Uruguay es "de alta importancia" para China
China y Uruguay celebraron su treinta aniversario de relaciones diplomáticas y unieron las culturas de ambos países en un acto que tuvo lugar en Montevideo y al que asistieron destacadas figuras políticas de ambos países.
Los responsables de hablar a los invitados fueron los cancilleres de China y Uruguay, Wang Yi y Rodolfo Nin Novoa, respectivamente.
Nin destacó que esta "instancia de celebración" da el inicio oficial a una lista de eventos conmemorativos que "irán sucediendo en diversas ciudades de ambos países a lo largo del año 2018".
"Treinta años de relaciones diplomáticas significan una evolución, una historia que se va contrayendo gradual y paulatinamente", recalcó Nin Novoa, quien al final de su discurso coronó a su par chino con una condecoración.
Tras recibir este obsequio, Wang Yi dijo que la medalla recibida es "un símbolo, no solo de la amistad entre ambos pueblos, sino también de la alta importancia que atribuye el Gobierno y el pueblo de Uruguay a las relaciones con China".
Asimismo, destacó el "fuerte cariño" que le entró al saber que los uruguayos, al igual que los chinos, se denominan orientales.
También subrayó el papel de la carne uruguaya y recalcó que el país es el segundo suministrador de carne de res para el mercado Chino y hasta llegó a bromear con que la traducción que se dio a la carne uruguaya en mandarín es "carne con un aroma que se puede oler a más de 100 kilómetros de distancia".
Entre los invitados del evento estaba la vicepresidenta Lucía Topolansky y los expresidentes Julio María Sanguinetti (1995-2000) y José Mujica (2010-2015).
En referencia a las relaciones entre ambos países Mujica dijo a Efe que "China va camino de ser una súper potencia, pero que a pesar de la distancia geográfica y cultural está condenada a ser un importador importante de comida por su población y por sus dificultades con el agua dulce".
En este sentido, subrayó que la región en la que está Uruguay "es la última reserva en alimentos importante que le queda al mundo", por lo que ambos países están "obligados a tener buenas relaciones".
"El problema de Uruguay hoy es mejorar las relaciones arancelarias con China, de poder entrar a ese gigantesco mercado con nuestra humildad a los precios más adecuados que se puedan lograr en el mundo".
Aunque destacó que los chinos también "luchan" por sus intereses, pues no son "carmelitas descalzas".
Asimismo, el exmandatario octogenario destacó que está en contra de un Tratado de Libre Comercio (TLC) con el gigante asiático y que él apuesta por crear un acuerdo personificado con China.
"La palabra TLC no me gusta, ¡me da asco! Porque es muy totalizadora y mentirosa. Libre comercio es lo que menos hay en el mundo. El mundo de hoy tiene libre comercio para venderte, pero no para comprarte", apostilló el uruguayo, quien señaló que cree que se debería de hacer un "acuerdo reglón a reglón, con China". EFE