Escándalo de corrupción sacude al gobierno de "Lula"
El presidente brasileño enfrenta una severa crisis a raíz de denuncias de sobornos para comprar votos en el Parlamento. El periodista Clóvis Rossi dijo que la consecuencia más grave es el descrédito de la población. "El gobierno del PT prometió el cambio y no hizo nada en lo económico, en lo social, en nada, ni siquiera en la limpieza de la política. Hay un ambiente de mucho desánimo", afirmó.
(Emitido a las 9.20)
EMILIANO COTELO:
Ayer el presidente del Partido Trabalhista Brasileiro (PTB), Roberto Jefferson, confirmó sus denuncias sobre sobornos pagados a diputados por el oficialista Partido de los Trabajadores (PT), cuando compareció ante la Comisión de Ética de la Cámara de Representantes.
Jefferson, un experiente político y aliado hasta ahora del presidente Luiz Inácio "Lula" da Silva, desafió al PT y a sus aliados a decir la verdad sobre las coimas, en una sesión que fue trasmitida en directo por radio, televisión y también por sitios de Internet.
"Esta cámara no tiene coraje", afirmó Jefferson, quien mencionó con nombre y apellido a seis diputados que estarían en el caso de esas mensualidades de 30.000 reales unos 12.500 dólares, todos ellos diputados del Partido Liberal, que encabeza el vicepresidente José Alencar, y del Partido Progresista del presidente de la Cámara, Severino Cavalcanti.
Dice este despacho de la agencia France Press que Jefferson agradeció con ironía a sus denunciantes por haberle brindado la oportunidad de explicarse ante los brasileños. Y dijo que respondería con toda tranquilidad a las "hipocresías".
¿Qué es esto de que agradeció a sus denunciantes? Ocurre que Jefferson está acusado de haberse beneficiado él mismo de sobornos en los correos y de cohecho en otra entidad estatal, la de reaseguros.
¿Qué dijo sobre las denuncias que lo involucran a él? Afirmó que esas denuncias apuntaban a degradar su imagen y a debilitar a su partido, el PTB.
Jefferson apuntó sus dardos contra el jefe del gabinete, José Dirceu, a quien calificó de "Rasputín" y a quien acusó de haberle ocultado la verdad a Lula, tendiendo alrededor del mandatario un cordón de aislamiento. Recomendó además que Dirceu salga del gobierno para no transformar a Lula en reo.
Los sobornos para comprar la lealtad de diputados se habrían extendido hasta que Jefferson pudo contarle el caso a Lula, quien tuvo una reacción de hombre sorprendido, de hombre traicionado, según describió ayer Jefferson en su testimonio.
Estamos en diálogo con Clóvis Rossi (*), periodista, analista político del diario Folha de São Paulo.
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Rossi, en esta comparecencia de ayer se había centrado buena parte de la atención política, y hasta económica y financiera de Brasil. Llegaron a calificar a la jornada de la víspera como el "super martes". ¿Por qué?
CLÓVIS ROSSI:
Porque se imaginaba que Jefferson podría aportar alguna prueba, incluso alguna cinta grabada como prueba de sus acusaciones. Como las acusaciones son muy graves e involucran a buena parte del mundo político y personalidades del gobierno, era natural que hubiera la expectativa que había.
EC - Jefferson, sin embargo, dijo: "No tengo pruebas, sólo testimonios".
CR - Sí, pero lo que me parece más grave no es que no tenga pruebas o que diga que no tiene pruebas, lo más grave es que pese a que no tiene pruebas es creíble. La gente que más o menos conoce, aunque sea muy superficialmente, el funcionamiento de la política en Brasil, tiene tendencia a creer en él porque él describe mecanismos que más o menos se sabe que son así: corruptos, horrorosos, siniestros. Es un lodo tremendo en la política brasileña que desacredita a casi todos y además lleva a reforzar la convicción más o menos generalizada, no sólo en Brasil sino en el mundo, de que los políticos son todos iguales, son todos ladrones, lo que no es cierto. Lamentablemente los hechos parecen reforzar ese prejuicio popular.
EC - En el día de ayer otra diputada declaró que le habían ofrecido dinero para cambiarse de partido.
CR - Sí, perfecto, Raquel Teixeira, diputada licenciada del partido de la oposición, del PSDB (Partido da Social Democracia Brasileira), habría sido invitada a cambio de un millón de reales más el famoso mensualón para pasar a un partido de la base del gobierno. Además, en una entrevista con la secretaria del publicitario acusado por Jefferson de ser el "operador" de ese mensualón, se confirma que veía salir de la empresa de publicidad en la cual era entonces secretaria montones y montones de plata en paquetes, cash.
EC - "Mensalão" le llaman en Brasil a esa mensualidad que recibían estos diputados por funcionar leales al gobierno.
CR - Así es.
EC - A su vez Jefferson, como yo estaba recordando en la introducción a partir de este cable, está acusado de actos de corrupción.
CR - Sí, pero nadie en el gobierno tenía el derecho de ignorar que Jefferson tiene una biografía horrorosa, fue miembro del comando de choque del ex presidente Fernando Color de Melo durante todo el procedimiento de impeachment que finalmente se dio, así que no es una figura creíble, no es una figura que tenga una biografía limpia. Todo lo contrario, es un tipo que nadie con sentido común invitaría a ser su aliado, nada de eso. El PT sabía eso más que nadie y sin embargo lo invitó a ser parte de la base aliada y el presidente Lula llegó a decir que le firmaría un cheque en blanco a Jefferson y dormiría tranquilo. Ahora se ve que ni siquiera con un cheque llenado perfectamente se puede dormir tranquilo teniendo como aliado a un tipo como Jefferson.
EC - Lo que está claro es que fueron las denuncias contra él vinculadas a Correos y a la empresa de reaseguros las que después provocaron su reacción planteando estas nuevas denuncias, es una especie de venganza. ¿Hay que entenderlo de ese modo?
CR - Sí, claro, es una especie de venganza. Él dice que se sentía aislado, que creía que el gobierno lo dijo ayer en su testimonio a la Comisión de Ética iba a depositar todo el cadáver de la corrupción en el PTB, su partido, y por eso reaccionó dice él, para limpiar la cara de su partido. Lo que es imposible.
EC - Fue muy directo en sus señalamientos al jefe de gabinete, José Dirceu, a quien calificó de Rasputín, y señaló eso que también se ha citado mucho en las crónicas de prensa desde ayer y hasta hoy: "Hay que sacar a Dirceu". Le pidió, le sugirió al presidente que quite a Dirceu del medio, porque puede transformar a Lula en reo. ¿Cómo funcionó esta advertencia?
CR - Ya desde hace tiempo Dirceu está bajo la mira de diputados, incluso del mismo PT, porque se comporta de una manera autoritaria y porque no hizo la coordinación política que debió haber hecho al inicio del gobierno Lula, la perdió por un diputado del Partido Comunista do Brasil, Aldo Rebelo; debería ser el gerente del gobierno y no lo es tampoco. Es una figura muy poco efectiva y es natural que por ser el número dos del gobierno, por lo menos en el ámbito político, después de Lula, que las críticas se vuelvan contra él cuando las cosas no funcionan, y las cosas no están funcionando en el gobierno.
EC - ¿Efectivamente la gente en Brasil entiende que el presidente Lula no estaba al tanto de estas operaciones de pago de sobresueldos? ¿Efectivamente puede haber ocurrido que Dirceu generara un cordón en torno al presidente, que no le trasmitiera esta información sobre los procedimientos que estaba siguiendo el PT?
CR - No sé. Yo creo que todavía hay una confianza en la honestidad personal de Lula, no creo que él esté involucrado en ningún tipo de corrupción, pero es muy difícil creer que una operación de ese tipo, si es verdadera, pueda darse sin el conocimiento del presidente.
EC - ¿Cómo sale el gobierno de este pantano?
CR - Mal, muy mal, muy, muy, muy mal parado. No sólo el gobierno, toda la política, todos los partidos, hay una sensación de desesperanza, de incomodidad, la gente no ve ninguna perspectiva de cambio, el gobierno del PT prometió el cambio y no hizo nada en lo económico, en lo social, en nada, ni siquiera en la limpieza de la política. Hay un ambiente de mucho desánimo en Brasil.
EC - Y en el corto plazo, ¿cómo procesa el presidente Lula esta crisis? El lunes en su mensaje radial dijo: "Yo soy un enemigo histórico de la corrupción y agregó, vamos a aprovechar estos hechos para encarar una embestida contra la corrupción".
CR - Sí, pero son palabras, hay necesidad de hechos. El gobierno no tiene a nadie que lo defienda articuladamente, no sale nadie a decir nada. Hay propuestas de todo tipo venidas de gente del PT, unos proponen cambiar los ministerios dejando sólo al ministro de Economía Pallozzi, porque es el garante de la tranquilidad en los mercados; otros dicen al revés, no hay que cambiar los ministerios porque hacerlo sería una confesión de culpa; algunos proponen que se entregue la cabeza de Delúbio Soares, el tesorero del PT, que es un poco el demonio de turno, incluso según los testimonios de Jefferson; otros dicen "el presidente del partido no, vamos a mantener a Delúbio". En fin, hay una descoordinación tan completa y tan absurda que revela una incapacidad política tan grande de este gobierno, que es increíble.
EC - Como que el gobierno quedó paralizado por esta situación.
CR - Más que paralizado, tonto.
EC - Y ahora, entonces, ¿qué cabe esperar? ¿Cuáles son los próximos hechos, qué es lo que tiene que pasar ahora, qué es lo que está agendado para estos días?
CR - Lo que está agendado para los próximos días es lo que sabemos los brasileños hacer mejor: novela, novela política, como las que pasa por la televisión Globo: cada día una nueva revelación, una nueva acusación, una, dos, tres, cuatro, cinco comisiones de investigación. De repente surge o no alguna bomba, alguien que dice: "Yo he visto a José Dirceu con una valija de plata llevándola a tal sitio". Y así será, ese pantano en el que estamos metidos va a continuar aún algunos meses, por lo menos.
EC - ¿Consecuencias económicas? Porque ayer por lo menos los mercados no sufrieron el impacto, no evidenciaron el impacto de esta declaración ante la Cámara de Representantes.
CR - No creo que haya consecuencias económicas por una sencilla razón: en el gobierno anterior cualquier denuncia, cualquier crisis política se reflejaba en el aumento del prestigio de la oposición, o sea del PT, que tenía propuestas de cambio en la política económica; hoy no hay propuestas de cambio en la política económica, se desprestigie o no el gobierno la gente sabe que la política económica va a seguir igual. Si cambia el gobierno en las elecciones del año que viene también la política económica va a seguir igual, no hay una propuesta de cambio en la política económica con visibilidad electoral. Entonces los mercados están tranquilos, pueden hacer sus especulaciones como quieran, cuando quieran, sin grandes cambios en la cotización del dólar o en los mercados bursátiles.
EC - A usted le preocupa mucho más el impacto en la sociedad brasileña de estos hechos.
CR - Sí, ese desánimo, esa sensación de que son todos ladrones puede reflejarse el año que viene, por ejemplo, en la votación a algún tipo de aventurero populista, en alguna apelación a los militares. Aunque no creo, los militares ya están fuera de moda en América Latina, si en Bolivia no hubo ningún golpe en los últimos días es imposible que haya un golpe en cualquier otro país de América Latina, por lo menos en el horizonte previsible.
(*) Clóvis Rossi nació en 1943 en la ciudad de San Pablo. Periodista con 40 aós de carrera, trabajó en tres de los cuatro grandes diarios de Brasil: (O Estado de S. Paulo, Folha de Sao Paulo y Jornal do Brasil). Fue editor jefe de "Estado de S.Paulo", participó en incontables coberturas internacionales tanto para ese diario como para Folha. De este último, fue corresponsal en Buenos Aires y Madrid. Actualmente, es reportero especial e columnista.
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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Mauricio Erramuspe