Burocrática, estatista, inútil e injusta. Así calificó el ex presidente la propuesta de gasoil productivo que impulsa el gobierno.

Lacalle cree que su propuesta sobre combustibles es mejor que la del gobierno

Lacalle cree que su propuesta sobre combustibles es mejor que la del gobierno

Burocrática, estatista, inútil e injusta. Así calificó el ex presidente Luis Alberto Lacalle la propuesta de gasoil productivo que impulsa el gobierno. Lacalle cree que el país debe dejar de depender de la refinería e importar el gasoil que necesite. Asegura que su propuesta "es la más clara, la más transparente" y la que mejor se adapta a los tiempos modernos.

Emitido a las 8.54.

EMILIANO COTELO: Estamos en diálogo con el doctor Luis Alberto Lacalle, ex presidente de la República.

LUIS ALBERTO LACALLE: Como siempre, siguiendo de cerca la audición; me interesaba dar alguna opinión.

EC – Sí, yo lo mencioné más temprano porque recordaba que este tema de un precio diferencial para el gasoil está pendiente desde la campaña electoral de 1989, cuando fue una de sus banderas.

LAL – Sí. Le diría que desde antes. Empecé con la interpelación al ministro Zerbino en 1985; tiempo en el cual todavía la imposición de los combustibles estaba atada al precio. Por lo tanto, el Estado era socio de que hubiera un precio mayor. Logramos, después de mucho tiempo, separar, (y) que la tributación no fuera un porcentaje del precio. Durante la campaña electoral procuramos llevar adelante el gasoil sin impuestos. No pudimos hacerlo totalmente, bajamos un 30 por ciento en términos reales del valor del combustible. Pero creo que la solución que está planteando el gobierno merece estos calificativos: burocrática, estatista, inútil e injusta.

EC - ¿Por qué es tan duro el juicio que usted tiene?

LAL – Burocrática y estatista porque vamos a tener que andar con papeles justificando si fuimos a pasear o a vender en la camioneta o el automóvil. Es inútil porque vamos a tener que pagar más y nos va a desfasar más en todo lo que sea costos. Porque la retribución o la devolución va a venir tarde, mal y creo que nunca. Y es injusta porque todo el combustible tiene un fin productivo. Aún el que pasea está gastando, haciendo turismo, tiene que ver con la economía todo el combustible.

Usted me dirá qué es lo que proponemos frente a esto. Desde que se aprobó el Mercosur tenemos asentada la libre importación de combustible refinado. Está derogado el monopolio. Y si no fuera suficiente, la ley de urgente consideración número uno del gobierno del doctor Jorge Batlle, inspirada por el Partido Nacional, reitera que se establece la libre competencia. Entonces, el gobierno tiene que autorizar a quien quiera a importar combustible refinado, con lo cual no bajan los impuestos –porque la imposición sería la misma– pero seguramente va a aparecer un buen comerciante que lo compre en algún lado y lo traiga más barato. Va a haber competencia y por lo tanto yo voy a poder hacer lo que hacen el consumidor argentino y el brasileño, que es elegir entre las distintas estaciones de servicio. Los transportistas van a poder traer su propio combustible, van a poder traerlo las cooperativas agropecuarias y vamos a tener un mercado claro en el cual va a bajar el combustible, se va a mantener la imposición y eso va a ser para todos.

EC – Permítame entender bien la filosofía de su manejo de este tema. Porque tiene que ver, de algún modo, con lo que se intentó en su período de gobierno. La rebaja que se implementó para el gasoil en aquella oportunidad fue pareja, no dependía de los usos del combustible.

LAL – Sí, pero no estaba aprobado el Mercosur, que ha derogado los monopolios.

EC – La pregunta siguiente es: una de las preocupaciones que hay desde hace años es que el precio conveniente que tiene el gasoil ha ido derivando en un exceso de consumo de ese combustible, que le complica las cosas a la refinería de La Teja, que termina teniendo, como consecuencia de la demanda de gasoil, un exceso de producción de nafta, porque todo sale del destilado.

LAL – Claro, de un mismo barril no se puede hacer lo que se quiere. Sale de arriba la nafta de aviación, después las naftas en degradé, de las más finas a las menos finas, luego el gasoil, y al final, el fondo del tarro, por decirlo vulgarmente, es el fueloil. Hay que tener esto en cuenta para decir que la refinería no debe funcionar más. Se debe comprar lo que se necesita. La refinería es una contradicción en sí misma (...) –y no lo digo yo, lo dijeron en la audición de hoy–. Se tiene que vender nafta barata porque se produce nafta en exceso y gasoil en escasez.

EC – Sí. Lo que está ocurriendo es que por la amplia demanda de gasoil se termina produciendo demasiada nafta para el mercado local, que se tiene que exportar a precio barato para poder canalizarla. Ese es uno de los problemas que están de telón de fondo.

LAL – (Nosotros sostenemos que debe importarse) nafta o gasoil, según sea la demanda del país, y eso va a redundar en una rebaja y en competencia de precios, para que yo pueda comprar al que me venda más barato.

EC – Usted dice que no habría que desestimular el consumo de gasoil, por ejemplo para paseo porque ello provoca esa distorsión en el funcionamiento de la refinería, sino que, lisa y llanamente, debería dejarse de depender de la refinería y poder importar el gasoil que se necesitara para los usos que fueren. ¿Ese es, en esencia, el planteo?

LAL – Por supuesto. Y que lo importe el que tenga ganas, sea la compañía Cutcsa, sean los camioneros, sea la Cooperativa Agropecuaria de Paysandú.

EC – Esa es su visión del tema. Y ahora que se han hecho esos anuncios desde el gobierno, ¿cómo va a participar su sector político, el Herrerismo, en este debate?. Porque da la impresión de que ya se ha ido en una cierta dirección.

LAL – Usted sabe que tenemos un gobierno con todos los resortes del poder –la mayoría parlamentaria y la totalidad de los entes autónomos–, no hay ningún control de la minoría, entonces lo único que haremos nosotros es contraponer nuestra solución.

Yo les pido a los señores transportistas, a los señores de la producción agropecuaria, que comparen las soluciones. Creo que la nuestra es más prolija, es pareja, no va a andar atrás con un inspector, a ver si fue a pasear o a vender camisas en su automóvil. Es la más clara, la más transparente y además la que se adecua a los tiempos modernos: deje que la gente compre donde es más barato. ¿Por qué el argentino puede comprar el combustible diferenciado y nosotros estamos todavía en la Edad Media en materia de mercado?

EC - ¿Cuánto está costando hoy el gasoil en Argentina? Parece que el equivalente a nueve pesos.

LAL – 60 centavos.

EC – El equivalente a nueve pesos uruguayos.

LAL – No sé, pero 60 centavos de dólar dijo Mattos hace un rato, contra 90 en Uruguay. Nunca va a faltar –porque buenos comerciantes no faltan en ninguna parte del mundo– quien lo consiga y me haga precio. Si compro 100, si compro 500 y lo dejo señado. Dejemos que la gente busque su conveniencia, el comerciante por un lado y el consumidor por otro. Y se van a encontrar en una fórmula óptima. La refinería la dejamos allí. A los empleados se les sigue pagando el sueldo. La refinería queda para alguna emergencia; que se mantenga porque ha costado dinero y es un bien del país, pero no podemos tener al país rehén de la refinería. Es la refinería o todos los que consumimos combustible, sea para pasear, sea para producir, porque todo es económicamente bueno para el país.

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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: María Eugenia Martínez