Para Jorge Larrañaga, el diferendo con Argentina no puede dilatarse más.

Larrañaga ofreció apoyo en conflicto con Argentina

Para el presidente del Directorio blanco, Jorge Larrañaga, el diferendo con Argentina no puede dilatarse más y ofreció el aporte de técnicos de su partido para ayudar al gobierno en la búsqueda de soluciones. El ofrecimiento fue aceptado por Vázquez. Definió la situación como "compleja" en el marco del Mercosur, que no "puede ser una trampa sino que tiene que ser una oportunidad".

(Emitido a las 7.35)

JOSÉ IRAZÁBAL:
Ayer tuvimos un arranque de semana muy movido sobre todo porque estaba el Consejo de Ministros y se esperaba algún pronunciamiento sobre el tema de los cortes de las rutas que unen Uruguay con Argentina. El canciller Reinaldo Gargano informó que se iba a cursar una carta a la cancillería argentina esperando que el gobierno de Kirchner asuma su responsabilidad e intervenga para evitar los cortes a los accesos a los puentes fronterizos. En esa carta el Poder Ejecutivo ratifica que la decisión de autorizar la instalación de las plantas de celulosa de las empresas Botnia y Ence no tiene marcha atrás.

ANDRÉS GIL:
También hubo novedades desde la oposición. El presidente del Directorio del Partido Nacional (PN), el senador Jorge Larrañaga, dio ayer una conferencia de prensa señalando que el presidente de la República, el doctor Tabaré Vázquez, había aceptado dos propuestas que en el plano de las relaciones exteriores vinculadas con el tema puntual del conflicto con Argentina había realizado en nombre de su partido.

A la salida del Consejo de Ministros el canciller Gargano reconoció que la propuesta fue aceptada.

Vamos a averiguar en qué consiste la iniciativa y cómo quedan las cosas a partir de ahora entre el gobierno y la oposición. Este tema que ha acercado a las partes en esta relación oposición-gobierno que no ha sido sencilla.

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JI – Senador Larrañaga, ¿cómo se dio ese contacto con Vázquez? ¿Fue ayer mismo?

JORGE LARRAÑAGA:
El domingo conversamos con el presidente vía telefónica y le propusimos dos ideas claras y concretas.

La primera, impulsar un entendimiento nacional en el marco de los acuerdos programáticos del 16 de febrero –esto nos parece importante para darle cohesión a la política exterior del país–, y en segundo lugar, en lo que hace específicamente a la situación de Uruguay inmerso en el Mercosur más el tema de las plantas de celulosa, creíamos conveniente proponerle al presidente que convocara una comisión de alta representación –en nuestro caso ofrecíamos la presencia, el aporte y los oficios de quien fuera canciller de la República, el senador Sergio Abreu, de reconocida experiencia en el ámbito internacional– para ayudar en esta situación delicada y preocupante que tenemos en el relacionamiento con la República Argentina.

Después de comentar algunos otros aspectos, fundamentalmente lo que tiene que ver con que eran bien recibidas por él estas instancias e iban a ser consultadas en el Consejo de Ministros de ayer de mañana, al mediodía de ayer el presidente nos volvió a llamar para decirnos que daba aprobación, que eran bien recibidas esas ideas, que el canciller iba a convocar a técnicos de los partidos para escuchar el más alto asesoramiento en la materia y que sobre fin de mes se iba a hacer una ronda de presidentes y secretarios de partidos del sistema político uruguayo.

JI – Cuando habla de ronda, ¿se trata de una cumbre o contactos directos de Vázquez con cada uno de los líderes por separado?

JL – El presidente dijo que en el marco de impulsar acuerdos en el área de política exterior pensaba tener reuniones con el presidente del Frente Amplio, el presidente del PN, el presidente del Partido Independiente y el secretario general del Partido Colorado. El presidente le dará instrumentación, si es en forma conjunta o separada en función de lo que crea conveniente en esta oportunidad.

JI - ¿Cuál es la idea? ¿Sacar una declaración conjunta? ¿Cómo lo ve usted? ¿Por dónde va su planteo?

JL – El 16 de febrero de 2005, es decir del año pasado, al comienzo de este gobierno, todos los partidos políticos uruguayos firmamos los denominados acuerdos programáticos en las áreas internacional, educación y economía, que nos parece es necesario profundizar después de todo un año de desencuentros, de más desencuentros que encuentros, cuando además tenemos por delante una situación compleja en el Mercosur, que desde ningún punto de vista puede ser una trampa sino que tiene que ser una oportunidad.

A la luz, por ejemplo, del tema de las papeleras ahora, pero antes fue el arroz con Brasil. Siempre los chicos tenemos problemas a expensas de los grandes y sus movimientos paquidérmicos que muchas veces terminan anulando los derechos de los países y no preservando las asimetrías ni resguardando el porte de las economías de los distintos países. Entendemos que estamos pasando una situación delicada, y como en tiempos de crítica hemos sido duros, cuando hay que tender la mano para ayudar al país y al gobierno –no tenemos empacho en expresarlo– lo hacemos.

El PN siempre ha ayudado al país y ha puesto por delante de todo los intereses nacionales. En 2001, en plena crisis del sistema financiero, el PN fue el principal sostén del gobierno de la época. En esta instancia, que no vacilamos en calificar como delicada y preocupante, esta suerte de crisis crónica que se está dando con la República Argentina que no se sabe cómo va a terminar, que lamentablemente se está consignando como una escalada permanente que se va incrementando día a día, semana a semana, con hechos y situaciones de rispidez que se generan en la violación de los tratados vinculados con la construcción de los puentes sobre el Río Uruguay y el propio Tratado del Río Uruguay, cuando vemos que la Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU) lamentablemente no está haciendo absolutamente nada para habilitar el libre tránsito de personas y mercaderías por los puentes internacionales, perjudicando al país, se está agravando el relacionamiento con Argentina y se está generando un factor de perturbación que mucho nos debe preocupar a todos los uruguayos.

AG - ¿Considera apropiada la carta enviada por el gobierno uruguayo a su par argentino ayer?

JL – El presidente me expresó que su gobierno, el gobierno nuestro, el gobierno de Uruguay, había recibido, si mal no entendí, tres cartas del gobierno de la República Argentina y que él había ordenado a cancillería que en el más alto nivel técnico y profesional, con la capacitación que tienen los cuadros permanente de la Secretaría de Estado, se hiciera una respuesta. Pero con franqueza, más allá de que nos expresó que nos iba a alcanzar el contenido de esa respuesta al gobierno de la República Argentina, no tenemos más datos que los que ha consignado la prensa en las últimas horas, por lo tanto no podemos emitir un juicio. Decimos que es conveniente apoyar las acciones del gobierno porque tampoco podemos debilitar a Uruguay en el marco externo.

AG – Usted hablaba de apoyo a nivel consensuado de las fuerzas políticas de nuestro país y se refería a los acuerdos programáticos de febrero de 2005, que en realidad en su momento fueron visualizados como un fracaso –aunque la palabra suene un poco fuerte– del primer intento de coordinación entre la oposición y el gobierno. ¿Esta instancia es un intento de realinear la política exterior con los principios de aquellos acuerdos?

JL – Las propuestas que hemos tenido van en línea con el camino de que Uruguay tenga algún tipo de consensos mínimos que habiliten el entendimiento en algunas áreas, que sirvan al Uruguay entero. El país se encuentra en una especie de trampa vinculada con su participación en el Mercosur, no es una oportunidad, estamos teniendo enormes problemas en lo que hace a nuestra integración en el Mercosur, que siempre hemos defendido y que debemos reformular para beneficio del Mercosur y de los intereses de los países chicos en esta integración asimétrica.

Evidentemente debemos buscar caminos que habiliten esos puentes y por eso el PN tiende la mano en esta instancia y en estos temas que son de importancia nacional, porque además están en juego los más importantes intereses de la nación entera. Aquí no estamos hablando de falsos nacionalismos sino que estamos procurando defender principios que el PN ha defendido a lo largo de sus 170 años de existencia.

JI – Usted decía que la CARU no está haciendo nada con respecto a lo que está sucediendo. En realidad el corte no es de los puentes –por ahí puede venir la explicación– sino de las rutas de acceso a los puentes.

JL – Más allá de que el corte se haga tantos kilómetros antes de los puentes, el resultado concreto es que en determinados momentos la gente no puede pasar por los puentes. No importa el lugar donde se haga el corte, lo concreto es que el corte se genera y no se puede transitar por los puentes.

JI – Le iba a preguntar cuál es el organismo encargado, uno piensa que debería ser el propio gobierno a través de la Gendarmería el que debería desactivar esto.

JL – Por supuesto que hay responsabilidad del gobierno argentino, que está haciendo permanentes guiñadas a través de sus autoridades provinciales y nacionales a quienes llevan adelante este tipo de cortes que constituyen una suerte de perjuicio permanente y reiterado en plena temporada de verano.

JI - ¿Qué pasa con el Mercosur? ¿No es ese el ámbito donde Uruguay tendría que buscar alguna fórmula? ¿Cómo ve ese punto?

JL – Precisamente, el PN y nosotros en particular como presidente del directorio, hemos tenido la idea, hemos hecho la propuesta de aportar los mejores nombres que puedan tener las distintas colectividades para ayudar al gobierno nacional. Por eso es que el canciller, según nos expresara el presidente, va a convocar en los próximos días en nuestro caso al doctor Abreu y seguramente va a invitar al PC y al PI para que aporten nombres y sugieran caminos que habiliten destrabar esta situación.

Queremos ayudar con hechos concretos, habida cuenta, en nuestro caso, de la enorme experiencia que tiene el senador Abreu, que fue canciller de la República, ministro de Industria, senador en varias oportunidades, tiene un conocimiento muy alto de las autoridades de la cancillería argentina y de la cancillería de Brasil y consecuentemente con ello puede hacer un aporte de ayuda a la cancillería uruguaya y al gobierno de nuestro país para poder destrabar esta situación que no puede dilatarse. Tenemos que tener acciones concretas. A nuestro juicio el gobierno debe rápidamente propiciar una reunión del Mercosur, debería tener una reunión con el propio presidente argentino. Los caminos seguramente van a ser elegidos por el propio presidente, en nuestro caso lo que queremos tener es un ámbito de coordinación para aportar esas ideas, ayudar y no significar un entorpecimiento en la dilucidación de este tema.

JI - ¿Cómo hay que leer políticamente que el presidente Vázquez a fin de año haya pedido una entrevista con el ex presidente Lacalle para consultarlo sobre el tema y que usted como presidente del Directorio del PN le haya pedido al presidente Vázquez que se generen estos ámbitos o haya planteado sus ideas siendo usted el que llama? ¿Cómo ha leído eso?

JL – Yo no hago especulaciones cuando se trata de aportar ideas que significan respuestas y soluciones, no ando permanentemente haciendo lecturas de los distintos acontecimientos políticos. El presidente de la República tiene el legítimo derecho a convocar a un calificado integrante de nuestro partido que fue presidente de la República a tener las conversaciones que desee mantener.

JI - ¿Eso no habla de la temperatura de la relación entre usted y el presidente y de la relación del ex presidente Lacalle hoy con Vázquez?

JL – Más allá de la temperatura de las relaciones, en nuestro caso siempre hemos tenido una muy correcta y cordial relación con el presidente de la República, con el doctor Vázquez desde que ambos éramos intendentes municipales y participábamos en el Congreso Nacional de Intendentes, siendo él intendente de Montevideo y yo de Paysandú nunca tuvimos desavenencias y buscamos siempre caminos de entendimiento. Más allá de los cruces, de las críticas y por encima de las diferencias, estas no pueden anteponerse a los intereses del país y a buscar dar una mano cuando el país lo necesite y el gobierno lo requiera, como lo expresamos la propia noche de la instancia electoral cuando, más allá de la participación y de la forma de relacionamiento que tuviéramos con el gobierno, estábamos dispuestos a aportar ideas, respuestas y acciones, como por otra parte las hemos jalonado a lo largo de los primeros diez meses de gobierno del FA, porque hemos votado la constitución de ministerios, el Plan de Emergencia, las venias, sin hacer esperar al gobierno el plazo en virtud de que no tenía los votos para la integración inmediata de entes autónomos y servicios descentralizados. Más allá de que en determinados temas y determinadas coyunturas hemos tenido desavenencias y cruces muy fuertes, porque además es el papel que nos corresponde como oposición.

AG – Al margen de estos detalles que usted señalaba a propósito de la cooperación del PN, es cierto, usted mismo lo dijo, que ha habido más desencuentros que encuentros. ¿Se puede hablar del comienzo de una nueva etapa a partir de este suceso que tiende a unir las partes al interior de Uruguay? ¿Se inicia una nueva etapa un poco más fluida en el relacionamiento con el gobierno por parte del PN?

JL – Eso estará determinado por los hechos que acontezcan a partir de los próximos tiempos, dependerá de los distintos actores, dependerá del gobierno. El PN tiene la mejor disposición, pero nos parece fundamental que podamos ser consultados, que podamos aportar, que podamos ser reconocidos y legitimados como oposición y podamos tener aportes, que es lo que nuestra colectividad política quiere, para nunca anteponer los intereses sectoriales y partidarios a los intereses nacionales.

AG - ¿Pero percibe una mejor disposición por parte del gobierno, por ejemplo el hecho de que haya hecho un corte en su reunión del Consejo de Ministros de ayer para llamarlo y comunicarle que sus propuestas habían tenido buena aceptación?

JL – Entendemos que son hechos positivos, siempre tiene que haber un diálogo entre la oposición y el gobierno, ese siempre ha sido el diferencial del sistema político uruguayo en los peores tiempos. Y nosotros estamos dispuestos a aportar a ese diferencial sin renunciar a nuestro papel de ser la oposición que es, por otra parte, el camino que nos ha marcado la ciudadanía en las urnas, una oposición que incluso en la crítica construye, en la diferencia une y también aporta cuando hay que aportar y eso es requerido en función de defender intereses del Uruguay entero.

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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Mauricio Erramuspe