El expresidente de la Reserva Federal de los Estados Unidos, Alan Greenspan, hizo algunas afirmaciones de advertencia acerca de la situación financiera internacional y de posibles escenarios, en una entrevista con CNN Business.

Greenspan acuñó el ahora popular término "exuberancia irracional" en la década de 1990, cuando confluyeron un conjunto de factores positivos –el espejo inverso a la realidad actual- como lo fue la implosión de la Unión Soviética y el final de la Guerra Fría, el inicio de la globalización y del proceso final hacia la formación de la Unión Europea, la irrupción mundial de internet con el primer navegador, el Netscape, en noviembre de 1994, y los ciclos expansivos de las economías de los Estados Unidos, y la China. En una gruesa síntesis, se trató de un periodo muy corto, pero muy intenso en materia de hechos positivos. Algún día hablaremos de lo que para el momento actual que vive el mundo significa esa década ya que en ella están parte de las raíces de esta época actual.

Greenspan, un hombre muy solvente en economía, y muy sagaz en lo político, utilizó esa frase en una charla dada en diciembre de 1996, en la cena anual de la American Enterprise Institute. Allí, en ese discurso se refirió a la exuberancia irracional vinculada a los efectos de un crecimiento desmedido de los activos financieros, léase acciones y bonos de empresas, bonos soberanos, etc., que luego podrían dar lugar a largas y pronunciadas contracciones cuando, como burbujas o bien se desinflan o terminan reventando. La exuberancia irracional se entiende además como ese cruce que hacen los mercados a una zona de mayor especulación y de riesgo.

En primer lugar se anima a sentenciar que en Wall Street se acabó la fiesta, ya que no ve en el futuro cercano el mantenimiento del ritmo actual de subas en el valor de las acciones. "Sería muy sorprendente ver que se alcance una estabilización ahora y desde allí un nuevo despegue", y si bien Greenspan admite la posibilidad de que los mercados puedan seguir subiendo, advirtió a los inversores que la corrección –es decir el ajuste a la baja de los valores- va a ser muy doloroso.

Dentro de sus declaraciones,  hay algo que dijo que resulta muy significativo, ya que en pocas palabras Greenspan explica la raíz final detrás de esta híper burbuja de especulación que se formó y que las principales autoridades monetarias del mundo dejaron formar a partir del 2008 con tasas en cero o negativas y que devino en un nuevo estado de muy alto endeudamiento y que hoy entrampa a esas mismas autoridades ante la cada vez más inevitable situación de tener que devolver a la realidad a los mercados, con tasas acordes a la realidad.

Y esta decisión es cada vez más impostergable ya que si bien no existe aún un riesgo de inflación o de recalentamiento–para el primer mundo y especialmente para los Estados Unidos, un 5% es casi hiperinflación- por otro lado resulta cada vez más imperativo comenzar a desinflar gradualmente esas burbujas aumentando las tasas, encareciendo la toma de crédito, restringiendo el endeudamiento y enfriando así la especulación.

Los mercados son adictivos al dinero barato, y cuanto más barato, más riesgo va tomando el inversor, cruzando barreras de cautela, y así, de bonos del tesoro de los Estados Unidos, termina comprando bonos de Venezuela, o de países emergentes y empresas con muy alto riesgo de default de su propia deuda emitida y cuando nos queremos acordar, a toda esa enorme bicicleta se le sale la cadena y se desbarranca.

Qué dice Greenspan: "la volatilidad es una función de cómo hablamos, pensamos y sentimos y es variable. A no ser, de que se pueda cambiar radicalmente a la naturaleza humana y de cómo respondemos, esto es lo que se tiene siempre y se ha tenido siempre. Hay que considerar esto para poder entender cómo funcionan los mercados".

Es muy llamativo además que el propio Greenspan critique a la Reserva Federal y a su presidente Jerome Powell por las turbulencias en el mercado el pasado mes de octubre, afirmando que la Fed está "fuera de control" y que Powell parece disfrutar en subir las tasas. Para Greenspan, la Reserva Federal es un problema mucho mayor que China.

Al parecer Powell no tuvo en cuenta estas advertencias o críticas de Greenspan y ayer la Reserva Federal resolvió aumentar la tasa de interés en un cuarto punto porcentual, siendo ésta el cuarto aumento a lo largo del 2018, quedando ahora dentro de un rango entre 2.25% y 2.50%.

Trump, teme que esta supuesta recuperación de los Estados Unidos se enlentezca a raíz del efecto de las tasas en la economía. Esta es una carta por la que Trump se estaría jugando lo que le queda de espacio político cuando se le va estrechando el cerco judicial, con posibilidades de que en el 2019 enfrente finalmente alguna acusación formal por parte de la justicia.

 Volviendo a lo que Greenspan señalara sobre la naturaleza humana, esto es muy inquietante porque comienza a parecerse a una negación de la realidad. Y en materia bursátil, es ciertamente un sentimiento peligroso. Tras conocerse la resolución de la Reserva Federal el índice Dow Jones cerró a la baja con una caída de 380 puntos al igual que el S&P que cayó un 1.5% tras mostrar importantes caídas a lo largo de la jornada del miércoles.

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