¿Para qué futuro educamos?
El Observador informó hoy que "el Consejo de Educación Secundaria (CES) implementará a partir de este año un plan por el cual los estudiantes de Ciclo Básico que al finalizar el período de febrero deban más de tres asignaturas no repetirán todo el año como lo debían hacer hasta ahora, sino que se les mantendrá el fallo en suspenso y se les dará la posibilidad de cursar durante el año académico que se inicia las materias que todavía no aprobaron".
Por su parte la directora general de Secundaria, Celsa Puente, aclaró a La Mañana de El Espectador cuál es el alcance de la medida. Pero en su intervención sostuvo que uno de los aspectos fundamentales "era evitar la deserción" de los educandos.
Con otros criterios, algo parecido se aplicó hace unos años en el liceo 4 de Maldonado. Aunque allí la intención nunca explicitada era convertir a ese liceo en un centro modelo. Para ello la dirección se reservaba el derecho de admisión de nuevos estudiantes y luego desconocía las faltas e incidía directamente para modificar los resultados de exámenes. El resultado era que no había repetidores.
Pero además grupos de alumnos del ciclo básico tenían como actividad extracurricular la participación en concursos organizados por la NASA para el desarrollo de plataformas interplanetarias. Y varias veces obtuvieron premios.
Pero cuando debían cursar el bachillerato en otro liceo, se revelaban los desconocimientos en diferentes materias.
Pensar planes sólo para contener a los alumnos dentro del sistema es algo que repiten anualmente las autoridades, pero que no ha provocado cambios profundos en la educación y peor, ha disminuido su calidad.