Entrevistas

Baráibar: el tratado se aprobará antes de fin de año

Baráibar: el tratado se aprobará antes de fin de año

El senador Carlos Baráibar afirmó que el tratado con Estados Unidos "seguramente" será ratificado "antes de fin de año". Destacó que lo firmará el canciller Gargano, "una de las personas que tenían diferencias". Agregó que la única novedad de este tratado estaba en los puntos que se renegociaron. "El problema para nuestra fuerza política era firmar un tratado con Estados Unidos", afirmó.

(Emitido a las 7.36)

EMILIANO COTELO:
Todo indica que terminó surgiendo humo blanco en las conversaciones Uruguay-Estados Unidos en torno al texto del Tratado de Protección Recíproca de Inversiones.

La noticia comenzó a circular en la víspera y luego fue confirmada por distintas fuentes de gobierno. En particular, El Espectador consultó al respecto al embajador uruguayo en Washington, Carlos Gianelli, quien dijo que es correcto, que el canciller Reinaldo Gargano y el secretario de Estado adjunto para Asuntos Hemisféricos del gobierno de Estados Unidos, Thomas Shannon, serán los encargados de firmar mañana, en Mar del Plata, las modificaciones, los ajustes al tratado de inversiones entre los dos países.

"Gianelli explicó que si bien el gobierno estadounidense no aprobó en un cien por ciento los planteos de Uruguay, en los temas sustanciales se alcanzó consenso", dice hoy el diario El País.

Recordemos la historia de este texto. El tratado fue aprobado por el anterior gobierno del presidente Jorge Batlle casi al final de su mandato, pero no pudo ser ratificado en el Parlamento. Desde filas del Encuentro Progresista (EP) se objetó distintas cláusulas del tratado. Varios sectores habían adelantado lisa y llanamente su rechazo, la interna del EP en especial estaba complicada. Ante esos cuestionamientos el presidente Vázquez, al visitar Washington en setiembre, propuso a las autoridades estadounidenses la modificación de algunos de los artículos del texto.

Los funcionarios estadounidenses exhibieron en aquel momento receptividad al pedido del mandatario uruguayo, según recuerda, por su parte, el semanario Búsqueda. ¿Dónde estaban los puntos críticos? Uruguay pidió modificar el mecanismo previsto para el arbitraje de controversias, al cuestionar la intervención de un organismo internacional con sede en Washington. Se proponía en reemplazo un órgano integrado por tres jueces, uno designado por cada país y un tercero neutral designado por los dos primeros. También pidió precisiones al principio de nación más favorecida incluido en el artículo 4º, en el entendido de que podía interferir con los acuerdos que Uruguay tiene dentro del Mercosur, al otorgarles a empresas de Estados Unidos eventuales exenciones tributarias o impositivas acordadas con los países del bloque. En particular hubo un informe de la cancillería de Brasil que indicó que la ratificación del tratado tendría consecuencias negativas para el Mercosur.

En cuanto al tercer punto clave, el gobierno planteó corregir también el artículo 17, que atribuye a Estados Unidos la potestad de negar los beneficios del acuerdo a empresas radicadas en Uruguay que sean controladas o de propiedad de inversores vinculados con países que no mantengan relaciones diplomáticas con Washington y pretendan beneficiarse con el tratado binacional.

El diálogo es con el senador Carlos Baráibar, del Encuentro Progresista-Frente Amplio, presidente de la Comisión de Asuntos Internacionales de la Cámara Alta.

***

Senador Baráibar, ¿cómo recibieron esta novedad?

CARLOS BARAIBAR:
Es un hecho positivo, en alguna medida ya teníamos antecedentes de que se estaba avanzando en esta línea, la información que usted ha dado con todo detalle y justeza confirma que en Mar del Plata se va a firmar el tratado con las modificaciones que el presidente Vázquez le sugirió en su viaje a Estados Unidos el pasado 15 de setiembre al encargado de Comercio, que había sido quien había firmado el tratado en su momento en Montevideo con el presidente Batlle, y al ser aceptadas esas modificaciones seguramente las objeciones que habían surgido, fundamentalmente dentro de nuestra fuerza política, va a habilitar que por amplia mayoría o por unanimidad el mismo sea abordado en la Comisión de Asuntos Internacionales del Senado, donde el tratado está radicado desde hace un tiempo y seguramente antes de fin de año será ratificado por el pleno del Senado y en pocos días probablemente por la Cámara de Diputados.

EC – Usted es optimista. O sea que antes de fin de año el tratado tendría aprobación parlamentaria en Uruguay. Lo consulto porque en realidad lo que por ahora sabemos con certeza es que hubo un entendimiento entre Uruguay y Estados Unidos, pero no conocemos los detalles, hasta qué punto se aceptaron los pedidos hechos por Uruguay. El embajador Gianelli, por ejemplo, le dice al diario El País que si bien el gobierno estadounidense no aprobó en un cien por ciento los planteos de Uruguay, en los temas sustanciales se alcanzó consenso. Hay otras fuentes diplomáticas que dicen "el acuerdo cerró redondo, de tres puntos planteados se consiguieron dos y medio". ¿Cuánto puede incidir la letra chica del entendimiento en la posición que adopte la bancada del FA, sobre todo los sectores más críticos?

CB – Puede incidir, no lo voy a negar. Hay que respetar todas las opiniones y así lo hemos hecho, recibiendo críticas del Partido Nacional y del Partido Colorado, que vieron en esto un enlentecimiento de la aprobación del tratado. Yo he dicho desde el comienzo que sentía que era una actitud favorable a la consideración del tratado y que naturalmente, si se abrían instancias de negociaciones bienvenidas serían, que el esfuerzo para lograr un acuerdo de todas las fuerzas políticas o por lo menos un respaldo ampliamente mayoritario era un elemento importante, en todos los órdenes de la vida, pero particularmente en el ámbito internacional, para que este tratado en el momento en que fuera aprobado tuviera el valor político que el mismo tiene. Sin duda desde el punto de vista económico y de las inversiones más que efectos prácticos, es una señal en un momento en que el gobierno está lanzado con todo lo que ha sido la gira por Europa a la búsqueda de inversiones. Entonces es evidente que una señal que va en el mismo sentido, un tratado de inversiones que como bien se ha dicho, usted lo dijo en la introducción, fue negociado por el gobierno anterior y tuvo que ser asumido por este nuevo gobierno, se le introdujeran modificaciones con acuerdo del gobierno de Estados Unidos y que habilite que el mismo sea una base de referencia para las inversiones que se van a realizar en Uruguay. Es un mensaje hacia otros inversores de otros países y hacia los propios inversores nacionales, que ven en este hecho certezas que siempre el capital requiere a la hora de asumir riesgos en materia de inversiones.

EC – Pero mi pregunta era qué viabilidad tiene la votación de la bancada del EP. Por lo siguiente, los sectores más críticos dentro de la izquierda tenían una larga serie de objeciones al acuerdo; de esa serie de objeciones el presidente Vázquez tomó tres para negociar con Estados Unidos, y a su vez todo indica que, como era de esperar, no se aceptó el cien por ciento de lo que planteó Uruguay. Entonces hay sectores que van a ver que sus aspiraciones quedaron lejos de concretarse. Mi pregunta es por ese lado: ¿cómo se va a resolver el tema de la interna de la izquierda? Por ejemplo, el Partido Comunista aclara que todavía no ha sido informado, que no tiene los detalles, el senador Lorier dice que recién van a resolver cuando reciban la documentación.

CB – Es cierto, información oficial no ha habido. Pero está la que usted mencionó de la conversación con el embajador Gianelli, está dicho por el propio encargado de Negocios, la embajada de Estados Unidos en Uruguay lo confirma, está en la prensa de hoy. Es evidente que hay suficientes elementos para hacerse una composición de lugar de que el acuerdo está próximo a firmarse con el aval del propio canciller Gargano, que era una de las personas que en el gobierno tenían diferencias sobre el mismo. Es un elemento que, más allá de conocer la letra chica, como usted menciona, me da mucha tranquilidad, porque quien había tenido una posición de reserva o crítica frente al tratado está dispuesto a firmarlo. Habrá también un factor de disciplina en el gobierno, sabemos que el canciller Gargano como dirigente político ha sido permanentemente un hombre disciplinado, pero creo que también hay un elemento de convicción importante que habilita ese acuerdo.

EC - ¿Cómo serían los plazos? ¿Qué es lo que usted imagina que va a ocurrir en los próximos días?

CB – El tema está en el orden del día de la Comisión de Asuntos Internacionales del Senado, que yo presido y tengo la facultad de convocarla y de establecer el orden del día.

EC – Usted dice que el tema está en el orden del día, pero al mismo tiempo está congelado.

CB – Lo hemos congelado nosotros, la mayoría, dos veces tuvimos dos largas sesiones de la comisión en las que el tratado se examinó.

EC – A instancias del Partido Nacional que insistía en que no se podía demorar.

CB – Esa instancia fue por acuerdo de todos, porque incluso tenemos mayoría nosotros y acordamos tratar el tema. Luego fue por iniciativa del Partido Nacional, cuando sentíamos –recordemos que las conversaciones del presidente Vázquez fueron en setiembre, han pasado dos meses– que era bueno dejar que ese plazo transcurriera. Pero Uruguay tiene 25 tratados de inversiones suscritos, el primero fue en 1987 con Alemania; nunca –usted que es un hombre que sigue la información, y yo también, desde distintos lugares– hemos sentido que la firma de esos tratados tenía consecuencias como a veces se anuncia con relación a las condiciones de Uruguay en materia económica. Prácticamente es un tema que la inmensa mayoría de la opinión pública nacional desconoce, los tratados han sido con Alemania, Países Bajos, Suiza, Hungría, Italia, Francia, República Popular China, Canadá, Finlandia y México, que fue el único, ese tratado fue votado por unanimidad, yo lo voté en la Cámara de Diputados en el año 2002 y fue un tratado de libre comercio e inversiones, pero el capítulo de inversiones era muy similar al tratamiento que se le da al tema en el tratado con Estados Unidos.

Con esto quiero decir que en cuanto a la ingeniería de los tratados de inversiones no había demasiada novedad. La novedad son los tres puntos que el presidente Vázquez planteó en su viaje a Estados Unidos, particularmente el que establecía el tema del Mercosur y el que se refería a la variante con relación a la denegación de beneficios para países con los cuales Estados Unidos no tuviera relaciones. Pero fundamentalmente el problema para nuestra fuerza política, lo digo con absoluta sinceridad, era firmar un tratado con Estados Unidos, ese era el tema crucial, no era la letra chica. Y el gesto político, primero que el presidente Vázquez, en un gesto realmente de valentía política, porque podía haber quedado desairado de haber planteado el tema y no haber tenido éxito -y para un presidente de la República quedar desairado no es buena cosa en ninguna circunstancia-, planteó y prácticamente lo obtiene. Con lo cual creo que viene por parte del gobierno estadounidense a ser un gesto político que habilita que esa situación de confrontación que se estaba planteando en términos de un tratado que fundamentalmente había sido negociado y aprobado a nivel del Poder Ejecutivo y remitido al Parlamento por el gobierno del presidente Batlle sin consulta a nuestra fuerza política cuando estábamos a cinco días de las elecciones cuyo resultado era muy probable que fuera el que fue.

Todo eso había configurado una situación de crispamiento con relación a ese tema, que me parece que con este acuerdo a nivel de los ejecutivos de Estados Unidos se supera y permite a su vez emitir esa señal hacia los inversores estadounidenses, por supuesto, porque hoy debemos recordar que Estados Unidos es el principal comprador de nuestras exportaciones, particularmente de la carne en un momento muy sensible con toda esta situación crítica que se ha generado en la región con la aftosa, que esperemos que no llegue a Uruguay pero que lamentablemente tiene Brasil muy cerca de la frontera con Uruguay. Esto hace que las relaciones con Estados Unidos y las relaciones económicas con Estados Unidos adquieran una especial relevancia para mantener el nivel de crecimiento que la economía está teniendo, que ha sido destacado, sobre todo en estos días que hemos tenido la negociación del presupuesto en el Senado de la República.

------------------------
Transcripción: María Lila Ltaif
Edición: Mauricio Erramuspe