A principios de los 90 las localidades ubicadas al Este del puente de La Barra  estaban muy lejos del actual desarrollo. Aún así los cortes o problemas con el servicio de agua potable eran frecuentes. Y por supuesto, el saneamiento no era más que una lejana aspiración.

Las autoridades de OSE sostenían que el departamento de Maldonado no recaudaba lo suficiente como para invertir en todas las mejoras que requería el servicio. Por eso a mediados de 1992 resolvieron llamar a licitación  para adjudicar  los servicios de agua potable y saneamiento en esa zona del departamento.

El 11 de diciembre de 1992, dos días antes del plebiscito que derogó cinco artículos de la Ley de Empresas Públicas, el directorio de OSE adjudicó la licitación a la empresa Aguas de la Costa, integrada mayoritariamente por el constructor Nivert  Benencio y en minoría por dos ex gerentes locales del ente público que se pasaron a la esfera privada.

Benencio era un hombre muy cercano al ex Senador del Foro Batllista Wilson Sanabria, quién lo ayudó a ganar y luego a salir cuando la operación se hizo deficitaria.

A mediados de 1993 el Parlamento, con el único voto contrario del diputado frenteamplista Helios Sarthou , votó la ley 16.361 que dejó firme la concesión a la empresa privada. La operativa privada comenzó  a mediados de noviembre de ese año.

Y ya en verano comenzaron las protestas y movilizaciones, cuando los usuarios empezaron a recibir las primeras facturas.

                                                  Cuadro Comparativo de Tarifas

Todo lo que ocurrió después se lo contamos en este informe.