El Ministerio del Interior espera los resultados de una investigación administrativa que explique lo sucedido luego del motín ocurrido a fines de junio en la Unidad de Reclusión número 4, Santiago Vázquez. Lejos está de ser el único caso de situaciones irregulares ocurridas en las últimas semanas en el sistema penitenciario.

En la nueva "cárcel modelo" de Punta de Rieles, construida bajo la modalidad público-privada, ya hubo denuncias de torturas, malos tratos, muertes violentas y huelgas de hambre. 

También se constataron condiciones de reclusión "crueles, inhumanas y degradantes" en la Cárcel de Canelones. 

En estas condiciones, el poco probable que esos establecimientos puedan servir para reinsertar a los internos y bajar los niveles de reincidencia que hoy existen en el sistema. 

Un tercio de los reclusos que integran el sistema, unas 3000 personas, viven en condiciones que el país no debería aceptar y que inciden en forma directa en la inseguridad pública, dijo el comisionado parlamentario para el sistema carcelario, Juan Miguel Petit. 

"Si no queremos tener una fábrica de rapiñas o copamientos, debemos tener cárceles que funcionen en forma adecuada" advirtió, entrevistado en Rompkbzas.

Allí, el origen de todos los problemas responde a la misma causa, sostuvo: la insuficiencia de recursos programáticos para llenar de contenido la vida en reclusión. 

Petit remarcó que, en buena medida, son los propios presos los que, a través de la limpieza y mantenimiento, sostienen a las cárceles. La mayoría, afirmó, tienen un oficio, quieren tener un emprendimiento y no transformarse en "niños gigantes" dependientes de su familia o del Estado. 

El comisionado parlamentario presentó la semana pasada un recurso de hábeas corpus por la situación que se vive en el Módulo II de la Cárcel de Canelones. Allí, 550 presos están "depositados", sin realizar ningún tipo de actividad. El recurso fue secundado por 390 internos que dieron su consentimiento, pidiendo recibir formación educativa. 

"Es como detectar a personas que tienen un virus, encerrarlas sin darles asistencia y esperar que por arte de magia cuando salgan sean ciudadanos saludables", afirmó.