Uruguay: un blanqueador para el mejor lavado
"Uruguay siempre fue una pata en el mecanismo del lavado", dijo a La Mañana de El Espectador, Daniel Espinosa director de la Secretaría Nacional Contra el Lavado de Activos y el Financiamiento del Terrorismo.
Y es tan cierta su aseveración que ahí están los centenares de casos descubiertos. Desde la "plata dulce" de Martínez de Hozen los 70, los Cárteles de Medellín, Cáli, Juárez en los 90; las coimas pagadas en Argentina por IBM-Banco de La Nación, por el contrabando de armas hacia Croacia y Ecuador en el 2000; Los Cuinis; el mafioso Rocco Morabito; el caso Conmebol-Figueredo y más recientemente las coimas pagadas por Odebrecht.
Hubo una construcción jurídica para que ello ocurriera. Y tuvo la participación de importantes estudios jurídicos dirigidos por profesionales de mucho prestigio social.
Pero la corrupción y el lavado generan una cultura dañina y sus efectos recaen siempre sobre los más desposeídos. Y Punta del Este es un excelente ejemplo. Muchos de los constructores de la visible riqueza terminan viviendo en ranchos de lata.
Si bien hay más controles y leyes, también hay más resistencia a su aplicación. Mientras sigamos creyendo que cualquier moneda sirve para crecer, nuestro sistema financiero, la sociedad y el futuro siempre estarán en riego.
Hay que sanear en forma urgente. Y ello necesita de todo el sistema político.