"Es una desgracia lo que está ocurriendo en Argentina; no solo para los argentinos, sino para toda la región", aseguró Topolansky.

Topolansky observó que pese al camino de "gradualismo" ensayado por el Gobierno que preside Mauricio Macri, por el cual se eliminaron impuestos a las exportaciones y se suspendió el subsidio a algunos servicios públicos, los números no cerraron y hoy el Estado está "está notoriamente desfinanciado".

IMPACTO EN URUGUAY

Respecto de las posibles consecuencias que la situación económica de Argentina puede tener en Uruguay, Topolansky aseguró que "obviamente le va a pegar" a su país, pero no al punto de generar una crisis como la de 2002.

"Uruguay está mucho más desacoplado de lo que es Argentina que en la crisis de 2002, donde había una dependencia mucho mayor (…) entonces tiene determinadas fortalezas: está bien en las reservas, está bien en el riesgo país, no se han movido los bonos (y) tiene la mitad de la deuda en moneda nacional, así que todo eso son fortalezas, pero de todos modos la crisis le va a pegar", aseguró la vicepresidenta.

En 2002, Uruguay sufrió la mayor crisis económica de su historia en buena medida por la convulsionada situación política, económica y social que afectó a Argentina a fines del año anterior, que generó un fuerte incremento de la desocupación y la pobreza.

Uno de los rubros que podrá verse más afectado por la crisis económica argentina es el turismo, área que representa más de siete puntos del Producto Interno Bruto, según datos oficiales.

"El factor argentino es muy importante, casi determinante", aseguró la vicepresidenta Topolansky.

De los 4,2 millones de turistas que ingresaron al país en 2017, año récord en cantidad de visitantes, unos 2,6 millones provenían de Argentina, que aporta el 62 por ciento del total de personas que llegaron a Uruguay con fines turísticos.

No obstante, Uruguay "no va a caer (en una crisis), porque ha venido conduciendo con equilibrio toda su economía", insistió Topolansky.

Argentina enfrenta una grave crisis económica, caracterizada por una inflación que este año podría llegar a 40 por ciento, una fuerte depreciación de su moneda y una considerable fuga de divisas, lo que obligó al Gobierno a negociar una serie de acuerdos con el Fondo Monetario Internacional para garantizar la liquidez necesaria para cumplir con su política económica de cara al 2019. (Sputnik)