Entrevistas

Castillo: "el rompecabezas está armado"

El director del Servicio Oncológico del Pereira Rossell, Luis Ney Castillo, afirmó que para él, "el rompecabezas" tras la ausencia del servicio de radioterapia durante la semana pasada, "está armado". "Las responsabilidades si existieron se sabe de dónde parten", afirmó. La cadena de comunicación entre los servicios del hospital "no se cumplió". "Me parece lamentable dirimir cuestiones políticas cuando lo que hay que decir es que hubo desinformación, asumir las responsabilidades y corregirlas", agregó.

(Emitido a las 8.38)

EMILIANO COTELO:
Ha sido el tema del día en estas horas, tanto ayer como hoy y esta condición queda reflejada hoy en los titulares de la prensa aquí en Montevideo. El diario El Observador, por ejemplo, usa como título principal: "Gobierno reconoce que no se asistió a niños con cáncer. Ayer, luego de una semana, se retomó el tratamiento de los pacientes"; el diario El País, por su lado, también coloca este tema como su asunto principal: "Hubo fallo en el Pereira. Vázquez aduce un complot"; Últimas noticias dice: "Niños con cáncer: jefa de Radioterapia del Pereira asume responsabilidad. Según allegados admite que durante una semana se suspendió el tratamiento". El único diario que no incluye el tema en su portada es el diario La República, que no lo coloca como tema central ni como título secundario; sí le dedica espacio en sus páginas interiores.

Quizás lo más nuevo de la información que circula en el día de hoy sea lo que tiene que ver con trascendidos a propósito de lo que habría comentado en el propio hospital la doctora Blanca Tasende, que es la nueva directora, la responsable del Servicio de Radioterapia, que fue designada para sustituir al doctor José Leborgne. De ello hablan tanto El País como Últimas Noticias; El País dice que "a pesar de que la ministra de Salud Pública María Julia Muñoz afirmó ayer que se garantizaron todos los tratamientos con radioterapia, allegados a la dirección del servicio del hospital confirmaron que durante toda la semana hubo niños que no fueron tratados con el acelerador lineal". Eso en particular lo decía ayer muy temprano el doctor Luis Ney Castillo, director del Servicio Oncológico del Pereira, con quien conversamos después de que hiciera declaraciones en ese sentido al diario Últimas Noticias.

Pero El País agrega hoy que según dijeron fuentes del Servicio de Radioterapia, "la doctora Tasende decidió suspender las aplicaciones porque el equipo no funcionaba bien y no había quién realizara el mantenimiento". Los informantes señalaron que Tasende afirmó a las propias autoridades del centro asistencial, en una reunión mantenida en la mañana de ayer, que asumía toda la responsabilidad de la decisión porque consideró que era menos riesgoso que los niños perdieran cuatro días de sesiones a que se los tratara con otro equipo. Argumentó que al tratarse de niños el aparato debe ser muy preciso porque con cualquier movimiento se corre el riesgo de que los irradie en otro sitio y no en la zona afectada. Las fuentes que consultó El País precisaron que la doctora Tasende admitió haber cometido un error de gestión al no comunicar la decisión a las autoridades del hospital pediátrico inmediatamente, porque desconocía que los trasladamos debían hacerse autorizados en forma exclusiva por la dirección. Estos elementos están siendo reconstruidos por los jerarcas del Ministerio de Salud Pública de cara a la comparecencia en el Parlamento que ha sido fijada para mañana miércoles.

Estamos hablando de trascendidos, la doctora Blanca Tasende no hace declaraciones. Hemos estado procurando en estos días tomar contacto con ella y hasta ahora no hemos tenido éxito. El diario El País obtiene éstos que habrían sido comentarios de la doctora a otros funcionarios y jerarcas del hospital formulados en el día de ayer. Comentarios en los que ella habría asumido toda la responsabilidad de la decisión e incluso habría admitido haber cometido un error de gestión.

Ayer la ministra de Salud Pública, María Julia Muñoz, había descartado cualquier responsabilidad de la doctora Tasende y en cambio había sido muy dura con el director del Servicio de Ontología Pediátrica, el doctor Ney Castillo, porque no había reclamado el tratamiento. "El doctor Castillo no trasmitió alarma", precisó en determinado momento en sus declaraciones de ayer la doctora Muñoz. "Tasende no hizo la coordinación porque no le fue solicitada", insistió.

Son elementos que circularon sobre el mediodía de ayer y que más tarde dieron pie a la respuesta del propio doctor Ney Castillo. Cuando en El Espectador difundíamos los comentarios hechos por la ministra en el Edificio Libertad en el programa La Brújula, recibimos la llamada del doctor Ney Castillo solicitando la palabra para hacer sus descargos en ese sentido. Insistía en que el hilo parecía seguir cortándose por el lado más fino, justo por quien había sido quien había dado a conocer la situación dentro del Pereira.

Vamos a conversar otra vez con el doctor Ney Castillo.

***

Doctor Castillo, ¿cómo terminó zanjándose este entredicho, si es que se zanjó? Usted ayer de tarde estaba muy molesto con las declaraciones de la ministra, que le cargaban la responsabilidad. ¿Qué pasó después, a partir de las 3, de las 4 de la tarde? ¿Llegó a tener en algún momento contacto con la propia doctora Muñoz?

LUIS NEY CASTILLO:
No, lamentablemente nadie del ministerio se comunicó conmigo. Creo que en este momento el rompecabezas está más que claro, yo mismo que tenía alguna duda en los hilos a esta altura creo que están muy claros, ya todo el rompecabezas está armado, ya las responsabilidades si existieron se sabe de dónde parten, y afortunadamente además los chicos, debido entre otras cosas a alarma que pusimos a las autoridades del hospital, ya volvieron a ser tratados.

EC - Usted dijo ayer: "Los directores del hospital Pereira Rossell se enteraron de la situación por mí, porque evidentemente la doctora Tasende no hizo ninguna comunicación a sus superiores. A ella era a quien le correspondía comunicarle a la estructura jerárquica del ministerio. Yo no soy responsable de áreas que no dirijo –usted remarcaba que sobre el Servicio de Radioterapia no tiene responsabilidad–, fue el único que anunció que las cosas no se estaban haciendo bien y resulta que ahora soy el culpable".

Ahora aparecen estos comentarios que la doctora Tasende habría hecho en el propio hospital. ¿Usted ha tenido comunicación con ella?

LNC - No, para nada. Le reitero: acá existe un sistema, como todos los establecimientos donde funcionan jerarquías y distintas estructuras o servicios, una fórmula muy sencilla, que es lógica, que no se necesita estudiar demasiado. Cuando se deriva un paciente a un servicio y no se cumple... Vamos a suponer para que se entienda claramente: si yo mando hacer un examen de sangre al laboratorio a un chico y la sangre que el laboratorio recoge es insuficiente, me llama y me dice: "Doctor, la sangre que yo saqué para hacer el estudio es insuficiente, necesito dos centímetros más". Si el aparato de laboratorio que procesa la sangre se rompe, me avisan: "No le podemos hacer el estudio porque el aparato se rompió". A su vez se avisa al sector que tiene que hacer el mantenimiento y a las autoridades del hospital que el aparato está roto y no puede hacer esos exámenes de sangre para que el hospital tome los recaudos que deba para que los estudios de sangre que son imprescindibles se hagan en otro lado.

Esto es exactamente igual, yo refiero pacientes que no están internados en el hospital, sino que están en sus casas, a hacer un tratamiento ambulatorio, que van a radioterapia y se van para su casa y si por alguna causa el servicio no se cumple, el Servicio de Radioterapia, como otros servicios del hospital, tiene la obligación de comunicarle al servicio que refirió que la indicación terapéutica que se hizo no se pudo cumplir –es entendible, a veces suceden causas por las cuales no se puede cumplir– y que se están tomando las medidas adecuadas para cumplir con la indicación lo antes posible y además comunicar a las autoridades de la jerarquía superior que esa indicación no se pudo cumplir, por qué causa y si es posible subsanar en otra dependencia estatal o si es posible esperar unos días.

Evidentemente toda esa cadena, que es lógica, es normal, de interrelación entre los servicios y comunicación con las autoridades, no se cumplió. Y no se cumplió no por el doctor Castillo que cuando se enteró por casualidad les comunicó inmediatamente a las autoridades del hospital, sino por el sector de Radioterapia no comunicó y dejó en blanco a las autoridades del hospital y a la propia ministra.

EC - Usted recién mencionaba que el servicio de radioterapia para estos niños que tenían que recibir atención la semana pasada se restableció ayer. Fue después del mediodía, ¿verdad?

LNC - A la una de la tarde.

EC - Y desde entonces ha continuado operando normalmente.

LNC - Sí, funciona normalmente, por suerte.

EC - ¿Qué curso tienen ahora los acontecimientos? Usted ha sido en estas horas muy cuestionado, entre otras cosas a partir de la suposición de que podía haber motivaciones políticas detrás de la denuncia que hizo, se ha recordado el hecho de que usted fue candidato suplente a la Intendencia de Montevideo en la lista del Partido Colorado que llevaba al doctor Pedro Bordaberry como principal postulante. ¿Cómo recibió esa parte de la polémica del día de ayer?

LNC - Con muchísimo desagrado porque eso es desconocer prácticamente 25 años de trayectoria como médico; he tenido la fortuna de que en el mismo momento de recibir ese golpe por la espalda cientos de pacientes y colegas me estuvieran llamando para solidarizarse conmigo, porque si he hecho un poco de política fue más bien simbólica y siempre fuera del hospital. Acá yo siempre tuve –y cuando entregué la dirección del hospital lo dije– la camiseta puesta de Salud Pública y del hospital y voy a seguir teniendo esa camiseta puesta, porque es la que llevo pegada a la piel. No le doy la derecha a nadie en pelear por los derechos y las reivindicaciones de los más pobres y los más desposeídos, esa bandera no se la doy a nadie porque la tengo. La puedo compartir, pero me parece lamentable dirimir cuestiones políticas cuando lo que hay que decir es que hubo desinformación, hubo falta de atención, asumir las responsabilidades y corregirlas.

EC - Otro de los elementos que se manejaron a raíz de su salida a los medios de comunicación fue que usted era el director del Pereira cuando se nombró al doctor José Leborgne para continuar en el cargo que hasta el mes de febrero había desempeñado su hermano Félix. Sobre ese punto en particular, ¿qué explicaciones puede dar? Se ha cuestionado el hecho de que se produjera ese nombramiento a tan pocos días del cambio de gobierno.

LNC - Usted, que es un periodista avezado, ya se habrá dado cuenta de las diferencias que hay entre el doctor Leborgne y el personal que vino a sustituirlo. Se habrá dado cuenta de que acá existe un servicio de radioterapia que funciona muy bien, que es insignia dentro de los tratamientos oncológicos del país y no sólo también por los niños sino también por todo lo que significa tratamiento de cáncer de mama, el desarrollo a nivel mundial de técnicas de detección de cáncer precoz de mama, un servicio que funciona bien, que funcionó muy bien; usted se imagina que darle continuidad al servicio es obligación del jerarca. Yo nunca rehuí mis responsabilidades cuando las cosas me fueron mal, recuerdo claramente días sin dormir cuando salió un chico por la puerta que no pudimos recuperar de una madre, recuerdo una balacera dentro del hospital, recuerdo una cantidad de hechos desagradables que sucedieron aquí y en ocasión de los cuales yo salí a decir que era mi responsabilidad.

EC - En el caso de Leborgne se ha criticado que el cargo pasara de un hermano al otro, como si fuera una especie de puesto hereditario.

LNC - Si en vez de Leborgne fuera Rodríguez, no se hubiera condicionado, porque es evidente que era la persona –ha sido unánime el reconocimiento, incluso en el gremio médico, de personas que piensan políticamente diferente– indicada para darle continuidad a un servicio que funcionaba bien, la persona adecuada para darle continuidad a cantidad de proyectos locales e internacionales en los cuales los doctores Leborgne estaban embarcados, que les daban jerarquía al servicio y a nuestro hospital, no cabía en la cabeza de nadie que no pudiera ser el sustituto adecuado de su hermano. Nunca pensé, cuando el servicio quedó sin jefatura porque el doctor Félix Leborgne dejaba, dejar el servicio sin una jefatura aunque fuera provisoria en manos del sucesor natural que le iba a dar continuidad a los tratamientos.

EC - ¿Fue una decisión suya o fue una decisión del ministerio?

LNC - Yo lo designé a corroboración del ministerio. Lo designé el 2 de febrero a corroboración del ministerio, como todas las cosas se hacen. Es más, es tal el reconocimiento que tiene el doctor Leborgne adentro del hospital, que cuando las nuevas autoridades asumieron y tenían la necesidad de poner en marcha el tomógrafo ¿a quién recurrieron como asesor y para que les indicara la mejor manera de ponerlo en marcha y de cómo funcionar desde el punto de vista administrativo y técnico? Al doctor José Honorio Leborgne, que estuvo asesorando a los directores del hospital en la puesta en marcha del tomógrafo, en la parte administrativa y técnica. Así que ellos mismos aquí adentro del hospital lo reconocen como un baluarte y un estandarte. Es decir que fue removido no por decisión directa de esta dirección del hospital, sino por una orden que vino de más arriba.

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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Mauricio Erramuspe