El auditorio se vio colmado de público que llegó también desde el interior del país ataviados además con banderas uruguayas y boinas blancas con la leyenda: Juan Sartori. 

Sartori dejó en claro qué lo motivó a llegar desde el ámbito empresarial a la política. "Vengo de hacer un recorrido por el país, porque quería ver, sondear, conocer de primera mano, viendo a la gente a los ojos, mientras compartía un partido de futbol, cuando nos comíamos un asado, o simplemente reunidos, validar con ellos qué es lo que está pasando en mi país. Yo nunca he sido un hombre de discursos, sino un hombre de trabajo y de resultados. Mi vida ha transcurrido en el mundo empresarial. Ustedes comprenderán que este mundo elaborado y que a veces parece un poco rimbombante, el mundo de la política, me resulta todavía un poco extraño".

Sartori le contestó a quienes lo tildaron de "paracaidista de la política" y dijo: "Déjenme decirles algo. Hay que tener coraje para realizar nuestros propios sueños. El mío es ser útil a mi país y contribuir al engrandecimiento del Uruguay. Para lograrlo, es bueno el haber aprendido que no hay premio o satisfacción sin la mediación del esfuerzo y la constancia (…) la urgencia de trabajar por mi país se hizo sentir con tanta fuerza, que me dije ¿Y ahora qué sigue? Y lo que sigue para mi es servir a los demás. Tratar de aplicar lo que he aprendido para resolver los problemas de la gente, para que entre todos hagamos de Uruguay un país próspero, pujante, seguro y con servicios públicos que funcionen", detalló.

Juan Sartori no eludió en su alocución a quienes antes de su presentación como precandidato lanzaron críticas. "Me sorprendió mucho que yo no había ni asomado la cabeza cuando mucha gente me cayó encima. Pero fíjense, ¡Qué casualidad! En más de veinte años de carrera empresarial nunca he sido acusado de nada indebido (…)¡Qué casualidad! Recuerdo que el Quijote decía que cuando ladran los perros es señal de que estamos avanzando. Y estamos avanzando, sin ofender ni agredir. Porque yo no creo en esa forma de vivir la política, llena de emboscadas. Uruguay necesita otra forma de hacer política, más fraterna, solidaria, justa, humana", reflexionó.

El precandidato afirmó que  no considera que la política tenga dueños, porque el "querer ponerse al servicio del país no puede encontrar obstáculos y barreras. Como si los partidos tuvieran candados, como si fuesen cotos cerrados con un cartel en la pared que dice "prohibido entrar". Como si el derecho al servicio público estuviera reservado a cierto tipo de clase social, o títulos de nobleza para poder participar", se preguntó.

Dijo que entiende a la política como la "oportunidad de servir" y cuestionó a quienes argumentan que hay una sola forma de hacer política. "Respeto a los políticos y a la política uruguaya. Pero no se puede argumentar que hay una sola forma de hacerla con éxito, que solo es posible triunfar con el guión convencional".

En ese sentido le contestó al ex presidente José Mujica quien días pasados al ser consultado sobre la precandidatura de Sartori lo tildó de "loco".

 "Recientemente un político dijo que todo esto era una locura. Qué usted me diga loco, a lo mejor es bueno. ¡Veremos, ya veremos! Los Uruguayos tienen derecho a opciones diferentes, propuestas diferentes, resultados diferentes, porque aspiran y merecen un país que funcione mucho mejor. ¡Ya veremos!", expresó Sartori.