Paysandú apuesta al turismo
El departamento de Paysandú vivió dos crisis, la general del país y la caída del modelo industrial que impulsó su crecimiento. El intendente Alvaro Lamas afirmó que si bien se ve una recuperación, aún la economía no genera el empleo que se necesita. Ahora hay que buscar alternativas que generen empleo como el turismo. "Salir de aquella mentalidad industrial y pasarse rápidamente a la mentalidad turística no es fácil", afirmó Lamas.
(Emitido a las 8.40)
EMILIANO COTELO:
Según el último censo, en Paysandú habitan 113.000 personas; 56.000 hombres y casi 47.000 mujeres.
¿Cómo están hoy? ¿Cuáles son sus problemas, cuáles son sus desafíos? De eso queremos ir enterándonos a lo largo de todo el día de hoy en los distintos programas de Radio El Espectador que iremos emitiendo desde esta fonoplatea.
El primero de esos enfoques es con el intendente municipal, escribano Álvaro Lamas.
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Escribano Lamas, ¿cuánto se ha recuperado el departamento después de la crisis económica de la que estamos saliendo de a poco? ¿Cómo vive Paysandú ese proceso?
ÁLVARO LAMAS:
Paysandú ha venido sufriendo un proceso de disminución, no de la actividad industrial en sí, porque la actividad industrial, que es la que genera más cantidad de mano de obra, ha mantenido sus niveles de producción, sus niveles de exportación, pero debido a las nuevas tecnologías y a las normas de flexibilización laboral ha sucedido que han tercerizado servicios. Allí ya no rige la protección que la norma laboral le confiere al trabajador. (También ocurrió que) decididamente han prescindido de mano de obra porque ha sido sustituida por elementos tecnológicos que lo permiten.
EC - En Paycueros nos contaban el sábado de mañana que en ese rubro la desesperación por la baja de los costos a nivel mundial es algo realmente chocante. Contaban: "Podemos estar exportándole a plena satisfacción a un determinado cliente en Asia, por ejemplo; se cierra el año, suponemos que nos van a seguir comprando y que quizás hasta podamos mejorar el precio, y la respuesta es todos los años la misma: ¿Cuánto van a bajar el precio el año que viene? ¿5 por ciento?". Es una constante.
AL - Claro, ése es el problema. En esa carrera por la baja de costos y la competencia en los precios generalmente el hilo se rompe por lo más delgado, entonces ya no hay la masa de trabajadores que otrora fue tan grande en Paysandú. Tanto Paycueros, como Paylana, Norteña, Azucarlito y las empresas locales de industria láctea generaban muchísima más mano de obra. Lo que se puede reflejar en alguna actividad como la agropecuaria o de mejora en la actividad industrial, no se refleja en la gente, esa es la sensación que tenemos. Y desde el punto de vista de la recaudación de la Intendencia se ha notado un incremento, sobre todo proveniente del sector rural, que todavía no se ha trasladado en esa misma medida al resto de los contribuyentes.
EC - Queda claro que en Paysandú se han sumado dos problemas: esa crisis del modelo industrial de la que hablaba usted, que es un problema de mediano plazo y que tiene mucho que ver con el contexto internacional, etcétera; y por otro lo que fue estrictamente la crisis uruguaya, la recesión que arrancó en 1999 y terminó con la crisis financiera y el cambio de política cambiaria a mediados de 2002. Son dos factores que se han añadido.
AL - Exacto y son de una incidencia muy importante.
EC - La actividad comercial ha ido recuperándose, pero no aparecen nuevos emprendimientos que generen puestos de trabajo de forma significativa.
AL Exacto. Hemos estado buscando, porque a los gobiernos locales se les impone por la vía de los hechos, aparte de sus competencias tradicionales, la tarea de tratar de investigar y adentrarse en la búsqueda de alternativas para la generación de fuentes de trabajo. Esto no es fácil porque el municipio no está preparado para enfrentar esos desafíos, porque estamos muy lejos de Montevideo, todas las ventajas confluyen hacia el sur. Esto no es nada que signifique otra cosa que el reconocimiento de que a quien está más cerca de Montevideo le sale todo más barato, entonces se añade a esas dificultades que tenemos los gobiernos locales, la distancia, con la incidencia de los fletes, de las comunicaciones, de una cantidad de costos que hacen que para cualquier emprendimiento sea más conveniente acercarse a Montevideo.
EC - El turismo, por ejemplo, ¿no es una alternativa que todavía Paysandú no ha explotado a fondo? ¿No es un sector en el cual se podrían generar puestos de trabajo para contribuir a la dinamización de la economía del departamento?
AL - Cómo no. Estamos trabajando desde hace tiempo ya en ese sentido, pero no olvidemos que Paysandú fue tradicionalmente una ciudad industrial, entonces cambiar la mentalidad del empresario, del comerciante y de la propia gente, del propio poblador, salir de aquella mentalidad industrial y pasarse rápidamente a la mentalidad turística no es fácil.
EC - Alguna gente de aquí de Paysandú nos comentaba su perplejidad ante el contraste que se ha ido dando en los últimos años entre Paysandú, en Uruguay, y Colón, del otro lado del río Uruguay. Se trata de una ciudad más chica que Paysandú pero que sin embargo ha vivido un empuje muy fuerte de su sector turístico y del sector servicios en general: restoranes, oferta de espectáculos, etcétera. No se entiende por qué se dio allá y no se puede dar acá, cuando las condiciones paisajísticas, de atractivos, son muy similares. ¿Cuál es su respuesta?
AL - En ese sentido entendemos que primero en la vecina orilla han trabajado muy bien; en segundo lugar son unos cuantos más que nosotros.
EC - "Han trabajado muy bien". ¿Acá quiénes no trabajaron muy bien?
AL - No, no es que no hayamos trabajado bien; ellos han sabido vender su producto y han logrado que su gente los visite, porque ellos tienen un consumo, un turismo interno muy importante. Nosotros ahora lo vamos logrando. Esta última Semana de la Cerveza Paysandú fue uno de los tres destinos del turista interno. De eso se trata, de lograr que la gente venga. Ellos lo han logrado porque tienen 12, 14 millones de personas a poco más de 200 quilómetros.
EC - Usted dice que el secreto está por el lado de la masa crítica que significa la propia población argentina más o menos cercana a Colón, de los alrededores.
AL - Sí señor. Además hay trabas que no son únicas y determinantes, pero el peaje, el puente, significa un obstáculo, sin duda. En el Río Uruguay hay varios puentes; en Salto, por ejemplo, el puente que está sobre la represa no tiene peaje ni tiene las exigencias y los contralores que existen acá.
EC - ¿El peaje juega tanto, es tan determinante? Porque a ese mismo público del cual usted hablaba, el público argentino, del litoral argentino, llegar hasta Colón y llegar hasta Paysandú no le hace mucha diferencia.
AL - ¿Sabe cuánto cuesta el peaje?
EC - ¿Cuánto está costando?
AL - 10 pesos argentinos para venir y 10 pesos argentinos para ir; son casi 200 pesos nuestros.
EC - ¿Y es determinante?
AL - Sí señor. La prueba la da el hecho de que por primera vez se obtuvo de la Comisión Administradora del Río Uruguay una rebaja del 50 por ciento del peaje por la vía de la exhibición del talón del boleto esta Semana de la Cerveza y hubo récord de concurrencia de turistas argentinos, de Colón. Si será importante, es una limitante; pero no es solamente eso, el peaje, también el resto de los controles tan estrictos hace que demore entre cinco y diez minutos, en el mejor de los casos, cada vehículo que cruza; o sea que cuando cruzan diez están una hora.
EC - Se lo pregunto porque no sé si los oyentes de otros lugares del país lo saben, pero Colón tiene un hotel cinco estrellas, por ejemplo, y en Paysandú la capacidad hotelera instalada que no llega a las cinco estrellas, sin duda está bastante más abajo que eso, tiene serias carencias.
AL - Es sensiblemente inferior. Tendríamos que preguntarle al inversor privado por qué razón no decide ampliar su capacidad; eso ya escapa a la actividad del gobierno local, habida cuenta de que hay leyes que fomentan la construcción de hoteles, que promueven la actividad turística, que promueven la actividad industrial con disminución de tasas y tributos. No sé cuál será la razón. La Intendencia no tiene mayores posibilidades de generar estímulos que hagan atractiva o determinante una opción, la Intendencia cobra la contribución inmobiliaria, tasa bromatológica y poca cosa más.
EC - ¿Puede haber incidido en este desarrollo tan lento del turismo en Paysandú lo que demoró en tener playas saneadas y habilitadas sobre el río Uruguay?
AL - Es otra de las causas a la que me iba a referir a posteriori. Sin ninguna duda, Paysandú estuvo sin playas durante quince años, en 1999 celebramos un convenio con OSE, las industrias y la Intendencia y se logró en tres años de trabajo, con la construcción de un nuevo colector industrial y el pesquisamiento de conexiones sanitarias domiciliarias irregulares, descontaminar el río. Él pasado fue el segundo verano que tuvimos el río descontaminado y la actividad aumentó significativamente desde ese punto de vista. Por consiguiente el hecho de haber descontaminado el río fue un factor trascendente.
EC - Me tienta mucho preguntarle por qué se demoró tanto, pero capaz que no es un tema para este momento. En todo caso es un ejemplo de cómo desde la Intendencia se puede hacer, se puede incidir para que determinadas condiciones cambien y favorezcan un determinado tipo de actividad, en este caso el turismo. ¿Qué puede hacer la Intendencia de Paysandú (IMP), qué más tiene previsto hacer para promover este sector?
AL - Hemos generado una participación muy importante de la sociedad civil que se organiza y generó, por ejemplo, específicamente para el tema de la costa, un grupo de trabajo con participación e integración absolutamente plural de sectores industriales, comerciales, organizaciones civiles, el Centro Comercial, con prescindencia de la IMP o de la designación por parte de la IMP, un grupo que se creó a instancias de ellos. La intendencia apoyó y siguió adelante con las ideas y los caminos que teníamos que recorrer de acuerdo a ese grupo multidisciplinario. Se lograron muchísimas cosas, eso fue lo fundamental que la Intendencia logró: a mi juicio, un sistema de política participativa que era inédito en el departamento y que comenzó con otra parte que inició el intendente Larrañaga, cuando lo era, en la década anterior. Entonces se estableció un Plan Estratégico de Desarrollo de Paysandú al año 2015 fruto de un convenio con la Universidad de la República, entre cuyos instrumentos figura un Consejo Económico y Social que también es único en la región y que funciona y ha funcionado bien, con la participación y la integración absolutamente prescindente del poder político, el cual ha podido generar actividades, ideas, vínculos que han permitido ir retirando esa desconfianza innata que la gente tiene hacia la labor pública. Ha planteado sus cosas y la Intendencia, en la medida de sus posibilidades, muchas veces con el apoyo del gobierno central, ha tratado de impulsarlas.
EC - En este sector del que estamos hablando en particular, el turismo, ¿hay proyectos prontos, en carpeta, por lanzarse? ¿Se avizora una dinamización efectivamente?
AL - Cómo no, sí. Ahora, si con lo que fue la concurrencia masiva a las playas que hubo fines de semana, que había más de 10.000 personas, el interés privado no se despierta por explotarlo, no sé qué otras cosas tenemos que hacer nosotros.
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EC - Hablando de temas vinculados con la actividad económica y la producción, quiero cerrar esta charla con usted deteniéndonos aunque sea de manera breve en un asunto que después va a tener otros espacios a lo largo de la programación de El Espectador hoy, que es el proyecto biodiesel impulsado por la Intendencia. ¿Cuántos años hace que está instalada y funcionando la usina?
AL - Dos años y poco.
EC - ¿Qué destino tiene hoy el biodiesel que se produce allí?
AL - Se destina al consumo de cierta parte de la flota de vehículos municipales, la maquinaria vial y camiones; y se está usando al 20 por ciento, o sea una mezcla de 20 por ciento de biodiesel y 80 por ciento de gasoil.
EC - ¿Cuáles son las perspectivas ahora? Se lo pregunto porque con el precio que está teniendo el petróleo, Ancap ha empezado a analizar efectivamente la posibilidad de fuentes alternativas de energía, y el biodiesel aparece en el escenario después de mucho tiempo durante el cual se consideró que no era viable, que era todavía ineficiente, que los números no daban. ¿Qué sabe usted a propósito de cuánto puede haber influido esta experiencia de acá, o qué base ha abierto para estos otros desarrollos?
AL - Estamos convencidos, por eso nos aventuramos. Por allí anda una peregrina idea de que ya había un grupo en Paysandú que impulsaba el biodiesel y que nosotros captamos ese interés. El biodiesel no se inventó ahora, el biodiesel se inventó en el siglo XIX, hay experiencias por todos lados. Lo que hizo la intendencia fue realizar un emprendimiento que significara una inversión de bajo costo y que una vez que tuviera éxito decidiera a otros grupos a implantarlo. El costo de instalación de toda esa planta fue del orden de los 25.000 dólares.
EC - Es una inversión casi de risa.
AL - Se ponen unos pocos productores y lo logran. Yo hacía la comparación en su momento con el famoso sueldo de Elberse, aquel señor del Nuevo Banco Comercial que ganaba como 85 mil dólares; poníamos casi dos plantas por mes con el sueldo de ese señor. Parecería que por ahí debería transitar la decisión del Estado. Los números siguen sin dar, dan ahora porque están libres de impuestos hasta el 31 de diciembre de este año. Pero lo que para nosotros tiene una particular importancia no es que la empresa pública cierre sus números económicamente, o sea que las cuentas cierren, a nuestro modestísimo entender el beneficio de las empresas del Estado se debe medir de otra forma, se debe entender en beneficio para la gente.
El biodiesel significa, independientemente de su precio, que aumente el área sembrada de oleaginosas, que todos los insumos queden en la zona, que el propio productor pueda tener algún tipo de dominio sobre el precio final de su cereal, que hoy no tiene...
EC - Y significa que el país destine menos divisas a importar petróleo.
AL - En definitiva también significa eso. ¿Qué le parece disminuir la dependencia en el plano energético?
EC - ¿Hay un mejor ambiente con Ancap y con el Ministerio de Industria y Energía ahora?
AL - El 4 de diciembre de 2003, cuando inauguramos la planta, no vino nadie; posteriormente se recibieron inquietudes y vinieron de la Universidad de la República, de Ancap, del Ministerio de Industria.
EC - ¿Y ahora, con el nuevo gobierno?
AL - Ahora hay señales más nítidas de apoyo. Estuvimos el otro día con el (subsecretario de Energía, Martín) Ponce de León, con quien tenemos conocimiento de otras épocas, y ellos están decididamente lanzados a investigar alternativas en la energía. Incluso el otro día en el Congreso de Intendentes, en el que él participó, la Intendencia de Cerro Largo ofreció su experiencia en energía eólica, que está desarrollando. O sea que a partir de los gobiernos locales se están llevando adelante emprendimientos que estaban cantados.
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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Mauricio Erramuspe