Estimados Sres de En Perspectiva:

Soy uno más de los uruguayos que se ha ido del país. Para mí fue con dolor porque no lo hubiera querido pero, si es duro el exilio económico más lo es no tener perspectivas en el país de uno y una omisión no luchar por conseguir esas oportunidades.

Recientemente la mayoría de los que están en el pais se han ilusionado con un verdadero cambio en nuestra sociedad. Les confieso que me gustaría sentir como ellos pero no puedo. Basta un ejemplo para explicarlo, en las notas que ustedes mismos publicaron el pasado martes 30 aparecen tres noticias bien concisas, la primera habla de un uruguayo muy joven que ya es un investigador reconocido en el extranjero y que por cierto no piensa por ahora en volver. Noticia siguiente: el senador Larrañaga conversa largamente con el Presidente Vázquez y dice que el tema de fondo de su entrevista ha sido el de los Derechos Humanos. Noticia siguiente: los familiares de desaparecidos inauguran un llamado "Mes de la memoria", todo un mes para recordar a sus familiares y hacer de paso una exposición con las fotos... no de sus desaparecidos sino de los... "desaparecedores", así tal cual.

Mi pregunta es: ¿puede una sociedad cambiar si aún vive anclada en los recuerdos, los dolores, los rencores, las discusiones y plebiscitos interminables y estériles que no crean nada? Esto no es un problema de color político es un modo arraigado de ser que convive y se autojustifica a expensas de nuestro aparente civilismo democrático y nuestra pretendida y desteñida cultura.

Este es un tipo de cáncer para el que ni siquiera el Sr. Vázquez esta preparado. Es tan grande que ni un partido politico puede sólo, tampoco la Universidad, ni los gremios, ni los dirigentes de fútbol. Yo menos, pero cuando leí las 3 noticias que les comentaba, no pude menos que tomarme la cabeza y pensar: ¿PERO DE QUÉ ESTAMOS HABLANDO?

Guillermo Popelka