(Emitido a las 7.36)

EMILIANO COTELO:
El ministro de Transporte y Obras Públicas fue interpelado ayer en la Cámara de Representantes por el diputado nacionalista Nelson Rodríguez. El motivo del llamado a sala fue la decisión del gobierno de ampliar en 10 años la concesión a la empresa Buquebus para la explotación de la Terminal de Pasajeros en el Puerto de Montevideo.

Durante ocho horas se debatió el asunto en la Cámara de Representantes y finalmente se votó por mayoría, con los votos del partido de gobierno, una moción de respaldo a Rossi.

La otra moción, la que declaraba insatisfactorias las explicaciones del ministro, fue votada por el Partido Nacional (PN), el Partido Independiente y el Partido Colorado, con la excepción del diputado de la Cruzada 94 Yamandú Flangini.

Vamos a ver qué fue lo que dejó esta larga discusión, vamos a escuchar a las dos partes.

Empezamos saludando al diputado de la Correntada Wilsonista Nelson Rodríguez, que llevó adelante la interpelación.

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Diputado Rodríguez, es difícil hacer este tipo de evaluaciones después de un llamado a sala, porque en Uruguay hace años que prácticamente todas las interpelaciones tienen un final ya conocido de antemano. En esta ocasión no tuvimos una excepción, se sabía que la bancada del Encuentro Progresista (EP) iba a respaldar al ministro Rossi y se conocían de antemano también los cuestionamientos que usted y otros legisladores blancos y algunos colorados formulaban.

Mi pregunta, con la que creo que puedo estar representando a muchos oyentes, es: en una interpelación, ¿realmente hay diálogo? ¿Realmente las partes se escuchan? Usted, concretamente, que llevó adelante la interpelación, ¿atendió los argumentos del ministro Rossi, los evaluó? ¿O ya venía con la decisión tomada de antemano?

NELSON RODRÍGUEZ:
No, todo lo contrario; en varias oportunidades me habían preguntado qué esperaba de este llamado a sala y yo decía que no hacía futurología con respecto a lo que podía suceder, porque no iba predispuesto a votar algo en particular. Una cosa sí tenía clara: que no teníamos la intención de pedir la censura del ministro. Nuestra intención fue propositiva, fue un llamado a sala en el que intentamos cambiar una decisión que todavía no ha tomado y que está por tomar el gobierno, que entendemos que es totalmente inconveniente para el Estado. Entonces lo que estábamos midiendo y sobre lo que estábamos hablando en ese llamado a sala era la conveniencia de ampliación de la concesión a la empresa Buquebus en las condiciones en las cuales se la estaba otorgando.

EC – Vamos lo más rápido posible al nudo de la cuestión: en breve síntesis, ¿cuáles eran sus críticas, sus cuestionamientos?

NR – Nuestro cuestionamiento es el monto económico que va a percibir el Estado comparado con el que recibió por los primeros diez años de concesión.

EC – Cuando habla del monto económico, ¿a qué se refiere?

NR – A la inversión.

EC – La inversión que debe realizar en sus instalaciones el concesionario de la terminal.

NR – Exacto. En el primer caso, para poder acceder a prestar los servicios y a operar la terminal portuaria, hay una discusión, primero eran 6, después eran 7 y la empresa dice que fueron 9.000.000 de dólares.

EC – O sea que hasta ahora, en los primeros diez años, Buquebus invirtió 9.000.000 de dólares.

NR – Como inversión. En esta oportunidad ofrece –no se le exige– una inversión de 700.000 dólares por diez años más de concesión. Estos 700.000 dólares son los mismos que ofreció en 1996 para la construcción de una manga y otras pocas mejoras más.

Nosotros entendemos que si hoy se llama a licitación con esa base que está proponiendo la propia empresa, una inversión de 700.000 dólares, se le mantiene el mismo pago de canon y además se le agregan muchos más negocios muy lucrativos, puede haber más interesados y se puede sacar un mejor rédito económico para el Estado. Y si no es así, por lo menos se hubiera renegociado con la empresa una inversión mayor o un mayor pago de canon.

EC – Usted escuchó que el ministro Rossi, entre otras cosas, argumentó que la decisión que este gobierno está homologando en realidad viene del período anterior, y que incluso se basa en un asesoramiento del directorio de la Administración Nacional de Puertos (ANP) cuando todavía no habían cambiando sus autoridades. El ministro y los legisladores del EP hicieron pie en la cláusula número 10 del contrato firmado hace diez años por Buquebus, cuando se le entregó la concesión, que dice: "Esta concesión podrá ser renovada por períodos adicionales y sucesivos después de que expire el término inicial acordado, mediante resolución de renovación de la concesión por decisión del Poder Ejecutivo previo asesoramiento de la ANP". Y, justamente, hay una comunicación de la ANP del 27 de abril, cuando todavía estaban las autoridades anteriores, sin representantes del EP que, al evaluar la propuesta de Los Cipreses SA, es decir Buquebus, dice a propósito de la oferta de inversión que los informes técnicos aportados por la División Comercial, la División de Planificación, Inversiones y la División de Operaciones Portuarias, indican que la inversión propuesta acompaña el crecimiento de los tráficos portuarios de pasajeros. Por ese y otros motivos aconseja efectivamente que se renueve.

NR – Claro, pero en esa misma resolución, en el punto 3 del considerando, dice: "El cuerpo manifiesta que el estudio comparativo de las condiciones en que se otorgó el plazo inicial, las condiciones acordadas para la prórroga del plazo de la concesión, surge como adecuado lograr una mejora de las mismas". Eso es lo que dice el ingeniero Loureiro. Hay que tener en cuenta que esto no fue negociado por el directorio de la ANP, sino por los servicios técnicos de la ANP. El ingeniero Loureiro también le manifestó al ministro en su momento que no era suficiente la oferta que se estaba realizando por parte de la terminal, y lo dejó por escrito en esta resolución del 27 de abril de 2005, previo a retirarse y que hubiera una modificación natural en la ANP.

EC – En síntesis usted dice que debió haberse hecho una licitación pero, ya que se optó por no hacerla, debió haberse negociado mejor las condiciones de la renovación.

NR – Así como los distintos ministros anteriores cada vez que la ANP les enviaba la solicitud de ampliar la concesión –más allá de una discusión técnica de si se podía o no ampliar antes de terminada la concesión, sobre lo que hay varias bibliotecas en el expediente, unas que dicen que sí y otros que no, y el Tribunal de Cuentas (TC) dice que no– no manifestaban conformidad por parte de los ministros y la devolvían a la ANP, en este caso podía haber sucedido exactamente lo mismo: se le podía haber devuelto a la ANP la oferta realizada por la empresa considerándola insuficiente para de esa manera negociar mejores condiciones.

EC – Por otro lado, ¿usted tiene alguna objeción en cuanto al alcance de la concesión? Ha habido toda una discusión sobre si se agregan o no nuevos negocios.

NR – Lo dice la resolución del 27 de abril en el considerando 1: "la Asesoría Jurídica en la actuación número 11 expresa que las obras y los requerimientos de inversión conllevan necesariamente una modificación del contrato originalmente suscrito". Y en varias de las actuaciones del ANP que yo anoche le comentaba al ministro y en algunos casos hasta leí, se habla claramente de que se agregan más negocios y dice que no sería inconveniente entregarle esa cantidad de negocios a un solo empresario.

EC - ¿De qué estamos hablando? ¿Qué quiere decir que se agregan más negocios?

NR – Hay más negocios, como por ejemplo la instalación de más free shops, cafeterías, restaurantes, servicios telefónicos internacionales y otra serie de cosas más que no recuerdo ahora –me acabo de levantar–. Pero el más importante de todos y que no hay que perder de vista es la inyección de gente que se le va a dar para que ingrese por la terminal, estamos hablando de 70.000, 80.000 personas por año que van a estar haciendo sus gastos dentro de la terminal portuaria. Es un volumen imponente de clientes.

EC - ¿Inyección de gente con qué origen?

NR – Cruceristas.

EC – Para terminar: ayer, ante una pregunta concreta que le realizó el diputado Washington Abdala, el ministro Rossi aclaró que lo que está resolviendo está sujeto a lo que opine el TC, y que si éste presenta objeciones por supuesto que se van a atender. ¿Esta puntualización no le resulta satisfactoria a usted?

NR – Es que eso no tiene otro remedio, no estamos hablando de la parte legal, si el TC dice que es ilegal es ilegal y tiene que acatar, no nos está haciendo ningún favor, está haciendo lo que tiene que hacer. Acá, donde también debería haber hecho lo que tenía que hacer, que era buscar las mejores conveniencias para el Estado, es donde entendemos que está fallando y que se podía haber puesto más voluntad en renegociar esto, en mejorar el pago de canon o la inversión o haber aceptado lo que le planteó el ingeniero Loureiro previo firmar esta resolución, en una reunión personal que tuvo con él. No me consta que se hayan hecho realmente los estudios jurídicos que el señor ministro me dice, seguramente se debe haber asesorado; sobre esto también hay varias bibliotecas. El ingeniero Loureiro decía que ya que López Mena ha ofrecido por varios medios de prensa hacer gratis la Terminal del Puerto de Colonia, se le podía haber aceptado como parte de la inversión que haga la reforma que tiene que hacer en el puerto de Montevideo y la Terminal de Colonia y con eso mejoramos mucho la ecuación económica. Eso no se puso por escrito, pero el ministro ha reconocido que dentro del ámbito de la ANP esta inquietud se trató, se habló, y el ministro tiene el conocimiento y yo tengo la información –y no voy a dudar de la palabra del ministro, porque no soy quién– de que el ingeniero Loureiro le pasó esta misma inquietud que no se atendió.

Notas relacionadas:
Rossi defendió concesión a Buquebus pero dijo que quiere más operadores. Entrevista con el ministro de Transporte y Obras Públicas. (28.09.05)

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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Mauricio Erramuspe