El embajador Álvaro Portillo explicó que se puede llegar a tener una "guía planetaria" de la emigración.

"Departamento 20" busca incrementar el contacto con la diáspora

"Departamento 20" busca incrementar el contacto con la diáspora

El gobierno pretende intensificar el contacto con los 600.000 uruguayos que viven en el exterior, a través del denominado "Departamento 20". Para esto impulsa un registro, la formación de consejos consultivos y un portal en Internet que facilite el intercambio. El embajador Álvaro Portillo explicó que se puede llegar a tener una "guía planetaria" de la emigración.

(Emitido a las 09.00)

EMILIANO COTELO:
Unos 600.000 uruguayos viven en el exterior. Estamos hablando de agregar a nuestra población un 20 por ciento más, la quinta parte de la que vive adentro del país.

Una realidad a la que este gobierno ha decidido prestar especial atención, creando incluso una repartición a esos efectos en la Cancillería. Se trata del "Departamento número 20", con cuyo encargado, el embajador Álvaro Portillo, vamos a hablar en los próximos minutos aquí En Perspectiva.

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Embajador Portillo, ¿qué es esto del Departamento 20? Por el nombre parece una sección de un servicio de inteligencia.

ÁLVARO PORTILLO:
Sí, realmente. El nombre preciso de la dependencia que se está creando es Dirección de Asuntos Consulares y Vinculación con los Uruguayos en el Exterior, obviamente un nombre muy expresivo de lo que se trata pero muy difícil de decir rápido. Departamento 20 alude a que sería el departamento o el municipio número 20 de la República Oriental del Uruguay.

EC - Según ustedes han dicho, lo que se busca principalmente es el ejercicio de la ciudadanía en un territorio ampliado.

AP - Exactamente.

EC - ¿Podemos desarrollar un poco esa idea?

AP - Cómo no. No se trata de una operación retorno, el retorno será muy bienvenido cuando sea elegido por los ciudadanos uruguayos que deseen regresar pero somos todos muy conscientes de que el Uruguay de hoy no permitiría una llegada masiva en semanas o meses de estos 460.000 uruguayos más sus hijos, 600.000, a un país que todavía vive la circunstancia que todos conocemos.

EC - Además muchos de ellos seguramente ya no tienen la opción de regresar, ya se han consolidado en sus lugares de residencia.

AP - Exactamente. Entonces, esta política de Estado que está dando comienzo se trata de construir un vínculo mucho más intenso y complejo con esta parte de la colectividad uruguaya, que pasa por ejes económicos, comerciales, culturales, prácticos, turísticos, de servicios, tratando de fortalecer, o más bien construir, un vínculo a nivel sociedad –el vínculo familiar nunca se perdió obviamente–, que prácticamente no había estado presente en administraciones anteriores.

EC - Sobre eso voy a preguntarle en un momento, pero sin entrar en todos los detalles del tipo de relacionamiento que ustedes van a emprender con los uruguayos que viven en el exterior, quiero hacerle una última pregunta en esta parte de introducción. De este tema se ha hablado mucho en estas semanas, incluso en la campaña electoral. Después de la asunción del gobierno, se ha debatido a propósito del voto consultar, de la posibilidad de que nuestros compatriotas afuera puedan votar. ¿Cómo forma parte del paquete de prioridades este punto?

AP - Son dos cosas distintas. Primero, el Poder Ejecutivo ha enviado al Parlamento un proyecto de ley que no es precisamente de voto consultar, es de voto epistolar, que está en proceso de consideración. Lo que ahora estamos construyendo, desarrollando, en principio es autónomo de esta iniciativa que aún no ha tenido sanción. Cuando la tenga, veremos con qué características el Poder Legislativo habrá habilitado el ejercicio del voto fuera del territorio nacional. Lo que ahora estamos iniciando está autónomo, relativamente al margen de esa iniciativa, que es lo que entiendo en mi personal modo de ver como el reconocimiento, como corresponde, de los derechos políticos de los uruguayos fuera del territorio haciendo posible que se pronuncien electoralmente. Pero es algo que el país debe considerar y aprobar a través del Poder Legislativo.

Esto lo estamos iniciando ya y tiene que ver esencialmente con este nuevo vínculo que de alguna manera se expresa en un ejercicio de la ciudadanía más allá del territorio nacional, asumiendo que el concepto de nación, de uruguayo, hoy se expande fuera de los límites del territorio nacional, y entendemos que eso no significa la inhabilitación, la desaparición del carácter de nacionalidad sino que permite perfectamente su reafirmación obviamente a través de modalidades distintas de las que existen naturalmente al interior del territorio nacional.

EC - Usted el jueves pasado expuso junto al canciller Reinaldo Gargano en la Comisión de Constitución y Códigos de la Cámara de Diputados, y de esa presentación salió un número que nos quedó marcado a todos cuando lo leímos o escuchamos: los uruguayos en el exterior son 600.000. Pero esa es la síntesis, el número más fuerte, usted manejó una serie de datos y cuadros. ¿Cómo se llegó a esa cifra?

AP - A esa cifra se llega por varios lados. En primer término, nuestro país ha tenido censos; en los lapsos intercensales los demógrafos, y concretamente el Instituto Nacional de Estadística (INE), aplica un coeficiente que permite obtener lo que se denomina el saldo migratorio. Tenemos saldos migratorios a lo largo de los distintos lapsos censales más el último saldo migratorio conocido, que fue el que se aplicó entre el censo de 1996 y la primera fase del censo 2006 que se desarrolló el año pasado. Estos saldos migratorios incluyen el cálculo de la población sobreviviente. Es decir, aplicando tasas de mortandad y natalidad, esperanza de vida, en fin, una cantidad de factores, se llega a un saldo migratorio neto, es decir los uruguayos que efectivamente hoy no están al interior del territorio nacional.

Esa metodología, que esencialmente y en lo fundamental se basa en los trabajos del INE que han sido muy serios y muy consistentes y a los que se han sumado otros más específicos como los realizados por la Unidad Multidisciplinaria de la Facultad de Ciencias Sociales, a cargo de la profesora Adela Pelegrino, ha permitido desagregar más específicamente esa información. De esa información llegamos a los grandes números que son: 460.000 uruguayos emigrados, y es factible, se infiere con bastante consistencia, que incorporando sus hijos se llega a los 600.000 uruguayos que hoy están distribuidos por el planeta Tierra, fuera de Uruguay.

EC - Dos o tres preguntas más sobre grandes números. ¿Estamos hablando de una emigración que se ha ido a radicar básicamente dónde?

AP - Nosotros manejamos tres categorías de lugares: lugares con colectividades superiores a los 20.000 integrantes, un rango de entre 5.000 y 20.000 y un rango menor de 5.000. En términos generales, aproximativos, en el rango superior destaca Argentina, donde estimamos de acuerdo al censo argentino de 2001 y otras informaciones que hay aproximadamente 130.000 uruguayos, de los cuales el 70 por ciento está concentrado en Buenos Aires y su área metropolitana. Le siguen en número España, Estados Unidos y Brasil. En Brasil estamos en el orden de los 40.000 uruguayos, en España en el orden de los 60.000 y en Estados Unidos, según datos de las oficinas del censo de ese país hay aproximadamente 70.000 uruguayos. Ese es el conjunto de países que concentra la mayor cantidad unitaria de uruguayos.

EC - ¿Y la segunda categoría, la de colonias de entre 5.000 y 20.000 uruguayos?

AP - Ahí están Canadá, concentrados básicamente en Toronto y Montreal; Australia e Israel. Y siguen, ya en la última categoría, países latinoamericanos como Venezuela y México y en general la dispersión que se da en los países del resto de Europa y el resto de América Latina. Para tirar alguna cifra, en Suecia hay más de 1.000 uruguayos, una cantidad similar hay en Francia, en América Central también, pero ya con una dispersión más importante. En términos generales la distribución de la población uruguaya tiene esas características.

EC - Ustedes también han presentado cortes según sexo, parecería que tenemos una mayor presencia de hombres que de mujeres.

AP - Exactamente. A lo largo de los distintos flujos emigratorios que se han producido hubo –es una constante además en todos los procesos migratorios de la historia de la humanidad– una mayor presencia de hombres, con corte etario que claramente se concentra más del 60 por ciento entre los 18 y los 40 años. Hay una pequeña excepción a esto en el último gran flujo emigratorio, el que se produjo entre 1996 y 2000, que básicamente tuvo que ver con la crisis de 2002, en donde por primera vez empezamos a observar una mayoría de mujeres.

EC - ¿Y en cuanto al nivel educativo cuáles son las conclusiones?

AP - En todos los flujos que observamos en los distintos momentos es superior el promedio del nivel educativo de los que se van que su equivalente en edad de los que quedan acá, incluso superior al promedio general de la sociedad uruguaya. Con una gran presencia de uruguayos con secundaria completa y sobre todo con una presencia fortísima de uruguayos con educación terciaria y fundamentalmente profesionales universitarios. Por ejemplo, en el último flujo emigratorio entre 1996 y 2000 el 100 por ciento de los que emigraron a Brasil, Venezuela y México fueron profesionales universitarios. El promedio de profesionales universitarios que fueron a Estados Unidos más o menos duplica el porcentaje de profesionales universitarios que existe en la sociedad uruguaya. En ese sentido es realmente una sangría importante de gente formada.

EC - Esa información, con esos perfiles que usted ha ido mencionando sintéticamente, ¿qué utilidad tiene a los efectos del trabajo del departamento que usted encabeza y de la vinculación que se va a tratar de establecer de ahora en adelante con lo que ustedes llaman la "patria peregrina"?

AP - Estas informaciones que son muy buenas, muy reveladoras pero creo que aún insuficientes y que se irán completando a lo largo del tiempo, nos permiten concebir un universo que es en sí mismo muy heterogéneo. Las distintas colectividades uruguayas no son iguales, tienen distintas características, en la mayoría de los casos muy marcadas por las condiciones de vida en cada uno de los lugares, que son realmente diferentes. Por lo tanto, sería un gran error tratar a todos los uruguayos en el exterior como una única categoría, como un único conjunto de intereses, los intereses son muy variados. Con el conocimiento de esa realidad nos planteamos una serie de estructuras de vinculación que estaremos echando a andar pronto, en los próximos días, y un abanico amplísimo, un verdadero menú de ofertas de servicio y de alternativas que estamos construyendo con distintas otras entidades del Estado en general para que cada quien de acuerdo a las distintas características del lugar donde le ha tocado vivir tome o no de acuerdo a su interés, a la utilidad concreta que le proporcionen.

EC - Justamente, este Departamento 20 o, más formalmente, la Dirección General de Atención a los Residentes en el Exterior y el Servicio Consular, ¿qué novedades implica con respecto a lo que se venía haciendo hasta ahora?

Acá tengo un mensaje que llega desde la audiencia que destaca que en el año 2003 se inició un programa de vinculación con uruguayos en el exterior, "así que lo que está haciendo el nuevo gobierno en realidad es continuar con eso, no hay nada nuevo. Es más –tiene filo el comentario–, solamente se está haciendo una política de Estado pero para traer gente a votar".

AP - Es una opinión muy respetable, lamento estar en desacuerdo con el señor que opina esto. Primero, el programa de vinculación que precede al inicio de este programa en el cual estamos nosotros ahora, era una iniciativa puntual del Fondo de Población de Naciones Unidas, la Cancillería y la Universidad de la República, que en lo sustancial empezó como un programa de detección de uruguayos altamente calificados, generando un registro vía Internet y desde el cual se elabora una información periódica, a quienes están registrados se les comunica determinadas informaciones de utilidad y eventualmente se alimenta cierta interrelación entre los distintos integrantes del registro. Estamos hablando de un registro del orden de 4.000 uruguayos en un universo de 460.000.

Fue un programa muy útil que lamentablemente –que es lo que tal vez este estimado oyente no conozca– tuvo muy poco apoyo del Ministerio de Relaciones Exteriores, en realidad sólo gozó del apoyo de la Dirección de Cooperación, pero importantes organismos que este programa preveía que se conformaran no alcanzaron a conformarse, no pudieron funcionar y en general el conjunto de sus iniciativas no pasaron de ser registradas por las autoridades en un momento. La Universidad de la República a través de sus técnicos trabajó muy bien, el Fondo de Población aportó excelentes técnicos, como la socióloga Mariana González que estuvo a cargo de esto, y realmente para nosotros fue un invalorable antecedente del cual nos estamos nutriendo. Hemos seguido la conversación con el Fondo de Población y estamos aprobando un nuevo proyecto mucho más ambicioso que tiene como antecedente a este proyecto, que esperamos que tenga impactos mucho más expansivos y amplios que los que tuvo en ese momento ese programa de vinculación.

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EC - Veamos ahora lo que ustedes están programando para intensificar esa vinculación entre nuestro país y los uruguayos que viven fuera de fronteras. Yo sé que usted tiene el listado correspondiente, pero capaz que podemos entrar por el lado de otra pregunta de la audiencia. Pablo, de Pinamar, consulta: "¿Se puede hacer algo para que las remesas enviadas por los uruguayos que viven fuera del país cuesten más barato? Mandar dinero desde el exterior es carísimo y por lo tanto hay un porcentaje alto que se quedan las empresas que intermedian".

AP - Sí, se está haciendo, estamos trabajando intensamente con el Banco de la República para generar algún sistema de envío de remesas que baje significativamente los costos que ahora las pocas empresas trasnacionales que lo hacen aplican.

EC - Estamos hablando de porcentajes de cobro por el servicio del orden del 5 al 7 por ciento.

AP - Y a veces más, sobre todo en cantidades relativamente pequeñas, como son la gran mayoría de las remesas. Estamos hablando de 250 a 300 dólares mensuales, que se sienten sobre manera.

EC - Otra pregunta, de Gabriel, del Centro: los hijos de uruguayos nacidos en el exterior, ¿tienen la nacionalidad uruguaya?

AP - Por supuesto que sí, lo dice claramente nuestra Constitución, lo único que tienen que registrarse en el Registro Civil de Uruguay, algo que se puede hacer en cualquier oficina del Servicio Exterior.

EC - ¿Se va a implementar algún programa que facilite esas gestiones, o que las incentive?

AP - Exactamente. Tenemos un problema en varias colectividades –quizás habría que destacar en ese sentido a la que está en Argentina–, donde hay serios problemas identificatorios porque a buena parte de esa colectividad le ha tocado vivir, sobre todo en los últimos tiempos, situaciones muy difíciles desde el punto de vista económico. Entonces son uruguayos de los cuales muchos, según nos informan, carecen de cédula de identidad, al no tener cédula de identidad no pueden tramitar los documentos argentinos, y así sucesivamente en una cadena de ausencia de papeles que termina incrementando su situación de marginación y exclusión. Entonces pensamos y ya hemos adelantado algo con el Ministerio del Interior, trabajar en la identificación civil de este tipo de uruguayos de las colectividades que han tenido dificultades de identificación.

Con respecto a la pregunta del oyente, el tema es mucho más sencillo y más normal, si se puede decir así: simplemente con que los padres uruguayos registren a los hijos en las oficinas consulares automáticamente quedan incorporados al Registro del Estado Civil uruguayo.

EC - Usted anunció en la comisión de Diputados que se va a crear el Registro de Nacionalidad y Ciudadanía. ¿Qué es exactamente y qué tiene que ver con lo que veníamos hablando?

AP - Yo le decía al principio que el comienzo de esta política es el trazado de aquellos factores o elementos estructurales que hagan posible la construcción de este vínculo con los uruguayos en el extranjero. Eso tiene tres factores o tres elementos. Uno primero es el registro de nacionalidad y ciudadanía, que es un registro que existe desde 1917, que está rodeado de determinadas formalidades y que se efectúa personalmente en cualquier oficina del servicio consultar existente en cualquier parte del mundo. Vamos a convocar a que el conjunto de los uruguayos concurran a las oficinas consulares a inscribirse porque nos parece una medida muy importante para saber con precisión quién es quién y dónde está y a su vez desde ese registro empezar a habilitar una cantidad de servicios, una cantidad de facilidades que van a ser de suma utilidad para las personas.

En segundo término, el otro sector que pensamos que va a hacer posible la construcción de estos escenarios, son los consejos consultivos.

EC - ¿Qué serán los consejos consultivos?

AP - En todos los lugares, que son básicamente ciudades, donde haya importantes colectivos de uruguayos y alguna representación del Servicio Exterior se va a promover su instalación. Son organizaciones de la sociedad civil, absolutamente separadas del Estado, para las cuales propondremos un conjunto de bases normativas que entendemos que es lo mínimo que deben cubrir estos consejos consultivos, de las cuales lo primero que habría que destacar es la más absoluta amplitud e incorporación de la totalidad de los uruguayos en estas modalidades de encuentro y reunión. Con ellos se trata de constituir una organización de la sociedad civil de los connacionales en el exterior para dialogar con el Estado uruguayo expresado a través de las oficinas consulares donde sea que estén, intercambiar información, propuestas, analizar problemas conjuntos e incluso estos consejos consultivos como organizaciones de la sociedad civil promover iniciativas que a lo mejor no tendrán que ver directamente con el Estado uruguayo pero que sean de interés para esa colectividad en el lugar donde está.

EC - Usted dijo en comisión: "no estamos inventando nada" en general a propósito de esto de la vinculación con los compatriotas que viven fuera de fronteras, porque es una experiencia que han hecho ya varios países. En esto último que está citando, los consejos consultivos, ¿qué ejemplo están tomando como base?

AP - No me gustaría el concepto de ejemplo, estamos tomando en consideración como experiencias muy enriquecedoras similares por ejemplo la del Estado español con los comités de residentes en el exterior, los CRE. Es una ley de 1985 que desarrolla iniciativas anteriores del Estado español y que tiene un formato parecido al de los consejos consultivos. Y por otra parte el Estado italiano tiene los comités, que han tenido múltiples regulaciones, la última creo que es del año 2003 o del año 2004, que es la modalidad de organización de los italianos en el exterior.

En general estos dos niveles de organización, de los italianos y los españoles, tienen una diferencia con lo que nosotros estamos iniciando porque están muy estructurados con el tema del voto y con las transferencias de recursos por parte de los Estados a sus colectividades. En la situación actual con el tema del voto no sabemos, es un gran signo de interrogación lo que vaya a ocurrir, entonces no podemos estar armando nada en función de eso.

EC - Usted hablaba de tres grandes capítulos en las líneas de acción que se piensan impulsar desde el Departamento 20 y yo lo interrumpí, habló del primero, que era la creación del Registro de Nacionalidad y Ciudadanía, del segundo que era la formación de estos consejos consultivos en cada uno de los países; ¿y el tercero?

AP - El tercero sería el portal en Internet del Departamento 20. A través de este portal vamos a colgar todos los sitios web que tienen que ver con Uruguay, que son de interés para su consulta, vamos a colgar el registro mismo de uruguayos, incorporando a aquellos que permitan que sus datos sean hechos públicos en una suerte de guía telefónica planetaria, y sobre todo vamos a tener la oportunidad de tener un permanente flujo de información, de comunicación y análisis del Estado uruguayo con el conjunto de la colectividad, recibiendo bidireccionalmente opiniones y puntos de vista. Pretendemos que los distintos consejos consultivos que se vayan constituyendo tengan su dirección electrónica y sean también voces que se expresan en este portal. Y sobre todo nos interesa sobremanera alentar el diálogo transversal de consejos consultivos de distintas partes del mundo entre sí tratando de que los de Sydney hablen con los de Barcelona, los de Barcelona con los de Buenos Aires o los de Miami con los de Israel, porque Internet permite eso y puede ser extraordinariamente rico y fecundo este diálogo entre uruguayos de adentro y de afuera y de afuera con los de afuera. Es decir que una herramienta como este portal estaría constituyéndose en el tercer factor estructurante de este nuevo vínculo.

EC - En cuanto a los servicios a prestar a los uruguayos residentes en el exterior, hay una gama muy amplia de alternativas, no nos va a dar el tiempo para ingresar en todas ellas, pero mire este mensaje que nos llega de Víctor, de aquí de Montevideo, que dice: "Yo estoy jubilado en Venezuela y no tengo cómo cobrar la jubilación en otro país. La liquidación llega al BPS, pero hace años que estoy esperando cobrar y no puedo".

AP - Es un problema que no ocurre sólo con Venezuela sino con varios países y que se está encarando a través de procesos de negociación, como es la posibilidad de que la persona que trabajó en otro lado pueda cobrar desde Uruguay su jubilación. En esto ha habido respuestas diferentes y habrá que echar a andar una negociación con cada país en particular. Por ejemplo, Australia ha restringido el cobro de la jubilación fuera de su territorio después de tres meses a no más de la mitad de la misma, de manera que el extranjero que trabajó en Australia y decide volver a su país de origen después de los tres meses sólo puede cobrar la mitad de su jubilación. Parece que esto puede ser un poquito injusto, entonces habrá que iniciar un proceso de negociaciones en ese sentido. En otros países hay ya convenios bastante avanzados, como es el caso de Argentina, pero es un problema que encararse junto con el Ministerio de Trabajo, el Banco de Previsión Social, un proceso de negociación país por país frente a cada caso.

EC - Entre otras cosas usted habló de promocionar los contactos que los uruguayos que viven en el exterior puedan tener a efectos de que se conviertan en impulsores y hasta vendedores de bienes y servicios exportables, o agentes captadores de inversiones, o agentes captadores de fondos para ONG que desarrollan actividad social en nuestro país. ¿De qué manera?

AP - Eso ya está, eso existe, quiero señalar que la capacidad de iniciativa y la solidaridad de los uruguayos van más allá de lo que cualquier gobierno haga o deje de hacer.

EC - Sí, aquí por ejemplo en nuestro sitio web Espectador.com, hay un subportal llamado Uruguayos para el mundo que apunta justamente a eso. ¿Desde la Cancillería qué es lo que se agrega?

AP - Lo que pretendemos es promover, desarrollar, expandir y apoyar eso que ya existe. Tanto en el plano de lo comercial como recientemente ocurrió con este grupo de uruguayos canadienses que vinieron de Toronto, que tienen su cámara empresarial. Entonces se trata de facilitar por todas las vías sus procesos de negociación y de compra y venta de productos, como también en el plano de la cooperación tratar de facilitar los engorrosos y complicados procesos de envío de las distintas expresiones de la cooperación.

EC - Sí, tengo varios mensajes de oyentes quejándose por trabas en la Aduana para el ingreso de donaciones, y donaciones muchas veces importantes en infraestructura, en equipos.

AP - Precisamente la semana pasada tuvimos una muy buena reunión de trabajo con el director nacional de Aduanas, el capitán Salvo, en la que le planteábamos esa inquietud. La conclusión que obtuvimos de esta primera reunión es que esencialmente lo que hay es un problema de mala información, en general hay un conjunto de requisitos –como no puede ser de otra forma, es un problema muy delicado que requiere garantías de todo tipo– y lo que ocurre es que en general hay mala información, entonces no se cumplen bien los requisitos y esto hace que luego aparezcan las demoras y las dificultades. Lo que le hemos pedido al capitán Salvo y se ha comprometido muy gentilmente es que nos envíe una cartilla que sistematiza todas las normas vigentes, tanto para la cooperación como para el ingreso de los enseres personales de los uruguayos que retornan, que es el otro lugar donde ha habido algunos problemas, de manera que haya absoluta claridad en esto. Con esta cartilla pensamos, primero a través de los servicios consulares y luego a través del portal una vez que esté instalado, divulgar masiva e insistentemente esta información para que cada quien sepa el conjunto de pasos que tiene que hacer y que se apegue lo más puntillosamente a ello para evitar inconvenientes de cualquier tipo. Y desde luego, siempre estaremos nosotros desde acá de Montevideo para ante cualquier dificultad más allá de esto que pudiera ocurrir intentar eliminarla o minimizarla.

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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Mauricio Erramuspe