Cumbre "progresista" en Montevideo
La cumbre en Montevideo de los partidos "progresistas" que están en el gobierno en la región, busca afianzar la idea de que "el futuro de cada uno depende mucho del nivel de integración", dijo el brasileño Marco Aurelio García. Sobre los problemas con el arroz, adelantó que se van a resolver porque hay una determinación muy clara de su país para comprar ese producto en Uruguay. Además, afirmó que es "muy difícil" que apoyen a Pascal Lamy en la carrera hacia la dirección de la OMC.
(Emitido a las 7.36)
EMILIANO COTELO:
En el día de ayer comenzó aquí en Montevideo la cumbre de los partidos de gobiernos progresistas que procura analizar la coyuntura política del Cono Sur. Se trata de un encuentro que reúne a los principales dirigentes de los partidos de gobierno de Argentina, Brasil, Chile y Uruguay.
Algunos de los participantes son, por la República Argentina, la senadora y primera dama Cristina Fernández de Kirchner, el jefe de gabinete de ministros Alberto Fernández, el ministro de Trabajo Carlos Tomada. Por Chile, están presentes la ex ministra de Defensa y candidata a la Presidencia, Michelle Bachellet, y los senadores Ricardo Ominami y Ricardo Núñez. Por Brasil participa el ministro jefe de la Casa Civil del gobierno federal José Dirzeu de Olivera y el asesor especial de política externa del gobierno de Lula, Marco Aurelio García, con quien vamos a dialogar.
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Doctor García, ¿podemos explicar a los oyentes cuál es el objetivo de estas reuniones?
MARCO AURELIO GARCÍA:
El objetivo es hacer un intercambio de opiniones entre cuatro partidos que están en el gobierno en sus países y que están enfrentando tareas comunes, aunque, por supuesto, con temporalidades distintas. Y a la vez examinar cómo podemos perfeccionar la integración de nuestros países hacia el futuro.
EC - Yo mencionaba recién los países que están representados aquí; no está Paraguay, pero casi podría pensarse que es el Mercosur ampliado.
MAG - Sí, más o menos.
EC - ¿Cuál es la diferencia entre la institucionalidad del Mercosur y este otro ámbito, más político-partidario?
MAG - Eso es. Es un ámbito político-partidario y el Mercosur es sobre todo una articulación de Estados, que está por supuesto abierta a todas las fuerzas políticas. Pero ahí tratamos de reunirnos los que teníamos una afinidad política mayor, en una coyuntura muy particular en la región con un número importante e incluso creciente de gobiernos de izquierda o de centroizquierda.
EC - ¿Cómo define esa identidad política o esa afinidad política? ¿Así nomás, como izquierda? ¿Qué más se puede decir?
MAG - Es una afinidad que viene en gran parte de la necesidad que tenemos de enfrentar los grandes problemas de cambios económicos en nuestros países, de una preocupación muy fuerte por integración social, de una preocupación acentuada por profundizar la democracia, pero sobre todo una idea clara que creo que está presente en todos nuestros gobiernos, de que el futuro de cada uno de nuestros países depende mucho del nivel de integración que tengamos.
EC - Algunas versiones de prensa esta mañana dicen que lo que se busca es consolidar un "teléfono rojo progresista". Por ejemplo, ese es el título del diario La República. Alude a que haya un intercambio muy fluido, incluso la posibilidad de resolver determinados problemas, determinadas crisis que se susciten, a partir de esas afinidades que usted señalaba que existen.
MAG - Eso ayuda mucho, pero yo diría que la metáfora del teléfono rojo puede aplicarse ya, para el estado actual de las relaciones. Los presidentes Lagos, Kirchner, Tabaré y Lula se hablan a menudo, se visitan, conversan y muchas veces cuando eso no ocurre lo hacen sus ministros o sus asesores. Es más bien tratar de acercarnos en el ámbito más propiamente político, anticipar algunas problemáticas, discutirlas, cosa que no siempre se hace a través de la actividad diplomática convencional.
EC - ¿Por ejemplo? ¿Podemos conocer algunos de los asuntos que han estado tratando o piensan tratar hoy?
MAG - Empezamos ayer, simplemente tuvimos el placer de estar con el presidente Tabaré Vázquez y después escuchamos un informe sobre la situación del nuevo gobierno uruguayo. Hoy en la mañana cada uno de los países va a exponer su situación y después vamos a discutir concretamente cómo llevar adelante los problemas de integración de la región. Hay algunos proyectos ya claros de integración en materia económica, social, política, la construcción de un Mercosur político. Por otra parte, cómo podemos compatibilizar los avances en el Mercosur y aquellos en la Comunidad Sudamericana de Naciones. En fin, eso puede dar una pauta. Pero me imagino que va a tener una gran importancia que podamos discutir las percepciones que cada una de las fuerzas políticas tiene de las dificultades y las perspectivas que se abren en cada uno de los países y para la integración de una manera general.
EC - En particular el caso uruguayo, donde el gobierno acaba de instalarse, ¿cómo puede beneficiarse de estos intercambios? Es el gobierno más nuevo de estos que usted está mencionando, con esta afinidad ideológica.
MAG - Tengo entendido que el presidente Tabaré estuvo en Brasil, yo vine no sólo el 1 de marzo sino que vine una semana después para ayudar en la preparación del viaje. Cuando los dos presidentes se encontraron en Brasilia discutieron muchas cuestiones vinculadas a temas energéticos, comerciales, temas de política agrícola industrial común, y tengo entendido que el nuevo gobierno uruguayo también lo hizo con los gobiernos de Argentina y Chile. En esas cuestiones siempre hay una cuestión práctica concreta que queda en manos de los ministerios, de los gobiernos en general. Pero hay también cuestiones de naturaleza política, es decir podemos aprender mucho de lo que los demás países están haciendo y creo que tenemos algunas experiencias que será importante que conozcan nuestros amigos de Argentina, Chile y Uruguay.
EC - Por ejemplo en cuanto al Plan de Emergencia que se está implementando en nuestro país, tanto Brasil como Argentina, con distintos modelos, y Chile asimismo, han intentado ese tipo de soluciones.
MAG - Sí, escuché con mucho interés ayer la exposición sobre el Plan de Emergencia y sobre todo cómo el mismo se vincula a las tareas más generales de la reconstrucción económica y social de Uruguay. Yo diría que muchas de las cuestiones desde luego con una escala distinta son las que nosotros estamos enfrentando en Brasil también.
EC - Ya que tomamos el caso del Plan de Emergencia, usted y la delegación brasileña escucharon ayer lo que expusieron los gobernantes uruguayos que participan en este intercambio. ¿Qué pueden aportar además de escuchar? ¿Qué piensa aportar la delegación brasileña en estas cuestiones?
MAG - En el caso del Plan de Emergencia específicamente creo que lo único que podemos hacer es exponer nuestra experiencia y ver cómo podemos integrar la actividad social entre los dos países. Tengo entendido que vamos a realizar reuniones comunes de ministros del área social en Brasilia muy próximamente. Esa sería una ocasión para discutir cómo esas políticas se hacen en forma más integrada. Pero yo diría que el ámbito donde quizás la integración vaya a producirse más sea en materia económica, en materia de infraestructura, temas energéticos. Por ejemplo hay una gran preocupación por encontrar soluciones energéticas para todos los países de la región.
EC - Sí, exacto, Uruguay depende mucho de Argentina y Brasil en ese sentido. Entonces más allá de lo que han sido los contactos a nivel de gobiernos, de este intercambio aquí en Montevideo entre dirigentes partidarios, ¿qué se puede obtener?
MAG - Esos encuentros partidarios ayudan mucho, las afinidades partidarias ayudan mucho a la solución de los problemas prácticos que se presentan. Le doy un ejemplo: recuerdo que cuando estuve aquí el 8 de marzo para la preparación del viaje del presidente Tabaré, reunido con las autoridades uruguayas, vino con nosotros un técnico del Ministerio de Energía de Brasil. Nosotros, más allá de empezar una discusión sobre los problemas energéticos en ese momento teníamos un problema en común, que la sequía estaba perjudicando los recursos energéticos en Uruguay y en la parte sur de Brasil, comenzamos inmediatamente a buscar soluciones de corto, mediano y largo plazo para que pudiera producirse una integración más fuerte entre Brasil y Uruguay en materia energética. Creo que eso tuvo mucha utilidad.
Ahí hubo una decisión política del gobierno de Brasil, más allá de las dificultades que teníamos, que eran tan grande o quizás más grandes que las que tenían ustedes por la sequía. Nosotros íbamos a continuar el suministro de energía. Me imagino que sin una decisión política eso no hubiera ocurrido; y a la vez empezamos a discutir cuestiones de integración, trasmitir la experiencia que teníamos del desabastecimiento que ocurrió en Brasil hace dos años y cómo fue enfrentado por las autoridades. Lo otro es dar un énfasis muy grande a las perspectivas futuras de integración energética, cómo será la línea de trasmisión que se pretende establecer entre el sur de Brasil y Uruguay.
EC - Apenas llegó a Montevideo le deben haber planteado la preocupación por este bloqueo que se está dando en la frontera con Brasil del ingreso de arroz uruguayo.
MAG - Sí.
EC - Ahí tenemos un buen ejemplo donde a pesar de las afinidades ideológicas entre los gobiernos de todos modos se plantean inconvenientes al intercambio comercial.
MAG - Sí, pero que quede claro, no es el gobierno brasileño que está bloqueando el ingreso del arroz, son movimientos de la sociedad. Eso ocurre a menudo. Yo diría que lo mismo que ese movimiento trata de bloquear el ingreso de arroz uruguayo a Brasil, en otras ocasiones tuvimos dificultades con nuestros productos industriales en otras partes de la región. ¿Cómo se resuelve eso? Hay una disposición clarísima del gobierno brasileño a importar arroz uruguayo. Usted conoce los números, Brasil es un gran importador de arroz uruguayo y lo va a continuar siendo, el presidente Lula en ese sentido fue muy enfático con el presidente uruguayo. Incluso en la conversación con Condoleezza Rice en Brasilia, planteó nuestra discusión de integración aparecía en ese caso del arroz, y dijo "bueno, sabemos que podemos importar de otras partes del mundo, de Estados Unidos, de Tailandia, arroz subsidiado a un precio más bajo, sin embargo por cuestiones de integración, para dar contenido a la integración, estamos dispuestos a importar el arroz de Uruguay".
El problema que surgió ahí es un problema que hay que resolver en base a negociación, sin violencia, con los productores brasileños, y va a resolverse, no hay duda sobre eso. Es un caso muy concreto de cómo la política puede intervenir en forma muy positiva en el proceso de integración.
EC - Un último tema: hablando de integración justamente, ¿Brasil ya ha resuelto a quién va a apoyar para la dirección de la Organización Mundial del Comercio (OMC)?
MAG - No, es una cosa que está siendo conducida por el Ministerio de Relaciones Exteriores. En Brasil no hay dualidad en cuestiones comerciales y cuestiones de política interna.
EC - Porque recordemos que Uruguay tiene su nombre en esa carrera, que es el embajador Carlos Pérez del Castillo; Brasil, a la luz de diferencias, entre otras cosas con Pérez del Castillo, había impulsado su propio nombre, Luiz Felipe Seixas Correa, pero ese nombre quedó por el camino en la medida que no iba recogiendo suficiente apoyo, y ahora compiten Pérez del Castillo con Pascal Lamy de Francia y el canciller de las Islas Mauricio. ¿Brasil puede terminar apoyando al nombre que viene de la región, del Mercosur en este caso?
MAG - Hay dos criterios que seguramente van a estar presentes en la decisión brasileña pero como le dije, es una decisión que va a tomar el ministerio; por supuesto, va a consultar al presidente, un criterio regional y por otra parte un criterio del G 20, porque la articulación fundamental que existe en el interior de la OMC es la articulación del G 20, entonces me imagino que hay que estudiar cuál será la posición incluso de Uruguay.
EC - Uruguay se incorporó al G 20.
MAG - Por eso digo, para alegría nuestra Uruguay se incorporó al G 20; pero ahí están también otros países como China, India; entonces creo que ese será el criterio. Es una decisión que hay que tomar con una cierta rapidez porque entiendo que muy pronto habrá una nueva rueda de negociaciones y van a quedar solamente dos países.
EC - En definitiva ustedes están entre Pérez Castillo y el canciller de Islas Mauricio, no piensan en la posibilidad de Pascal Lamy.
MAG - Creo que es muy difícil que apoyemos a Lamy.
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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Mauricio Erramuspe