El sueño americano podría convertirse en una pesadilla para los inmigrantes mexicanos con la construcción de un muro para separar la larga frontera que une a Estados Unidos y México.

La posibilidad de construir un muro limítrofe está incluida en una enmienda a la ley de inmigración estadounidense. Una enmienda que avanza a marcha firme en el Congreso y que ya despertó duras críticas de parte de las autoridades mexicanas y latinoamericanas en general.

¿Es una ley xenófoba? ¿El último recurso para impedir el acceso desmedido de inmigrantes? Los analistas ya hacen referencia a un muro de Berlín norteamericano. Comentario de la periodista Elisa Lieber.

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EMILIANO COTELO:  Este lunes, el canciller mexicano, Ernesto Derbez, se reunió en Washington con el subsecretario de Estado estadounidense, Robert Zoellick, para plantearle una vez más el disgusto de México por este proyecto inmigratorio. Un proyecto que no sólo prevé la construcción de este muro fronterizo en cuestión...

EISA LIEBER – En realidad, es una enmienda a la ley de inmigración estadounidense. Es una enmienda promovida por legisladores del ala dura del Partido Republicano, del cual forma parte el presidente George W. Bush. Esta enmienda propone convertir la residencia sin papeles en Estados Unidos en un crimen y penalizar a los empresarios que contraten a indocumentados.
Pero el punto más álgido, más controvertido es la construcción de este muro.

EC – Antes de adentrarnos en la controversia, parece importante saber cuáles serían las características de esta construcción...

EL –  El plan de Estados Unidos es levantar un muro doble con detectores de movimientos e iluminación nocturna. El costo se calcula en 1.000.000 de dólares por kilómetro. Y se prevén erigir bardas metálicas en 1.100 kilómetros de los 3.200 kilómetros de frontera común entre Estados Unidos y México. Entonces, estamos hablando de un costo total de 1.000 millones de dólares, en una obra que tardaría un par de años.
Sería el muro o barrera fronteriza más larga del mundo porque –por ejemplo- el que se está construyendo en Israel para separarse de algunos territorios palestinos tendría unos 700 kilómetros de largo.

EC –  Tú hacías la distinción entre muro o barrera...

EL – Sí, y esto no es al azar. Esto demuestra claramente la controversia generada por la posible construcción de este muro o barrera. "Muro" para México, que insiste en llamarlo así en clara alusión al muro de Berlín, que dividió Alemania hasta 1989. Y "barrera" para Estados Unidos, que trata de quitarle trascendencia a esta construcción.

EC – Pero más allá de la controversia semántica, ¿cuáles son las inquietudes planteadas por México?

EL – El presidente mexicano, Vicente Fox, tildó este muro como una vergüenza. Y, como tú decías al principio, el canciller Derbez viajó personalmente a Washington para dejar en claro que su país no se va a quedar callado.
Derbez dijo que es una verdadera miopía y ceguera de parte de un grupo de personas xenofóbicas en los Estados Unidos.
Esta enmienda es un revés para las autoridades mexicanas, que desde hace cinco años piden una reforma migratoria; pero una reforma migratoria totalmente en el sentido inverso a esta que se propone ahora.
Derbez dijo en retiradas oportunidades que lo que México desea es una ley de inmigración que contemple la legalización de los mexicanos que ya se encuentran en Estados Unidos, un beneficio que debería ser extensivo a los familiares de inmigrantes.
¿Y por qué tanto interés? Porque 1.000.000 de mexicanos intenta cruzar la frontera cada año. En Estados Unidos viven y trabajan unos 6.000.000 de mexicanos sin documentos, que –según las autoridades mexicanas- son la mano de obra barata en la que se basa la economía estadounidense.

EC – Pero las quejas contra esta ley, específicamente contra este muro, también son compartidas por otros países de la región...

EL – Sí, países que cuentan con una gran masa de inmigrantes que atraviesan esta frontera en busca de mejores posibilidades. Nos estamos refiriendo -sobre todo- a países centroamericanos, a Colombia y a Ecuador;  aunque cada vez más brasileños optan por viajar hasta México para luego cruzar el límite en cuestión.

México está encabezando una campaña contra la construcción de este muro, de la que ya se hicieron eco varios países centroamericanos. Y también se anotaron Cuba y Venezuela; los archirivales latinoamericanos del gobierno de Bush. Fidel Castro fue el primero en atacar. Y después siguió el presidente venezolano Hugo Chávez, que salió a defender a Fox en esta oportunidad. Recordamos que México y Venezuela tuvieron varios roces en los últimos meses, después de que Chávez calificara a Fox como una "cachorro del imperio" por respaldar la creación del Área de Libre Comercio de las Américas. Y esto se vincula con la polémica actual entre México y Estados Unidos.

EC – ¿En qué sentido?

EL - La cuestión que se preguntan los analistas ahora es qué valor tiene el apoyo casi incondicional que le otorga México a Estados Unidos a nivel internacional, si después le puede salir el tiro por la culata como en esta oportunidad. Por un lado, se busca la unión americana, la unión total entre México y Estados Unidos. Y por otro lado, se genera una separación con este muro...
Los analistas ya hablan del oportunismo estadounidense y también de la discriminación hacia el sur.  El diario The New York Times afirmó que la aprobación de la ley por parte de la Cámara de Representantes revela "el poder de la xenofobia" en Estados Unidos.

EC – Hablabas de la aprobación por parte de la Cámara de Representantes. ¿Cuáles son los pasos siguientes en Estados Unidos para que esta enmienda cobre vigor?

EL –La Cámara de Representantes la aprobó el 16 de diciembre pasado. Y ahora falta que el Senado le dé el visto bueno, probablemente en los primeros meses del próximo año.  El gobierno estadounidense dice que el objetivo es ordenar la inmigración y cuidar a los agentes que controlan la frontera.

La construcción de este muro forma parte de una política inmigratoria reforzada. Esta no es la primera vez que Estados Unidos construye un muro para separarse de sus vecinos. Estados Unidos ya erigió uno en el paso fronterizo entre Tijuana y San Diego. Ahora, el nuevo muro incluiría California, Arizona, Nuevo México y Texas, y sólo dejaría libres algunos pasos por el desierto.

Organizaciones defensoras de los derechos humanos en Estados Unidos critican este punto, porque dicen que la ley no va a frenar la inmigración, sino que la va a hacer más peligrosa, porque las personas se van a trasladar a zonas más riesgosas para cruzar, como –por ejemplo- las zonas desérticas o los ríos.
En un año, contabilizado desde setiembre a setiembre, murieron 460 inmigrantes en el intento; lo que superó con creces el récord de 383 muertos en 2000.