El presidente de la Cámara de Comercio, José Luis Puig, alertó que frente al "exito" de la macroeconomía, las señales a la microeconomía han detenido al país.

Empresarios exigen discutir a fondo el fuero sindical

Para el presidente de la Cámara de Comercio, José Luis Puig, la aprobación de la ley de fuero sindical tal cual está, sería "un cambio sustancial del Uruguay económico". Si la protección llega a todos los sindicalizados, dijo, el empresario no podrá administrar los recursos humanos. Puig alertó que frente al "éxito" de la macroeconomía, las señales a la microeconomía han detenido al país.

(Emitido a las 9.11)

EMILIANO COTELO:
Sesenta días parecía un plazo razonable y más que suficiente para lograr un acuerdo entre el gobierno, los sindicatos y las cámaras empresariales sobre el proyecto de ley de libertad sindical. Sin embargo, ya corrió más de la mitad del plazo y el proceso sigue trancado. El PIT-CNT señala que los empresarios "enredaron" la discusión. Y desde las Cámaras empresariales se deja entrever el desgaste. Por ejemplo, ayer el ex presidente de la Cámara Nacional de Comercio y Servicios, Horacio Castells, declaró al diario El País que la negociación se transformó en un "franeleo".

En este clima y buscando aceitar un poco este ámbito de discusión, el Poder Ejecutivo está por aprobar el decreto de prevención de conflictos, que venía siendo reclamado insistentemente por las empresas.

¿Con eso alcanza, efectivamente? ¿Cómo vienen viendo este proceso las patronales? ¿Qué posibilidades de éxito hay en las conversaciones?

Vamos a conversarlo con el actual presidente de la Cámara de Comercio, economista José Luis Puig.

***

Economista Puig, recordemos por qué se crea este ámbito cuatripartito. En la Cámara de Diputados se sancionó un proyecto de ley de libertad sindical con el cual las gremiales empresariales tienen serias diferencias. Ustedes se quejaron, además, de que ese proyecto se hubiese impulsado en el Parlamento y por fuera de los ámbitos tripartitos que este gobierno ha creado.

Atendiendo esos reclamos, cuando el tema estaba ingresando al Senado el PE promueve una pausa en el trámite legislativo y crea una mesa cuatripartita para negociar el proyecto de ley. Este nuevo ámbito queda integrado por sindicatos, empresarios, MTSS y parlamentarios, y tiene un plazo de 60 días para llegar a un acuerdo.

Además se estableció "un pacto de caballeros" sobre la forma cómo se desarrollarán las relaciones laborales mientras se avanza en esta negociación sobre la ley. Y para regular ese período intermedio se resuelve emitir un decreto amparado en normas de la OIT. Justamente es ese decreto el que provoca los cortocircuitos que   han complicado las cosas en estas primeras semanas... ¿Por qué?

JOSÉ LUIS PUIG:
Son varios temas y varias puntas. Lo que ha ido pasando es que el tema de fondo ha dejado su lugar a temas secundarios, como han sido los decretos.

EC – Del proyecto de ley no estamos hablando, estas semanas no se ha hablado del proyecto de ley.

JLP – Por eso, entonces hablemos de estos decretos y después habría que hacer dos o tres consideraciones acerca del proyecto de ley. En lo que tiene que ver con los decretos, cuando el ministro de Trabajo implementó la comisión cuatripartita, en esa misma reunión dijo que como eso iba a durar 60 días, consideraba ese pacto de caballeros que tú mencionas hacerlo por decreto. O sea que un decreto dijera que los empresarios no podían durante el momento de discusión de estos 60 días echar a ningún trabajador por motivos sindicales, que por otro lado los trabajadores se comprometían a no ocupar empresas durante este período, y que se iba a crear una comisión técnico-mixta que iba a "regular" estas situaciones.

En ese momento pareció lógico, todos estuvimos de acuerdo, a los poquitos días el ministerio sacó el decreto en el cual estaba la parte de que los empresarios no podían despedir trabajadores por motivos sindicales, estaba la parte de que se implementaba la comisión técnico-mixta, pero se olvidaron de la parte de que los trabajadores no podían ocupar empresas.

EC – Estamos hablando del decreto 302 del 13 de setiembre.

JLP – Ahí tuvimos una reunión varios presidentes de gremiales con el señor ministro y de dijimos que allí faltaba algo. El ministro dijo: "sí, perdón, me equivoqué". Ahora, para saldarlo, vamos a hacer un nuevo decreto, y para eso hacemos una nueva comisión, que estaba formada por dos abogados de los empresarios y dos del ministerio para redactar un segundo decreto que iba a volver a la idea original de que quedara todo en un solo decreto. Lo que pasó fue que se está discutiendo sobre este segundo decreto, que no fue por culpa nuestra porque el error no fue nuestro, no fue lo que se había acordado, o sea que hicieron algo distinto de lo que se había acordado, entonces de los 60 días ya han pasado 30 y pico y hemos discutido el decreto.

Entonces lo que estamos diciendo es que no discutamos más el decreto, ya no interesa, si ahora quedan 20 días de discusión no necesitamos un decreto de paz laboral, si en 20 días no nos ponemos de acuerdo en el proyecto de ley, el proyecto de ley saldrá como está, si nos ponemos de acuerdo tendremos una ley mejor. Ese es el tema.

EC – Lo cierto es que ahora surgió este segundo decreto. ¿Ya fue promulgado?

JLP – No sé, hasta ayer no, pero no sé.

EC – Sí está el texto, por lo menos el borrador, del decreto pero parece que para ustedes tampoco termina siendo satisfactorio.

JLP – No está dicho lo que el ministro se comprometió cuando implementó la comisión cuatripartita que iba a tener el decreto que él llamó para asegurar la paz laboral.

EC – No está dicho lo que se aseguró, lo que se prometió. ¿Qué es lo que no está?

JLP – Hay un proceso medio engorroso de cómo se pueden dar estas cosas. Creo que no vale la pena entrar en detalles, lo que pasó fue que el decreto tenía lógica si se hacía el decreto único al principio del proceso para marcar la paz laboral. Ahora, que quedan 20 días, parece una cosa ilógica que tengamos que asegurarnos paz laboral para negociar en 20 días.

EC - ¿Entonces ustedes no van a plantear impugnaciones a este decreto, no van a seguir negociando ese segundo decreto?

JLP – Nosotros impugnamos ya el primer decreto, el segundo cuando salga aprobado veremos cómo está, pero lo que digo es no hablemos más de esto, porque aparte estos decretos dentro de 20 días no tienen más efecto, porque eran transitorios durante el período de negociación. Nos quedan 20 días de negociación, dentro de 20 días se acabaron los decretos. Entonces hablemos del proyecto de ley.

EC – Eso es lo que se llama la atención, que se haya destinado tanta energía, tanta reunión y tanta discusión a la transición, al marco normativo que iba a regir durante la transición. ¿Las cámaras empresariales no hacen autocrítica en ese sentido?

JLP – Las cámaras empresariales no son las culpables, el culpable es el ministerio que sacó un decreto que no fue lo que se había dicho que había que sacar, y dijeron "me equivoqué", pero vamos a arreglarlo de otra manera.

EC – Se lo pregunto porque mientras se sigue discutiendo o se ha seguido discutiendo a propósito de los decretos obviamente el tiempo ha continuado corriendo, cuando parecería que los empresarios son los que tienen más para perder en la medida que no se logra un acuerdo. Lo que se planteó en su momento fue: si al llegar a los 60 días no hay un entendimiento sobre cómo terminar redactando el proyecto de ley de fuero sindical, va a seguir adelante el proyecto que salió de Diputados, que ustedes no comparten.

JLP – Si nos sentamos las distintas partes en la comisión cuatripartita a ver si podemos ponernos de acuerdo en un nuevo proyecto de ley, es algo que va a llevar días. Estos 20 días que quedan más que alcanzan para esto.

Acá hay tres o puntos básicos en discusión, o nos ponemos de acuerdo o no, no necesitamos tanto tiempo, no necesitamos tanta cosa para que llegar a una solución definitiva. Está muy claro, el proyecto de ley introduce en el país un cambio importantísimo: pretende que haya fueros sindicales para todos los trabajadores del sector privado, para todos los trabajadores que están sindicalizados, por lo tanto va a ser para todos los sectores del sector privado porque se van a sindicalizar todos. Lo que pretendemos es que si hay un proyecto de ley de fuero sindical sea únicamente para dirigentes sindicales.

Ese es el gran meollo de este asunto: ¿es universal para todos o es un proyecto de ley para los dirigentes gremiales? Si es universal para todos, cambia sustancialmente la filosofía que ha tenido este país desde 1830, y diría más, desde la época de Artigas, en el cual el empresario es el motor de la economía. De esta manera el empresario lo único que no va a poder hacer es administrar sus recursos humanos porque los va a administrar el sindicato. Por lo tanto hay un cambio sustancial, de fondo, del Uruguay económico que todos conocemos. A nuestro criterio de esta manera no vamos a avanzar en el Uruguay productivo, no vamos a avanzar en mejorar los niveles de actividad de Uruguay. Como para muestra basta un botón, los indicadores que han estado sucediendo en estos últimos meses están mostrando que el país se ha detenido. Y si vemos el manejo macroeconómico que ha hecho el gobierno desde marzo hasta acá, ha sido muy bueno.

EC - ¿En qué se basan ustedes para sostener que el país se ha detenido? Se refieren a la economía. ¿Por qué?

JLP – Déjeme armar la idea. En las variables macroeconómicas esto ha sido un éxito, un éxito tal que Uruguay tuvo que colocar su deuda en el exterior, la colocó, por lo tanto ya refinanció su deuda a largo plazo, organizó sus acuerdos con los organismos multilaterales y la parte macroeconómica está armada. Las señales que se han dado en la microeconomía son las que han detenido al país. El país venía creciendo sus exportaciones en números de 30, 25 por ciento, 20 por ciento, y en el mes de julio creció 7 por ciento. Las exportaciones que venían creciendo a números de 49, 43, 21, 52 en abril, en julio crecieron 6. Si vamos a los niveles de empleo, el país venía teniendo niveles en el orden del 1, el 0,7 por ciento; vamos al último trimestre móvil, 0,3 por ciento. Ayer vimos indicadores que sacan empresas que están en esto, la demanda laboral bajó. El sábado vemos otras encuestas acerca de los niveles de consumo, el nivel de consumo del país bajó en unidades físicas y más en el interior que en Montevideo. Son señales claras.

EC - ¿Señales claras de qué?

JLP – De que Uruguay se está deteniendo, de que el avance que nos venía dando el nivel de crecimiento en la actividad económica se está deteniendo. La política macroeconómica ha sido exitosa, entonces está claro que el problema está en la política microeconómica.

EC – El ritmo de crecimiento que venía teniendo la economía el año pasado era extraordinario, no podía sostenerse este año, eso lo señalaron todos los analistas desde siempre. O sea que una desaceleración del ritmo de crecimiento iba a darse.

JLP – Claro, pero una desaceleración es una cosa que se da paulatinamente, no son números que caen de esta manera tan grande. Fíjese los números de las exportaciones: 21 en enero, 32, 11, 24, 20, 17, en julio 7. Las importaciones: 49, 43, 21, 53, 22, en julio 6. Por lo menos es un llamado de atención.

EC – Usted dice que el problema no está en la macroeconomía sino en la microeconomía. Un par de precisiones al respecto: hay un factor de la macroeconomía que es la política monetaria que se está siguiendo, la evolución del tipo de cambio, ¿no es un factor que está incidiendo en esas caídas que usted menciona?

JLP – Si hubiera sido eso habría incidido todos los meses, no sólo ahora en julio, ¿por qué en julio? Todavía no tenemos los números de agosto, pero seguramente...

EC – Para usted el problema está en la microeconomía; ¿a qué se refiere, en qué está pensando?

JLP – La relación del empresario, la relación del día a día en una empresa actuando en el ambiente económico, pagando impuestos, con las relaciones laborales, con los precios de sus productos.

EC – Concretamente, para ustedes, ¿los consejos de salarios afectaron la marcha de la economía?

JLP – Los consejos de salarios fueron una herramienta excelente, porque cuando empezó este gobierno tuvimos reuniones con el ministro de Trabajo y con el ministro de Economía y teníamos que había dos elementos que eran fundamentales para mejorar en el país: uno era el nivel de la masa salarial, que estaba muy bajo de acuerdo con la crisis económica que habíamos vivido y de la cual estábamos saliendo. Es un dato. Segundo dato: teníamos una tasa de desempleo que teníamos que solucionar porque el principal problema es que todos los uruguayos tengamos trabajo. El tema de los niveles salariales se arregló con los consejos de salarios, fue la herramienta que eligió el gobierno, nosotros apoyamos, de los 90 y pico de subgrupos que se armaron la Cámara de Comercio estuvo en 46, en todos ellos acordó, o sea que el aporte que hemos hecho al consejo de salarios ha sido excelente y creo que la herramienta fue una buena solución porque era la que el gobierno quería, todos colaboramos, todos estuvimos de acuerdo y la cosa anduvo muy bien. Con lo cual en teoría, ahora que se van a empezar a dar esos ajustes, los mismos deberían hacer que el consumo creciera y lo que tenemos de los últimos meses es que bajó. Eso es preocupante, todo el mundo está como esperando, a ver qué va a pasar.

EC - ¿Esperando qué?

JLP – Esperando que esto quede más claro.

EC – Concretamente, para usted, ¿el proyecto de ley de fuero sindical o la discusión en torno al proyecto de ley de fuero sindical es parte importante de ese problema?

JLP – Yo creo que el proyecto de ley de fuero sindical es parte fundamental de este problema, porque acá, como le decía al principio, es donde se decide si vamos a querer seguir con una economía, con un modelo económico en el cual el empresario del sector privado es el motor de la economía. Eso es lo que ha pasado en Uruguay desde sus orígenes, porque el empresario del sector privado es aquel que invierte sus ahorros en Uruguay, crea una empresa, crea fuentes de trabajo, paga los impuestos, le da movimiento a la actividad económica. Si ahora ese señor no puede administrar uno de sus recursos principales, que es el humano, la cuestión va a estar por lo menos distinta, es un modelo distinto.

EC – El punto neurálgico es, según lo que usted señalaba recién, a quiénes abarca el fuero sindical.

JLP – Obviamente, es el gran tema.

EC – Si abarca todos los empleados de una empresa o sólo a los dirigentes sindicales. ¿Ustedes tienen algún número, alguna forma de cuantificar a cuántos de los empleados de una firma debe proteger el fuero sindical?

JLP – No, esos son los temas que tendríamos que estar discutiendo en el proyecto de ley, tendríamos que ver que todo esto sea una cuestión de sentido común y sea razonable. En empresas que tienen más trabajadores haya más dirigentes gremiales y en aquellas que tienen menos haya menos, ahí es donde tenemos que estar centrando esto, en cómo hacemos para tener una solución que beneficie a todos y no a unos y no a otros.

EC – Pero, por ejemplo, si se va por ese camino, ¿cómo se protege la creación de un sindicato? Esa es otra de las preocupaciones que están de por medio, cuando se está gestando un sindicato no hay dirigentes sindicales a quienes asignarles el fuero. ¿Qué ocurre en esa etapa inicial?

JLP – Es de las cosas que la ley tiene que decir, nosotros estamos dispuestos a sentarnos, discutir y ponernos de acuerdo. Lo que creemos que tiene que pasar es que el principal tema,  que es de quién estamos hablando... definamos eso, después cómo se instrumenta, ahí vamos a negociar, todos pondrán sus ideas y como en toda negociación, como en las negociaciones en los consejos de salarios, todos iremos dejando prendas por el camino para llegar a una conclusión beneficiosa.

EC – Otro punto crítico es, una vez que se comprueba, si se comprueba que un despido es persecución sindical, cuál es la consecuencia, la restitución o no del empleado. ¿Qué es lo que ustedes entienden en esa materia? Porque es un tema que también da lugar a controversia.

JLP – Hasta ha dado lugar a controversia porque no ha estado esto bien definido, si esto abarca a los dirigentes sindicales o a todo el mundo. Ahí es donde tenemos que centrarnos y organizar algo que reglamente esto para todos de la mejor manera posible.

EC – ¿Pero ustedes aceptan la restitución de aquel empleado que ha sido despedido por persecución sindical?

JLP – Habría que ver las condicionantes, pero en principio por norma no estamos en desacuerdo.

***

EC - ¿Cómo sigue esto? Estamos a 24 días. ¿Cuándo es la próxima reunión?

JLP – Si no es hoy será en los próximos días. Creo que tenemos que centrar el tema en el proyecto de ley, ponernos de acuerdo en los conceptos básicos, que son dos o tres puntos, y una vez que eso esté acordado, cómo se reglamenta el tema va a ser tarea de los legisladores. Y ya está. De la misma manera que nos pudimos sentar y armar los consejos de salarios después de 15 años que no se usaban en este país, en 60 días nos pusimos de acuerdo, para discutir un proyecto de ley respecto del cual estamos en desacuerdo en dos o tres puntos, si no nos podemos sentar alrededor de una mesa 20 uruguayos a ver cuáles son las posiciones y arreglarlo en los 20 días que nos quedan, estamos dando una señal al resto de nuestros compatriotas bastante mala.

EC – Vamos a ver si el plazo alcanza, como usted lo vislumbra, en realidad sobre tiempo, no es tan dramática la cosa.

JLP – Soy muy optimista en ese sentido, si nos podemos sentar a hablar del tema de fondo.

EC - ¿Usted tiene la impresión de que no se van a sentar a hablar del tema de fondo?

JLP – Hasta ahora no nos hemos sentado a hablar del tema de fondo, hemos estado hablando de los decretos que nos iban a reglamentar durante el período de discusión del que cada día queda menos. Nos perdimos 40 días hablando de un decreto que va a durar 20.

EC – Y ustedes entienden que la responsabilidad no fue de ustedes de esa pérdida de tiempo.

JLP – Obviamente no, el decreto hubiera salido de la manera que el ministro dijo el primer día, no habría habido ningún problema.

Notas relacionadas:
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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Mauricio Erramuspe