Satisfacción blanca tras reunión con el gobierno
El senador blanco Sergio Abreu salió "satisfecho" de la reunión con el Poder Ejecutivo "porque un gobierno que sabe escuchar es capaz de empezar a manejar el rumbo del país sin dejar de considerar que las discrepancias son parte natural de la democracia". Agregó que "el resultado es la señal de que las discrepancias están pero se dejan de lado cuando existe un espíritu positivo y líneas a recorrer en conjunto".
(Emitido a las 7.30)
EMILIANO COTELO:
Había generado mucha expectativa desde hace varios días y sobre todo ayer la cumbre entre el Partido Nacional y el Poder Ejecutivo que iba a tener lugar en el Edificio Libertad, al caer la tarde. Estamos hablando de la primera reunión formal entre Larrañaga y Vázquez después del enfriamiento que se produjo en el vínculo entre el principal partido de oposición y el oficialismo cuando quedó claro que no habría participación de los blancos en los entes autónomos y servicios descentralizados.
La reunión había sido solicitada por el Directorio del Partido Nacional sobre todo, o como punto de partido, para conocer la postura del gobierno entorno al tratado de protección recíproca de inversiones con los Estados Unidos, que se encuentra pendiente de aprobación parlamentaria.
En esas condiciones, el encuentro tuvo un peso político importante por las características de las delegaciones que se sentaron a un lado y otro de la mesa en el Edificio Libertad. Por el Partido Naiconal estuvieron el presidente del directorio, el senador Jorge Larrañaga, y los senadores Sergio Abreu, Francisco Gallinal y Luis Alberto Heber. Del lado del Poder Ejecutivo: el presidente Vázquez, el vicepresidente, Rodolfo Nin Novoa, el ministro de Economía, Danilo Astori, el canciller, Reinaldo Gargano, el ministro de Transporte u Obras Públicas, Víctor Rossi, y el de Ganadería, Agricultura y Pesca, José Mujica.
¿Qué dejó este intercambio? Esta mañana tendremos los dos puntos de vista. Ya vamos a escuchar el del Partido Nacional en diálogo con el senador Sergio Abreu.
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Senador Abreu, fueron 90 días de reunión aproximadamente, ¿no?
SERGIO ABREU:
Fue una reunión muy distendida. Más allá de la formalidad se plantearon las cosas con total naturalidad. Y la intención del Partido Nacional y sobre todo del presidente del Directorio era hacer las reflexiones sobre la importancia que tiene el diálogo constructivo y positivo entre fuerzas políticas, una de gobierno y la otra de oposición, restablecer ese tipo de diálogo más allá de las discrepancias y las visiones diferentes que se tiene en muchos aspectos de la vida nacional.
EC O sea que usted coloca ese eje como lo central de este encuentro de ayer, no tanto la inquietud que había a propósito del tratado de inversiones.
SA - Bueno, esto fue la antesala de lo que significa ingresar en determinados temas que necesitan de entendimientos nacionales y de coincidentes. Porque el tratado de inversiones con los Estados Unidos es parte de la inserción externa del país y también estaba en el documento que se firmó oportunamente entre el Partido Nacional y el gobierno respecto a de la política exterior y del relacionamiento externo que también estaba incluido en lo que era el documento de política económica.
Esto habilitaba también la posibilidad de ir al segundo tema que fue precisamente cuál fue la posición de Uruguay, qué piensa el Partido Nacional de cómo debe orientarse la estrategia del país en el Mercosur y fuera del Mercosur, en el sector productivo nacional, la defensa de nuestros mercados. Todo lo que está vinculado a una política más allá de los vaivenes de las diferencias que se pueden plantear en términos puntuales.
En tercer término, obviamente, la gran preocupación que hemos planteado durante tanto tiempo, incluso cuando hemos tenido responsabilidades de gobierno, sobre lo que es el sector productivo, las políticas sectoriales, la visión que tiene el gobierno sobre la defensa de mercados y de nuestro sector productivo en relación con Argentina y Brasil. La defensa entre otras cosas de las políticas de apoyo a las exportaciones, la devolución de impuestos, los reintegros... Todos esos temas que son parte de una preocupación, que deben estar más allá de las diferencias puntuales y que son la sintonía que los gobiernos deben tener respecto de la oposición para emitir señales tranquilizadoras al país de que aquí no hay una suerte de confrontación permanente por el simple hecho de estar uno en el gobierno y otro en la oposición.
EC - Pero sobre esos temas que usted ha ido mencionando, ¿llegaron a discutir?
SA - Los abordamos con bastante profundidad.
EC - Por lo tanto fue un intercambio intenso, da la sensación de que no fue solamente romper el hielo.
SA - No, no, en una hora y media de conversación... Fíjese que el gobierno nos responde respecto del tratado con Estados Unidos, por escrito, que eso está en manos del Parlamento, que el Parlamento va a decidir y que lo que decida va a acatar el gobierno. Por otro lado se nos dice que va a hacer, no consultas, pero sí cambios de ideas sobre el tema de los tratados y la inserción externa en el ámbito del Mercosur. También nosotros hicimos el planteo de que en algún momento la opinión del Poder Ejecutivo se deberá saber, porque si se discute en el Parlamento determinado proyecto cuando vengan los ministros a plantear su idea van a tener que decir si están a favor o en contra.
EC - El doctor Tabaré Vázquez insistió, según ha trascendido en ese documento escrito, en que respeta la soberanía del Poder Legislativo en el abordaje de este asunto.
SA - Sí, obviamente, porque la competencia constitucional para aprobar o no un tratado la tiene el Parlamento; pero también es cierto que en un gobierno donde el Poder Ejecutivo tiene la mayoría parlamentaria es obvio que su posición y la señal que emita van a ser muy importantes para la definición política de sus legisladores. En ese sentido antes de que tengamos una definición en una votación en algún momento el gobierno va a tener que decir, sus ministros van a tener que decir cuáles son su orientación y su posicionamiento para que sus propios legisladores tengan un punto de referencia con respecto al cual actuar.
EC - ¿Pero por qué ustedes querían conocer ahora, ya mismo esa posición?
SA - Porque es un tema que hace también a la señal externa. Estamos ingresando en el Mercosur, en una etapa en la que el presidente pro témpore del Mercosur va a ser Uruguay, y la inserción externa del Mercosur es muy importante, el tema inversiones ha sido discutido durante mucho tiempo, Argentina y Brasil han tomado decisiones unilaterales durante todos estos años, no han consultado a Uruguay; el propio Paraguay tiene una ley aprobada unilateralmente sin estar pasando por las comisiones, y nosotros necesitamos tener una clara definición para ir buscando las inversiones que, como dice el ministro de Economía, son lo único que nos va a hacer crecer. Esa señal tiene que ser política fuerte, en el sentido de que no sólo sea hacia adentro del Mercosur para que Uruguay rescate su independencia en materia de política de inversiones, sino también para que con el principal socio comercial tengamos una clara relación para decirnos sí o no o adónde vamos.
EC - Pero lo cierto es que no tuvieron esa posición.
SA - No, no la tuvimos, y por escrito la sensación, el mensaje es: el Poder Ejecutivo no tiene definición sobre el tema.
EC - De todos modos sí se les aclaró que el Encuentro Progresista votará unido cuando se considere el asunto en el Parlamento.
SA - No, eso tampoco se expresó; simplemente que se estaba a la decisión parlamentaria. Obviamente nuestra intención quiero decirlo con franqueza no era ir a buscar disensos o diferencias dentro del gobierno para mostrarlos.
EC - Desde el PN se ha insistido mucho últimamente en recalcar esas diferencias que están dando dentro del oficialismo.
SA - Lo hemos dicho en varios frentes y varias situaciones que se han planteado, pero en este caso la reunión estaba orientada a buscar una respuesta homogénea porque es una señal importante, estamos hablando del principal socio comercial de Uruguay adonde va el 66 por ciento de nuestras exportaciones cárnicas. Buscamos una visión alternativa no sólo dentro de la región sino fuera de la región. Y para Estados Unidos, como se dijo ayer en la reunión, el tratado importa muy poco, es a Uruguay que le importa el tratado, y el tratado, más allá de algunas pequeñas discrepancias que se puedan tener en determinados articulados, es una visión muy clara de la estrategia del país, de hacia dónde se va y la defensa del principal mercado donde colocamos nuestra producción exportable, en particular del sector primario y del sector agropecuario. Estos temas hacen a la estrategia de un país inserto en el Mercosur mirando hacia afuera y con clara definición de su política exterior. Fíjese que también se le dijo al gobierno que lo respaldamos en la posición que ha tenido en la OEA respecto de la propuesta estadounidense de monitorear las democracias en América Latina.
EC - Propuesta que la delegación uruguaya rechazó.
SA - Rechazó y nosotros respaldamos al gobierno uruguayo en la posición de rechazar esa propuesta. Para que se viera que en estos casos estamos jugando donde se debe jugar: en los grandes temas del país tenemos que acompañar, y las discrepancias se miran en aquellos temas donde la pluralidad nos permite encontrar diferencias entre los distintos partidos políticos. De la misma manera que nos manejamos con prudencia respecto de las declaraciones del embajador de Estados Unidos, les hicimos saber nuestro disgusto con algunas de las expresiones que son de alguna forma atentatorias o lesionan nuestra soberanía o lo que debe guardar un representante diplomático en el destino nacional. Es decir, temas en los que aportamos con visión positiva, y preocupaciones, entre las que obviamente están qué va a hacer Uruguay, qué va a hacer el gobierno en el Mercosur, cuál va a ser su planteo, cómo va a defender su política de inversiones, su política comercial, qué tipo de respuesta va a tener el sector productivo uruguayo el sector automotor, las autopartes, las políticas sectoriales que tanto se han defendido, si lo va a impulsar. Hablamos de estos temas, incluso llegamos a hacer referencia a la situación del Mercosur y la Unión Europea, a la designación del francés como director general de la OMC, la visión proteccionista de algunos países respecto de nuestra apertura y nuestras exportaciones. Una estrategia que tuvo un enfoque integral que el PN miró con mucha profundidad.
Le digo más discúlpeme que me extienda en esto, hablamos también de la importancia que tiene la hidrovía Uruguay-Paraguay, y estaba el ministro de Transporte que asintió con la cabeza y coincidió en la preocupación de defender la visión geopolítica de Uruguay, el Uruguay bisagra, esa relación con Brasil y Argentina, complementarla con la posición de Paraguay en todo lo que es la hidrovía, Nueva Palmira, la plataforma continental. Un relacionamiento con Chile más profundo, el presidente nos habló de su conversación con el presidente Lago y el acercamiento que quiere tener con los países de la región para ir compensando las diferencias que se mantienen con los países grandes, pero también una visión geopolítica en el ámbito de la defensa del Uruguay de los servicios, de los puertos y de los transportes. Son temas que abordamos con bastante profundidad y con una gran distensión y una gran soltura para poder reflexionar como gente que está preocupada por que el país tenga coincidencias y consensos sobre determinadas cosas.
EC - Además de incluir en la conversación todos estos temas que usted está mencionando, ¿qué resultados dejó el intercambio?
SA - El resultado primero es la señal política de que las discrepancias entre los partidos políticos y en la principal fuerza de oposición hoy están, pero se dejan de lado cuando existe un espíritu positivo y cuando hay determinadas líneas que tenemos que recorrer en conjunto. Lo segundo es que un partido como el nuestro sabe a dónde va, qué es lo que quiere y qué plantea en determinados aspectos puntuales, tanto en el ámbito comercial, en el ámbito político, en el ámbito estratégico, en el ámbito geopolítico, y le da la señal al gobierno de que en esos temas vamos a buscar las coincidencias para que el país se fortalezca; después vendrán las diferencias en una cantidad de aspectos, de las que el propio gobierno se encargará por las claras carencias que pueda tener en la gestión y la administración de su gobierno. Pero nosotros como fuerza responsable tenemos que decir: acá estamos para que los grandes temas del país estén bien cubiertos, para que la imagen de Uruguay, su estrategia y su posicionamiento, estén claros.
EC - Renació, entonces, el diálogo PN-Poder Ejecutivo. ¿De qué manera se prevé que continúe?
SA - El presidente nos dijo que después de asumir la presidencia pro témpore del Mercosur iba a llamar a todas las fuerzas políticas nuevamente para conversar estos temas, para conversar hacia adónde va Uruguay. Es una buena señal, y nosotros le dijimos que estábamos dispuestos a estar presentes cuando fuéramos convocados, pero que teníamos en el ámbito parlamentario, en el ámbito político, preocupaciones que plantear y que lo iríamos haciendo como parte de nuestro rol de partido de oposición, pero también como partido que sabe cuando el país está primero al país hay que responderle con grandeza y generosidad.
EC - Justamente, ¿de qué manera estuvieron en la conversación de ayer los episodios políticos tan calientes de los últimos días? Por ejemplo toda la discusión en torno al hospital Pereyra Rossell, después de la cual su partido llegó a retirarle la confianza a la ministra María Julia Muñoz, de algún modo fue el punto más crítico de las diferencias, del divorcio, del distanciamiento del PN con el gobierno.
SA - Mire, no sé si intencionalmente o naturalmente se dio una situación en que los temas que abordamos desplazaron totalmente la mención, la referencia y el abordaje de los otros aspectos que usted menciona.
EC - O sea no se habló de estos temas calientes de los últimos días.
SA - Ni directa ni indirectamente, ni aparecieron en el escenario; a veces pueden aparecer en una referencia informal o lateral o en algún tipo de comentario, pero ni eso, la reunión transcurrió con este temario y no fue más, se profundizó en algunos de ellos y después simplemente quedamos en vernos y con el clima de distensión creo que fue la mejor forma de clausurar la reunión.
EC - Había también intriga por saber si el tema de la participación del PN en los directorios de los entes autónomos y los servicios descentralizados de alguna manera podía intentarse otra vez.
SA - Ni se habló de ese tema. Sí hubo una preocupación por mostrar que el PN tenía tres o cuatro prioridades en los temas de política comercial, política económica, política estatal, por lo que se hizo mención especial a la devolución de impuestos y a la prórroga de los reintegros, que vencen el 31 de mayo, para solicitarle al gobierno, entre otras cosas, que emita señales claras sobre las políticas sectoriales o la política de defensa del sector productivo con la que tanto se han comprometido. Eso fue, lo demás incluso por suerte no fue motivo de ningún tipo de discusión.
EC - ¿Pero está previsto que se vuelva a conversar sobre una eventual participación del PN en los entes?
SA - No, en ningún momento se conversó ahí ni nosotros internamente.
EC - En cuanto a otra cuestión que está pendiente, la renovación de la integración de los organismos de contralor, el Tribunal de Cuentas y la Corte Electoral.
SA - Eso se abordará en otro momento, pero ayer ni directa ni indirectamente se hizo referencia a eso en la reunión.
EC - ¿En definitiva usted con qué sensación salió?
SA - Con una sensación positiva y satisfecho porque un gobierno que sabe escuchar y ver visiones diferentes o aportes es capaz de empezar a rectificar o manejar el rumbo del país sin dejar de considerar que las discrepancias y las diferencias son parte natural de la democracia que tenemos que vivir. Lo importante es que un partido de oposición que marca sus diferencias, a la hora de hacer su contribución le dice al gobierno a dónde quiere ir y en qué lo quiere acompañar, en los temas importantes.
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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Mauricio Erramuspe