AEBU endurece medidas en la banca privada
AEBU amenaza con tomar medidas que paulatinamente harán que "el proceso del sistema privado se enlentezca y en corto tiempo sean no operativos muchos de los bancos", dijo el dirigente Juan José Ramos. El sindicato reclama que de cada tres empleados nuevos, dos sean del seguro de paro originado en la crisis de 2002. Los bancos quieren que sea uno.
(Emitido a las 8.45)
EMILIANO COTELO:
Hace más de tres años de la crisis bancaria, sin embargo sus ecos todavía persisten. Y ahora, por lo visto, van a dar lugar a un conflicto en el sistema financiero, que se anuncia largo.
Ante el dilema de "más empleo o más salario", el sindicato bancario responde: "más empleo". Con esta definición AEBU se ha lanzado a tratar de cerrar las heridas que por el lado del personal dejó la crisis del 2002.
La cuestión central es cómo reinsertar en el mercado de trabajo a los funcionarios desocupados. Ante el fracaso de las negociaciones en el consejo de salarios para crear la bolsa de trabajo en el sector privado, AEBU está anunciando un conflicto severo con el que busca presionar para alcanzar un acuerdo con los bancos.
¿Cuál es la realidad actual del seguro de paro bancario? ¿Qué fórmulas de salida propone el sindicato? ¿Cómo se verán alterados los servicios en los próximos días?
Vamos a conversarlo con Juan José Ramos, presidente del Consejo del Sector Financiero Privado de AEBU.
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Ramos, ¿por qué se desata esta situación conflictiva en el sistema financiero?
JUAN JOSÉ RAMOS:
En realidad la historia es bastante larga, desde la salida de la crisis de 2002, fundamentalmente con los despidos que comenzaron a principios de 2003, durante todo este período de tiempo hemos tratado de llegar a acuerdos con los bancos, cosa difícil, porque además hoy no hay una entidad gremial que los represente, hay que recordar que la Asociación de Bancos del Uruguay se extinguió, desapareció, se disolvió como entidad gremial y la negociación ahora pasa a ser de cada uno de los bancos.
Durante todo este período de tiempo nosotros tuvimos en el seguro de paro a unos 1.100 compañeros de los bancos Caja Obrera, Comercial, Montevideo, Crédito, más algunos del Banco do Brasil, de 2001, más algunos despedidos por razones antisindicales de la empresa A&G, Alico Uruguay -una compañía de seguros que está en Uruguay-, más los del seguro de paro del Banco Galicia Buenos Aires, que están en la misma bolsa.
EC - Usted dice que durante este período fueron unos 1.100 los desocupados.
JJR - Sí, aproximadamente; pero estoy hablando de los comprendidos en el seguro de paro. La crisis en realidad costó bastantes más puestos de trabajo, en el sector privado calculamos alrededor de 2.000 puestos de trabajo perdidos, directa e indirectamente, por la propia crisis del sistema.
EC - Además de esos 1.100 beneficiados por el seguro de paro, ¿llegó a haber otros que luego fueron tomados por algunas instituciones?
JJR - No, no, estoy hablando de la pérdida de puestos de trabajo que se dio vía incentivos voluntarios o de los propios bancos liquidados. Quiero recordar particularmente que en el caso de los bancos Comercial, Caja Obrera y Montevideo hubo 300 prejubilaciones y 300 renuncias voluntarias de personas de puestos que fueron perdidos pero que no se incluyeron en la bolsa de trabajo. No hay otros despidos más que los que estoy contando en este momento.
EC - Pero en este lapso, ¿qué éxito hubo en la posibilidad de reinserción de algunos de ellos?
JJR - En el sector privado hemos incluido en dos años aproximadamente 140 puestos de trabajo en forma definitiva o con contratos a término. Bajo esa modalidad 140 compañeros han encontrado puestos de trabajo en la actividad privada. La realidad al día de hoy es que el sistema muy lentamente comienza a generar necesidad de puestos de trabajo, en muy pequeñas cantidades, obviamente, todavía el sistema tiene algunos problemas básicos vinculados con la enorme informalidad que en materia del sistema financiero hoy tiene el país, problema que hemos señalado en forma reiterada al Banco Central (BCU). Pero desde el punto de vista práctico el foco que desató esta situación tiene dos orígenes: la decisión de algunos bancos de contratar exclusivamente personal fuera del seguro de paro -el caso del BankBoston fue el más típico, el ABN en menor medida-, y la convocatoria a los consejos de salarios.
En primer lugar destacamos que no nos interesaban los consejos de salarios para debatir salarios sino para llegar a un acuerdo global que implicara el convenio colectivo y la creación de la bolsa de trabajo. Yo diría que esos son los dos puntos que llevaron a esta situación, transitamos más de cuatro meses de conversaciones con los bancos; en realidad con los bufetes de abogados de los bancos, como el estudio de Jiménez de Aréchaga y de Guyer & Regules, los gerentes de los bancos no aparecieron nunca por la mesa de negociación. Si hubiéramos mandado a un compañero portero de AEBU la negociación hubiera tenido más o menos el mismo éxito, ya que los abogados tenían que volver al banco ante cualquier planteo y consultar, no había capacidad de maniobra en la propia negociación y culminó con una decisión de los bancos de rechazar la propuesta del Ministerio de Trabajo acerca de una salida para la bolsa de trabajo. Esa es la génesis del problema.
EC - ¿Qué era lo que reclamaban ustedes, qué tipo de fórmula?
JJR - Nosotros reclamamos que cada tres trabajadores que se fuera a tomar -este es un dato muy importante, no estamos reivindicando que los bancos los tomen necesiten o no personal- dos fueran de la bolsa de trabajo.
EC - ¿Y cuál fue la respuesta del otro lado?
JJR - Exactamente al revés, cada tres que necesiten uno será de la bolsa de trabajo y dos de afuera.
EC - El problema está planteado con los bancos privados; ¿qué ha ocurrido en el Estado con la absorción de funcionarios de la bolsa de trabajo?
JJR - Absoluto incumplimiento del convenio de tres por uno. La banca estatal sólo tiene el Banco de Crédito, que era un banco de propiedad estatal; allí hay absoluto incumplimiento de los bancos. Estamos con un año de retraso con respecto al tres por uno, que fue planteado en su momento y ha sido motivo de preocupación y de reiteradas reuniones entre el sindicato bancario, los directores de los bancos y el propio gobierno.
EC - Pero el conflicto ahora se desata con el sector privado.
JJR - Sí, básicamente con el sector privado.
EC - Volviendo a la situación de los desempleados fruto de la crisis de 2002, ¿qué están haciendo hoy estas personas?
JJR - Básicamente estas personas, en su enorme mayoría, unas 600, están participando en cursos de capacitación financiados por el propio sindicato. Con el dinero obtenido de los despidos de los compañeros del Nuevo Banco Comercial que fueron retomados por el nuevo banco armamos un fondo solidario del cual se pagan los recibos mutuales de los compañeros que están en el seguro de paro y un recibo adicional a todos ellos durante todo este período de tiempo. Además hemos destinado dinero de ese fondo para la capacitación o recapacitación de funcionarios que estuvieran en el seguro de paro. De hecho esos cursos van desde inglés en los distintos niveles, algunos informáticos, algunos cursos especializados de comercio exterior a un curso contable para recapacitar y mantener actualizada a la gente que está en el seguro de paro. Eso es básicamente lo que hemos hecho, además de que la gente en algunos casos ha tratado de reinsertarse laboralmente en otras actividades y la única que ha tenido salida ha sido la emigración de decenas de compañeros a otros países.
EC - Y en materia de remuneración, ¿qué reciben estos ex funcionarios?
JJR - Cobran el seguro de paro, que es sostenido por los trabajadores y pasivos del sector bancario, obviamente no por parte del Estado. Un seguro de paro que tiene un tope en 20 sueldos mínimos y que es el 50 por ciento, con ese tope, del sueldo que percibían en la actividad.
EC - Este seguro de paro lo financian los afiliados activos y pasivos de la Caja Bancaria, que hasta agosto aportaban 2,5 por ciento de sus ingresos, y a partir de setiembre pasaron a aportar 1,5 por ciento. ¿Hasta cuándo rige este seguro de paro?
JJR - 36 meses; ya presentamos el proyecto de ampliación del seguro de paro.
EC - Estaría terminando...
JJR - En marzo del año que viene en algunos casos; depende del momento del despido, pero fundamentalmente los primeros comienzan en marzo del año que viene.
EC - ¿Ustedes ya presentaron un proyecto de ley?
JJR - Sí.
EC - Para que se amplíe el seguro de paro, ¿por cuánto tiempo?
JJR - Indefinidamente hasta la solución total, con distintas remuneraciones, con distintos niveles, con propuestas diversas. No le estamos poniendo límite al seguro.
EC - Entonces estos ex funcionarios, más allá de lo que son tareas de formación que usted describía recién, no están trabajando en ningún tipo de servicios, ni siquiera para el Estado.
JJR - Sí, están trabajando para el Ministerio de Desarrollo Social, al cual hemos mandado más de 300 compañeros a realizar las encuestas en forma honoraria, o sea con el sueldo del seguro de paro. Es fundamental y vital el aporte de los compañeros del seguro de paro al Ministerio de Desarrollo Social.
EC - Estamos en una masa de unas 1.000 personas.
JJR - Yo diría que un poco menos en este momento, porque hay que contar los 140 ingresos que hubo en el sector privado y los 58 de la banca estatal.
EC - Ustedes dicen en el comunicado con el que anuncian la conferencia de prensa que van a desarrollar en el día de hoy que AEBU tiene soluciones, que tiene fórmulas para encarar el futuro laboral de esta gente. Concretamente, además de estas de las que hablábamos recién, de la bolsa de trabajo del sector privado, ¿a cuáles están aludiendo?
JJR - De los compañeros que están hoy en el seguro de paro de la crisis de 2002 hay aproximadamente un 15 por ciento que tiene más de 50 años, hombres y mujeres con más de esa edad. Una de las propuestas es que en lugar de pagar indefinidamente un seguro de paro se armen soluciones prejubilatorias para esos compañeros, previstas en la propia Caja Bancaria; de esa forma esta gente no formaría parte de la bolsa para ingresar a ocupar un puesto de trabajo sino que directamente se prejubilaría y luego, cuando lleguen su edad y su causal, se cumplan las dos condicionantes, pueda jubilarse. Esa es una primera salida.
La segunda es de más largo aliento y va dirigida en dos planos. Yo recién hablaba del tema de la informalidad en el sistema financiero; los oyentes habrán visto en los últimos meses propaganda que dice que se toman depósitos con máxima rentabilidad y se dan créditos hipotecarios en el día; créditos hipotecarios que hoy son inexistentes prácticamente en el sistema financiero uruguayo y yo no conozco ningún país del mundo donde el sistema bancario no tenga como una de sus principales patas en el negocio financiero el crédito hipotecario. Por lo tanto, lo que hemos observado en todos estos meses, con una enorme pasividad por parte del BCU, es todo el tema de los prestamistas y la informalidad en el sistema financiero, recordando el tema de las escribanías de la década de los sesenta y los setenta, que tantos recuerdos traen a muchísimos uruguayos que vivieron esa etapa.
EC - Han proliferado, han ido apareciendo distintas ofertas en ese sentido. ¿Qué proponen ustedes que se haga?
JJR - Esa actividad no está para nada regulada y tiene intermediación de ahorro público. Si hay un cartel en un ómnibus que dice "capto ahorros con máxima rentabilidad", y el mismo tipo presta crédito hipotecario está intermediando, ante la pasividad de todo el mundo.
EC - ¿Ya han hecho las denuncias correspondientes?
JJR - Ya estamos hartos de hablar con el BCU de este tema, el BCU nos tiene cansados con esta situación absolutamente anómala en la cual no toma cartas, porque dice que la Carta Orgánica no le da potestades o porque directamente no se siente capaz de controlar esa actividad.
EC - ¿Qué habría que hacer? Y, sobre todo, ¿cómo repercutiría eso en materia de empleo para las personas que hoy están en el seguro de paro bancario?
JJR - No tenga dudas de que esa actividad hecha por los bancos generaría mucho empleo bien remunerado, porque mucha de la gente que trabaja en esa informalidad es muy mal remunerada o está en la informalidad. Esta es la característica clara de este tipo de créditos informales.
EC - Esos servicios que hoy se ofrecen de manera informal, si fueran regulados, ¿seguirían existiendo? ¿Efectivamente habría allí puestos de trabajo?
JJR - Sí, básicamente sí porque es el segmento del mercado en el que más ha caído la actividad de los bancos, es el consumo y la actividad de servicio a las personas físicas.
EC - Así que por un lado ustedes están manejando fórmulas de retiro para un sector de esos ex funcionarios bancarios.
JJR - Sí, financiado por los propios trabajadores activos.
EC - Por otro lado está esta exigencia de eliminar la informalidad de algunos servicios financieros que se están ofreciendo en el mercado.
JJR - Yo diría la absoluta informalidad en algunos casos.
EC - Y por último está el tema de la bolsa de trabajo en el sector privado.
JJR - No, entre los temas de largo plazo, la reforma tributaria es muy importante para el sector bancario.
EC - ¿Por qué?
JJR - Porque la reforma tributaria exige, para ser eficiente, un proceso de bancarización muy intensivo e importante. Y eso, si bien será progresivo y lento, genera progresiva y lentamente puestos de trabajo en el sistema, quizás de otras características pero sin duda genera puestos de trabajo en el sistema.
EC - ¿Qué expectativas tienen ustedes? ¿Qué pasos hacia la bancarización favorecerían la contratación de empleados?
JJR - Para que el impuesto a la renta sea eficaz en su gestión de cobro la exigencia de la bancarización, es decir el pasaje y la formalización de la mayor parte de la economía y el dinero de los ciudadanos, es casi obligatoria. Y en eso el papel de los bancos es sustancial. Por lo tanto, la bancarización va a ser lenta pero compulsivamente uno de los elementos de mayor contralor y eficacia en el cobro del impuesto a la renta. Esto es así en el mundo, no estoy inventando nada nuevo, en Europa funciona así, en el mundo funciona así, por lo tanto aquí en Uruguay también va a suceder y es generador de puestos de trabajo.
EC - Pero ustedes están largando en estas horas un conflicto que anuncian que va a ser largo, que va a estar pautado por medidas sorpresivas; supongo que no es en reclamo de la reforma tributaria.
JJR - No; usted me estaba consultando por las soluciones que tiene AEBU; estas son algunas de las soluciones. El conflicto tiene ingredientes coyunturales muy concretos, los bancos a regañadientes aceptaron la bolsa de trabajo en condiciones adversas para los trabajadores que están en la misma. No hay que discutir el problema en términos de bolsa de trabajo sí o no, sino que los bancos no quieren tener un porcentaje de afiliación tan importante como el que hoy tienen. En un país bastante hipócrita sobre el tema de las libertades sindicales, tenemos que saber que los bancos seleccionan personal con el compromiso de la no afiliación a un sindicato. Cuando hablamos de la ley de fuero sindical: aquí tiene empresas que cuando seleccionan personal estrictamente plantean un perfil de no afiliación o en algunos casos la exigencia de no afiliación al sindicato. Es un dato bastante clave y que va al cogollo o al corazón del conflicto que hoy tenemos: los de la bolsa son obviamente afiliados o se van a afiliar al sindicato, los que están afuera, de acuerdo al perfil socioeconómico, a las exigencias que se ponen al ingreso, no se van a afiliar al sindicato, y esto es para los bancos una lucha que desde hace años está planteada en el fondo de muchos de los líos que hemos tenido entre el sindicato y los bancos.
EC - ¿Ustedes entienden que es por esa razón que los bancos privados sólo aceptan contratar uno de cada tres puestos de trabajo nuevos en la bolsa de trabajo?
JJR - Sin duda. Lo han dicho los bancos públicamente, en las propias discusiones y en las propias internas de los bancos se discuten estas cosas. ¿Sabe cuánto demora un no afiliado en ascender en la carrera bancaria? Dos años. Un afiliado demora 18 años para obtener el mismo cargo; con las mismas capacidades.
EC - La pregunta automática ante este tipo de planteos de AEBU es: ¿por qué la empresa no puede tener derecho a evaluar si los funcionarios son los más adecuados o no para el puesto que quiere cubrir?
JJR - No tengo problemas, yo tengo derecho a la huelga. Si se trata de derechos, esta discusión es así: ellos tienen derecho a tomar a quien quieran y yo tengo derecho a parar. Si discutimos sobre derechos no hay punto de contacto.
EC - ¿"Si discutimos sobre derechos no hay punto de contacto"?
JJR - Claro, ellos tienen derecho a contratar a quien quieran y yo derecho a hacer paros.
EC - Eso es lo que va a ocurrir ahora.
JJR - Claro, eso es lo que va a ocurrir ahora.
EC - ¿De qué manera?
JJR - Nosotros lo hemos planteado en términos muy claros, las primeras medidas van a ser de corte global -corte de horas extra, no traslados, trabajo a reglamento, lo tradicional-; además hay que recordar que fueron denunciados los convenios colectivos, con lo cual una actividad regulada, como la bancaria, sin convenio, potencialmente es foco de conflictos en cada momento.
EC - ¿Cuándo cayeron los convenios?
JJR - Nosotros los denunciamos hace un mes; los bancos sostienen que algunos no cayeron, nosotros sostenemos que cayeron todos. Pero más allá de si cayeron o no, vamos a hacer de cuenta que no existen, y en función de eso la conflictividad se desata en cualquier circunstancia.
EC - ¿A qué consecuencias puede llevar?
JJR - A que el proceso del sistema privado se enlentezca y en corto tiempo sean no operativos muchos de los bancos privados del país.
EC - Ustedes están esperando una reacción, ¿de quién? ¿De las empresas o del gobierno a través del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social?
JJR - Nuestro lío es con las empresas, el Ministerio de Trabajo hizo su propuesta; en esto hemos sido siempre muy respetuosos. Esto es un problema de correlación de fuerzas entre los trabajadores del sindicato y las empresas, y el lío se dirime ahí o se arregla ahí.
EC - Tengo algunas consultas de la audiencia a propósito de la peculiar situación de los desempleados bancarios. Por ejemplo, Ana, de Carrasco, dice: "¿En qué país vive Ramos?
JJR - En el mismo que ella.
EC - Los bancarios siguen siendo grandes privilegiados cuando hay un millón de uruguayos debajo de la línea de pobreza. ¿Cómo se plantean nuevas y nuevas reivindicaciones?".
Y otro oyente pregunta más o menos lo mismo, con esta otra base: "Mi marido está en la construcción y sin trabajo desde hace cinco años y no tiene un seguro de paro indefinido ni protección alguna, como la que tienen los funcionarios bancarios".
JJR - La protección indefinida no existe, de hecho están en la calle. Si tuvieran protección indefinida tendrían trabajo, no estaríamos peleando por ello. Segundo, el seguro de paro lo bancamos nosotros, ¿qué sector de la actividad del país está dispuesto a bancar a sus compañeros trabajadores que no tienen trabajo hoy? ¿Ana de Carrasco está dispuesta? Creo que no. Nosotros sí y creo que es un ejemplo del cual no nos arrepentimos ni yo ni mi organización, de poder hacerlo y hasta que tengamos la última gota de fuerza lo vamos a seguir haciendo. A quien se olvida de sus compañeros que se quedan sin trabajo... así le va a ir en la vida también.
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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Mauricio Erramuspe