"No estamos dispuestos a perder el tiempo en negociaciones eternas", apuntó en su intervención Vázquez, cuyo país recibirá tras la cumbre la presidencia temporal del Mercosur.

El mandatario uruguayo criticó que la UE se ha mostrado más rápida en sus acuerdos con Japón, donde se vio una "voluntad política" que Vázquez echa en falta en las relaciones del bloque europeo hacia Mercosur.

"El Mercosur actúa con seriedad, con responsabilidad, queremos trabajar positivamente por el bien de los mercosurianos, no queremos firmar cualquier acuerdo", agregó.

No obstante, Vázquez insistió en la vocación comercial del Mercosur e invitó a sus homólogos a fijarse en nuevos socios comerciales.

El Mercosur lanzó en estos meses negociaciones con Canadá y Corea del Sur,y empezó su toma de contacto con Singapur, por lo que el nuevo presidente pro témpore del bloque insistió en mantener el interés en nuevos mercados.

"Existe la Alianza del Pacífico, existe China, Rusia, Japón, la Unión Económica Euroasiática", añadió y calificó como "una torpeza" ignorar a esos países.

Vázquez se mostró particularmente interesado en China y recordó que la última reunión se realizara en septiembre de 2004, "casi tanto tiempo como llevan las negociaciones con la UE", señaló en un nuevo mensaje a la contraparte europea.

No obstante, el dirigente recordó que para algunos de los países del grupo no es fácil avanzar en las relaciones con China, como es el caso de Paraguay, socio comercial de Taiwán.

Al margen del posicionamiento internacional, Vázquez también abogó por las relaciones regionales y subrayó que "la integración no tiene que ser una jaula".

En su defensa de más vinculación interna, presumió de que el Mercosur es "el único proceso de integración que funciona en la región latinoamericana".

Uruguay ocupará la presidencia pro témpore del Mercosur durante el segundo semestre del año y se centrará en continuar fortaleciendo sus instituciones, en reforzar el Fondo de Convergencia Estructural del Mercosur (Focem) y avanzar en Derechos Humanos y calidad de vida de los ciudadanos del bloque, que se acercan a los 300 millones de personas. EFE