Para el canciller Reinaldo Gargano, las declaraciones del gobernador Jorge Busti son "una especie de obús a la línea de flotación de un proyecto de integración".

Gargano: dichos de Busti son "un obús" a la integración

Para el canciller Reinaldo Gargano, las declaraciones del gobernador Jorge Busti son "una especie de obús a la línea de flotación de un proyecto de integración". Destacó que las relaciones con Argentina "no son malas" y mencionó que ayer tuvo tres conversaciones con su par argentino. "Tratamos que las medidas adoptadas, que son serias, conduzcan a buen puerto", agregó.

(Emitido a las 7.36)

EMILIANO COTELO:
Es el tema del día en Uruguay, sin duda. Probablemente también sea uno de los principales del otro lado, en la República Argentina. Las relaciones entre los dos países se agravaron en este fin de semana, cuando, a partir de declaraciones del gobernador de la Provincia de Entre Ríos, Jorge Busti,  la Cancillería uruguaya decidió llamar en consultas al embajador de nuestro país en Buenos Aires, Francisco Bustillo.

En respuesta, el gobierno del presidente Néstor Kirchner hizo lo propio con el embajador argentino en Montevideo, Hernán Patiño Meyer. ¿Cómo podemos definir el estado actual del vínculo Uruguay-Argentina? ¿Se congelaron sus relaciones diplomáticas, por ejemplo, como plantea el diario La República? ¿O están en tensión, como dicen varios de los otros enfoques de prensa?

Vamos a empezar el abordaje del asunto conversando con el canciller de la República, Reinaldo Gargano.

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Canciller Gargano, es una resolución drástica la de ayer, ¿verdad?

REINALDO GARGANO:
No; imprescindible. Lo drástico y lo duro y agraviante fueron las manifestaciones que hizo el gobernador de Entre Ríos, que llegó a un nivel al cual nadie pensaba que se podía llegar en una materia tan especial y donde las cancillerías de ambos países habían trabajado con bastante intensidad, tratando de canalizar el análisis y el estudio de las preocupaciones de ambos pueblos, de los habitantes ribereños de Fray Bentos y de Argentina, de Entre Ríos y Gualeguaychú. Nos pareció desproporcionado, ajeno a lo que son las relaciones entre los dos países. Las relaciones no son malas, yo hablé tres veces ayer con el canciller Bielsa.

EC – Ah, ya tuvo diálogo directo con su colega argentino.

RG – Sí, claro, pero remarcando siempre que esto tiene que pararse y rectificarse, porque yo escuchaba lo que usted mencionaba como las explicaciones que ahora había dado el gobernador de Entre Ríos, pero son explicaciones a posteriori de intervención espontánea y de un carácter sumamente grave.

EC – Tengo aquí el comunicado; dice, entre otras cosas: "El gobierno de Uruguay está dando una interpretación absolutamente equivocada de mis declaraciones a Radio del Plata, y por ello mismo está cayendo una reacción totalmente desproporcionada con los hechos al llamar a consulta a su embajador en Buenos Aires. El gobierno uruguayo asume, sin duda, que el concepto ‘incentivo’ connota una acción espuria, ilegal o tal vez asociada a la corrupción, pero lo que quise decir es que tales incentivos están a la vista de todos y no fueron inventados por mí. Han sido expresamente manifestados por varios voceros del gobierno y de las empresas involucradas". ¿De qué ejemplos de incentivos habla Busti ahora? "Las papeleras representarán una de las mayores inversiones extranjeras en Uruguay, su instalación significará una importante fuente de generación de empleo a ese hermano país, las papeleras darán un gran impulso a la economía local", agregó.

RG – Explicaciones a posteriori, toda una arquitectura de palabras para poder explicar lo inaplicable de una actitud de la naturaleza que se dio. Lo que muestra es que no hay razón suficiente, que cuando el gobierno uruguayo aporta documentación, estudios científicos rigurosos y demás, y cuando internacionalmente parece ser que habrá pronunciamientos que seguramente no van a dar razón categórica a las afirmaciones del señor gobernador de Entre Ríos –lo digo con mucho respeto–, ¿por qué no esperar a que las mismas voces que espera el gobierno del señor Busti se pronuncian? Él recurrió a la Corporación Financiera Internacional, recurrió a la Comisión de Derechos Humanos de la OEA; antes de eso el agravio es el recurso. Hemos hecho lo elemental. Y quiero decirle que lo hemos hecho comunicándoles a todos los dirigentes de los distintos partidos políticos que forman el arco constitucional uruguayo.

EC – Y en principio la reacción fue de apoyo, ¿no?

RG – Sí, unánime. Esto les fue comunicado a ellos antes que a la prensa, obviamente, porque aquí funciona así lo que se llama política de Estado, porque el tema es delicado, involucra prácticamente todos los sectores del espectro político nacional.

Nosotros queremos seguir manteniendo buenas relaciones, tenemos muchos puntos de sintonía con el gobierno argentino, desde el año 2003 venimos manteniendo contacto los integrantes de la fuerza política que gobierna hoy Uruguay con el gobierno del doctor Néstor Kirchner. Esos contactos nos dieron buenos resultados en materia económica, se arreglaron algunos conflictos, pasamos todos un momento muy bueno en la integración, tenemos ambos un proyecto de integración regional bien asumido, Argentina va a asumir la presidencia pro témpore del Mercosur en diciembre, nosotros terminamos el 31 de diciembre nuestro semestre de presidencia, estamos tratando el anillo energético que va a dar solución a los problemas de abastecimiento de energía en la región, la construcción del gasoducto que viene de Perú pasando por Chile, Argentina, Uruguay y Brasil.

EC – Además el telón de fondo había sido de sintonía ideológica entre el proyecto del Encuentro Progresista y por lo menos los grandes trazos del gobierno Kirchner.

RG – Así es. Y luego este tipo de cosas son una especie de obús a la línea de flotación de un proyecto de integración regional de esta naturaleza. Ayer cuando fui informado de esto dice: ¿qué razón se busca con esto? ¿Qué es lo que se pretende?

EC – Se venía en una escalada de declaraciones.

RG – Sí, pero no por parte del gobierno uruguayo. El gobierno uruguayo manejó esto con absoluta responsabilidad, con equilibrio, con sensatez, con claridad ante todo el mundo, ante la población en primer lugar, a la que se debe, y que es la que lo ha votado, diciendo que a su juicio las medidas que se han adoptado al autorizar la instalación de esas plantas van a permitir que las mismas funcionen sin que se produzca un daño al medio, está haciendo un seguimiento riguroso y estricto del cumplimiento de las normas establecidas. Le ha informado a la opinión pública que está dada una comisión binacional con Argentina de carácter no vinculante, pero que trabaja semanalmente y quincenalmente se reúne con representantes de ambas partes aquí en Uruguay y en Buenos Aires. Entonces uno no entiende cómo, si hacemos esto, al mismo tiempo un representante de un gobierno regional... a quien yo estimo mucho y que si se quiere es el que ha tenido más vínculos históricos con Uruguay, porque los que vivimos en el litoral, nacimos y nos criamos ahí, tenemos a Entre Ríos como la parte del frente de la casa nuestra, hay un intercambio constante entre las dos partes, y hay tantos uruguayos del otro lado como argentinos acá. Uno no comprende.

EC – Ustedes, como incluso dirigentes políticos de otros partidos y varios analistas, especulaban con la posibilidad de que toda esta polémica aflojara después de las elecciones argentinas. Sin embargo eso no ocurrió. Es más, el jueves pasado, por ejemplo, en el semanario Búsqueda, el gobernador Busti ya aparecía formulando declaraciones otra vez de tono subido, por ejemplo deslizando la posibilidad de que si la construcción de las plantas seguía adelante entraran en escena grupos violentos de resistencia, agregando incluso que él no podría hacer nada para frenarlos. Aquellos comentarios del jueves, ¿forman parte del escenario que lleva a que este fin de semana se tome esta decisión que usted estaba explicando recién?

RG – Yo escuché esos comentarios, los vi, los leí. A mi juicio forman parte del contexto, pero los vi más como un acto de amenaza y demás, que importa tener en cuenta pero que no es definitorio. Lo definitorio fue lo de la calificación de coimeros, porque eso fue lo que en sustancia dijo el gobernador de Entre Ríos.

EC – Lo menciono porque da la impresión de que esas declaraciones de la semana pasada, sumadas a otras de semanas y meses anteriores dan la pauta de un gobernador con una tendencia a excederse en sus dichos, ¿no?

RG – Lo que ocurre es que, justamente, un canciller de la República, como soy yo, no debe excederse nunca en sus dichos. Y yo no voy a entrar en la actitud y las palabras del gobernador de Entre Ríos y (hacer) un planteo acerca de la conducta del gobierno argentino. Esto implica la exigencia de explicaciones, de rectificaciones y de un manejo de otra naturaleza de lo que pueden ser reclamos atendibles o planteos que puedan analizarse con tranquilidad y solvencia. Usted recordó algunas cosas, yo le recuerdo otras, dijo: "Lo único que no puedo hacer es invadir Uruguay"; ¿se acuerda?

EC – Sí, habló de entorpecer el paso de turistas argentinos con destino a Uruguay; habló incluso de la posibilidad de cortar el suministro de gas natural a nuestro país.

RG – Yo le puedo asegurar que el 99 por ciento de los argentinos no está de acuerdo con esas declaraciones. Pueden tener distintas opiniones acerca de qué va a pasar con la instalación de las plantas de celulosa, si es mejor esto o lo otro, si el trabajo se está haciendo bien, si no se está haciendo tan bien, matices en la cosa puede haber, pero que se lleven las cosas a este nivel realmente nos llama mucho la atención.

EC – Pero esta enumeración de declaraciones sirve porque una de las lecturas posibles es: esto es un asunto que tiene que ver con la personalidad del gobernador Busti y con su forma de hablar y punto. En principio es algo que queda limitado a él y quizás ni siquiera a la gobernación de su provincia. La gran cuestión es cómo se para ante el tema el gobierno, el gobierno federal que encabeza el presidente Kirchner. Eso es lo que el gobierno uruguayo quiere saber cuando pone en marcha esto del llamado en consultas al embajador. Usted dice que ya tuvo diálogo con el canciller Bielsa. ¿Qué responde él a esa pregunta, que es la pregunta básica en todo esto?

RG – La conversación que mantuve con el canciller Bielsa por tres veces en el día de ayer está intentando manejar el tema. No puedo dar cuenta pública de ello, sería un error de mi parte y del gobierno uruguayo. Estamos tratando de que las medidas adoptadas, que son serias, conduzcan a buen puerto y contribuyan en lugar de a deteriorar las relaciones a fortalecerlas con un buen entendimiento entre las dos partes.

EC – El gobernador Busti siempre ha estado sosteniendo que cuenta con el respaldo total del gobierno argentino.

RG – En el día de hoy he escuchado la opinión del embajador; hoy hay Consejo de Ministros. Allí vamos a examinar el tema y luego seguiremos conversando la cuestión, tratando de conducirla a buen puerto.

EC – El embajador Bustillo está en Montevideo desde ayer.

RG – Sí, desde ayer.

EC – Usted se va a reunir con él ahora.

RG – Sí, dentro de una hora.

EC - ¿En el Consejo de Ministros mismo?

RG – Sí, ha sido convocado a comparecer allí.

EC – De estas charlas que usted ha tenido con el canciller Bielsa, ¿surge alguna posibilidad de encaminar esta crisis?

RG – Se está buscando eso. Se está buscando eso desde el comienzo. Yo tengo una relación muy fraternal con muchos integrantes del gobierno del doctor Kirchner, pienso que hay gente de excepcional valía allí, muy sensata, con equilibrio, con rigor en las cosas que hace. Menciono como ejemplo al ministro de Economía, pero también al señor jefe de gabinete, al ministro del Interior. En fin, vamos a esperar que las cosas se conduzcan bien... Y naturalmente al canciller Bielsa. Que se conduzcan bien, lleguen a buen puerto y que esto no sea más que un incidente que indique que este tipo de cosas no puede ocurrir nunca más, porque Uruguay ha hecho –y yo le pido a usted que haga una valoración– un manejo –y no me estoy poniendo ninguna medalla– muy solvente de esta situación en tanto no ha cometido ningún error de bulto en la cuestión. Ha actuado, ha hablado en los organismos internacionales, no ha hecho bulla con el tema, lo ha manejado con claridad, le ha dado información a la opinión pública y se la va a seguir dando a la opinión pública y a la gente para convencer y hacerlo con razones, no con gritos.

EC - ¿Qué tipo de gestos tendría que venir del gobierno argentino para que el gobierno uruguayo se declarara satisfecho?

RG – Hay múltiples cosas que se pueden hacer, entre ellas no avalar declaraciones como estas.

EC - ¿Ustedes esperan algún tipo de comunicado de la cancillería argentina, por ejemplo?

RG – Vamos a ver. Puede ser un camino, puede haber otros. No me quiero meter en los caminos que van a recorrer la Cancillería argentina o el gobierno argentino. Lo que sé es que esto no deteriora las relaciones entre nuestros dos pueblos, que la gente argentina va a seguir viniendo a este país a disfrutar Uruguay, los uruguayos vamos a seguir yendo a Argentina como lo hacemos normalmente. Por esto que ha ocurrido nadie se siente presionado a cambiar la actitud que tiene hacia el pueblo argentino, los hermanos de la República Argentina.

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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Mauricio Erramuspe