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En 1997 Ancap hizo negocios con delincuentes buscados por Interpol

Desde mediados de la década de los noventa ANCAP tuvo diversas inversiones en Argentina como PetroUruguay, dedicada a la prospección, explotación y distribución de combustibles y Carboclor una planta petroquímica.

Ancsol que agrupaba a las otras dos empresas es una sociedad anónima financiera de inversión que funcionaba bajo Derecho Privado y tuvo 442 millones de dólares de pérdidas hasta el año 2017.

La mayor inversión de ANCAP en el exterior a la fecha y bajo ese nuevo sistema, comenzó en 1998 en Argentina. En ese año el ente uruguayo se asoció con privados para distribuir combustibles mediante una importante red de estaciones de servicio.

Desde el principio  proliferaron rumores e informes que llegaron al Parlamento, sobre los malos antecedentes de los socios elegidos y sobre el exagerado precio pagado para entrar en la sociedad.

Ello dio lugar a permanentes pedidos de informes en el Parlamento que fueron contestados sin ajustarse a la cruda realidad que, fatalmente, comenzó a emerger inexorable en el 2001 y, ya en forma alarmante, a principio del 2002, cuando trascendieron ciertos informes anteriores a esa fecha.

Para que comenzara a conocerse el desastre, seguramente también incidió a disputa que mantenían el ex presidente Julio María Sanguinetti, bajo cuyo gobierno se hicieron estos negocios, y Jorge Batlle que asumió en el año 2000.

¿Qué se descubrió entonces?

A fines del 99, ya con Batlle electo, hubo un debate en el directorio de Ancap presidido por Eduardo Ache (1995 – 2000), acerca de si continuar o no con este negocio, dadas las continuas advertencias de la consultora Deloitte & Touche y de la Comisión Nacional de Valores de España acerca de la situación de la consultora Socimer contratada para desarrollar la compra de Sol Petróleo.

El mayor problema entonces, fue que los bancos y otros acreedores exigían que ANCAP avalara las deudas de Sol Petróleo, bajo amenaza de oponerse al negocio. Y la empresa uruguaya asumió el compromiso.  

El 28 de abril del 2000 el entonces ministro de Economía Alberto Bensión le reclamó a Ache una auditoría externa de los balances e inversiones de ANCAP.

El 22 de mayo la AFIP argentina allanó las oficinas de la empresa de nuestros ex socios, y que ahora gerenciaba ANCAP, y descubre una maniobra de vaciamiento por 23 millones de dólares con facturas falsas por lo que reclama 9 millones de dólares por impuestos evadidos, de los que ahora Uruguay sería responsable.

En diciembre la empresa uruguaya reclama a sus ex socios que paguen esos impuestos evadidos, bajo amenaza de acción penal. Pero la respuesta fue la amenaza de una contrademanda.

El 20 de diciembre, Batlle destituye a Ache y nombra a Jorge Sanguinetti como presidente de ANCAP quién apenas asume, y con la anuencia presidencial, hace la denuncia penal.

Luego se reúne con las autoridades de todos los partidos a quienes informa la decisión de suspender las obras en la refinería y critica duramente todo lo hecho en Argentina. Por lo pronto, Uruguay no daría más avales ni adelantos a sus empresas allende el Plata.

El 22 de octubre del 2001 la OPP establece que las inversiones realizadas en Argentina fueron de "altísimo riesgo y nula rentabilidad".

Pero a principios del  2002 llegaron las peores noticias. Ni más ni menos que los "asesores globales" , la consultora y financiera Socimer Finance Group, elegidos para guiar al ente uruguayo  en la  asociación con la red de estaciones de servicio llamada Sol Petróleo y compra de Carboclor en Argentina resultaron ser estafadores buscados por Interpol  reclamados por España, Brasil  y hasta por el Congreso de los EE.UU.

El 4 de abril el Senado resuelve crear una Comisión Investigadora sobre todos estos negocios de ANCAP.

Un año después, los Senadores resuelven pasar todo los antecedentes a la Justicia.

Le tocó a la fiscal Mirtha Guianze realizar la investigación. Pero la misma requería la realización de auditorías y peritajes en la República Argentina para los que la Justicia no tenía presupuesto, por lo que no se pudo avanzar  y el expediente se archivó sin perjuicio.

La actuación de la Investigadora parlamentaria quedó registrada en un libro de Eleuterio Fernández Huidobro y Enrique Rubio llamado "Desastre nacional. Los negocios de ANCAP en Argentina".

En el 2006 ANCAP  vendió a PDVSA el 50 % de Sol Petróleo en 15 millones de dólares. En el 2011 la petrolera venezolana adquirió el 47% restante que aún estaba en manos del ente nacional en otros 11 millones que era el pasivo uruguayo, por lo que el saldo fue cero. El gobierno de Néstor Kichner, pòr su parte, había eximido a Uruguay del pago de la deuda impositiva.

En el 2016 se informó  que ANCSOL, empresa del Grupo ANCAP propietaria del 74.26% de Carboclor S.A., resolvió iniciar un proceso para explorar alternativas que incluyan entre otras, joint-ventures, asociaciones, venta total o parcial de acciones, reorganizaciones o cualquier otra opción que pueda resultar de interés para ella.

Pero ahora sabemos que la venta no se pudo realizar y como Carboclor acumulaba pérdidas por 32 millones de dólares, el directorio presidido por Marta Jara, decidió cerrarla.

"Compré un circo y me crecieron los enanos" dijo Eduardo Ache, quien fuera presidente del directorio de ANCAP bajo el gobierno de Julio María Sanguinetti,  intentando explicar los malos negocios del ente.

En ocasión de ser invitado a la Investigadora del Senado creada en el año 2015, Ache que declinó concurrir envió una carta en la que entre otras cosas señala: "Surge claramente de la actuación de la actual comisión investigadora, y de la lectura de sus actas, hechos y afirmaciones que destrozan el relato fabricado durante los últimos 15 años. Otra vez se probó que la historia construida por el entonces senador Rubio era falsa. Se fraguaron números y se inventaron declaraciones. Todo eso está demostrado, tanto a nivel legislativo como en la sede judicial".

Y luego recuerda declaraciones del diputado Pablo González de la 711. "Es verdad que Ache nada tenía que ver con esa situación porque fue un cambio en las políticas de ese país, por las que por cada litro de combustible que ANCAP vendía tenía que pagar, porque no había petróleo en el territorio. ANCAP en Argentina fue producto de una necesidad", agregó González   reconociendo las decisiones tomadas entonces, según la versión taquigráfica de la sesión.

El libro de Fernández Huidobro y Rubio relata que el 20 de mayo de 1996 se realizó la primera reunión entre ANCAP y Sol Petróleo. El 26 de mayo de 1997 se firma la Carta de intención entre Eduardo Ache en representación de PetroUruguay (la empresa argentina de ANCAP) y José Estévez representando a PEL (dueña de Sol Petróleo) en la que, entre otras cosas establece que "ambas empresas encomiendan a Socimer Finance Group la evaluación económica y financiera de PEL y la recomendación de alternativas de participación de PetroUruguay". Se agrega luego que "definido el eventual ingreso de ANCAP en PEL, se emitirá una suscripción de capital por el monto que se determine conveniente para la expansión de la red comercial, que a corto plazo deberá alcanzar un mínimo de 300 estaciones".

En el Acta de Directorio Nº 74 de Petrouruguay SA del 29 de julio de 1997, firmada por Emilio Martino Prémoli, vicepresidente, Milka Barbato, directora, y Eduardo Ache, presidente, se autoriza a Ache a firmar con Socimer Argentina SA, filiar de Socimer Finance Group, el contrato "como asesor global durante el proceso de formalización de la alianza, definiendo sus honorarios fijos en 75.000 dólares más gastos, y los variables en caso de "éxito" , por lo cual se entiende la concreción de la alianza, equivalentes al 2% del valor de suscripción de las acciones que compró ANCAP". Hasta ahora nadie ha explicado cómo y por qué fue seleccionada esta empresa.

¿Quiénes eran estos señores de Socimer Finance Group? Esta firma resultó involucrada en sucesivas estafas en Argentina, Chile, Brasil, Estados Unidos y España en forma simultánea a su tarea para ANCAP, y sus responsables eran buscados por el FBI, la Policía Federal de Brasil y por el Congreso de los Estados Unidos.

En realidad el articulador, el promotor de este negocio de ANCAP en Argentina había sido un empresario de ese país llamado Víctor García Laredo, parte del círculo áulico de los presidentes Carlos Menem y Fernando De La Rúa. Dentro de sus actividades mantiene vínculos con el Grupo Macri al punto de que en el caso del secuestro de Mauricio Macri lo habría representado. Es integrante de una de las fundaciones vinculadas a este grupo, Socma, y presidía la Fundación Poder Ciudadano.

En un libro de María Seoane y Vicente Muleiro titulado "ElDictador: La historia secreta y pública de Jorge Rafael Videla" se afirma que cuando el general Guillermo Suárez Mason debió pasar a retiro porque su condición de artífice de la "solución final" y responsable de Automotores Orletti lo volvía impresentable, se encaramó en el Directorio de YPF y del Grupo Bridas. "Desde allí dirigió la venta adulterada de naftas a través de la empresa Sol Petróleo SA, que sirvió para financiar las operaciones anticomunistas extraterritoriales en las que participaba la estructura de la "inteligencia militar". En Sol Petróleo fue director quien fuera el ministro de Economía de la dictadura argentina, José Alfredo Martínez de Hoz.

Recordemos que hasta el 2017 Ancap perdió en Argentina 442 millones de dólares en total. Sólo con Sol Petróleo perdió 200 millones de dólares. Un lujito de empresa y de negocio. Para otros, siempre.