Chiazzaro: "Más de 500 mil uruguayos están proscriptos, no pueden votar"
Entrevistado en Rompkbzas, el diputado socialista defendió la ley que dio el "primer paso" para el voto de los compatriotas en el exterior, al afirmar que el sistema democrático comete una injusticia con ellos.
Podría decirse que "la séptima puede ser la vencida". Luego de una sucesión de intentos, el Parlamento ratificó esta semana el "primer paso" para consagrar el voto de los uruguayos en el exterior, "obligados" hasta ahora a volver al país para ejercer ese derecho.
Y "derecho" fue el principal argumento que utilizó el Frente Amplio para defender una iniciativa que contó solo con sus votos.
Frente a eso, el discurso de la oposición giró en torno a dos aspectos medulares: el "respeto" a la Constitución y a los pronunciamientos populares que ya se han expresado, en forma negativa, sobre el tema.
El asunto, que debería reunir un supuesto consenso, se sabe, divide así en mitades prácticamente iguales al sistema político.
Lo que en la práctica crea el proyecto es una "comisión" multisectorial, que deberá diseñar el mecanismo más adecuado para implementar el voto exterior.
El texto surgió del trabajo de varios legisladores en la Cámara de Diputados. Entre ellos el socialista Roberto Chiazzaro.
"El primer objetivo es reafirmar algo obvio, y es que los uruguayos en el exterior tiene derecho a votar", dijo el legislador, entrevistado en Rompkbzas.
La razón es que, si no hay impedimento legal, deben diseñarse los mecanismos necesarios para que ese derecho pueda ejercerse.
"El sistema democrático comete una injusticia", expresó. "Más de 500 mil uruguayos están proscriptos, ya que no pueden votar".
Chiazzaro puso como ejemplo a los jugadores de la Selección Uruguay. "Si salen al exterior y visten la camiseta celeste los queremos y mucho, pero cuando quieren votar los consideramos parias", afirmó.
El diputado socialista llamó a reflexionar por qué muchos uruguayos viven fuera de frontas. Muchos, dijo, trabajan o estudian. Pero otros, remarcó, lo hacen porque el país los expulsó.
En ese sentido rechazó las afirmaciones de que, como no viven en Uruguay, no conocen la realidad local ni deberían expresarse sobre ella.
"Todos tenemos parientes y amigos afuera y, en mayor o menor medida, siempre están pensando en volver", afirmó.
Recordó además la colaboración económica que realizan, con remesas que el año pasado alcanzaron los US$ 128 millones.
Chiazzaro descartó en forma absoluta que todos los residentes en el exterior sean votantes de izquierda y afirmó que, según la experiencia internacional, los que votan son muy pocos.
"Esto es un primer paso, y estamos lejos de que el voto exterior sea implementado", dijo.
Básicamente, sostuvo, el planteo gira en torno a una cuestión de derechos. "Nos congratulamos por la calidad de nuestra democracia, pero tenemos una pata muy floja", remarcó.
"La oposición deberá definir si quiere o no el voto exterior", expresó. "Esto tendrá, indudablemente, un costo político".