Tabaré Vázquez: entre deseo y realidad
Ayer habló el Presidente. Primero dio un mensaje rotundo acerca de la solidez de nuestro sistema financiero. "Uruguay tiene un equilibrio macroeconómico muy sólido, tiene el reconocimiento de las organizaciones internacionales en cuanto a su solvencia financiera, y las aseguradoras de créditos internacionales ratificaron el grado inversor", dijo Vázquez.
En clave política dio el mensaje adecuado. Es decir, era lo que tenía que hacer el Presidente ante la magnitud de la crisis que vive Argentina.
Pero a continuación la macaneó al asegurar que en Uruguay "no se puede lavar dinero". Afirmación incorrecta porque no existe país en el mundo absolutamente blindado contra tal actividad ilegal.
No sería correcto de nuestra parte interpretar lo que dijo. Dijo lo que dijo y a eso nos referimos. Es cierto que desde marzo de este año se han acentuado los mecanismos de contralor que dificultan mucho el lavado. Pero también es cierto que hay una Ley Antilavado con aprobación parlamentaria que aún espera la reglamentación por parte del Poder Ejecutivo.
En esta columna explicamos cómo funciona el sistema y cuáles son sus puntos débiles.