"Para alimentar a efectivos no hay fondos, sin embargo para sueldos políticos parece que sí", dijo el diputado Javier García.

García denuncia contradicciones "insalvables" en Defensa

La decisión de dar licencia al 70% de los efectivos del Ejército ya que no se cuenta con dinero para alimentarlos fue cuestionada por el diputado blanco Javier García. "Para alimentar a efectivos que están en un 50 por ciento debajo de la línea de pobreza no hay fondos, sin embargo para pagar sueldos políticos en el Ministerio de Defensa parece que sí los hay porque se pide que se creen los cargos", afirmó.

(Emitido a las 9.10)

EMILIANO COTELO:
La noticia fue título principal ayer en el diario Últimas Noticias: "El Ejército licenció a la gran mayoría de su personal y solamente dejó en funciones una guardia mínima en las unidades de todo el país y los efectivos encargados de los trabajos de reconstrucción de los daños causados por el temporal de Maldonado y las excavaciones para dar con los restos de los detenidos desaparecidos. Motivo: la fuerza carece de recursos para comprar alimentos y optó por la licencia masiva para evitar gastos tanto en suministros como en servicios.

La precaria situación económica que atraviesa el Ejército obligó a adoptar un plan de contingencia. En caja casi no queda dinero, por lo que, ante la eventualidad de verse sin suministros, la fuerza otorgó por una semana una licencia masiva al personal. Es la segunda vez en el año que se adopta una medida de esta entidad, la primera había sido en el mes de julio", agregaba la nota.

El tema había estado discutiéndose el día anterior, miércoles, en la Comisión de Presupuesto integrada con Hacienda de la Cámara de Representantes. El doctor Javier García, diputado del Partido Nacional (PN), fue uno de los legisladores que intervinieron en este asunto y con él vamos a dialogar a partir de este momento.

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Doctor García, ¿por qué se preocupó por este tema?

JAVIER GARCÍA:
Porque es un tema que en el fondo hace a un tema militar, pero previo a eso y mucho más importante, es un tema social y humano. El 50 por ciento del personal militar está debajo de la línea de pobreza, el 20 por ciento está debajo de la línea de indigencia y estas cosas impactan desde el punto de vista social. Fíjese que más del 20 por ciento de los niños de esta población tiene una alta deserción escolar. Muchas veces –cuando digo muchas veces digo muchas veces, miles de efectivos– el único plato de comida al día que tienen es el que reciben en la unidad militar. Cuando se toma esta medida de licenciar al 60 o 70 por ciento del personal, un licenciamiento masivo, se los está privando de la alimentación, de ese único plato de alimento al día que tienen miles de efectivos. Entonces es un tema que hace, antes que a un tema militar, a un tema social y humano, están en juego cosas tan importantes como la alimentación diaria de mucha gente. Todos sabemos que esa es la realidad del Ejército. Es más, tenemos unas Fuerzas Armadas cuya fotografía actual es: una Fuerza Aérea que no vuela, una Marina que no navega y un Ejército que no tiene plata para darles de comer a sus efectivos. Imagínese cómo impacta esto en la dignidad de una institución que no puede dar las mínimas condiciones de cobertura a su personal.

EC – El subsecretario de Defensa aclaró que se está trabajando con el Ministerio de Economía (MEF) para obtener el refuerzo presupuestal correspondiente, pero al mismo tiempo le señaló a usted que ésta no es la primera vez que pasa esto, que hay reiterados antecedentes de licencia por este motivo.

JG – Sí, la violencia en el mundo tampoco es nueva y no deja de ser grave. Que una cosa no sea nueva no quiere decir que deje de ser grave; como argumento no es de mucho peso que digamos. Pero independientemente de eso se hicieron dos cosas muy novedosas: la primera este licenciamiento masivo –cuando digo masivo digo en un porcentaje que ronda el 70 por ciento–; y la segunda es que simultáneamente a que el Poder Ejecutivo licencia masivamente a su personal porque no tiene para darle de comer, envía al Parlamento la creación de cargos políticos de confianza en el Ministerio de Defensa. Así que para alimentar a efectivos que están en un 50 por ciento debajo de la línea de pobreza no hay fondos, sin embargo para pagar sueldos políticos en el Ministerio de Defensa parece que sí los hay porque se pide que se creen los cargos.

EC – Esa discusión se dio en el marco del debate a propósito del proyecto de ley de presupuesto.

JG – Exactamente.

EC – Fue allí que saltó este asunto en particular, el del licenciamiento masivo de efectivos en el Ejército. ¿Cuántos son esos cargos de confianza que se crean y que a usted le preocupan o le parecen una decisión contradictoria con este otro tipo de resolución?

JG – Bastaría que fuera uno solo, porque cuando hay prioridades tan importantes como la alimentación de la gente cualquier plata que se destinara que no fuera prioritaria alcanzaría, pero se envían cinco artículo del Ministerio de defensa en los cuales se crean siete cargos políticos de particular confianza, un cargo y pico por artículo, un promedio difícil de igualar. Como le decía, para alimentar a los efectivos no, pero para crear cargos políticos de particular confianza, algo que no tiene ninguna prioridad, para eso sí parece que hay dinero. Son contradicciones insalvables.

EC – En definitiva, ¿cuál es su planteo?

JG – Ayer le envié una nota al doctor Bayardi –a quien respeto muchísimo, lo conozco desde hace más de 20 años, fuimos compañeros de generación de militancia en facultad– pidiéndole que extremara los esfuerzos para que hubiera un refuerzo de rubros inmediato, urgente del MEF. Ya lo habíamos solicitado hace unos 15 o 20 días en momentos en que fuimos al Comando del Ejército y la Comisión de Defensa tuvo una presentación por parte del comandante de estos temas. Le preguntamos y el doctor Bayardi nos contestó que se había mandado un oficio. Yo desearía que aparte de mandar el oficio se tuviera la sensibilidad necesaria; no dudo de que se la vaya a tener, pero es urgente que se la tenga para que este refuerzo de rubros llegue en forma inmediata. Esto afecta más que un tema militar, un tema social y humano, y obviamente también la dignidad de una institución, porque cuando una institución no puede alimentar a su personal que está todo el día, difícilmente tenga valor para impartir otras decisiones.

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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Mauricio Erramuspe