El centralismo montevideano afecta la aplicación de justicia en el interior
El permanente traslado de fiscales y jueces, sobre todo hacia Montevideo, afecta notoriamente la aplicación de justicia.
Desde siempre se ha considerado que llegar a una fiscalía o a un juzgado capitalino es un ascenso en la carrera de los funcionarios. Sin embargo la razon más importante es la diferencia salarial entre quienes cumplen igual tarea.
Un fiscal que en Montevideo cobra casi 50.000 pesos más que uno que se desempeñe en el interior. También entre jueces letrados de capital e interior hay importantes diferencias salariales.
El traslado de un fiscal, aunque sea un acto de justicia funcional, genera retrasos en el trámite de muchas causas. Casualmente las que involucran a ricos y poderosos. Y los casos Sanabria y Balcedo sirven para ejemplificar el acerto.
Lo explicamos en esta columna.