 de la carta magna.
"El ser humano intenta no tener contradicciones y entonces aparece este afán fiscalista del Ministerio de Economía, que pretende recaudar cuarenta millones de dólares, lo que representa el 0, 1% del PBI del Uruguay. ¡Si habrá lugares en el Estado de donde apretar la canilla y no afectar a un grupo de personas que depende de su jubilación! Además, no termina de solucionar el problema de fondo. Aquí se puso la carreta delante de los bueyes, lo primero que teníamos que tratar era la reforma del servicio de retiro de los militares, que es donde realmente tú vas a poder tratar esa situación de privilegio que tienen los militares al jubilarse, que cambie y se parezca a las otras cajas o al BPS", añadió.
El legislador opinó que desde el FA se está haciendo "una discriminación a militares retirados, que quizás algunos participaron de las cosas que nos pasó, pero sin embargo, siento que son discriminados porque le das una doble imposición en dinero y eso no es justo", consignó.
Pérez señaló que "estas 'jubilaciones de privilegio' se obtuvieron durante sucesivos gobiernos democráticos, que fueron mejorados en algunos casos, hasta por nuestro gobierno en 2012 por una pequeña reforma que mejoró el servicio de retiro de los aviadores y de algún grupo más de las Fuerzas Armadas".
"Algunos te llaman el 'frentearmómetro' para medir si sos más o menos frenteamplista de acuerdo a la genuflexión que hagas frente a la famosa unidad de elección", sentenció.
Además de este asunto, en situaciones anteriores el parlamentario cuestionó la legalización del aborto, la venta de marihuana en farmacias y más recientemente la ley de riego y la reestructura del Banco República.
A Pérez le han llovido críticas en referencia a que debe adecuarse a la disciplina partidaria. Al respecto manifestó: "en ese altar de la disciplina sacrifiqué cosas que en mi fuero íntimo consideraba que eran incorrectas e inconstitucionales", haciendo referencia al artículo 15 de la Rendición de Cuentas, aprobado en agosto, el cual decretó que "el Poder Ejecutivo podrá comprometer gastos de funcionamiento o de inversiones sin que exista crédito disponible, cuando se trate del cumplimiento de sentencias judiciales".
"El tema de la marihuana lo tengo como un clavo ardiendo. Yo les enseñaba a mis hijos el peligro de las sustancias adictivas. Soy médico y trabajo con gente que ha caído en la adicción. Le hacía a mis hijos un discurso, y terminé votando esa cosa que es una pérdida de la percepción del riesgo", señaló el diputado.
Pérez también criticó al accionar del gobierno en referencia a la reestructura del Banco República: "olímpicamente se pasaron por donde mejor les pareció la opinión de una parte importante del Parlamento".
"Últimamente ha ocurrido una falta de respeto por el conocimiento de la Academia, porque en la ley de riego pasó, la Facultad de Ciencias se mataba haciendo señas, y ni bolilla que le dieron porque prefirieron los consejos del Banco Mundial. Esto es otra incoherencia de parte de algunas personas que estaban en el FA. Cuando nos queramos acordar no vamos a tener ni agua para tomar. En temas ambientales mi Frente Amplio ha estado bastante dormido", apuntó el legislador.
"El FA en el Uruguay es mágico, y lo fue desde su nacimiento, porque fue capaz de juntar marxistas y cristianos, colorados y blancos. El uso repetido del poder empieza a hacer que estos seres humanos se empiecen a parecer a los tres monitos, no escucha ni ve, y cuando vamos y planteamos cosas, y no nos dan bolilla, empieza un camino peligroso, porque empiezan a tomar medidas o a no tener en cuenta determinados tipos de cosas, que van mellando la acumulación que logró en la sociedad. Van perdiendo sensibilidad, empatía, y generando antipatía en ciertos grupos de la sociedad, que pone en riesgo la continuidad de un futuro gobierno del FA", manifestó Pérez.