Según uno de los impulsores del sindicato policial, Alvaro Sosa, todos los países democráticos tienen agremiaciones de esa índole.

"El Frente Amplio no teme que los policías hablen"

Según uno de los impulsores del sindicato policial, Alvaro Sosa, todos los países democráticos tienen agremiaciones de esa índole. "Hay países que están muy atrasados y no las tienen", advirtió. Sosa afirmó que "la función se va a cumplir estrictamente" y que esa asociación no levantaría nunca el sistema se seguridad. "Es imposible", sentenció.

(Emitido a las 09.10)

EMILIANO COTELO:
Un sindicato en la administración pública es cosa corriente. Pero un sindicato de policías, por lo menos, llama la atención.

Sin embargo, un grupo de funcionarios policiales, algunos en retiro y otros en actividad, han iniciado los trámites para formar un gremio policial.  No es el primer intento pero tiene la particularidad de conocerse justo antes de que asuma el primer gobierno de izquierda en la historia uruguaya.

Para conversar sobre estos pasos, los orígenes y lo que se busca, nos acompaña esta mañana Alvaro Sosa, que tiene 53 años y es subcomisario retirado.

***

Sosa, usted es subcomisario retirado pero no por decisión suya.

ALVARO SOSA:
No, no acepto esa condición de retirado, es una de las muchas arbitrariedades que hemos sufrido en el correr de estos años, desde 1986, en una lucha continua en defensa de los derechos civiles de los funcionarios policiales.

EC – ¿Usted fue obligado a pasar a retiro?

AS – El Ministerio del Interior me pasó a retiro de motu propio, me aplicaron el artículo 53 de la Ley Orgánica Policial que dice que un funcionario, un oficial que no se presenta en tres oportunidades consecutivas a curso de pasaje de grado al llegar a los 75 puntos de causal jubilatoria, pasa automáticamente a retiro.

Lo que no tuvieron en cuenta o quisieron ignorar es que hasta ese momento me mantenían sumariado y sigo con un sumario abierto por lo menos no tengo conocimiento oficial de que haya sido cerrado, durante 15 años. Creo que me pueden inscribir en el Libro Guiness.

EC – Evidentemente ya de algún modo con estos antecedentes que usted está relatando, ingresamos a la historia de las gestiones que ustedes han hecho en busca de la conformación de un sindicato policial. Viniendo ahora al año 2005 en el que estamos, algunas precisiones con respecto al contexto. En Uruguay existe el Círculo Policial pero no es un sindicato.

AS – Sí. Yo fui socio del Círculo Policial y fui un socio muy activo del Círculo Policial hasta que por diferencias con la Directiva me vi forzado a irme del Círculo Policial por no compartir puntos de vista que tenían que ver con la ética y puntos de vista de filosofía de vida.

EC – De todos modos más allá de esas discrepancias suyas el Círculo Policial nunca fue planteado como un sindicato, no lo es.

AS – ¿Por qué dice usted que no lo es? ¿Es una organización civil, una asociación civil y defiende o no defiende el libre ejercicio de los derechos civiles de sus asociados? Sí, ¿verdad? ¿Ha hecho reivindicaciones sindicales salariales, referentes a las condiciones de trabajo? Las ha hecho. ¿Entonces dígame qué lo diferencia de un sindicato? Es un sindicato. No les gusta llamarse sindicato, pero son un sindicato. No les gusta llamarse sindicato porque son muy poquitos y se abrogan la representatividad de 27.000 hombres.

EC – ¿Cuál es el problema de representatividad? ¿Quiénes integran efectivamente el Círculo Policial hoy?

AS – Los oficiales, un sector de los oficiales, no todos los oficiales y el interés representado allí es el de los oficiales superiores fundamentalmente, son los que como se dice vulgarmente "cortan el bacalao".

EC – Este que viene ahora no es el primer intento de formar un sindicato policial, hubo otros que comenzaron en la década del 80, al poco tiempo del regreso a la democracia en Uruguay. Concretamente, ¿en qué consistieron aquellas gestiones?

AS – Los primeros intentos que nosotros hicimos fueron entorno del Círculo Policial, un grupo de oficiales de policía que éramos socios decidimos lanzar una lista a las elecciones del Círculo y entre una de nuestras motivaciones estaba la de abrir las puertas del Círculo Policial a todos los policías. El personal subalterno que es aproximadamente el 97 por ciento de la Policía no puede ni siquiera pasar por la puerta del Círculo Policial. Es estrictamente oficial.

EC – Los estatutos del Círculo Policial lo impiden?

AS – Sí, sí. No se puede afiliar al Círculo Policial siendo oficial subalterno.

EC – Ustedes hicieron aquel intento en las elecciones del Círculo Policial

AS – Intentábamos hacer llevar adelante esa campaña pero desgraciadamente fuimos allanados por la Dirección Nacional de Información e Inteligencia. Nos estábamos reuniendo en la casa de uno de los compañeros, un oficial que vive acá en Montevideo, yo venía de Tacuarembó en ese momento, había estado hablando de esto en el primer Congreso Nacional de Policías y fui designado por el Ministerio del Interior segundo orador para tratar estos temas porque el Ministerio del Interior me había mandado a estudiar al FBI y entre otros temas fue negociación sindical una de las materias. Bueno, cuando llegué esa noche estábamos tratando precisamente cómo cambiar el estatuto para que el personal subalterno pudiera participar de la actividad del Círculo Policial. Esa noche fuimos allanados y a partir de ese momento se inició el primer sumario que tuve, he tenido tres, y dos tribunales de Honor.

EC – Tuvo aquel intento algo que ver con la huelga policial que yo recuerdo que ocurrió durante ese primer gobierno del Dr. Julio Sanguinetti cuando era ministro Antonio Marchesano?

AS – Yo siempre he dicho que la huelga es el último recurso al que se llega por incapacidad de las dos partes en pugna, por mala fe de las dos partes, o al menos de una de ellas. En su momento nosotros habíamos creado en 1986, luego de esta intentona fallida y luego de que se cerrara esa primera investigación sumarial, una organización y solicitamos personería jurídica. Nos presentamos al ministro del Interior, hicimos la solicitud por escrito, tal como la hemos hecho ahora con el ministro actual, es protocolar, es de cortesía, nos corresponde. El ministro nos recibió, nosotros le expresamos lo que habíamos hecho, el trámite de personería jurídica, cómo íbamos a trabajar y nos pusimos a disposición del Ministerio. El ministro del interior nos recibió muy bien, nos prometió un montón de cosas y al otro día estabamos todos presos. Esa es la verdad.

En otro acercamiento con el ministro para dialogar sobre el tema, le dijimos que era necesario este ámbito de negociación porque no hay ninguna organización que medie entre el personal policial que está de pie en tierra, que es el que hace la función policial, el policía que cumple lo más básico de la labor policial, y la alta jerarquía del Ministerio del Interior.

De hecho todo lo que llega al ministro del Interior llega filtrado. El ministro del Interior se entera de lo que los oficiales superiores del Ministerio lo quieren enterar.

(...)

AS – Nosotros le dijimos al ministro del Interior que si esa organización que mediaba que necesita, es necesaria para mediar entre el personal subalterno y el ministerio del Interior, no existía, más tarde o más temprano iba a haber una ruptura. Esa ruptura ocurrió porque las condiciones de vida que tenían los policías en ese momento eran realmente brutales.

EC – Los oyentes tienen que recordar aquella huelga que costó calificar como tal -una huelga policial no tenía precedentes, quién sabe si había alguno en la historia uruguaya- con las concentraciones que se desarrollaron en El Prado frente a la Sede de Radio Patrulla.

AS – Sí, sí, fue así. Fue una situación muy triste porque nosotros en ese momento teníamos marchando el trámite de personería jurídica, nos estabamos vinculando con otras organizaciones de policía en el extranjero, estábamos creciendo hacia el interior y eso nos estropeó todo lo que habíamos hecho.

EC – Entonces, hay una larga historia de gestiones y de intentos pero ahora estamos a pocos días de que asuma un nuevo gobierno. ¿Cómo se relaciona la inminencia del gobierno de Tabaré Vázquez con el hecho de que ustedes inician estos trámites en este momento?

AS – Nosotros confiamos en la coherencia del Frente Amplio.

EC – ¿Ustedes son afines a la izquierda, al Encuentro Progresista?

AS – Nosotros somos afines a todas las filosofías y a todas las líneas políticas, los policías somos de todas las líneas políticas.

EC – No le preguntaba si quienes están impulsando el sindicato tienen alguna afinidad con la izquierda.

AS – Bueno, ayer a la televisión cable yo le presenté a dos policías que están en la Comisión Directiva Ampliada y son blancos. Algunos de nosotros somos de izquierda y otros son colorados. Somos policías.

Un sindicato es una asociación civil que defiende los intereses y los derechos civiles de los sindicados, en especial aquellos que emanan de la actividad laboral y son esos los derechos sindicales. Son derechos básicos, están enunciados así en la Constitución de la República, el doctor Casinelli Muñoz expresó ayer con claridad en la televisión y creo que después de eso no queda mucho para decir.

EC – Veamos lo que decía a propósito de esta posibilidad el futuro Ministro del Interior, José Díaz, que ayer hablaba con 810.

"Las organizaciones sindicales en este sector se rigen por norma, está la Ley Orgánica Policial, están las normas constitucionales, hay convenios de la OIT que el Uruguay ha suscripto, bueno, eso lo tendremos que estudiar a la luz del completo ordenamiento jurídico vigente", dijo el futuro ministro.

EC – No es una respuesta muy concreta que digamos, no es un visto bueno del futuro ministro del interior.

AS – Yo diría que sí.

EC – Ustedes se reunieron hace poco con el propio José Díaz.

AS – Claro nos hemos estado reuniendo. Pero además llevamos mucho tiempo reuniéndonos con distinta gente del Frente Amplio, además teníamos una línea hacia adentro del Frente Amplio. Lógicamente hemos hecho intentos con todas las organizaciones políticas, nosotros teníamos una línea hacia adentro del Partido Colorado, fue cosa del Partido Colorado cortarla.

EC – ¿Y qué les dijo en los contactos directos que tuvieron el futuro ministro?

AS – Exactamente eso. Es lo que acaba de decir. De otra manera, ha dicho lo mismo que ha dicho el doctor Casinelli Muñoz. Existen normas jurídicas que regulan la forma de organizarse, nosotros hemos cumplido con esas normas, nos hemos organizado, somos muy conscientes de que la policía es un servicio esencial, es un servicio público y no lo podemos cortar.

EC – Y justamente, en otra de sus declaraciones ayer el doctor Díaz aludía a alguna de las complicaciones que tiene la existencia de un sindicato policial.

"Respecto a las medidas de lucha también en cada circunstancia se verá. Lo que está claro es que el servicio policial es un servicio que no se puede suspender, la población no puede quedar sin atención del orden público, eso por un lado. Por otro, también en lo que respecta al respeto del orden jerárquico, la policía funciona con jerarquía, la jerarquía debe funcionar correctamente de forma que las órdenes de las instancias superiores a las subalternas deben de ser cumplidas", dijo Díaz.

EC – ¿Qué  dice usted?

AS – Yo iría mucho más allá de lo que está diciendo el doctor José Díaz, le voy a decir algo que estuvimos hablando con Bonomi hace bastante tiempo...

EC – ¿El futuro ministro de Trabajo?

AS – Sí. Nosotros teníamos una reunión semanal con Bonomi, en el Palacio Legislativo. La tuvimos durante bastante tiempo.

Bonomi, como usted sabe, tiene antecedentes como dirigente gremial de la pesca y entonces nos planteaba cómo iba a ser la situación que se podía plantear en el caso de que hubiera un conflicto, una diferencia de opiniones, entre la jerarquía del Ministro del Interior y el sindicato. Él nos habló del ejemplo que ocurre cuando sucede un hecho en el que el sindicato eventualmente no estaría de acuerdo en un barco de pesca en altamar. Bonomi dijo que en ese caso se cumple lo que dijo el capitán porque en caso contrario el barco se va a pique o vaya a saber qué le puede suceder.

EC – Pero en este caso concreto.

AS – Llegado a puerto interviene el sindicato. Y nosotros dijimos en ese momento que estábamos totalmente de acuerdo porque una cosa es la función y otra cosa es el sindicato y no nos confundamos. La función se va a cumplir estrictamente, el sindicato actúa en aquello que tiene que ver con el trabajo sindical, no con la función.

EC  – A ver... Concretamente resulta difícil, no digo imposible, imaginar una huelga o una manifestación justamente a cargo de aquellos funcionarios a quienes el Estado les ha encomendado el mantenimiento del orden público y que además son funcionarios que están armados para el cumplimiento de su función.

AS – Usted no me dejó completar la idea. Yo le diría que no resulta imposible, yo diría que es imposible. Nosotros no vamos a levantar en ningún momento el sistema de seguridad. Es decir, no solamente eso, sino que no vamos a interferir en la cadena de mando porque no podemos hacerlo, no es cosa del sindicato. Y además, no entiendo por qué razón siempre vamos a la última hipótesis, es decir, a la huelga.

Nosotros nos creemos con suficiente capacidad para negociar y como para llegar a buenos resultados negociando, y esa ha sido siempre nuestra política. Fíjese usted que durante 20 años  nosotros hemos soportado todo tipo de persecuciones y cuando se produjeron las alteraciones del orden se produjeron por el accionar incapaz de ciertos ministros del Interior y no porque nosotros los convocáramos.

EC – Usted decía recién que no entienden por qué siempre se termina discutiendo a propósito del peor escenario que es el escenario de una huelga. Me imagino que para quienes tienen la responsabilidad de tomar decisiones, para las autoridades, efectivamente hay que considerar todas las hipótesis, entre ellas la más compleja que es una huelga a cargo de funcionarios que teóricamente tienen que mantener el orden público y que están armados. ¿Usted dice "no vamos a hacer huelgas"?

AS – Sí.

EC – ¿Cómo es que un sindicato de policías asumiría ese compromiso?

AS – No podemos levantar el sistema de seguridad de la población, es un hecho básico ese. Fíjese usted yo le dije que estudié negociación sindical en el FBI en los Estados Unidos. Uno de los ejemplos que se ponía siempre sobre lo que puede suceder en el supuesto caso de que una organización sindical levante el sistema de seguridad con motivo de una protesta, es el muy conocido caso de la huelga de la policía de Boston, a principios del Siglo XX. Empezó por una protesta, continuó en una huelga, siguió en una asonada porque los elementos delictivos de la sociedad se dieron cuenta de que no había seguridad, luego se produjeron incendios y al último tuvo que intervenir la Guardia Nacional y se quemó el centro de Boston. Hubo muertos, fue un desastre con enormes pérdidas.

Eso es una cosa que nosotros tenemos totalmente asumida, conocemos el peligro de una cosa de este tipo.

Usted recordará cuando vino el papa Juan Pablo II hace muchos años en la Presidencia del doctor Sanguinetti. En aquel momento nosotros estábamos sumamente castigados, nos habían atacado, nos habían hecho de todo y estábamos muy mal. Sin embargo, como usted comprenderá teníamos capacidad de convocatoria, la misma que hemos demostrado ahora. Y algún elemento que no era nuestra irresponsablemente llamó a la huelga en el momento que el papa Juan Pablo II ya estaba en el país, como demostración aprovechando que estaba todo el periodismo internacional acá.

Nuestro escribano Angel Ferrer Techera salió a los medios de prensa y a las radios y emitió una consigna:  "No a la huelga, todos los funcionarios van a prestar servicio es lo que pide la Asociación Nacional de Policía". Ese era nuestro nombre en ese momento y todos los funcionarios concurrieron a trabajar, no pasó absolutamente nada.

EC – ¿Qué dice la experiencia internacional, en cuántos países hay sindicatos de policías?

AS – En todos los países democráticos existen organizaciones sindicales de policías, es inherente a la democracia. Claro, hay países que están muy atrasados y no las tienen, o países en donde los sistemas de gobierno son tan autoritarios y suceden cosas tan raras, que es preferible que los policías no puedan hablar. Pero yo pienso que el Frente Amplio no tiene ese miedo de que los policías hablen, de que los policías se reúnan y de que los policías hablen de sus condiciones de trabajo y de que hagan sus reclamos y negocien con ellos y que intenten contribuir a mejorar su posición. Yo pienso que no.

***

EC – Vayamos ahora a la iniciativa en sí de crear el sindicato. Ustedes han iniciado los trámites para tener personería jurídica, se presentaron ante el Ministerio de Trabajo

AS – Nuestro escribano está a cargo de eso. Es el mismo escribano del año 86.

EC – ¿Cuándo prevén tener ese estatus? ¿Qu{e saben de cómo va a continuar esta gestión?

AS – Eso depende del Poder Ejecutivo. El Poder Ejecutivo supongo yo que es respetuoso de los derechos de los ciudadanos y por lo tanto cumplirá esta vez el trámite.

EC – Ustedes también han iniciado gestión ante el PIT-CNT. ¿Con qué objetivo?

AS – Acercamiento. El PIT-CNT tiene una larga trayectoria, es una organización que nosotros respetamos mucho, tiene mucho conocimiento de esto. Nosotros somos una organización novel y por lo tanto esperamos que contribuyan con nosotros, aprender de ellos y estrechar lazos.

EC – ¿El sindicato integrará el PIT-CNT?

AS – No estoy seguro, eso dependerá de la asamblea, no de mí.

EC - ¿Qué alcance pretenden darle al gremio? ¿Quiénes van a ser afiliados a este sindicato?

AS – Todos aquellos policías sin distinción de cargo, de jerarquía, de destino, de escalafón y de situación funcional siempre y cuando no tengan antecedentes penales, al menos por aquellos delitos que significan desdoro para la función policial.

EC – Estamos hablando de unos  27.000 funcionarios?

AS – De 27.000 funcionarios.

EC – Y cuáles son las principales reivindicaciones.

AS – Perdón, (hablamos) de 27.000 funcionarios en actividad, el número de retirados lo duplica.

EC – Le preguntaba, ¿cuáles son hoy por hoy los principales reclamos?

AS – Ya fueron expresados a la gente que viene con el nuevo gobierno. Nos interesa mejorar rápidamente, en la medida que sea posible, que Economía lo puede hacer, las condiciones de vida de los policías y las condiciones de trabajo. Estamos en diálogo y creo que es un diálogo fructífero.

EC – O sea, por un lado el problema es el sueldo.

AS – Siempre se nos escuchó. En el Frente Amplio siempre se nos ha escuchado, desde el año 1986.

EC – Un número para que sea ilustrativo de lo que implican hoy las remuneraciones de los policías, cuánto gana un agente de segunda?

AS – Alrededor de 1.300 pesos, prácticamente todo el sueldo se le paga en negro. El Estado paga en negro.

EC – ¿1.300 pesos es el nominal, es el líquido?
A.S. – Es el sueldo. El resto son compensaciones y cosas que uno no se explica por qué las pagan así, pero bueno, es lo que tenemos.

EC – ¿Ustedes están a propósito del sueldo solicitando algún aumento en concreto, alguna cifra en particular?

AS – No, no eso, el nuevo gobierno está recibiendo un país en crisis. Nuestro sector es uno de los sectores, es un sector muy carenciado, tan carenciado como el de los maestros por ejemplo.
Pero nosotros no somos la frutilla en el postre. Esperamos que se nos escuche, que se nos atienda y poco a poco ir pudiendo levantar la situación de los policías y mejorando la función.

E.C. – Usted señalaba también dentro de las reivindicaciones las condiciones de trabajo. ¿A qué alude en ese sentido?

AS – Las lamentables condiciones de trabajo. Fíjese usted por ejemplo que hace poquito, hace dos días se nos presentó un policía que presta servicios y por Artículo 222 en los depósitos de basura de la Intendencia. Están allí con perros, los vapores, los gases, las montañas de basura en descomposición tienen tal concentración en esa área que los policías se llegan a desmayar. No hay ningún elemento de prevención, no se ha hecho absolutamente nada para mejorar esas condiciones insalubres de trabajo y eso que desde que la Intendencia tiene esos depósitos, los funcionarios están concurriendo allí en servicio por Artículo 222. ¿Quiere hablar del servicio por artículo 222?

EC – No, supongo que no es necesario porque lo hemos tocado en distintas ocasiones. Es uno de los grandes lastres que tiene la función policial en nuestro país, es el mal necesario para complementar un ingreso que termina de todos modos siendo bajo pero que obliga al funcionario entonces a desarrollar jornadas de 16 horas...

AS – Dieciséis y más. Usted desde el punto de vista del funcionario, claro desde el punto de vista del funcionario es un mal necesario, no tiene otra. Ahora desde el punto de vista del ciudadano es un abuso porque la policía le está cobrando por un servicio que de acuerdo a la Constitución de la República le tiene que prestar gratis.

EC – Pero además desde el punto de vista nuestro, la consecuencia es que el servicio es un mal servicio.

AS – Es pésimo servicio.

EC – El funcionario que trabaja esa cantidad de horas disparatada por día y por semana, no está en condiciones de prestar los servicios que teóricamente presta.

AS – Fíjese lo que pasó en Euskal Erría.

EC – Exacto.

Para terminar subcomisario, ustedes empiezan hoy una campaña masiva de afiliación al sindicato. ¿Cómo es que van a intentar agremiar a los efectivos por ejemplo en actividad?

AS – Un poquito demorada viene la campaña porque no tenemos los formularios, la imprenta cerró por carnaval y no nos han entregado nada. Creo que nos van a entregar esta tarde.

Nosotros estamos recibiendo delegados y recibiendo personas, policías en actividad, retiro y cualquiera sea su condición que vengan per se a Acuña de Figueroa, donde nos estamos reuniendo al lado de Barraca Europa, casi Avda. Libertador. Vamos a hacer guardia permanente allí, con el fin de afiliar.

EC – ¿El funcionario policial en actividad puede firmar sin correr riesgos?

AS – El funcionario policial en actividad puede ser hasta senador de la República. ¿Por qué no puede firmar? A menos que el ministro del Interior o el Ministerio del Interior o la oficialidad de Policía esté dispuesta a incurrir en falta grave, yo diría casi delito: el impedir el ejercicio de un derecho.

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Transcripción: Adriana Arzuaga
Edición: Mauricio Erramuspe
Fotos: Caterina Notargiovanni