Maldonado y el largo invierno
Como todos los años tenemos instalado un debate sobre los resultados de la temporada turística que tiene a Maldonado como epicentro. Si bien desde hace varios años la costa de Rocha adquirió un desarrollo muy positivo, aún está lejos de balnearios como Punta del Este o Piriápolis.
Al final de la temporada quedaron dos certezas: vino mucha gente tal vez como nunca, pero cambió el perfil del público visitante. Y esto se percibía cuando muchos visitantes se quejaban del precio de las gaseosas y de las facturas (es decir, bizcochos) o abarrotaban la sección fiambrería de los supermercados.
Es imposible cuantificar con precisión la cantidad de turistas. El Ministerio maneja sus cifras y menciona un 20% más que el año pasado, aunque no son pocos los que las rebaten. Pero en todo caso lo más importante no es la cantidad sino el gasto per cápita, que seguramente se dará a conocer en pocos días. Aunque me aventuro a adelantar que no será muy superior a las del año pasado. O sea más gente pero menor gastó.
La temporada fue muy buena en enero. Antes y después contó con una mayor cantidad de visitantes que otros años, sobre todo de fin de semana y hasta la semana que terminó el pasado sábado. Lo que revela también que hubo mucho turismo interno.
Desde el punto de vista ocupacional las cifras también están en debate. En febrero y durante una presentación en la Liga de Punta del Este la Ministra Liliam Kechichian afirmó que la temporada crea 120.000 puestos de trabajo directo. Pero según el periodista especializado en turismo y director del Portal de América, Sergio Antonio Herrera "el Foro Económico Mundial dijo que son 47 mil". Herrera hizo su propia investigación en base a información directa del BPS y en la que se incluía hasta funcionarios de hoteles de alta rotatividad y a quienes trabajan en transporte de carga vía terrestre como vinculados con el turismo y llegó a la conclusión que serían unos 53.000 puestos de trabajo directos.
Quienes lograron ocupación en áreas de servicio, lo hicieron por sueldos promedios a los 30.000 pesos más propinas. Que por generosas que fueran, solo se obtuvieron por no más de 45 días.
En tanto El Observador informa hoy que "en tres meses de funcionamiento en Maldonado, la plataforma Uber tiene una oferta de vehículos casi similar a la de taxis del departamento. Mientras la aplicación cuenta con 130 conductores -la gran mayoría en Punta del Este-, hay 160 taxímetros en todo Maldonado (70 en Punta del Este). Uber desembarcó el 21 de diciembre sin previa regulación y funcionó durante toda la temporada.
A mediados de febrero, cuando la mayor afluencia de turistas ya había pasado por Punta del Este, unos 32.000 usuarios habían usado Uber, según un comunicado de la empresa. La patronal del taxi de Maldonado dice que esta temporada registró un 30% menos de viajes que en la anterior a pesar de que llegó más gente al balneario.
Ruben Galván, conductor de Uber en Maldonado, contó a El Observador que durante todo enero y febrero "se trabajó muy bien" y que, en los días pico del primer mes del año, él trabajó entre 14 y 16 horas diarias. Si bien a medida que avanzaba el verano la cantidad de gente disminuía, la demanda se mantenía porque también caía la cantidad de conductores. "La gran mayoría de los conductores en los primeros días de enero eran de Montevideo", relató.
El conductor lamentó que si bien los conductores de Montevideo pueden venir a Maldonado a trabajar, él no puede trabajar en Montevideo. En alguna oportunidad que fue a la capital quiso trabajar y la aplicación no se lo permitió. Galván planteó la queja ante la empresa pero no obtuvo respuestas. "No tiene sentido que vengan de Montevideo pero yo no pueda trabajar allá", dijo.
Y como la intendencia no reglamentó el uso de Uber antes de la temporada, todos los choferes trabajaron en negro. Lo que generó otra situación de desigualdad con los taximetristas.
Otro tanto ocurre en el sector inmobiliario en el que las aplicaciones informáticas terminaron sustituyendo a las empresas dedicadas al alquiler y venta de propiedades, que compiten en situación de franca desigualdad con empresas no registradas. Quienes alquilan por internet evaden el IRPF, impuesto que las inmobiliarias están obligadas a incluir en el precio. Pero si se alquila a través de un portal como Mercado Libre, ArbNb o con los porteros, nadie paga nada. Este año la DGI hizo por lo menos tres inspecciones a las inmobiliarias, pero no se controló a los alquileres directos que según la Cámara Inmobiliaria constituye el 90% del negocio
Con seguridad se puede afirmar que las grandes superficies y los hoteles trabajaron muy bien. No tanto la gastronomía que se diversificó mucho y entonces, según nos explicaron, antes la gente esperaba si el local estaba repleto, este año se iba a otro lado.
Este lunes encuentra a todos los habitantes de Maldonado tratando de volver a la normalidad. Y lo hará en un departamento que presenta gravísimos problemas de seguridad, desocupación y vivienda.
Los enfrentamientos entre narcos se han hecho frecuentes en barrios de San Carlos y de la capital departamental. Han crecido los arrebatos y las rapiñas; también los homicidios y sobre todo los delitos por violencia de género.
Desde el punto de vista ocupacional las ofertas no son muchas: la intendencia, la construcción y el comercio. El año pasado se propagandeó mucho la existencia de más de 20 proyectos edilicios que reactivarían el mercado laboral. Pero a más de un año apenas crece uno sólo de esos edificios, aunque se aguarda que en breve empiecen las obras del World Trade Center que se erigirá en Gorlero frente a la escuela 5 y se anunció un proyecto de 8 pisos sobre la franja costera en la zona de Piedras del Chileno.
Los asentamientos en los que viven más de 6.000 personas el 10% de los habitantes de la ciudad de Maldonado siguen siendo un grave problema social, que se agravará con el invierno y la desocupación.
El Maldonado que tenemos es muy diferente a la imagen apacible que se muestra desde la costa y bajo el sol.
Este es el Maldonado de miles que lo eligen para vacacionar pero también el de Sanabria, Balcedo, Los Cuinis, Figueredo, Raúl Vivas y el Cártel de Medellín, Ramón Puente Patiño y el Cártel de Cali, el de las inversiones del Cártel de Juárez, el de Fariña trasladando 14 millones de dólares para comprar un campo, el de Rocco Morabito y el de muchos otros menos visibles.
Por supuesto que no empañan a miles que trabajan honestamente cada día para construir futuro.
Pero este Maldonado sigue siendo injusto, violento y receptor de mucho dinero sucio. Y el invierno es muy largo.