Para Didier Opertti, la Aladi tiene un nuevo papel "de asistencia" en la creación de la Comunidad Sudamericana de Naciones.

Mercosur como plataforma de la Confederación Sudamericana

Para Didier Opertti, la Aladi tiene un nuevo papel "de asistencia" en la creación de la Comunidad Sudamericana de Naciones, en la articulación entre la Comunidad Andina de Naciones y el Mercosur. Como ejemplo de ese proceso, dijo que el ingreso de Venezuela al bloque que integra Uruguay no ha provocado rechazo sino "simpatía" en sus aliados de los Andes.

(Emitido a las 8.50)

EMILIANO COTELO:
La semana pasada buena parte del continente estuvo pendiente de la XXIX Cumbre del Mercosur. Desde el martes hasta el sábado, Montevideo se vio sacudida por la presencia altos funcionarios, cancilleres, ministros de economía y, finalmente, jefes de Estado de los países miembros del bloque y de las otras naciones asociadas.

El momento culminante se dio el viernes de mañana, cuando los presidentes se encontraron en el edificio del ex Parque Hotel.

El doctor Tabaré Vázquez, que culminaba seis meses a cargo de la presidencia protémpore de bloque, dedicó un tramo destacado de su discurso a una autocrítica sobre el estado actual del tratado. En un momento, por ejemplo, mostró su disconformidad con las reuniones y acuerdos que hace muy pocos días protagonizaron Argentina y Brasil. Al ingresar en el tema, Vázquez recordó que todos los países socios forman parte del grupo en la misma calidad, y que todos tienen la misma responsabilidad en la construcción del Mercosur.

(Audio)

"TABARÉ VÁZQUEZ:
Ello, por supuesto, no implica para sus socios, para ninguno de sus socios, ni la dilución de su identidad, ni la renuncia a su propia política de relaciones bilaterales e inserción internacional. Al fin y al cabo este Mercosur es producto de una larga historia de relaciones bilaterales entre sus Estados miembros y la fortaleza de tales relaciones fortalece también el Mercosur. Pero los asuntos del Mercosur hoy son asuntos de sus cuatro socios, y ojalá mañana puedan ser de cinco, seis, siete o más socios. Por lo tanto, asuntos tales como aquellos que refieren al comercio o a la libre circulación de personas dentro del bloque regional han de ser considerados en las instancias correspondientes del mismo. Porque – todos lo sabemos – el Mercosur no es una jaula de oro, pero tampoco es una de esas instituciones deportivas cuya masa social se divide en categorías tales como ‘VIP’, ‘honorarios’, ‘mayores’, ’menores’, ‘juveniles’ o ‘aspirantes’. Todos somos Mercosur y todos tenemos las mismas obligaciones y los mismos derechos".

Este Mercosur, empantanado y cargado de recriminaciones y diferendos entre sus socios, decidió, sin embargo, dar varios pasos hacia delante. En resoluciones que han generado mucha polémica dentro del sistema político uruguayo, el Mercosur puso en marcha la instalación del futuro parlamento del bloque y aprobó la solicitud de ingreso de Venezuela.
¿Qué importancia tienen estos cambios? ¿Cómo queda el Mertcosur después de la reunión de Montevideo?"

Vamos a conversarlo con el doctor Didier Opertti, abogado especialista en derecho internacional, ex ministro de Relaciones Exteriores, hoy secretario general de Aladi (Asociación Latinoamericana de Integración).

***

EC – Doctor Opertti, ¿cómo lo trata esta nueva responsabilidad, la de estar al frente de la Aladi?

DIDIER OPERTTI:
Bien, se trata de trabajar con 12 estados, ya no con uno, en un ambiente donde naturalmente hay una fuerte incidencia de la actividad técnica, en combinación naturalmente con impulsos políticos pero que no provienen en su mayoría de las propias secretarías sino que provienen de los cuerpos políticos, llaménse Consejo de ministros de la Aladi o llámese Comité de Representantes Permanente.

Es una actividad Emiliano donde evidentemente la concertación entre los 12 estados es permanente y eso exige un ejercicio yo diría de un alambique por momentos complejo pero que va adelante.

EC – Y, por ejemplo, ¿qué relación tiene la Aladi con la evolución que está teniendo un tratado de integración en particular, como es el del Mercosur?

DO – Permítame hacerle una brevísima descripción cronológica. En diciembre del año pasado, los presidentes jefes de Estado y de Gobierno en el Cuzco, Perú, resolvieron dar inicio al proceso de constitución de la Comunidad Sudamericana de Naciones. Allí resolvieron también apoyarse en los mecanismos de integración, particularmente en el caso de Aladi en la Resolución 59 que es una resolución que había adoptado el Consejo de ministros de Aladi en el mes de octubre del mismo año, 2004, por el cual se decidió constituir el espacio de libre comercio.

Vueltos a reunir los jefes de Estado y de Gobierno recientemente en setiembre, el 29 de setiembre más concretamente en Brasilia confirmaron esa decisión política y le volvieron a encomendar a Aladi la formulación de comentarios y propuestas para la configuración de un área de Libre Comercio Sudamericana. Aquí está el punto de enlace entre la Aladi y la Comunidad Sudamericana de Naciones y luego también indirectamente a través del MERCOSUR. En definitiva Emiliano, el espacio "aladiano", por llamarlo de algún modo incluye diez países de América del Sur más Méjico y Cuba. La Comunidad Sudamericana son 10 países de América del Sur, los latinoamericanos más Guyana y Surinam que no son miembros de Aladi quiere decir que usted tiene ahí una situación un tanto matizada.

Desde el momento en que la cumbre de presidentes decide que la Aladi formule propuestas, comentarios para la configuración de esta Área de Libre Comercio Sudamericana, la Aladi pasa a tener una nueva agenda, la Aladi sale de su letargo, de ese letargo político...

EC – ...Porque es un organismo que venía disminuido, desacreditado...

DO – Yo le sacaría el desacreditado...

EC – ...Hay muchos críticos de la Aladi...

DO - ...Le pondría fundamentalmente la nota de que estaba silencioso, no relavado políticamente, de alguna manera ignorado. Cumplía y siguió cumpliendo serenamente y calladamente su función notarial de dar registro y cuenta de los documentos que allí se inscriben, se protocolizan, de modo fehaciente. Es una actividad importante en el comercio internacional sobre todo que el grado de documentación que se tiene sea fehaciente y esa era la tarea de Aladi y con una agenda un tanto desconectada de la voluntad política. Es decir, auto creando su propia agenda y en cambio a partir de octubre del año pasado la agenda de Aladi comienza a tener un perfil notoriamente político.

¿Quiere decir esto que Aladi se ha convertido en una asociación política? ¿Ha pasado de ser "Asociación Latinoamericana de Integración" a ser "Asociación Latinoamericana de integración Política"? No. Pero es evidente que la integración política uno de sus pilares, no el único, es la integración comercial. Hay otros pilares, la integración social, la integración cultural, la integración científica, tecnológica, pero en todo caso esos son otros elementos que hacen a la configuración de lo que será en definitiva en el proyecto por lo menos asumido por la letra de los acuerdos, un mercado común.

EC – Entonces, en ese contexto de un nuevo papel de la Asociación Latinoamericana de Integración, ¿qué visión tiene usted de lo que acaba de pasar en Montevideo?

DO – Veámoslo en dos aspectos. Primero hay un crecimiento institucional del propio Mercosur que es la creación del Parlamento, que se crea bajo condiciones en donde muchos de los aspectos importantes están simplemente preconfigurados. Es un acuerdo marco, es un protocolo en el cual hay que desarrollar una serie de elementos, los detalles de cómo se elegirán los miembros, cómo empezará a funcionar, son 18 miembros por cada país...

EC – Sí, es una primera instancia en 2007.

DO – Exactamente, hay una etapa de transición.
 
EC – Cada país tendrá 18 representantes, a su vez miembros de los parlamentos.

DO – Exactamente.

EC - No va a haber una elección todavía.

DO – Luego serían comunitarios, como han sido en Europa. Primer elemento por lo tanto, un poco para el oyente para no crear confusión, este Parlamento es uno de los aspectos institucionales más fuertes que nace a partir de esta reunión del Mercosur pero junto a esto, o paralelamente a esto, está la integración de Venezuela al Mercosur.

Es importante señalar que la integración de Venezuela es un proceso de adhesión que tiene que cumplirse dentro de los términos del art. 20 del Tratado de Asunción, que ha sido objeto de una reglamentación precisamente en esta reunión de Montevideo.

EC – Recordemos que Venezuela hoy no es ni un miembro asociado como lo son Chile, Bolivia o Perú ni un miembro pleno. Está en camino de ser miembro pleno. Quiere ser miembro pleno.

DO – Déjeme hacerle un pequeño matiz. Desde este año, desde meses atrás, los países de la Comunidad Andina -y Venezuela es uno de los países de la Comunidad Andina- y los países del Mercosur se han comprometido, recíprocamente, a asociarse a los respectivos mecanismos de integración. Quiere decir que yo no haría una afirmación tan categórica de que no es ni miembro pleno ni miembro asociado, es un asociado, un minus asociado porque todavía no había cumplido los requisitos formales quizás definitivos para esto. Entra en una etapa para llegar a ser miembro pleno. ¿Entonces qué pasa desde el punto de vista de la Comunidad Sudamericana de Naciones?
 
EC – Porque usted insiste, en hacer la lectura de esta reunión de la cumbre del Mercosur en Montevideo en el ámbito más amplio del proyecto de la Comunidad Sudamericana de Naciones?

DO – Yo veo lo siguiente: hay nuevos jugadores en la región. Teníamos la Comunidad Andina de Naciones, teníamos el Mercosur, me estoy refiriendo básicamente a América Latina, sin Centroamérica sin que esto signifique sacarle ese carácter a América Central, pero básicamente usted tenía la Comunidad Andina de Naciones y el Mercosur en el sur. Los andinos por un lado, los mercosureños del otro y tenía la Aladi como una suerte digamos de referente regional de la integración histórico, clásico, desde el Tratado de Montevideo de 1980.

¿Qué ha pasado ahora? Han pasado dos hechos. Primero se le ha dado al Tratado de Montevideo del 80 un nuevo rol, un nuevo papel. ¿Un nuevo papel aislado? No. Un nuevo papel de servicio, de asistencia, de cooperación, con la creación del espacio o área de libre comercio del sur. Quiere decir por lo tanto que la integración que aparentemente tiene un sesgo político, un cuño socialmente político también tiene un cuño integracionista. Y en el cuño de la integración, en el marco de la integración, es donde se produce esa dialéctica o esa relación para decirlo un poco más claro, entre la Aladi y la Comunidad Sudamericana.

Pero veamos el tema Venezuela – Mercosur – Comunidad Sudamericana. Es evidente que la Comunidad sudamericana tiene que constituirse a partir de algo, tiene que construirse a partir de alguna base, algún activo previo.

EC – ¿La plataforma sería el Mercosur, entonces?

DO – Y la plataforma aparentemente en este momento, la plataforma política escogida, seleccionada, por una de las economías más fuertes de la Comunidad Andina, es el Mercosur. Es decir, no es menor el dato de que Venezuela decida -con la complacencia claro del Consejo de la Comunidad Andina que ha saludado con satisfacción este ingreso... Quiere decir que no hay resistencia...

EC – Tengo aquí la declaración emitida por la Comunidad Andina.

DO – Exactamente. Es revelador de que políticamente, ese acercamiento no ha generado dificultades u oposiciones, esto significa por lo tanto que, la propia Comunidad Andina está mirando esta aproximación al Mercosur con simpatía.

¿Dónde me lleva este análisis? Este análisis me lleva a pensar que el Mercosur aparece como un elemento de atracción, no es cosa menor señalar que en el Mercosur están la economía brasileña y la economía argentina, a las que se viene a sumar, o se vendría a sumar, la economía venezolana.

Hay otros aspectos que hacen también a esto, que es la creación de una suerte de un nuevo agente catalizador de los acuerdos regionales y de la concertación política regional.

EC – ¿A qué se refiere?

DO – Me refiero a que América del Sur parece querer tener una voz diferenciada políticamente de la OEA y diferenciada del Grupo de Río. Es decir, esas instituciones por un lado y ese grupo de concertación por otro, parecería que se le viene a agregar una bancada previa, pongámosle en esos términos políticos internos, como sería la Comunidad Sudamericana de Naciones, que no tiene personería, que no es una institución, que no tiene tratado de creación, que no tiene un acto de Derecho Internacional constitutivo, que tiene solamente una declaración y un programa de trabajo. Es ahí precisamente, tanto la Declaración como el Programa de trabajo, que entra la Aladi y ese es el punto nuevo en este asunto, esa es la nueva noticia, digamos. ¿Cuál es el papel actual de la ALADI? ¿Es el mismo del año pasado? No, no es el mismo, ese papel ha cambiado porque su agenda hoy la relaciona con un emprendimiento político, que quiérase o no, téngase sobre él la opinión que se pueda tener -y sabemos todos que puede haber diversidad de criterios sobre ella-, es notorio que hay un trabajo aquí para efectuar, que hay un encargo para hacer y que evidentemente la Asociación está envuelta en esa agenda de una manera ineludible.

***

EC – Doctor Opertti, ¿cómo observa la decisión de iniciar el proceso de integración de Venezuela al Mercosur? ¿Es un paso más político que comercial?

DO – Asumiendo que pueda constituir un paso político es necesario también decir que Venezuela al incorporarse al Mercosur va a tener que suscribir una serie de acuerdos fundamentales de Mercosur: el Tratado de Asunción, el Protocolo de Ouro Preto, el Protocolo de Ushuaia, el Protocolo de Olivos y el Protocolo de Las Leñas. Son cinco instrumentos básicos. Además va a tener que negociar el Arancel Externo Común para llegar a ser miembro de la unión aduanera. Es decir, va a tener que negociar. Por eso se inicia un proceso de adhesión que además se regula por norma. Incluso la propia adhesión tiene que ser aceptada por los estados miembros del Mercosur y cada uno lo hará de acuerdo con su propia legislación.

EC – ¿En el caso uruguayo, por ejemplo?

DO – Y necesitará aprobación parlamentaria, a nuestro juicio. Pero en definitiva, lo que quiero significar es que es un proceso. Por eso el documento se llama -y yo se lo exhibiía a usted hace un momento-: "Acuerdo marco para la adhesión de la República Bolivariana de Venezuela al Mercosur". Quiere decir que es un proceso que se inicia, a partir de él Venezuela tendrá voz en el Mercosur pero no tendrá voto, esto es importante también señalarlo. No tendrá voto hasta que ese proceso concluya. Los tiempos en materia política son difíciles de anticipar, más allá de lo que digan los papeles, ¿verdad?

EC – Oí algunos comentarios que hablaban de un año y me da la impresión de que ese es un plazo un poco optimista de más.

DO – Hay un tema importantísimo en esto que es el Arancel Externo Común. La estructura arancelaria de los países no es la misma, las posiciones en materia de productos, en materia de lista de productos, en materia de ítems de posiciones como se les llama en el lenguaje, en la jerga de la integración, no son exactamente convergentes o similares. Por lo tanto eso va a requerir un proceso.

Quiero decirle también y esto es un tema que el oyente puede incorporar también al análisis de este asunto, que la Comunidad Andina y el Mrecosur tienen acuerdos de convergencia comercial, como tal, los acuerdos 58 y 59 entrarán en vigor a partir de enero del año próximo y que estos acuerdos significan la apertura del comercio en la región.

Para darle una pauta, en 2003, el comercio en la región anduvo más o menos en los 35.000 millones de dólares. En este año, cerrará ese comercio intra regional y entre países de la región en casi 80.000 millones de dólares, quiere decir que ha habido prácticamente una duplicación desde 2003. Esto significa que estos instrumentos vienen captando comercio, lo vienen generando, con una característica además, que no es comercio en esencia de productos básicos, salvo lo que tiene que ver con petróleo. En la mayoría de los casos son productos con valor incorporado, con valor agregado. Quiere decir que el comercio intra regional que todavía es escaso, está creciendo. El ingreso de Venezuela, puede tener también, entre otros factores el crecimiento de ese comercio interno regional.

EC – Ahora, yo le preguntaba si era un paso básicamente político, usted recién respondía a propósito de lo que implica desde el punto de vista comercial. Pero esa es a futuro, no de inmediato, ¿verdad?

DO – Efectivamente

EC – Usted mismo explicaba en ese proceso las etapas que tienen que quemarse

DO - Exactamente.

EC – Ahora, el efecto político sí es un efecto concreto. En unas circunstancias en las cuales el Mercosur tiene problemas por el lado comercial, por el lado de inversiones, pero parece haberse estado fortaleciendo en esa dimensión política. Usted mencionó hace unos minutos el antecedente de la Cumbre de las Américas en Mar del Plata, donde el Mercosur jugó con una sola voz contra la reanudación de las negociaciones en el ALCA, y ahora mismo acaba de confirmarse que el Mercosur tendrá una posición común en la Cumbre Ministerial de la Organización mundial de comercio que se inicia mañana en Hong Kong.

Entonces, ¿cómo ve esta faceta de la incorporación de Venezuela y cómo cambia el Mercosur desde el punto de vista político?

DO – Déjeme decirle que creo que hay que advertir ese cambio con la misma claridad con que usted lo advierte. Es decir, hay un cambio. Más allá de que se esté simpatizando u oponiéndose a ese cambio, hay un cambio. El tema es cómo ordenar ese cambio, el tema es cómo evitar la fragmentación, cómo evitar que la región pueda seguirse alejando de ciertos elementos de unidad básica, por ello...

EC – No entendí... ¿A qué alude?

DO - Claro, si usted piensa que tiene la Comunidad Andina, que tiene el Mercosur, que tiene la Comunidad Sudamericana de las Naciones, que tiene la Aladi, que tiene todo eso, usted puede decir: "bueno pero la región aparece fragmentada". ¿Cómo hace esta región que está fragmentada en cuatro organizaciones distintas para llegar a Hong Kong y tener una voz única? Es ahí donde está, creo, el gran desafío de esta concertación yo diría cuartipartita, entre la Comunidad Andina, el Mercosur, la Comunidad Sudamericana y la Aladi. El esfuerzo de aglutinamiento, de coordinación, de concertación, entendemos que ha sido señalizado hacia Aladi. Es decir, Aladi aparece como una suerte, yo diría, de redactor responsable de darle un libreto único en todo lo que hace a integración, a todo este conjunto de instituciones, negociando con ellas, coordinando con ellas, trabajando en conjunto. Fíjese que ya tenemos por ej. un cronograma de reuniones a partir de febrero, en donde aparece, precisamente, esa búsqueda entre los cuatro de estos entendimientos.

EC – Ahora, estas posiciones comunes que, por ejemplo en negociaciones internacionales está adoptando el Mercosur, este fortalecimiento de su ángulo político ahora con un socio más, ¿es un mérito del Mercosur en sí, es un mérito del bloque? ¿O es simplemente consecuencia lógica de afinidad ideológica entre los presidentes de los países?

DO - Yo no lo pondría en términos de mérito o demérito. Lo pondría fundamentalmente en términos de una evolución política determinada en la cual están naciendo, de alguna manera, respuestas orgánicas a las propuestas del ALCA.

EC – Mi pregunta es en qué medida este envión político del Mercosur depende de quienes están en los cargos de presidente de la república en los respectivos países.

DO - Entiendo perfectamente, es decir, usted está preguntando si es la coyuntura política... Si la afinidad actual de los gobiernos pudiera constituirse en el único elemento aglutinante.

EC – ¿Es una sintonía estructural o es algo coyuntural?

DO - Es una muy buena pregunta, yo creo que tiene como todo impulso político una dosis importante de presencia del momento. Es decir, de acción, de influencia del momento, para decirlo de un modo un poco más claro, pero también es verdad, que usted tiene una América Latina que aparece en el mundo exterior con dificultades muy grandes en la negociación de la remoción de los subsidios. Por ejemplo que aparece con dificultades muy grandes para configurar un ALCA suficientemente equilibrada, y por lo tanto aparece en una situación en la que tiene que buscar algún tipo de salida. Quiere decir que no es sólo un elemento coyuntural, hay también un elemento externo a la Comunidad Sudamericana, o a los países sudamericanos, pongámoslos en esos términos, que de alguna manera están llevándolos a forzar entre ellos un diálogo. Todavía no tenemos un escenario suficientemente amplio para medir las consecuencias y efectos de ello. Lo importante Emiliano estaría, o está, a nuestro juicio, en evitar que se convierta en un elemento coyuntural, puramente circunstancial para darle la estructura institucional necesaria, es decir, que deje de ser un elemento de aproximación puramente determinada por valores de afinidad o de aproximación política para adquirir una institucionalidad responsable en donde cada estado, como parte de políticas de estado, sienta que tiene en este ámbito una interlocución, tiene en este ámbito un lugar de concertación desde el cual puede proyectarse en la inserción externa, en la inserción internacional, en el mundo externo. Ese es el valor que yo creo que hay que darle a estos fenómenos y no perder de vista que es en el contexto que estos fenómenos pueden jerarquizarse y valorizarse por encima de la situación presente.

***

EC – El viernes al hacer uso de la palabra durante la Cumbre del Mercosur aquí en Montevideo, el presidente Tabaré Vázquez lanzó una autocrítica. Fue bastante concreto en la enumeración de problemas por los que está pasando el tratado de integración regional, por ejemplo cuando aseguró que este y no otro es el ámbito institucional donde deben plantearse los asuntos que hacen al Mercosur.

(Audio)

"TV – La consolidación y el desarrollo de este proceso de integración están estrechamente vinculados a los acuerdos o desacuerdos que existan en este ámbito, cuya responsabilidad es, reitero, ineludible e intransferible. Aquí, hermanos latinoamericanos e integrantes del Mercosur, aquí en torno a esta mesa puede haber acuerdos y desacuerdos. Es lógico que ello suceda cuando se trata de conjugar intereses nacionales e integración regional. Lo que no puede haber en torno a esta mesa es falta de diálogo o diálogo de sordos. Lo que no puede haber sobre esta mesa son indefiniciones o definiciones a medias o definiciones por debajo de la mesa o definiciones lejos de esta mesa".

EC – Bastante claro lo que decía el presidente Vázquez, que recordaba además que todos los países socios del Mercosur forman parte del bloque en la misma calidad y que por lo tanto no debe haber distinciones entre ellos. Es más, llegó a señalar: "el MERCOSUR no es una jaula de oro pero tampoco es una de esas instituciones deportivas cuya masa social se divide en categorías tales como VIP, Honorarios, Mayores, Juveniles o aspirantes, todos somos Mercoasur y todos tenemos las mismas obligaciones y los mismos derechos", enfatizó Vázquez.

***

EC – De telón de fondo de esas palabras del presidente uruguayo estaba por ejemplo esta reunión Kichner, Lula en hace muy pocos días en Iguazú, y los acuerdos Argentina – Brasil. Por ejemplo, fue entre Kichner y Lula que se resolvió que fuera Carlos "Chacho" Alvarez el relevo de Eduardo Dualde en la presidencia del Comité de Representantes Permanentes del Mercosur.

Entonces, teniendo estos problemas internos que el Mercosur tiene, ¿cómo va a incidir el ingreso de Venezuela?

DO – Le voy a contestar como ciudadano y como ex ministro de Relaciones Exteriores de mi país por siete años. Y le voy a contestar diciendo que comparto el diagnóstico del presidente Vázquez en cuanto a que el Mercosur requiere una permanente concertación y diálogo. Y que no es buena cosa que en el Mercosur haya estados que se abroguen la facultad de resolver y luego los demás reducidos simplemente a la facultad de endosar, o de aprobar lo ya resuelto.
Eso para empezar.

EC – A usted le tocó lidiar con esa realidad.

DO – Me tocó lidiar con esa realidad más de una vez, más de una vez. De manera que reconozco en esas palabras una descripción clara y exacta de situaciones que se plantean. ¿Cómo habrá de incidir?, pregunta usted. Primero tenemos que decir que al principio Venezuela podrá participar con voz, con derecho de voz, no tendrá derecho de voto, por lo tanto Venezuela opinará, tendrá derecho a opinar. Cuando opinan cuatro es una cosa, cuando opinan cinco puede ser otra pero en todo caso, lo que está marcando el aumento de esta membresía, del número de miembros, es la necesidad de contar con mejores y más ágiles mecanismos de consulta. Y déjeme hacerle un pequeño agregado a esto. Cuando se produjo la reunión de Ouro Preto II, el año pasado en diciembre, en Ouro Preto, cuando todavía éramos gobierno, digo éramos en el sentido colectivo de la palabra, yo era canciller en aquel entonces, pudimos manejar en lo previo una serie de ideas para la creación de una suerte de comisión permanente que tuviera el carácter de un ámbito en el cual los estados pudieran llevar sus iniciativas y sus propuestas para ser convenidas, concertadas con los demás de una manera práctica, efectiva, rápida. Ese procedimiento lamentablemente no se adoptó en Ouro Preto y la comisión que presidió el Dr. Duhalde, que era una Comisión de Representantes Permanentes ante el Mercosur no tomó esa dirección sino que trabajó más que nada en la representación externa del Mercosur pero no en la toma de decisiones internas. Y en el Mercosur, y esta es una opinión que la emito fundamentalmente como una persona que ha estudiado este tema durante muchos años, faltan mecanismos de expresión política suficientemente ágiles y rápidos como para poder solventar estos procedimientos de consulta que muchas veces por no hacerse, por no llevarse a cabo, generan este tipo de sensibilidades legítimas por parte de los estados menores.

Quiere decir que ahora, que en la mesa habrá uno más, quizás sea el momento en que el Mercosur tenga que remover esas dificultades e ir en la dirección de mejorar sus mecanismos de consulta porque de otro modo, el emprendimiento societario que implica el Mercosur se irá debilitando, se irá fraccionando, se irá licuando y las decisiones que se tomen no tendrán el suficiente apoyo verdadero, esencial, de sus países miembros. No creo que nadie esté interesado en ello, porque si ello fuere así nadie estaría obligado a permanecer en esta sociedad.

EC – Teniendo en cuenta justamente los problemas de funcionamiento a los que hacía referencia el presidente Vázquez en ese fragmento de su discurso, la incorporación de Venezuela por un lado, viene a atenuar el desequilibrio que está dado dentro del Mercosur entre Argentina y Brasil y Paraguay y Uruguay. Aquí aparece un tercero que casualmente es tercero en su peso geopolítico de la región. Si miramos el producto bruto interno de Brasil está en los 600.000 millones de dólares, el de Argentina está en 150.000 y el de Venezuela en 107.000. No es tan grande como Argentina pero sin duda que es un actor de peso en este nuevo contexto. Entonces, ¿cómo observa esta parte de la incorporación de Venezuela, su inserción en este tablero interno?

DO- Yo dividiría, para hacer un análisis progresivo, en varios aspectos. Primero diría que aparece un interlocutor muy fuerte del área energética. Hasta ahora no teníamos en la región y particularmente en el Mercosur, un productor de energía como tendríamos a partir de ahora. La energía aparece como una alternativa vinculada al desarrollo a escala planetaria, por lo tanto tener en la sociedad alguien que tiene esa dimensión constituye un hecho significativo.

En segundo lugar, es un país andino que toma el camino del sur. Es decir, es un país andino que en lugar de acrecer sus compromisos con la Comunidad Andina, trata de crear nuevos compromisos con el Mercosur. Hay ahí también un perfilamiento político de miradas hacia el Mercosur que no es menor.

En tercer lugar, e insisto en ello, yo creo que aquí aparece claramente vinculado a este proyecto, esa configuración progresiva de la Comunidad Sudamericana, que parecería que empieza a crecer por la matriz del Mercosur. Observe lo siguiente: Perú acaba de cerrar un Acuerdo de Libre Comercio con Estados Unidos, Ecuador está negociando fuertemente, Colombia en igual sentido, Chile ya lo tiene, Venezuela no quiere acuerdo de Libre Comercio con Estados UNidos y quiere negociar desde el MERCOSUR. Quiere decir que hay un tablero muy complejo, que se está moviendo mucho pero que está revelando que al interior de Comunidad Andina de Naciones hay diferencias tan importantes como la de países que celebran Tratados de Libre Comercio con Estados Unidos, caso Perú, y países como Venezuela que se oponen no sólo al ALCA sino a cualquier intento bilateral de celebrar acuerdos de esa índole y de ese nivel de profundidad con los Estados Unidos. Quiere decir entonces que al Mercosur le tocaría de alguna manera moderar, crear condiciones en la inserción externa, quizás menos frontales, de mayor negociación diplomática y ese es un aspecto que me parece también no menor.

EC – ¿Usted está queriendo decir que con su incorporación al Mercosur, Venezuela va a terminar limando alguna de las aristas de sus posiciones?

DO –Yo no quiero ser oráculo en esto, pero me pongo en la realidad de los hechos. Si usted en vez de actuar solo, actúa entre cinco, y genera política entre cinco, usted naturalmente va a tener como resultado promedial una política que probablemente no sea idéntica en un cien por ciento a su propia propuesta.

EC - Bueno, de eso algo se dio en la Cumbre de Mar del Plata.

DO – Eso es un aspecto importante..

EC - La posición de Venezuela era prácticamente "muerte al ALCA" mientras que lo que terminó acordando con los países del Mercosur fue que no era el momento para tomar la decisión...

DO – Exactamente, ahí tiene un ejemplo claro de la moderación de una posición en virtud de una concertación entre países de la región.

EC – Pero yo le preguntaba sobre todo pensando en el funcionamiento interno del bloque, ¿cómo juega el hecho de que Venezuela es un país que tiene en su propia vida democrática una inestabilidad que la caracteriza desde hace años? ¿Cómo afecta o cómo viene a impactar eso en el bloque?

DO – El traslado de situaciones políticas internas a los bloques de integración regional es un tema en que la región tiene mucho para recorrer y mucho para hacer. Europa lo hizo partiendo de situaciones bastante homogéneas pero también tuvo en su momento en su seno países que tenían estatus políticos diferentes y madurez política diferente. No era lo mismo Grecia en su momento o España que lo que era Francia y Alemania. Sin embargo fueron acordando consensos básicos del punto de vista democrático y de su organización institucional que han dado como resultado una sólida unión. (...) Lo cierto es que hay una unión política muy fuerte que nadie discute, que nadie rebate.
 
Por lo tanto yo diría que la unidad de una región en torno a ciertas ideas también genera un ámbito de diálogo que se vuelca hacia adentro del bloque y hacia fuera de este. Yo me imagino por ejemplo que el Acuerdo del Jardín de las Rosas que firmáramos nosotros, los cuatro miembros del Mercosur con los Estados Unidos en junio del 91 y que está vigente y en base al cual negociamos en su momento con el Sr. Robert Zoellick los cuatro cancilleres del Mercosur no está derogado, ese acuerdo está vigente y Venezuela se incorpora a un Mercosur que tiene un acuerdo vigente con los Estados Unidos. Ya por ahí habría una suerte yo diría de indicio de cómo el bloque puede también operar recíprocamente e influir recíprocamente sobre la posición política y sobre todo de política económica internacional de los países miembros. Lo señalo a título de ejemplo como señalaba también usted algún ejemplo anterior de la Cumbre de Mar del Plata.

Es decir, aquí hay un activo al que nadie ha renunciado, hay un pasado del que nadie resigna, del que nadie reniega y en definitiva hay por lo tanto la necesidad de negociar diplomáticamente, políticamente y creo que eso es lo que se ha iniciado en Montevideo. En Montevideo no ha concluido un proceso, se ha iniciado un proceso.

EC – Pero yo le preguntaba por la inestabilidad política interna de Venezuela.

DO – Bueno, la inestabilidad política interna mirémosla del punto de vista del Mercosur. El Mercosur tiene el Protocolo de Ushuaia, si hubiera ruptura del orden democrático el Protocolo inhabilita la participación de un socio en el cual se produzcan esas situaciones. Quiere decir que si yo tuviera que sintetizar esto diría que esta adhesión agrega garantías, no resta garantías. Suma nuevas garantías porque el Protocolo de Ushuaia ha servido, la mera invocación del Protocolo de Ushuaia ha servido en su momento para disuadir o conjurar riesgos de desestabilización en algunos de sus países miembros y usted lo recuerda muy bien porque en esta audición usted lo ha tratado el tema más de una vez.

-------------------------
Transcripción: Mariana Cencio
Edición: Mauricio Erramuspe
Fotos: Alexandra Hahn