Entrevistas

Uberfil Monzón: "Inda en mi barrio es una mala palabra"

Si se desarrolla un país productivo, "tengo muy claro que el Inda debe desaparecer", dijo el sacerdote Uberfil Monzón, que será su director. Para él "no hay una vocación de hombres ricos y hombres pobres. Esas son circunstancias políticas y económicas". Adherente al MLN afirmó que trabajará no para "sentarse" sobre los marginados sino para "liberar a los pobres de la pobreza".

(Emitido a las 9.05)

EMILIANO COTELO:
Para dirigir el Instituto Nacional de Alimentación (Inda), el gobierno electo optó por un sacerdote, que aparentemente sería el primero en muchos años que ocupe un cargo de estas características en la administración pública.

¿El motivo? Según el futuro ministro de Trabajo, Eduardo Bonomi, se busca dotar de "transparencia" a la conducción de la institución, cuyas anteriores autoridades fueron denunciadas ante la Justicia.

¿Quién es? ¿Qué antecedentes tiene? ¿Cuáles son sus planes? En los próximos minutos conversaremos En Perspectiva con Uberfil Monzón, el próximo director del Inda. Monzón actualmente es capellán del Colegio Jesún María y co-responsable de la Parroquia de Colinas de Solymar.

***

Padre Monzón, usted tiene 70 años...

UBERFIL MONZÓN:
No, yo hablo de la década del 70... Yo tengo 75, estoy en la década del 70....Ahí quedó lo de 70 años. Yo, como coqueto que soy di por sentado que tengo 70 años, total...
 
EC - Según ha contado usted en estos días, viene de una familia muy humilde. Sus padres eran monteadores en el departamento de Soriano.

UM - Mis padres se trasladan a (Nueva) Palmira y ahí nazco yo.

EC - ¿Cuántos hermanos tuvo?

UM -  Nueve

EC - Se ordenó sacerdote en 1962 y su primer destino fue una parroquia de La Teja.  Allí conoció a Tabaré Vázquez y su actual María Auxiliadora cuando eran muy jóvenes. Vázquez tenía 22 o 23 años y estaba muy lejos de ser una figura política. ¿Cómo fue?

UM - Él concurría con María Auxiliadora a la Parroquia de La Teja, la que está frente a la Plaza de Deportes 25 de Mayo. María vivía a la vuelta de la plaza, así que éramos muy del barrio.

EC - ¿Siguió viéndolo después?

UM - Sí... Por ejemplo él participó del Consejo Directivo del Juventus, durante la dictadura, por uno o dos años.

EC - Poco después, desde su actividad en la parroquia de La Teja, conocería a Lucía Topolansky

UM - Sí, claro.

EC - Fue en un trabajo social que usted realizó en un lugar llamado "La cachimba del piojo".

UM -  Habíamos comenzado con un grupo de muchachos capitaneados por Pepe Veneno

EC - José Milton Alanís.

UM - Gran muchachada. Nos metimos en el cantegril no para hacer "beneficencia" sino para convivir con ellos y hacer, si se quiere, un camino de horizontes nuevos.

EC - De aquella experiencia se habló y escribió mucho, ¿qué particularidades tuvo?

UM - Prácticamente nosotros iniciamos allí esa forma de trabajo, de ayuda mutua, donde todos construían la casa de todos y así fue...

EC - ¿Cómo es que aparece Lucía Topolansky en ese proyecto?

UM - Cuando se conoce lo que nosotros pensábamos hacer, la Facultad de Arquitectura, el decano de entonces, nos pide que le dejemos en sus manos la conducción del proyecto. Allí concurrió (el profesor) Cravotto, de noche, con algunos de su taller. En ese grupo iba Lucía Topolansky. Ahí nos conocimos. Era una chiquilina que andaría en los 20 años.

EC - Después de su trabajo en La Teja, a mediados de los 60, usted pasa a trabajar en la Catedral...

UM - ... Sí, durante un año y medio...

EC - ... y coordina la Parroquia Universitaria y el movimiento estudiantil católico de América Latina

UM - Sí. En un congreso que se hizo en Perú me eligieron para ser el vice-asesor y después paso a ser el asesor.

EC - ¿Era un trabajo que desarrollaba desde Montevideo?

UM - No, viajaba por Latinoamérica para coordinar el movimiento.

EC - Luego va a una parroquia de Paso de la Arena

UM - Sí, junto a un sacerdote que también coordinaba universitarios queríamos vivir en un barrio, con gente normal, no porque el estudiante no sea normal sino porque es a término. Queríamos vivir en un barrio, entre vecinos, queríamos asumir el trabajo como una forma de vida. Se lo planteamos al arzobispo Carlos Partelli y le gustó. Luego nos pidió que lo hiciéramos desde una parroquia y ahí nos trasladamos a la Parroquia de Paso de la Arena.

Cuando uno realiza un trabajo de coordinación continental genera una infraestructura de relaciones, de vinculaciones, de conocimiento, de estrategia, y consideraron que era un poco inmoral que yo de golpe y porrazo hubiera salido... La Conferencia Episcopal Latinoamericana (Celam) me ofreció que por dos años saliera a Latinoamérica, por el Departamento de Laicos, a hacer un trabajo con los obispos. Es decir, el personaje prinicipal en la Iglesia no es el papa, los obispos, los curas ni las mojas. Los personajes principales son los laicos, ustedes. Porque es a ustedes a quienes les compete ordenar el mundo en la política, en la economía, en la cultura, en esa vivencia que da el mensaje de Jesús.

Entonces, muchas veces los curas, los papas y los obispos nos hemos arrogado el rol de personajes principales y nos constituimos en el centro. No lo digo con ningún sentido de crítica, es un hecho histórico.

EC - Esa tarea terminaría con usted preso en Asunción del Paraguay...

UM - Raptado, digo yo.

EC - Pero antes que eso, una precisión sobre uno de sus destinos anteriores. En aquella Parroquia de Paso de la Arena, usted conoció a José Mujica.

UM - Si, claro, porque la familia, antes de llegar a Tomkinson, frente a la escuela, la mamá y él tenían su casa y un fondo donde cultivaban los cartuchos. Ahí conocí a Pepe.

EC - ¿Mujica participaba de las actividades de la parroquia?

UM - No. Pero era vecino... Quién no conoce a quién en Paso de la Arena.

EC - La pregunta entonces es: ¿cuál era su relación con el Movimiento de Liberación NacionaI (MLN)

UM - Mi relación al estar en Parroquia Universitaria, con universitarios, era de admiración. Yo admiraba al MLN. Era un acontecimiento histórico, muy coyuntural.

Nosotros a través de todo el trabajo de la coordinación latinoamericana lo que pretendíamos era crear una conciencia sobre la dependencia de una metrópolis que impedía el crecimiento de un continente, lo que genera el subdesarrollo. Tanto es así que en 1967 se desarrolló en Montreal un congreso mundial que duró casi un mes y el tema era "El estudiante frente a su desarrollo". Eso tiene una implicancia política, no es simplemente gente que no quiere trabajar frente a los que quieren trabajar y pueden enriquecerse. Es el reverso de una moneda.

EC - Entonces, como sacerdote admiraba al MLN.

UM - Por supuesto.

EC - Pese a que este grupo había optado por la vía armada para lograr su objetivo.

UM - Lo importante... Hablemos de MLN porque cuando hablan de los Tupamaros es un hecho muy circunstancial. Pero el MLN es un movimiento de liberación nacional que tiene una connotación de liberar al continente y a nuestro país de todo aquello que impide que la visión de país que tenemos y, con todo derecho, queremos desarrollar, se pueda hacer. Es como cuando tantas veces nos dicen que Miguel Ángel se enfrentó a ese trozo de mármol y tenía la imagen de Moisés ahí metida, tomó el martillo y empezó. Es eso... Es liberarlo porque no hay una vocación de hombres ricos y hombres pobres. Esas son circunstancias políticas y económicas, cómo manejamos la gran cuestión social.

EC - Cuando ese Movimiento de Liberación Nacional elige el camino que elige, se transforma en guerrilla, su opinión sigue siendo la misma.

UM - Yo cuestiono el hecho del derramamiento de sangre pero sigo afirmado en lo que es el centro de la ideología, de la espiritualidad del MLN, de la liberación.

EC -  Le hacía estas preguntas porque cuando en febrero de 1971, usted termina arrestado o secuestrado por la policía de Paraguay, el gobierno del dictador Alfredo Stroessner lo acusaba de tupamaro.

UM - Claro, pero eso es un recurso de Stroessner.

EC - ¿Cómo fue que lo secuestraron a usted?

UM - Yo llego a Paraguay en el momento justo, en la tarde, en que monseñor Rolón, el arzobispo de Asunción, le presentó la denuncia a Stroessner. Por Constitución, el arzobispo de Asunción era miembro del Consejo de Estado. Stroessner había hecho una convocatoria a todos los políticos para hacer un gobierno de coalición. Cuando los tiene (a los políticos) en Asunción, los toma prisioneros y los detiene en forma inhumana. Monseñor Rolón pidió reiteradamente que los libere, Stroessner no lo atendió y entonces él presentó renuncia para no dar una imagen al  pueblo de que él compartía esa medida. Yo llegué en ese momento, en el epicentro del conflicto entre Iglesia y Estado, que en Paraguay es muy importante.

¿Qué se le ocurre a los buenos asesores de Stroessner? "Raptemos a este sujeto que viene con una misión, que es un personaje". Y me raptaron el 27 de febrero, a las 12 y media, cuando iba al supermercado. Me rodeó la policía, me metieron en un coche y me raptaron. Inmediatamente me dijeron: "Usted es una ficha muy importante y la vamos a manejar muy bien. La Iglesia se ha comprometido en esto y tendrá que desdecirse y usted va a decir que ha venido a Paraguay a crear una célula tupamara". "Están locos", les dije. "Lo va a decir porque lo vamos a torturar", dijeron ellos. 

EC - ¿Y efectivamente lo torturaron?

UM - Sí, sí... le puedo decir que fueron tan creativos que los admiro.

EC - Se lo consulto porque en aquellas fechas usted llegó a ser entrevistado por un periodista del diario El País de Uruguay...

UM - Cuando ya había terminado este período. Estábamos en la otra etapa. Yo me entero después de todo eso...

EC - El 27 de marzo de 1971, usted dijo al diario El País: "No he sido maltratado físicamente pero nadie puede decir que está a gusto cuando se ve privado de la libertad, cuando no puede desplazarse hacia donde quiera".

UM - Si usted me dice "que en ese momento me tratan bien", digo que sí.

EC - Porque en ese momento habían regularizado su situación.

EM - Como en el mundo estaba corriendo una campaña de que me habían matado, tenían que sacarme al público para que vieran que no. En ese momento (el periodista Daniel) Herrera Lussich logró, ni él mismo puede entender cómo porque tuvo que disparar inmediatamente, una entrevista donde estaba rodeado de todos los comandantes del cuartel donde yo estaba. Cuándo él me preguntó: "¿Usted está bien?" Le dije que no. "¿Cómo?", dijo el comandante. "Si me dice que me ha tratado bien, le digo que sí pero si usted me dice si me han tratado bien le digo que no porque no nací para estar preso". Más o menos fue así.

EC - ¿De qué manera lo liberan el 5 de abril?
 
UM - El día anterior me comunican, el Domingo de Ramos, que me van a traer a Uruguay y me entregan a la Policía. Pasé todo ese día en entrevistas, en interrogatorios y me llevaron a mi casa. Al día siguiente el juez Díaz Romay me dijo que estaba totalmente libre pero como estábamos en Medidas prontas de seguridad no sabía lo que podía pasar.

EC - ¿Qué ocurrió?

UM - Nada. Inmediatamente la psiquiatra que me atendía pidió un tratamiento de sueño, había venido muy maltrecho, e hice un mes de tratamiento en una clínica. Después pasé otra vez a una entrevista con jerarcas policiales y a partir de ahí quedé en el país.

EC - Durante la dictadura usted quedó en Uruguay.

UM - Siempre.

EC - Desarrollando su actividad dentro de la Iglesia Católica.

UM - Siempre. (Estaba) muy controlado. Siempre que pasaba algo me llevaban a la Jefatura. Yo preguntaba por qué me llevaban y me decían que era porque era muy importante. "Entonces debería haber una cola enorme", decía yo.

EC - ¿Hoy por hoy usted se desempeña como Capellán del Jesús María, en la zona de Carrasco, siendo paralelamente párroco de la Capilla Colinas de Solymar?

UM - En realidad, párroco no soy. Eso es un cargo de co-gobierno con el obispo de Canelones. Yo me encargo de celebrar la misa a los que van el día sábado, de bautizar y demás.

EC - Allí dirige un merendero que atiende 80 niños.

UM - Exacto.

EC -  ¿Esperaba a partir de sus relaciones con dirigentes políticos como Vázquez, Mujica, Topolansky, a partir de su afinidad con el Movimiento de Participación Popular (MPP), que se le propusiera un cargo como éste, la dirección del INDA?

UM - En absoluto. Ya el Frente, el MPP, en reiteradas veces me había ofrecido actividades. En la primera campaña de Tabaré Vázquez (me ofrecieron) acompañarlo para ocupar un cargo de director en el departamento, luego se me ofreció ser diputado y yo no acepté. Yo quiero a la gente de la parroquia, eso me significaba dejar todo para decir que me iba a dedicar a la política. Cuando Tabaré Vázquez es elegido intendente, me llamó al Hotel Klee (donde tenía armado su cuartel de la preparación de la gestión municipal) y me ofreció coordinar el Centro Comunal Zonal 18 y a mí me gustó. Yo dije que sí y el obispo me dijo que no... Son cargos políticos.

Luego se me ofrecieron otras cosas y yo dije que no. Otras veces dije que sí pero mis superiores dijeron que no... y bueno, ta.

EC - ¿Usted nunca fue candidato pese a su afinidad con el MPP?

UM - No. Pero no porque nadie me lo hubiera prohibido sino porque nunca nadie me lo propuso y si me lo hubiera propuesto yo no habría aceptado.
 
EC - ¿De donde viene ahora este ofrecimiento? ¿Del MPP que tiene a su cargo el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social o de Vázquez con el que usted también tiene esa buena relación que mencionaba?

UM - Creo que viene del MPP, directamente.

EC - ¿Y le parece una tarea estimulante? ¿Cómo recibió este planteo en particular del Inda?

UM - Lo tomé como un desafío muy bueno, que me sentía capaz de emprender. De tal manera que cuando me lo proponen me dijeron que podía tomarme unos días (pero inmediatamente) les dije que sí.

EC - ¿Contestó de primera?

UM - Inmediatamente. Cuando (Jorge) Bruni (futuro subsecretario de Trabajo) me entrevistó le contesté inmediatamente.

EC - En esa conversación mano a mano ya le dijo que sí.

UM - Ah, si, si. Me encantó la tarea porque tenemos una experiencia con Inda... Inda en mi barrio es una mala palabra.

EC - Inda en su barrio, Colinas de Solymar, "es una mala palabra".

UM - Es una mala palabra.

EC - ¿Por qué?

UM - Porque cuando nosotros en el merendero no teníamos para dar leche a los chiquilines en el barrio había personas que recibían comestibles del Inda y lo distribuían con una filosofía de clientelismo.

EC - ¿Qué personas eran esas?

UM - Del barrio...

EC - ¿Dirigentes políticos?

UM - Vecinos. Disponían de leche en polvo para dar y nosotros no teníamos la leche.

EC - ¿Cuándo ocurría eso? ¿Hasta hace poco?

UM - Hasta la administración anterior. Yo debo reconocer que esta administración que termina ahora ha sido excelente, principalmente el señor Garrido. Yo a Benech no lo conozco, nunca tuve trato con el director pero sí con Garrido. Fuimos una vez a verlo y luego siempre (conversamos) con la asistente social. En todo momento decía si se podía o si no se podía. Un caballero... muy bien. En la administración de este año.

EC - La última...

UM - Esta, la que está ahora.

EC - Entonces, usted decía que el Inda en su barrio es mala palabra. ¿Por eso aceptó?

UM - Conozco la situación de pobreza que hay y el acumulamiento de las estadísticas en cuanto al crecimiento de la pobreza. (Además) tengo muy claro que el Inda debe desaparecer, porque debe desaparecer la pobreza... El Inda no debe ser una fuente de trabajo para el que trabaja para los pobres.

En la medida que el Frente vaya compaginando un proyecto global y que se vaya logrando un Uruguay productivo... Que se vaya logrando lo que yo le afirmaba, Cotelo... Yo hoy soy un adherente total de un Movimiento de Liberación, de liberarlo al Uruguay de todo lo que provoca una pobreza económica, una pobreza espiritual, una pobreza política. Todo eso que va dando que haya imágenes tan feas de ambos lados. Imágenes donde solamente lo que importan son los trastes y las delanteras de las mujeres, que parecería que son promociones de las vacas a ser exportadas y de la pobreza y de los rancheríos, de las aguas servidas. Yo tengo perros y nunca permitiría que un perro mío viviera en esos ranchos.  Eso no puede ser. Eso es un atentado contra la dignidad humana. Eso es lo que decía Santiago en su carta: "clama venganza al cielo". El hombre no ha sido creado por Dios para ser denigrado sino que al contrario; él nos ha entregado a su propio hijo.

Yo a los chiquilines del colegio les digo que Jesús dijo que nos amásemos los unos a los otros, no que nos amasemos. Para que Inda pueda cumplir con una función de liberación necesita meterse en el fango del amasijo, para - desde adentro - poder liberarlo.

EC - Ahora usted dice que el Inda debería desaparecer y es absolutamente compartible. Debería desaparecer la pobreza y el gobierno del Encuentro Progresista que usted va a integrar va a trabajar en esa dirección. Mientras tanto, la pobreza existe y el Inda existe. ¿Cómo va a encarar su gestión?

UM - De una manera que es el trabajo en equipo, en donde todos vayamos haciendo un análisis, exhaustivo como sea posible de las realidad, tratando de ver las causas y las estrategias. Tener políticas conjuntas, en equipo de todas las personas que están orientando las diversas secciones de Inda. Tener una clara visión política de esa realidad y ponernos de acuerdo en las estrategias según las realidades que tengamos que encarar. No hay estrategias férreas, hay estrategias de acuerdo a las realidades. Los pobres no tiene que ser tratados desde las estrategias o desde las comodidades que tiene el Inda sino que cada sección,  cada pobreza tiene que ser considerada que es tal porque son seres humanos que están viviendo esa pobreza. Está la pobreza de los niños, de los adolescentes, de los adultos, de los drogadictos... Yo trabajo con drogadictos y alcohólicos anónimos y les puedo decir que es una enfermedad terrible. Pero es una enfermedad terrible ser manipulado y que la pobreza sea manipulada como es manipulada.
 
EC - ¿En qué cambiará concretamente el servicio del Inda?

UM - Cambiará precisamente en que tiende no a sentarse y elaborar un pedestal sobre la pobreza de los pobres sino a liberar a los pobres de esa pobreza.

EC - ¿Se seguirá suministrando alimentos?

UM - Por supuesto.

EC - ¿Pero además qué?

UM - Lo que nosotros estamos haciendo en el merendero de Colinas de Solymar. Ahí hay unos 80 o 90 chicos y estamos promoviendo el elemento adulto, Si nos contentamos solamente con dar una taza de leche y un pan con dulce y no hacemos nada más, estamos alimentando la pobreza. Pero si nosotros entramos a promover el sector adulto, que es lo que estamos haciendo, esos niños tienen un engarce en sus padres, en sus adultos, que le van transmitiendo la comisión del trabajo, del estudio.

En el merendero nuestro funcionan dos cooperativas de mujeres que confeccionan dulces. Una que confecciona cestos con fibras. Ya han expuesto en el Latu y en la Explanada Municipal. Hay una policlínica que está atendiendo 463 niños con profesionales egresados del Seminario de Soriano y Médanos. Se han presentado 150 profesionales para trabajar en los barrios. Y de esa manera... no quedarnos.

EC - Un ejemplo concreto pensando en el hombre o la mujer que llega a un comedor del Inda a recibir su almuerzo, con respecto a esa persona, ¿qué es lo que va a cambiar?

UM - Darle la oportunidad de que pueda rehacerse interiormente. Las mujeres en nuestros barrios son las que cargan el mayor peso, por el embarazo, por cuidar a los hijos. La que está aportando para la olla es la mujer. Creo que pierde hasta su coquetería femenina para hacer de burro de carga. Aún en ese trabajo, hay que recuperarla en su autoestima. Estoy bregando y va a venir ahora un médico a dar una charla para que la rescate a la mujer en su coquetería.

EC - Entiendo la filosofía de lo que usted quiere encarar. ¿Tendrá recursos para ello porque no parece el Inda una dependencia del Estado cómoda en materia de presupuesto? ¿Piensa recurrir al trabajo voluntario como complemento de lo que los funcionarios del Inda hacen?

UM -  Pienso que sí. A partir del primero de marzo voy a comenzar a trabajar concientizando ese equipo de personas sobre esta situación y la metodología de trabajo. Sé que el Inda cuenta solamente con cuatro asistentes sociales para hacer todo el trabajo en todo el país.

EC - Ese es un dato gráfico...

UM - Cuando uno ve por ejemplo aquí en el hall (de la radio) el caso de Las Láminas, es de las tantas cosas que dan vergüenza... ¿Cómo lo vamos a hacer? Ahí habrá que bregar. No se imagina lo que ha sido el teléfono estos días. Cientos y cientos de llamadas diciendo "Negro, contá con lo que necesites..." No se imagina Cotelo lo que es realmente. Pienso que si en un momento hay que embarcarse en coordinar toda esa fuerza positiva que hay, hay que hacerlo.

***

EC - Un par consultas que llegan desde la audiencia. Elena que llama desde la Curva de Maroñas, quiere saber a qué congregación pertenece.

UM - Soy del clero secular. Respondo directamente al obispo

EC - Otro oyente consulta si en definitiva usted va a necesitar autorización de la Iglesia para ocupar este cargo.

UM - En este caso lo que voy a hacer es comunicarle a mi jerarquía la decisión que yo he tomado.

EC - Supongamos que le responden que usted no debería ocupar ese cargo como ha pasado en otros países.  ¿Cuál sería su actitud?

UM - Yo he dado la palabra al Estado, al gobierno, de que yo asumo la responsabilidad.

EC - Seguramente cuando asuma al frente del Inda volveremos a conversar...

UM - Permítame decirle que en este momento tendría que estar en el Comcar, porque trabajo con un grupo de personas de apoyo al encarcelado y todos los lunes vamos a trabajar y reunirnos. Ya he sido infiel el lunes pasado y este lunes también lo estoy siendo por todo este trabajo. Quiero decir que está haciendo una labor excelente y es excelente poder entrar en contacto con estos seres que si bien es cierto que generalmente se habla de delincuentes, son seres humanos que necesitan una atención muy especial. Fíjese, si el Ministerio de Salud Pública no tiene recursos para dar los remedios, ¿qué puede pasar con las cárceles?

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Transcripción y edición: Mauricio Erramuspe
Fotos: Caterina Notargiovanni