"Aquí ese ritual, que sería la comunicación  oficial, protocolar, que tiene que ir con una cadena, se ve afectado, es vulnerable, por un deseo de distancia. Ese llamado pierde completamente, se debilita, porque debería salir del cuerpo del rey", señaló el especialista.

Andacht agregó que esta situación "no hace más que resaltar la ajenidad de Fernando Vilar o de cualquier otro, en el momento que no debería ser de ventrilocuismo sino que dar un 'cara a cara'. Logró colocar en la agenda y darnos mucho alimento para pensar y debatir sobre lo difícil que es gobernar en la era de las redes sociales, y de la imagen ubicua".

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