Lo que está mal, está mal
Qué problemita con esto de la ética pública y sus acepciones!!
Paulatinamente vamos asumiendo como correcto que algunas cosas están bien o mal según a qué partido político se pertenezca. Y eso es incentivado desde todos los centros de poder.
Vivimos los tiempos de la política del "barrabravismo". Hay que linchar a alguien cada día.
Para peor todo se lee en blanco o negro. Si no pensás como yo, sos facho o comunista; si criticás a quién piensa como yo, sos un traidor.
Algunas cuestiones de principios se defienden según quién los diga. Cualquier cosa sirve para sostener una opinión.
Hoy la presidenta del Honorable Directorio del Partido Nacional, Beatriz Argimón dijo que "los parámetros éticos cambiaron". Y uno se pregunta ¿qué cambió? Porque aprovecharse de una particular posición de privilegio, contratar familiares y amigos, contratar a empresas amigas, votar leyes para favorecerse con información privilegiada, meter la mano en la lata y otras, estaba tan mal en el siglo XX y ahora.
Ayer fue procesada la abogada Michelle Suárez y las redes estallaron. Pero no por su condición de estafadora y falsificadora sino por "gorda, trans y comunista". Lo que hizo Suárez merece la condena social, pero nada tiene que ver todo lo otro.
No existe la forma para que una organización política pueda prevenirse de personas así. Tal vez de ahora en adelante deberían preocuparse más y sobre todo evitar algunas actitudes oportunistas.
Si no somos capaces de modificar esta forma binaria de leer la realidad, me temo que estamos cerca del fin como sociedad. Porque al final no es tan difícil en ponernos de acuerdo sobre que lo está mal, está mal, independientemente de quién sea el responsable.