Entrevistas

El MSP fue guiado por "la improvisación y la desidia"

El subsecretario de Salud, Miguel Fernández Galeano, dijo que el cese de José Leborgne se enmarca en la idea de "romper con las inequidades del sistema" para lo que se necesita "una fuerte reformulación organizativa y también un cambio de las personas". Reconoció que en el caso hubo problemas de comunicación y los atribuyó a una operativa "desajustada" del hospital.

(Emitido a las 8.40)

EMILIANO COTELO:
Más temprano tuvimos el punto de vista de uno de los representantes de la oposición que escuchó ayer a las autoridades del Ministerio de Salud Pública (MSP) en la Comisión de Salud de la Cámara de Representantes.

Sobre las 7.30 dialogamos con el diputado Javier García, de Alianza Nacional (PN), Partido Nacional (PN), que señalaba que para su sector político la ministra María Julia Muñoz ya no tenía el respaldo, que entendían que tenía que renunciar después de las explicaciones dadas en el Parlamento en el día de ayer. "La solución no es una interpelación –decía el diputado Javier García–, sabemos que no conduciría a nada, que no tendría resultados por las mayorías que la bancada del oficialismo tiene en el Parlamento".

¿Qué dejó entonces esta sesión de ayer de la Comisión de Salud, en la que participaron además senadores, que discutió la situación en el Servicio de Radioterapia del Hospital Pereira Rossell? La convocatoria tuvo como punto de partida la remoción del doctor José Leborgne pero fue incorporando en los últimos días otros hechos que son los que se han estado discutiendo estos días.

Vamos a conversar ahora con el subsecretario de Salud Pública, doctor Miguel Fernández Galeano.

***

Doctor Fernández Galeano, ayer hubo varios temas, entonces le propongo que vayamos por partes. Empecemos por el principio, por lo que disparó toda esta discusión: ¿por qué se resolvió el relevo del doctor José Leborgne de la dirección del Servicio de Radioterapia del Hospital Pereira Rossell?

MIGUEL FERNÁNDEZ GALEANO:
Sí, hay varios temas, pero se los ha relacionado y algunos de los aspectos que han oscurecido todo este problema, que lo han entreverado, es justamente haberlos juntado. Nosotros hemos distinguido siempre con mucha claridad que aquí no hubo un juicio de valor sobre la idoneidad técnica de los doctores Leborgne. Lo que hubo fue una valoración de un servicio que estaba funcionando como un ente autónomo dentro del Hospital Pereira Rossell y que debería ser integrado a un Programa Nacional de Cáncer y a un Instituto Nacional de Cáncer. Lo que hubo fue un objetivo, como lo estamos haciendo en todo el sistema de salud, de ir a un cambio en el modelo de atención, en el modelo de gestión, pero hacer ese cambio sobre la base de reformar estructuras que están literalmente liquidadas.

Aquí quiero ser muy claro: la responsabilidad no es puntual, particular o específica de los doctores Leborgne, sino que tenemos un sistema público de salud –también tiene por cierto problemas el sistema privado– que está en un grado de anomia, de desarticulación que hace muy difícil trabajar a autoridades nuevas que quieren implantar, llevar adelante un modelo que rompa con las inequidades del sistema, si no se hace sobre la base de una fuerte reformulación de las estructuras organizativas y también un cambio de las personas.

EC - ¿No había discrepancia, no había insatisfacción con la calidad del servicio que se prestaba bajo las órdenes del doctor Leborgne? Porque inicialmente se aclaró que no, eso fue lo que dijo en un primer momento la doctora María Julia Muñoz.

MFG - Los temas tienen una complejidad que usted y la audiencia perfectamente pueden entender. Aquí hay dos aspectos, uno es el aspecto clínico, el aspecto de la capacidad como radioterapeuta de los doctores; y otro es el aspecto que tiene que ver con la organización de los servicios. Yo tengo la tentación, con todos los riesgos que tienen los ejemplos y las simplificaciones, de decir –para decirlo muy rápidamente, y algún señor diputado lo decía ayer en la Cámara– que una cosa es ser el mejor número 10 y otra es ser el director técnico de un cuadro. Eso da una idea de lo que está planteado, al margen de otros aspectos que sucedieron, porque vinieron después de la designación de los doctores, que fueron denuncias que no generamos nosotros.

EC - Porque después la propia ministra Muñoz señaló que se estaba iniciando una investigación administrativa sobre presuntas irregularidades en ese servicio en los últimos diez años. Es más, exhortó al Parlamento a que también investigara, con lo cual puso en tela de juicio la conducta de Leborgne y su equipo.

MFG - Bueno, tanto la ministra –por cierto, quiero aclarar que la estoy subrogando en este caso, ella está en este momento viajando hacia Bella Unión, por eso estoy yo aquí– como quien habla, como todo el equipo de gobierno del ministerio, tuvimos los elementos –creo que en otro momento lo hablamos, en ocasión de otra comparecencia mía aquí– de denuncia sobre los doctores Leborgne a posteriori de una decisión que estuvo enmarcada en la necesidad de reformar el sistema de salud, de reformarlo en particular en el área del cáncer. ¿Quién puede pensar que un presidente de la República que es oncólogo y que conoce, que fue grado 5 en el área de oncología, no tenga la oportunidad, siendo presidente, de plantear un modelo donde lo central es la jerarquización de lo público?

EC - ¿Usted dice que el Plan Nacional de Atención al Cáncer que se está gestando tiene al doctor Vázquez como su principal impulsor, como su principal ideólogo?

MFG - No cabe la más mínima duda y no lo hemos ocultado nunca en tanto el propio presidente presentó este proyecto en el Consejo de la Facultad de Medicina a propósito de las Jornadas de Oncología en la ciudad de Paysandú. O sea que toda la ciudadanía tiene elementos que demuestran que hay una propuesta.

EC - ¿Fue del doctor Vázquez la decisión de remover al doctor Leborgne?

MFG - No, no, yo no dije eso; lo que dije con total precisión es que aquí hay una propuesta global, que trabajó un equipo grande de gente en el área de la oncología, como son precisamente el doctor Miguel Ignacio Mussé, el doctor Viola, hay un conjunto de actores que vienen trabajando desde hace mucho tiempo porque el cáncer no puede ser tratado en nuestro país en 18 lugares de manera distinta, sin que haya un vértice, un vértice de servicios, un vértice de tecnología, sin que haya un acelerador lineal de última generación que sea la referencia en el propio Hospital de Clínicas.

Entonces aquí hay por un lado la coincidencia, la voluntad política de ir a una reforma general del sistema de salud, la voluntad en la segunda causa de muerte, que es el cáncer, de tener una política nacional que esté articulada con una perspectiva pública, que no quiere decir estatal, quiere decir una perspectiva de defensa del interés colectivo. Sobre todo, el hecho de que no tengamos para la atención de los niños o de los adultos con cáncer ciudadanos de primera y ciudadanos de segunda, que no tengamos las inequidades que tiene el sistema de salud hoy, donde un niño atendido en el Pereira Rossell por cáncer o por cualquier otra patología es tratado de manera absolutamente diferente que el hijo de un ciudadano que se atiende en el otro sector.

EC - Pasando en limpio, usted dice que ése era el motivo real y de fondo para el cambio de las autoridades en el Servicio de Radioterapia del Pereira Rossell, y aclara que las dudas sobre la gestión del doctor Leborgne aparecieron después porque se presentaron denuncias que el ministerio recibió.

MFG - En todo caso no hubo una activación –podía haber conocimiento, de hecho en el Parlamento hubo radicadas denuncias contra el doctor Leborgne–, no hubo un papel proactivo, para hacerlo bien claro, no fue el motivo para una remoción que no existió, porque ni siquiera hubo remoción, ayer lo dejamos claro.

EC - ¿Cuál es la situación del doctor Leborgne?

MFG - La situación del doctor José Honorio Leborgne es que le había sido encargado por el entonces director del hospital Pereira Rossell un servicio que dirigía su hermano, y antes de que su hermano entrara en una licencia por causa jubilatoria, por edad, fue designado, pero nunca fue confirmado por el director de la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE), doctor Elbio Paulillo, ni por el (ex) ministro Conrado Bonilla, como director de un Servicio de Radioterapia. Eso tiene que hacerlo el director de ASSE.

EC - Usted dice que no había un nombramiento del doctor José Leborgne como director.

MFG - Eso es. Si hubiera existido habría sido removido, pero lo que hizo la ministra María Julia Muñoz fue designar, en un servicio que tenía un encargado desde el 2 de febrero no confirmado por las autoridades del MSP saliente, una persona con experiencia en administración como directora administrativa, desde sus conocimientos en radioterapia pero como directora administrativa, y allí fue donde empezó a funcionar una concepción de tratar de articular este servicio con el hospital.

EC - Y ahora vamos al otro punto que en el arranque de esta discusión fue objeto de preguntas y de cuestionamientos: ¿por qué la doctora Blanca Tasende? ¿Por qué se nombra a la doctora Blanca Tasende? El hecho de que hubiera sido empleada de la clínica COR, que ha sido, como es notorio, copropiedad del doctor Tabaré Vázquez hasta hace pocos meses, y en la que de todos modos su hijo es accionista, despertó suspicacias. Entonces, ¿por qué el nombre de la doctora Blanca Tasende?

MFG - Fundamentalmente porque la doctora Blanca Tasende tiene idoneidad, tiene una carrera universitaria, fue directora durante siete años de la Escuela de Tecnología Médica, tiene experiencia en administración de servicios de salud, de varias unidades que allí funcionan. Para llevar adelante un cambio de modelo –y eso fue reconocido ayer por los señores parlamentarios, aun por aquellos que hicieron las críticas más encendidas a cómo se ha actuado en el Pereira Rossell– una administración de gobierno tiene la facultad de elegir las personas que van a protagonizar el hecho.

EC - ¿Pero no debió haberse recurrido al concurso? Se lo pregunto porque, por un lado ésta es un área muy sensible a las especulaciones y las suspicacias, justamente por la vinculación tan notoria que el doctor Vázquez tiene con los servicios de radioterapia y los tratamientos de cáncer, pero por otro lado porque desde siempre el Encuentro Progresista ha censurado al Partido Colorado y al PN por los nombramientos a dedo, sin fundamento en la carrera ni en los antecedentes académicos de los jerarcas, ha reclamado con insistencia que las designaciones fueran por concurso. ¿Entonces? Con esos antecedentes, ¿no debió haberse ido al concurso en este caso?

MFG - Con total claridad, para nosotros el concurso sigue siendo una herramienta decisiva, fundamental. Aquí hay un compromiso ideológico con la idea de no seguir armando las estructuras del Estado, y bien que lo hemos hecho en los lugares por donde hemos pasado muchos de los que estamos en el equipo de gobierno en el área de salud, estuvimos antes en la intendencia y fuimos constructores de una política de concursos para ir llenando todos los cargos, en una intendencia que tenía una estructura más armada que la que nos encontramos en el MSP. En este caso la idea que tenemos es que no se puede llegar a un servicio en el marco de un proceso de reforma y empezar por el concurso. Lo hemos dicho con total claridad, el año 2006 va a ser el año de los concursos en todas las áreas.

Pero además los concursos no pueden empezar por la cabeza de los servicios, lo que estamos haciendo ya, ahora, lo que vamos a hacer es lo que ya estaba previsto hacer, no es un rebote de esta discusión, es empezar a llenar los cargos técnicos con los cuales se proveen un servicio de radioterapia y otros en el hospital Pereira Rossell y en otros hospitales para construir una carrera escalafonaria que permita, con racionalidad, desandar un camino de décadas. Como dijo algún ministro en algún momento, el MSP en lugar de ser una construcción profesionalizada fue una construcción totalmente guiada por la improvisación, el caos, la desidia.

EC - Pero en el caso concreto del cargo de directora del Servicio de Radioterapia del Pereira Rossell, ¿se va a recurrir también al concurso? ¿Por qué se lo procesó tan rápido? ¿Qué urgencia había para hacer el cambio cuando estaban de por medio todos estos elementos que hacían especialmente sensible ese puesto?

MFG - Le voy a decir una cosa con total franqueza: la urgencia que había era la de no estar pensando que estamos en un país donde producir algunos cambios genera inmediatamente una cantidad enorme de suspicacias que no estuvieron en el cálculo político del equipo de gobierno del ministerio. Sigo reivindicando que quizás lo mejor que habría que hacer para producir cambios sería no estar permanentemente especulando con las consecuencias.

EC - ¿Pero en esta área en particular no había que moverse con más cuidado que en otras?

MFG - Le puedo decir con total franqueza que aquí se actuó con total tranquilidad de espíritu, con la tranquilidad de espíritu de que se había cambiado a decenas de directores de hospitales sobre los cuales se podía haber establecido el mismo nivel, y de hecho se hizo en algún caso puntual, de duda, de por qué se había hecho el cambio, y nosotros dijimos con claridad, en el acierto o en el error, lo digo hoy en la radio y lo dije ayer en el Parlamento: esta administración quiere transitar el camino de cambios sustantivos y hacerlo con hombres y mujeres que estén consistentes con una visión, con una mirada, no necesariamente –lo digo con total claridad– sectorial o político-patidaria, porque dentro de la gente que se ha mantenido hay gente que no es claramente del Frente Amplio-Encuentro Progresista.

EC - Entonces el nombramiento de la doctora Tasende ya está hecho, no va a pasar después por una revisión por la vía de un concurso.

MFG - Como todos los cargos, lo que el MSP tiene que definir ahora y de manera política, es hasta qué nivel de la estructura del ministerio los cargos son de particular confianza y a partir de qué nivel son de concurso. Yo podría dar una opinión hoy pero me parece que no es el tema, porque si no volvemos a una frase afirmada que dentro de dos meses se convierte en una afirmación incumplida. Entonces lo que pudo decir hoy es que tenemos el convencimiento de ir a una discusión política institucional de hasta dónde debe ser el grado de designación como cargo de particular confianza. Hoy literalmente hay más de 200 cargos que en los hechos, aunque no tendrían que serlo, se han convertido en la práctica en cargos de particular confianza, porque cuando llega una nueva administración esos cargos no han sido concursados, son encargaturas que se han repartido en un modelo muy clientelístico y muy prebendario con el que tenemos que romper. Lo que está pagando la administración es el precio de una situación de colapso heredada en el sistema público.

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EC - Vayamos ahora a los hechos que se precipitaron a raíz de la remoción del doctor Leborgne. En solidaridad con el doctor José Leborgne renuncia el físico médico responsable del acelerador lineal, René Curochquin, y la dirección del Servicio de Radioterapia decide suspender, del martes 31 al viernes 3, el tratamiento a varios niños, cuatro concretamente, pero también mayores, según una lista que se suministró ayer en el Parlamento, o sea pacientes a quienes se les debía realizar aplicaciones con el acelerador lineal y no con la bomba de cobalto.

Cuando esto se publicó el sábado pasado en el diario El Observador tanto la ministra María Julio Muñoz como el director de ASSE Tabaré González se apresuraron a desmentir la información. Es más, llegaron a utilizar términos muy duros para calificar esas versiones de prensa. ¿Por qué? ¿Por qué, cuando luego se confirmó que efectivamente la suspensión de los tratamientos había ocurrido?

MFG - La situación en el Pereira Rossell en torno a este tema se podría describir muy rápidamente de la siguiente manera: históricamente en los últimos cuatro o cinco años, pero podríamos ir más atrás, se suspenden tratamientos con el acelerador lineal. Se suspenden por dos razones fundamentales: en primer lugar porque el paciente en tratamiento tenga una enfermedad intercurrente que haga desaconsejable el tratamiento y en segundo lugar porque el equipamiento no esté calibrado, o el software, es decir el programa que permite adecuar la dosis aplicable al paciente, no esté operativo o esté desajustado.

Cuando acontecen estas situaciones los tratamientos se suspenden, situaciones no deseables pero que se producen, y que además no son irreversibles, porque la complejidad que tienen estos aparatos –yo no soy experto en radioterapia, no lo es tampoco la señora ministra, seguramente no lo es tampoco ninguno de los diputados que estaban ayer ni lo es el doctor García, a pesar de su condición de pediatra, en esto uno tiene que ser muy cuidadoso y muy prudente porque está finalmente repitiendo, reproduciendo, uno no tiene capacidad para estudiar estos temas como para estar diciendo cosas con absoluta convicción técnica– permite que después compensen, está previsto –lo dijo una técnica que estuvo en el hospital de Clínicas en estos días– que corrijan. Tienen un programa mediante el cual, como está prevista la suspensión de los tratamientos, se adecua la dosis a las suspensiones, porque es una planificación específica para cada niño y puede corregir, reparar la suspensión del tratamiento.

EC - Hay versiones diferentes a propósito de los efectos de una suspensión como ésta, el propio oncólogo responsable del servicio de oncología pediátrica del Pereira, el doctor Luis Ney Castillo, dio a entender que existían riesgos de que una suspensión como ésta, por el período que se produjo, tuviera consecuencias. Lo dijo en distintas declaraciones.

MFG - Creo que si hablamos este tema con el doctor Castillo en un contexto técnico, no en un contexto de respuestas periodísticas, seguramente tendremos un punto de acuerdo, porque es de sentido común, porque si un tratamiento se puede suspender por una razón de una enfermedad intercurrente, es obvio que el tratamiento puede ser adecuado, y además fue suspendido en Carnaval, por ejemplo, hubo tres días de suspensión bajo la dirección anterior del Servicio de Radioterapia, no los feriados, los otros tres días, y no hubo en este país el nivel de alarma pública que se ha planteado, no digo por parte de los periodistas, digo por parte de la secuencia lineal, plana, no inteligente, de hechos que asociados terminan dando una consecuencia que no es la que se busca.

EC - Lo cierto es que, más allá de que haya habido o no consecuencias para los pacientes, que por lo visto también es un área discutible, las autoridades desmintieron la información y llegaron a calificarla de patraña y de engranaje en una operación política. ¿Por qué?

MFG - Aquí lo que hay que distinguir –y entramos en el terreno de lo semántico quizás de las comunicaciones– son dos cosas, una cosa es no estar atendiendo y otra es no dar un tratamiento. Cuando la dirección –y esto no es semántico– del hospital es consultada y dice "no hemos tenido ninguna noticia de discontinuidad de atención", está diciendo "no llegó aquí ningún problema", porque está naturalizada la idea de que una suspensión de aplicaciones por un acelerador lineal desajustado, descalibrado no constituye un problema a comunicar. Creo que eso es erróneo, se lo digo inmediatamente, lo mejor sería, con o sin remociones de cargos, que permanentemente un sistema funcione con toda la información.

EC - La propia doctora Blanca Tasende, según trascendió, asumió la responsabilidad de la forma como manejó estas decisiones y llegó a reconocer que había cometido un error de gestión al no informar a sus superiores y a los responsables de los otros servicios lo que había resuelto con el acelerador lineal. Pero lo cierto es que la doctora María Julia Muñoz, la ministra, el doctor Tabaré González, el director de ASSE, dijeron que nada de eso había pasado. De eso estamos hablando.

MFG - Dijeron que no había ningún niño sin atención. Si usted repasa, como se ha hecho –que no es el camino que me guste–, absolutamente todas las declaraciones, verá que lo que se dijo fue "no hay ningún niño sin atención". Y esto no es una cuestión de ajustar discurso, de progreso manuscrito –como decía un amigo mío–, es un tema de conceptualidad. Si usted habla con la convicción que tenemos nosotros de defender la salud de la gente –que yo no se la quito a nadie– y usted consulta en un servicio y ese servicio, en este caso una unidad ejecutora, como es el hospital de niños, no tiene una notificación de que hay problemas, usted va a decir "el servicio está funcionando, no hay niños sin tratamiento". Pero además si para el propio doctor Ney Castillo, que nadie niega sus conocimientos, su idoneidad, su trayectoria profesional como hemato-oncólogo, con quien hemos tenido contacto permanente, este tema de los niños sin tratamiento hubiera constituido un problema, me hubiera llamado o hubiera llamado a la ministra, como nos ha llamado a la hora que fuere para decirnos "hay un trasplante de médula para hacer, preciso que el Fondo Nacional de Recursos agilite, vea la posibilidad de que ese niño sea trasplantado". Yo no le puedo colocar a Ney la responsabilidad de que si él el lunes, el martes, el miércoles, el jueves tenía esa información, porque eran pacientes de él...

EC - Él ha dado sus explicaciones a propósito de cómo procedió, sostiene que cuando se enteró, porque no se le comunicó formalmente, o sea que se enteró por vía de los pacientes...

MFG - Volvemos a ver el problema de gestión: hay un paciente que es paciente mío y yo hasta que no me avise el familiar no lo tengo seguido. Hay algo en el funcionamiento de ese hospital –y me adelanto a decir que en el funcionamiento de todos los hospitales– que tenemos que cambiar, que tiene que cambiar sustantivamente.

EC - Está bien, pero lo cierto es que no llegó la información por la vía que tenía que llegar, o sea no le comunicó la doctora Tasende al doctor Castillo que se había decidido suspender esos tratamientos. El doctor Castillo se entera por sus pacientes, hace una gestión, le dicen que se va a restablecer el servicio a las 48 horas, no se restablece, le dicen que va a ser 24 horas más tarde, tampoco se restablece, y llegado el caso el viernes se lo comunica al director del hospital.

MFG - Perdone, yo estoy en la tesitura de no entrar en la casuística...

EC - Y tampoco creo que valga la pena entrar en cómo se dieron las cosas día por día.

MFG - Pero el director Ney comunicó a la dirección del hospital, y lo tenemos por escrito, el día lunes entregó una carta donde dice: "Doctor Fernando Tomassina, como le informara el viernes pasado, hay niños que no han sido tratados".

EC - Por eso, la información fue el viernes.

MFG - Sí, cuando habían transcurrido cuatro días. Estoy marcando con esto no un error del doctor Ney Castillo, estoy marcando hasta qué punto se ha convertido en una tormenta un hecho naturalmente integrado al funcionamiento. No me gusta que esté naturalmente integrado al funcionamiento, pero que está integrado y es injusto que una administración nueva, no ya la del ministerio, sino una administración nueva en un servicio, tenga que cargar con los costos de una operativa que viene funcionando de una manera muy desajustada.

EC - Estamos hablando de que las cosas se procesaron mal y sin embargo en las declaraciones de los máximos responsables políticos del ministerio se acusó a la prensa de estar participando en una patraña, de estar engañando a la gente, de estar creando inseguridad y nervios, y a algunos de los profesionales involucrados, concretamente al doctor Castillo se lo colocó como parte de una operación política. La doctora Muñoz llegó a señalar "todavía están doloridos por el resultado de las elecciones municipales", aludiendo a que el doctor Castillo había sido suplente del doctor Bordaberry a la Intendencia de Montevideo. ¿Por qué ese tipo de respuestas, ese tipo de declaraciones?

MFG - Aquí hay una firme voluntad de cambio del sistema de salud, esa voluntad de cambio sin duda no va a ser un camino fácil ni sin obstáculos. Es lógico. Primero estoy haciendo un marco general de qué tenemos, qué nos pasa en el sector salud. Hay sin duda conflictos de intereses muy fuertes, más allá de cómo estén expresados en este hecho concreto, pero hay una cuestión que está clara: lo que guía a esta administración en el MSP son dos conceptos: transparencia, absoluta transparencia en la comunicación, criterio de verdad, si hubo problemas de comunicación reconocimiento de que los hubo. Ayer se dijo en el Parlamento y se vuelve a decir hoy: hubo problemas de comunicación.

EC - Pero problemas de comunicación dentro del ministerio, dentro del hospital y del hospital con el ministerio.

MFG - Sí, hubo problemas de comunicación que tienen que ver con el estado de cosas al que uno llega. Es muy difícil. En este medio cuando usted llega –y me consta que es así porque la precisión es absoluta– está todo absolutamente pautado. Pero si usted llega a un lugar donde las pautas no están, donde no hay un equipo que esté trabajando y que sostenga absolutamente toda la estructura, seguramente no hace hoy el mismo programa de radio que hacía hace veinte años.

EC - ¿Pero también hubo problemas de comunicación en otro sentido? ¿Las autoridades del ministerio aceptan que se les puede haber ido la mano en la terminología que emplearon, en la actitud con la que enfrentaron esta situación?

MFG - Se lo voy a decir como hay que hablar, como hay que comunicarse con la gente y como hay que decir lo que uno piensa: yo entiendo que el nivel de asociación que se estableció entre un hecho que no tenía ni tuvo –no estoy diciendo que no importen los niños con cáncer del Pereira Rossell– la magnitud de una supuesta irreversible negligencia con un cambio de autoridades como las que se hicieron en el país es algo que genera una dinámica absolutamente perversa de la que tenemos que salir.

EC - Usted dice que genera una dinámica perversa, ¿y llevó a las autoridades a decir cosas que no debieron haber dicho, a apresurarse a hacer declaraciones cuando capaz lo conveniente era averiguar un poco mejor qué era lo que estaba pasando; a realizar acusaciones que no tenían fundamento?

MFG - Confirmar se confirmó, el doctor Tabaré González es un colega con una larguísima experiencia y con un compromiso con la salud pública indiscutible; la ministra también. En ese plano no nos duelen prendas de reconocer que tenemos un equipo con un enorme compromiso. No trabajamos para generar una conflictividad sino que lo que animó y lo que anima nuestro trabajo, más allá de aciertos y errores que seguramente podemos tener, es el hecho de estar seguros de que tenemos gente a la cabeza de los servicios que no va a dejar sin atención a los pacientes.

EC - No me contestó la pregunta. Yo entiendo que es difícil para usted contestar porque usted no fue quien hizo estas declaraciones que estoy mencionando, pero la pregunta es si no faltó humildad.

MFG - Y ahora usted le pone un juicio de valor y me complica más la respuesta. Lo que yo digo, como dije ayer en una conferencia de prensa, es que sobre lo que hizo cada quien en todo esto sin duda que tienen que contestar los compañeros.

EC - ¿Pero hay lecciones que el ministerio saca sobre cómo manejar una situación como ésta?

MFG - Sobre lecciones, aprendidas sobre elementos sustantivos sigo estando totalmente al lado, solidario y soy parte de la idea de defender al hospital público, soy parte de la idea de saber que si un colega con la trayectoria de Fernando Tomassina, director joven, colega joven –joven para este país, pero joven al fin–, no tiene notificación de que hay problemas con niños en el hospital tiene que decir que no tiene esa notificación, y que hay un sistema de cosas, un estado de cosas en el Hospital Pereira Rossell que lamentablemente habilita a que se den problemas de comunicación.

EC - Todavía no me contestó la pregunta.

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EC - Yo entiendo que para usted la pregunta que le estaba formulando no es sencilla de responder, porque lo estoy consultando a propósito de su superior, la doctora María Julia Muñoz, lo estoy consultando a propósito del director de ASSE, el doctor Tabaré González, pero como cierre de esta entrevista agrego que ésa es una sensación que quedó en mucha gente. La sensación que ha venido a través de mensajes de la gente vía teléfono o correo electrónico es que se está esperando que como parte de ese cambio en la forma de hacer política que la izquierda  anunció y prometió, también se tenga la capacidad en determinadas circunstancias para reconocer que se cometieron errores y para eventualmente incluso pedir las disculpas del caso, es decir para rebobinar. Y para sacar lecciones en el sentido de: la próxima vez tenemos que manejarnos con un poco más de prudencia y no apresurarnos a calificar o a atribuir intenciones detrás, por ejemplo de una cobertura periodística.

No quiero pedirle respuesta porque...

MFG - Lo único que le digo es texto y contexto, texto y contexto. Y el contexto, usted sabe porque es un buen periodista, es muy importante.

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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Mauricio Erramuspe
Fotos: Alexandra Hahn