El ex presidente presentó medidas con las que, sostiene, Uruguay duplicará su PBI para 2030.

Lacalle propuso paquete "revolucionario"

Luis Alberto Lacalle presentó medidas con las que, sostiene, Uruguay duplicará su PBI para 2030. Crítico de la reforma tributaria, propuso un "pacto fiscal". Opositor del Parlamento del Mercosur, prometió hacer todo lo posible para que no salga. Además planteó potenciar el acceso a Internet al máximo, liberalizar la importación de combustibles y promover la calidad en el gasto educativo.


(Emitido a las 8.50)

EMILIANO COTELO:
El doctor Luis Alberto Lacalle critica frontalmente al gobierno por la reforma tributaria o por su política exterior. Pero, al mismo tiempo, le propone al presidente Tabaré Vázquez un conjunto de medidas que –dice- pueden ponerse en práctica en menos de un año y generar "una revolución" en el país.

Todo indica que el ex presidente Lacalle no tiene intenciones de correrse a un costado. Es más, su presentación el viernes en el ciclo Uruguay 2030, organizado por Cofac, dio para pensar que ya está fogoneando su candidatura para el año 2009.

De todos estos temas vamos a conversar con el ex presidente de la República y actual presidente del Herrerismo.

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Doctor Lacalle, el viernes pasado usted participó en el tercer coloquio de la serie Uruguay 2030 que viene organizando Cofac. En esta ocasión se trató de un panel de políticos en el que intervinieron, además, el senador Enrique Rubio (en nombre del presidente Tabaré Vázquez), el ex presidente Jorge Batlle, el ex vicepresidente Luis Hierro (este último en representación del ex presidente Julio María Sanguinetti).

Allí, usted presentó un paquete de medidas que, según estimó, si se aplican en la próxima década, permitirán llegar al año 2030 con el PBI duplicado, un desempleo del 5 por ciento, superávit fiscal, permitirán además recomprar gran parte de la deuda externa, permitirán tener un sistema educativo libre, coherente, flexible y adaptado al mundo moderno, que haya salud para todos y crédito abundante y barato.

Dijo que se llegará a eso porque en la década que comenzará en 2010 se habrán llevado a cabo las reformas y se habrán tomado decisiones audaces y pragmáticas que en definitiva habrán implicado una revolución.

LUIS ALBERTO LACALLE:
Nos pedían uno de esos temas simpáticos pero, en cuanto, al planteo de casi imposible manejo. Por colocarnos en 2030, a 25 años de hoy, con las posibilidades de cambio tecnológico que puede haber es un ejercicio interesante, audaz. Y yo traté de hacer al revés: en 2030 voy a tener 89 años –si Dios no dispone otra cosa–, supongo que estaré retirado de la actividad política a esa altura...

EC – A esa altura.

LAL – Habrá un país que yo estimo que puede tener estas características. ¿Cómo se llega a él? Me vengo para acá, y al final le hago un planteo que tiene su que ver, porque usted ya anduvo descubriéndolo. Después de hacer el planteo del cual vamos a hablar digo: esto lo puede hacer el doctor Vázquez.

EC – "Las puede adoptar el gobierno de Vázquez, que tiene mayoría parlamentaria. En su defecto las debería tomar el próximo gobierno, en el año 2010." Eso fue lo que usted dijo.

LAL – Yo sostengo que si se adopta determinado tipo de medidas que implican una verdadera transformación, revolución, cambio sustancial, el país puede encaminarse por una ruta y en 2030 veremos si tenía razón. Yo abogo por cambios y transformaciones, como he tratado de hacerlo toda mi vida. Es decir, si me pregunta cómo va a hacer el país de 2030, yo digo: lo que yo haría ahora a fondo, fundamental, profundo, es esto; en 2030 los que sobrevivan dirán "Luis Alberto tenía razón", o, mejor dicho, "hubo razón para que Uruguay hacira esas cosas". Hay dos que me atrevo a decir que son ineludibles, que son la ruptura de todos los límites y constreñimientos que tenemos para la actuación en materia digital, de banda ancha, abrirnos al mundo, que es una que hay que tomar ya y no seguir atados con Antel a tener menos capacidades de las que tenemos, y la otra es la parte educativa. Esas dos son "cantadas", si me permite la expresión.

EC - ¿Fue el lanzamiento de su campaña electoral personal rumbo a los comicios de 2009?

LAL – No, no hay que hacer esas lecturas.

EC – Se lo pregunto porque lo del viernes se parece mucho a un programa de gobierno.

LAL – Es el que presentamos hace dos años un poco mejorado.

EC – A eso iba.

LAL – Yo insisto en tratar de evadirme –no podré quizás, pero voy a hacer lo que pueda– de eso de que el que trae ideas es candidato. O sea que no tenemos que tener ninguna idea hasta que seamos o aspiremos. Yo no, yo soy un activista político, creo que si tengo ideas buenas ahora se las tengo que llevar al doctor Vázquez. Fíjese que de tanto golpear y golpear van a bajar los combustibles, y mire que venimos machacando. Y cuando el señor Astori vea que bajando va a tener la misma recaudación porque va a haber más consumo, se les va a dar la razón a muchas ideas nuestras. Que no estamos en esto para que nos digan "qué bien, tenía razón", estamos para aportar.

EC – Pero también es cierto –y ahora vamos a ver algunas de las medidas– que buena parte de sus propuestas choca de frente contra el rumbo que está llevando adelante este gobierno. Usted dice "las ofrezco generosamente para que el doctor Vázquez las adopte y las ponga en práctica", pero al mismo tiempo sabe que varias no son factibles, no son aplicables en este contexto de este gobierno, que tuvo la votación que tuvo hace un año.

LAL – No sé, yo lo he visto cambiar mucho al doctor Vázquez, y es un atributo de inteligencia. ¿O usted no ha notado ningún cambio desde el 1 de marzo o desde la retórica y los discursos electorales a ahora? Yo lo he visto pragmático, eso me da mucha esperanza. Yo no soy de los que se quejan si mañana Vázquez hace cosas que nosotros preconizábamos y ellos criticaban.

EC – El Partido Nacional (PN) está con mucha frecuencia cobrándole cuentas al gobierno actual, justamente cuando toma decisiones que se diferencian de posiciones que sostenía antes.

LAL – Sí, pero las vamos a apoyar, cuando vienen a hablar de que hay que privatizar las empresas públicas, permítame que pase un pequeño aviso, porque en el año 1992 el Foro Batllista y el Frente Amplio se dedicaron a decirnos que éramos los piratas, que íbamos a robar las empresas públicas, que íbamos a robar el patrimonio. Y no es que yo haya cambiado, digo: qué bien que lo hacen, lástima que perdimos 15 años.

EC – Yo decía esto de que varias de las medidas no parecen realistas en el contexto de este gobierno porque entonces, en definitiva, lo que usted está haciendo es contraponer otro modelo. Y eso puede ser para ir preparando su candidatura para 2009 o, más modestamente, para posicionarse usted como la referencia liberal en la oposición.

LAL – Yo le diría que con lo de liberal no me duelen prendas si lo usamos en su verdadero concepto, pero vamos a sacarle las comillas, porque en esta parte del mundo tiene comillas. Yo soy un nacionalista, quiero que mi país prospere, y como respecto de la felicidad del país no me importa usar un destornillador o un martillo, según sea la ocasión, trato de aportar ideas que, además, por supuesto, son consultadas. Mire que yo no soy la suma de la sabiduría, hay cosas que han sido sugeridas y las he aceptado.

EC – En definitiva usted acepta que está buscando constituirse en una alternativa.

LAL – Yo soy un formador de opinión.

EC – Usted critica y al mismo tiempo hace una serie de propuestas, buena parte de ellas de cuño liberal, las otras más bien pragmáticas, que lo van situando en el terreno político de determinada manera.

LAL – Vamos a hacer un poquitito el razonamiento a la inversa: ¿qué se esperaba de mí? ¿Que yo estuviera debajo de un árbol tomando mate? Yo no puedo hacer eso, he recibido del país los máximos honores, las máximas dignidades; de mi partido lo mismo. ¿Qué se espera de mí? ¿Que porque perdí las elecciones internas y no soy senador sea un cero a la izquierda que esté pescando? No, no es para mí, ni es lo que yo le debo a mi país, una universidad que me educó gratis, un país que me dio los máximos honores. Mientras tenga fuerzas voy a ser un gran generador de ideas, me parece que es mi deber.

EC – Y este documento, esta presentación, estas medidas, ¿son de Luis Alberto Lacalle o del Herrerismo?

LAL – Luis Alberto Lacalle, lo aclaré al iniciar. Supongo que mis compañeros lo pueden compartir, pero a mí se me invitó como ex presidente y no como presidente del Herrerismo.

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EC – Interesante esa puntualización. Por lo visto, la carrera que usted está corriendo es algo más, la carrera presidencial sí, pero eventualmente incluso el espacio dentro de su propio grupo, ¿no?

LAL – Yo trato de ser yo, la gente va a resolver. Yo no me lo planteo en esos términos, me lo planteo en los siguientes términos: con la experiencia que tengo, con lo que he leído, con lo que sigo leyendo, ¿me voy a quedar callado? Yo tengo muy presente, y usted también porque es un cristiano convencido, la parábola de los talentos. Es la que más me preocupa de todas las indicaciones de la Iglesia, es el Evangelio donde se dice: ¿qué hiciste con lo que te dimos? ¿Qué hiciste con los talentos que te tocaron? Cuando llegue al juicio final tendré muchos problemas quizás con el tribunal, pero no quiero tener ese problema, todo lo que pude y todo lo que puedo lo voy a seguir haciendo.

EC – Pero tiró la pelota al "out-ball", yo le hablaba de la búsqueda de su espacio dentro de su propio grupo.

LAL – Yo soy presidente del Herrerismo, no le busque cinco pies al gato, cuando llegue el momento la elección interna indicará los candidatos. La obsesión del periodismo por electoralizar los temas es lo que impide que haya diálogo político. Y discúlpeme, usted está cayendo en esa trampa de verle a todo una manifestación electoral.

EC – Yo no le estoy viendo sólo ese aspecto, simplemente quería anotarlo, porque indiferente no es, insignificante tampoco.

LAL – Claro que no es indiferente, pero política es más importante que elecciones.

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EC – Volvemos a las medidas que usted propuso en el foro Uruguay 2030; a algunas de ellas, es una presentación en PowerPoint que lleva 24 placas, así que no vamos a poder abarcarlas todas.

LAL – Yo tengo algunos preferidas.

EC – Por ejemplo, economía, baja de costos, dice una: "Libre importación de combustibles refinados y libertad de fijación de precios, manteniendo igual imposición y permitiendo el descuento de Imesi como si fuera IVA. Libre generación y venta de energía eléctrica abarcando todas las fuentes de generación, incluso la energía nuclear; privatizar el sistema de distribución de energía eléctrica". Son medidas radicales.

LAL – Son, pero lógicas. La primera se va a producir, una parte de ella, que es la rebaja de los combustibles, no por la libre importación sino porque hay que bajarlos, pero el monopolio de importación de Ancap está derogado por el Tratado de Asunción y por la ley número uno de emergencia o de urgente consideración del gobierno del doctor Batlle. No hay más monopolios en Uruguay, la libre importación es muy importante y que cada uno pueda fijar el precio que quiera. En esto somos antiguos en el tema combustibles, si uno va por Argentina va viendo en las estaciones de nafta los distintos precios y el consumidor tiene una libertad de la que estamos privados en Uruguay.

En cuanto a la generación de energía eléctrica, creo que se está avizorando un camino similar por parte del gobierno, que me alegraría mucho, que es la generación por quien quiera de energía. Por eso es que la trasmisión tiene que ser de una compañía distinta, para que se use pagando peaje. Es decir, genera Emiliano y manda para tal lado, paga Emiliano, genero yo y pago yo. Y después romper el tabú de la  energía nuclear, que fue una manifestación de conservadurismo –visceral a veces en nuestro país– cuando queríamos traer una planta del sistema Candu, que es el canadiense, uno de los mejores del mundo, para aprender y hacer ensayos, una planta pequeña, y por ley se impidió que en Uruguay se genere energía nuclear. Argentina lo hace, Brasil lo hace, Chile lo hace, lo hacen todos los países del mundo. Entonces creo que abrir a la generación privada y la compra por parte de UTE de energía me parece que es una de las soluciones a esta crisis energética de la cual no vamos a salir tan fácilmente con esta medida tan poco inteligente que fue comprar una planta de 200 millones de dólares para usarla dos años.

EC – Al pasar usted va haciendo sus objeciones y sus críticas a lo que se está haciendo hoy.

LAL – Por supuesto.

EC – Lo mismo viene, en este mismo capítulo de economía, baja de costos, a continuación, cuando habla de cómo concibe un nuevo sistema impositivo, y directamente está expresando sus objeciones o sus diferencias con este proyecto que ahora ha presentado el gobierno de reforma tributaria. Usted dice: "sistema impositivo de no más de cinco impuestos, con un impuesto a la renta con deducciones y tributación del núcleo familiar".

LAL – Usted sabe que uno no solamente lee lo que aparece en pantalla sino que hace comentarios, entonces dije: "como parece inevitable, dadas las mayorías que tiene el gobierno, la aprobación de un impuesto a la renta", y ahí di esa opinión.

EC – En principio usted no es partidario de un impuesto a la renta.

LAL – No sé si usted lee a veces Patriaimo, nuestro semanario Patria digital, www.patriaimo.org –paso el aviso–, donde yo decía: ¿cuál impuesto a la renta? Porque si me dicen: ¿usted está de acuerdo con el impuesto a la renta?, digo ¿cuál?, es como si le dicen: ¿está de acuerdo en comprar un auto? ¿Cuál?, muéstremelo, porque si me trae un cachilo capaz que no lo compro. Entonces cuál impuesto a la renta. Una cosa es –vamos a hablar de categorías muy gruesas, porque después hablarán los técnicos– un impuesto a la renta bruta, al ingreso bruto y le pego un tajo y listo, que es lo que está planteado por el ministro Astori, y otra cosa es un impuesto en el cual yo con las deducciones, convirtiéndome en agente fiscal, reclamando todas las boletas de IVA, siendo un perro en la formalidad, porque la formalidad me baja el impuesto, considerando renta, o sea el plus entre el costo y lo que ingresa, ahí quizás estemos de acuerdo.

EC – Después habla de la derogación de 18 impuestos que no representan entre todos más que el 5 por ciento de la recaudación; ahí va bastante en línea con lo que proponen las bases del gobierno.

LAL – Sí, por supuesto, yo no tengo empacho en coincidir con el gobierno, no tengo complejo.

EC – Y después "pacto fiscal respecto del IVA; se baja la tasa en un punto y cuando mejore la recaudación en cantidad equivalente".

LAL – Eso lo habíamos planteado en nuestro programa de gobierno del año 2004, en la interna, y después quedó allí. Es lo siguiente, decirle al país: nosotros queremos bajar el Impuesto al Valor Agregado, que está en 23 y 14 –esto lo diría el presidente dirigiéndose a la población–, hoy he ordenado la baja de un punto para mostrar la buena voluntad del gobierno, a 22, pero en lo sucesivo, en la medida en que la recaudación aumente, lo que vale un punto yo lo bajo otro". A eso le llamo el pacto fiscal, para que la gente advierta que si se le pide el esfuerzo de pagarlo y de pedir la boleta se recibe un beneficio. Estimo que de esa manera se podría llegar a 18,5 por ciento. Sobre esto podemos discutir hasta el día del juicio final, son cifras indicativas. Pero yo prefiero un gobierno que me diga: haga el esfuerzo, que yo lo premio. Entonces se va achatando la pirámide y en vez de pagar algunos muchos, que paguen todos mucho menos. Eso es el pacto fiscal.

EC – Para cerrar este capítulo económico, se habla de "lograr una digitalización completa que logre la convergencia de los servicios universalizando su acceso", es lo que ya mencionó hace un rato.

LAL – Ese es el más importante.

EC – "Organizar el Estado informático, comunicaciones y salida al Internet global a costos bajos."

LAL – Ese es el tema, no hay ninguna medida mágica en ningún aspecto de la vida, no hay una sola medida que solucione todo, pero si me dieran a elegir una yo elijo esa. En este momento el hecho de que gracias a la tecnología no tengamos distancia, porque no hay distancia para trabajar, y que no tengamos la diferencia de estar lejos de los centros de conocimiento, a Uruguay lo coloca en la misma línea que los países mejor ubicados del mundo. Entonces tengamos la banda más ancha que sea posible y tengamos lo más barato posible el acceso a las comunicaciones. Antel tiene que recapacitar, no puede seguir aferrado a algo que lo mantiene en pie nada más que porque yo no puedo acceder. Esa es la medida revolucionaria. Le diría: doctor Vázquez, si usted de estas medidas tiene que elegir una, le pido, por favor, que adopte esta medida. Porque va a haber una eclosión de conocimiento, de conocimiento aplicado, ciencia y generación de prosperidad que no nos imaginamos. Y si quiere ver la perspectiva de esto, traiga a Jorge Grunberg, que es un placer oírlo hablar de esas posibilidades.

EC – En materia de educación: "Características generales. Calidad más que cantidad en el gasto de la enseñanza pública". Obviamente, usted está discrepando con el debate que se dio dentro del propio gobierno y dentro del FA sobre el presupuesto y sobre si llegar o no a tal o cual porcentaje del producto destinado a la educación.

LAL – Parecía una lucha un poquitito banal, 4,5, 4,4, 3,9. Yo creo que tendríamos que ir más a la calidad del gasto, un proceso de análisis de calidad que se inició en el gobierno del PN por Juan Gabito; si quiere, un día invítelo, porque es muy interesante el tema de la calificación de los institutos de enseñanza. Porque si hay repetidores, si hay falta de docentes, si hay días que se pierden por tal cosa, el gasto es mucho mayor, entonces el contribuyente, que es el que financia la educación pública, el padre que ve que los hijos no se educan bien, el propio hijo y el propio docente, van a estar de acuerdo en la calidad más que en la cantidad del gasto. Entonces capaz que con un 3,8 estamos rindiendo por un 4,5.

EC – En este rubro educación hay varias medidas: calificación de institutos según resultados, evaluación periódica de docentes, reconocer títulos privados.

LAL – El que quiera tener acceso encontrará esta presentación completa en www.patriaimo.org, porque mucha gente quizás tenga interés en verla totalmente.

EC – En materia de educación usted propone en cuanto a la Universidad de la República la reforma de la ley orgánica de 1958.

LAL – Está a punto de cumplir 50 años.

EC – Algo que no está en el escenario, por lo menos en este momento.

LAL – El Instituto Manuel Oribe el año que viene organiza una conferencia sobre las universidades en Uruguay, lo vamos a invitar, espero que algún día nos acompañe, porque lo invitamos siempre y nunca lo vemos. Va a ser interesante.

EC – Usted sabe que el tiempo no permite concurrir a todas las actividades.

LAL – Pero va a ser muy interesante. Yo creo que 50 años que se van a medir a partir del año 8, son 50 años de aquéllos, no son cualesquiera 50 años. En 1958 el Sputnik era la gran novedad, había algo en el cielo que daba vueltas, de fierro y no sé qué más, puesto por el hombre. Es la prehistoria. Una universidad para mí tiene que, cumpliendo con el espíritu universitario de la innovación, hacer su propio análisis crítico, y la sociedad que la paga, porque es la Universidad de la República, no es la República de la Universidad, tiene que hacer un análisis sin miedo, sin el espíritu conservador que a veces parece dominar en nuestro país.

EC – De todos modos agrego, para cerrar la recorrida a vuelo de pájaro de las medidas que el doctor Lacalle propone, que en materia de generación de empleo los planteos son muy terminantes y muy lejanos de lo que se está viendo en esta administración: desregulación del mercado de trabajo, formas flexibles de contratación, contratación por un total de horas anuales o mensuales, y otras.

LAL – Siga, porque son interesantes, trabajo a distancia. Las formas de trabajo hoy en día han variado tanto que estamos con un esquema de que la gente se traslada para trabajar, primera cosa, hoy día puede trabajar a distancia, puede trabajar de madrugada si es noctámbulo, puede trabajar a mediodía, la madre con el hijo recién nacido trabaja en su casa y está con el hijito. Contratar cantidad de horas es una flexibilización que les conviene a ambas partes, a lo mejor hay una empresa que tiene necesidad de horas en determinado momento y después no tantas, entonces gasta las horas. La experiencia de Francia indica exactamente –este gobierno que es muy pro francés en muchas cosas y está siguiendo a Francia– que si se desregula aumenta la cantidad de empleo, y el empleo tiene que aumentar en cantidad fundamentalmente, porque la política actual va a llevar a que no se tomen empleados, cuando se despidan, fallezcan o pasen a jubilación no se repongan, entonces vamos a tener mucho más desempleo. Y ese es el mal principal del país, la falta de empleo, hay generar empleo facilitando todas las formas de contratación. Es una medida que han tomado los países donde hay menos desempleo, y en Francia, con la semana de 35 horas y todo aquello usted ve el lío económico en que se ha metido. Simplemente es una opinión que creo que puedo defender.

EC – ¿No va a reunirse con el presidente Vázquez por este paquete de propuestas?

LAL – El presidente Vázquez nunca me ha llamado para conversar con él desde que ganó las elecciones el 31 de octubre, y como el presidente es el primer ciudadano del país es a él que le corresponde hacer las invitaciones.

EC – Pero desde el directorio del PN más de una vez se han solicitado encuentros, audiencias con el presidente de la República.

LAL – Sí, pero es el PN actuando como cuerpo; nosotros hemos aprobado todas esas visitas y allí van las autoridades, la mesa, el presidente y los tres secretarios.

EC – El Herrerismo no piensa seguir un camino parecido, solicitar una audiencia para discutir ideas con respecto al futuro del país.

LAL – El PN tiene que actuar como está actuando, alrededor del directorio, que es la autoridad máxima. Esto es una presentación del ex presidente Luis Alberto Lacalle, ciudadano preocupado por la marcha de su país y que tiene la buena costumbre –mala costumbre, quizás, para Uruguay– de tener ideas.

Le voy a contar lo que me pasó una vez con un medio de prensa, me dijeron: "No, lo que pasa es que tenés demasiadas ideas". A lo mejor es eso.

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EC – Uno de los puntos más críticos de su oposición a la política exterior de la administración Vázquez tiene que ver con la incorporación de Venezuela al Mercosur, algo que, según el canciller Reinaldo Gargano, va a tener un paso relevante ahora en diciembre, en la cumbre del Mercosur en la cual se va a estar cerrando el período en el que Uruguay está ejerciendo la presidencia pro témpore. ¿Cuál es, concretamente, su preocupación, cuál es el motivo?

LAL – El motivo de mi preocupación es el Mercosur en general, Mercosur que se desvió de su camino original, que era el de ser una asociación económica y comercial, sin connotaciones políticas de ninguna especie. Estamos a punto de cometer el error de lanzar la idea de un parlamento del Mercosur, para lo cual Uruguay tendría que hacer reformas constitucionales internas y hay que firmar otro tratado.

EC – En ese caso usted está hablando de "errores" que no son del gobierno uruguayo sólo, es un acuerdo que está alcanzando el Mercosur.

LAL – Sí, pero yo tengo que opinar aquí, si me meto a opinar en Argentina violo uno de mis principios, que Argentina y Venezuela se arreglen, que les vaya lo mejor posible. La incorporación de Venezuela contradice –y yo del Mercosur puedo hablar con cierta autoridad, fui uno de los que lo impulsaron– la unidad geopolítica, si usted mira el mapa lo que falta es Bolivia para cerrar una cosa que tiene una homogeneidad. Creer que América Latina es una sola es algo típico del pensamiento de izquierda y de una política exterior ideologizada, ¿por qué no Colombia? No, porque Chávez está de moda, tiene ideas similares a las del gobierno uruguayo. Pero en primer lugar, hay un impedimento en el tratado, ellos pertenecen al Pacto Andino, no pueden entrar al Mercosur si no aclaran esa situación.

EC – Según se aclara desde la cancillería uruguaya, el impedimento está más bien en el Pacto Andino, no tanto en el Mercosur; Venezuela tendrá que hacer las solicitudes y los trámites del caso para que ese otro tratado que integra la permita esta participación.

LAL – Muy bien, entonces hay un obstáculo de carácter legal o jurídico. Luego hay una objeción de carácter político, ¿Uruguay consultó a Argentina, Paraguay y Brasil acerca de esta iniciativa? Usted no ignora la tensión que hay entre el gobierno actual de Brasil y el gobierno actual de Venezuela; es más, más allá de los gobiernos, son dos países muy distintos y que compiten, tienen una franja amazónica que da lugar a ciertas rispideces. Entonces, ¿Uruguay se larga por la libre en esto, o consultó? Un gobierno que quería consultar al Mercosur si aprobaba el tratado con Estados Unidos, que era una cosa mucho más simple, ¿ha consultado la modificación sustancial que implica el ingreso de Venezuela?

EC – Conociendo que ésta era una de sus inquietudes –que además estaba escrita en la columna que usted publicó la semana pasada en Patria–, hicimos la pregunta correspondiente al subdirector general de Integración y Mercosur de la cancillería, Nelson Fernández, quien contestó que sí se ha hecho la consulta y que se recibió de todos los socios del Mercosur la expresión formal de beneplácito ante la incorporación de Venezuela.

LAL – Ah, bueno, es una noticia muy importante que lamentablemente no han dado. Usted la tiene porque sabía a quién llamar. O sea que Brasil, Argentina y Paraguay están de acuerdo con el ingreso de Venezuela al Mercosur. Muy bien, entonces estamos en otro panorama, dejamos de lado esto. Desde el punto de vista arancelario, ¿Venezuela está dispuesta a modificar sus aranceles para ingresar al Mercosur? Es una serie de cuestionamientos objetivos que yo tengo. Y después vienen los cuestionamientos de carácter político, Venezuela, a través de su gobierno, un gobierno legítimo, gobierno de los venezolanos, votado, está en un camino de confrontación internacional, y la difusión de determinadas ideas que yo no sé si son las que caben dentro del Mercosur, porque el Mercosur es económico y comercial. En el Parlamento del Mercosur que el doctor Vázquez nos quiere regalar como regalo de fin de año, y que vamos a hacer lo posible para que no tenga éxito, porque es contrario al interés de Uruguay, vamos a tener la presencia de los legisladores venezolanos, entonces creo que el Mercosur va a cambiar y mucho. No sé si lo vamos a reconocer, de lo que fue el proyecto económico y comercial se va a convertir en un proyecto netamente político, que no conviene a los intereses de Uruguay.

EC – A partir de ese diagnóstico, más allá de lo que es la exposición de su opinión en una columna del semanario Patria o en un medio de comunicación, ¿qué piensa hacer su grupo, su partido eventualmente?

LAL – Hemos trabajado el lunes pasado intensamente en el tema Mercosur, tenemos expertos como el doctor Abreu, que es una voz que hay que escuchar.

EC – Usted está hablando del directorio, el directorio del PN está analizando el tema. Pero no llegó todavía a una conclusión.

LAL – No, porque sesionamos cuatro o cinco horas y teníamos que hacer otras cosas. Es un tema al que hay que destinarle tiempo, vamos a seguir la semana que viene, supongo –hoy no hay sesión de directorio–, y tendremos una posición de partido. Nosotros ya hemos dicho que somos contrarios a la instauración del Parlamento del Mercosur por estar fuera del contexto del Mercosur originario, por necesitar un tratado y por requerir internamente cesiones de soberanía que solamente con una reforma constitucional podemos aprobar, porque van a mandar mayorías sobre Uruguay, van a mandar Brasil y Argentina, y no es lo que yo quiero mi país, lucharemos lo posible para que no sea así.

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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Mauricio Erramuspe
Fotos: Alexandra Hahn