Pero aunque todos estamos obligados a aceptar las decisiones de la justicia, hay muchos aspectos de este negocio que no han quedado claros.

ALUR es una empresa pública que funciona bajo derecho privado y según la web de Ancap, esta tiene el 90,79% y PDVSA el 9,21%. Nunca hubo licitación para la construcción de esta planta sino un llamado a precios internacional del que participaron 7 empresas. Finalmente fue adjudicado a la española Abengoa, que en principio sería socia de Ancap con  el 30% pero luego desistió. El costo cotizado por toda la obra civil y de ingeniería fue de 82.528.332 dólares. 

En nuestro caso la duda no la generaron ni la UP ni Salle, sino Raúl Sendic y Leonardo De León.

El 14 de junio del 2012 Sendic, entonces presidente de Ancap,  dijo al semanario Búsqueda : "Es necesario aclarar que la planta de producción de Bioetanol a instalar por Alur tiene un valor inferior a los 50 millones de dólares de inversión".

Por su parte el 31 de agosto de 2012 Leonardo De León, entonces presidente de ALUR,  afirmó en El Observador  que : "Abengoa no participará con el 30% del costo de la planta. La inversión será de 120 millones de dólares".

El mismo día en Caras y Caretas , en una edición especial sobre ALUR, contratada por la empresa De León dice: "El emprendimiento costará 130 millones de dólares"

Pero 13 de Marzo del 2014 el mismo Sendic afirmó en El Espectador :" La planta de Alur costará unos 86 millones de dólares de la instalación primaria de la planta, y después una serie de periféricos que superan en algo los 30 millones . Con periféricos me refiero a las calderas, algunos silos, instalaciones para los servicios que la planta requiere". Exactamente 118 millones de dólares.

Los dos se equivocaron, la planta costó 147 millones de dólares.

Pero hay otros aspectos llamativos que analizamos en esta columna.